🐾Capítulo 22🐾
"Revelación inesperada... o no tanto"
Luego de haber visto el resultado Cho-Hee sintió algo indescriptible, una mezcla entre demasiadas emociones que no sabía cómo interpretar. Se quedó sentada, viendo aquel objeto entre sus manos que la había dado la respuesta tras muchas suposiciones.
Y era de esperarse que la respuesta fuera positiva, después de todo, junto al híbrido ni siquiera se habían cuidado como debían para evitar un embarazo. Y no es que ella no supiera hacerlo, porque para su época era bastante superior a varias mujeres en cuanto a información sobre el tema. Lamentaba que algunas tuvieran que tener a un ser en su vientre gracias a la ignorancia del tema, pero ella aún sabiendo mucho, se encontraba en su situación; finalmente no era tan distinta a todas ellas.
Sus ojos estaban llorosos al momento de haber salido del baño, no había llorado, pero sus ojos estaban igual como si lo hubiera hecho. Jin se encontraba recostado en el sillón observando sus manos cuando sintió que la chica había ya salido.
Sería tonto su hubiera dicho que no sentía algo raro con Cho-Hee, que algo había cambiado, como si su olor común fuera más dulce y atractivo que antes. Sin embargo, que supiera, la chica no había comprado un nuevo perfume, así que le extrañaba sentir su nueva fragancia. En su niñez el olor más parecido y similar que podía recordar era cuando su madre estaba esperando a su hermanita menor, pero la humana... ella solo estaba haciéndose responsable de un cachorro que no era de su vientre, ¿entonces era posible que solo con tomar el rol su olor cambiara tan drásticamente?
No lo sabía, si pensaba mucho en ello, su conocimiento sobre los humanos no era el mejor. Cuando niño solo significaban maldad y ahora de adulto sólo podía pensar en una, y era lo mismo que pensar en amor. Y se sentía cansado de no poder entender lo que ocurría, de no saber qué le ocurría a su querida para que estuviera actuando de esa forma, tan solo un par de horas atrás estaba muy cariñosa y solo con el pasar del día su humor se había transformado en uno totalmente distinto.
Él no hace mucho había tomado a Cho-Hee con todo su corazón y cuerpo. Tenía claro que no hace mucho se habían unido de una forma tan íntima y hermosa... ¿Por qué las cosas tenían que estar así entonces?
Después de pensar eso, algo comenzó a funcionar al interior de su mente; tomar + Cho-Hee = bebé. Y su mente explotó, casi literalmente, al sacar aquella conclusión. ¿Podía ser posible que la humana estuviera esperando un bebé? ¿Un hijo entre los dos..? Quiso chillar de la emoción al pensar eso, una pequeña Cho-Hee o un pequeño Jin rondando por la casa no podía sonar mejor. Pero realmente no estaba seguro si eso podía ser posible, toda su vida le habían enseñado que los híbridos y los humanos no eran compatibles, que por más que quisieran nunca podrían procrear como el resto de la parejas "normales".
Pero recordó que alguna vez tuvo un amigo que aseguraba ser hijo de una humana y un híbrido. Su nombre era Hoseok y era el chico más feliz que había conocido en su vida, solía hablar mucho sobre su familia, pero al parecer su padre había dejado a su pueblo y como una especie de venganza por no aceptar su relación con una humana, había cortado su cola junto a sus orejas poniéndole fin a su vida de híbrido.
Sus recuerdos eran escasos, pero tenía claro que es era la historia que le había contado el pequeño híbrido. Después perdió rastro de él y no lo volvió a ver nunca más, no obstante, aquella historia no la podía olvidar por más que quisiera.
Se levantó casi exaltado por todo lo que había pasado en su mente en tan poco tiempo. Tenía que ir donde Cho-Hee y preguntarle la verdad, o al menos salir de la duda y tener claro que era lo que pasaba o si todo era producto de su imaginación.
—Cho... —le llamó suavemente, pero no hubo respuesta. La chica en ese momento se encontraba observando al pequeño Ahn demasiado concentrada como para ponerle atención a la realidad— Necesito preguntarte algo, cariño —su mano derecha fue a parar al hombro izquierdo de la humana, que al sentir el contacto solo pudo temblar de la sorpresa.
—¿Qué sucede, Jin? —nerviosa preguntó, sin darse la vuelta para mirarle. Estaba actuando como una cobarde, pero no sabía cómo afrontar la situación. Tal vez Jin ya se había dado cuenta y solo quería despedirse para marchar, su corazón dolió al pensar eso.
—Verás... Últimamente he sentido que algo cambió en ti, te siento diferente, como si algo hubiera sucedido —su voz sonó suave, pero en verdad moría de los nervios por saber qué ocurría; si lo que pensaba era cierto o no—. No quiero incomodarte, ni nada así, pero me gustaría salir de una duda que tengo.
Cho-Hee apretó sus ojos esperando lo que podría decir.
—Di tu duda —su voz salió casi ahogada, inaudible. Jin solo pudo respirar hondo antes de soltar las palabras.
—¿Puede ser que estás esperando un hijo mío? —finalmente preguntó, en el tono más inocente que tenía— Y-yo no estoy seguro, pero desde hace unas semanas siento que tu aroma es muy dulce, además cuando te tomé, mejor dicho, cuando nos entregamos al otro... —Aclaró— no nos cuidamos, no por lo menos como lo hacen los humanos. Aunque puede que solo sean boberías mías, pero necesito saber de ti la verdad...
Por varios segundos el cuarto permaneció en silencio, solo escuchandose las respiraciones de cada uno. Cuando solo tuvo el suficiente valor, Cho-Hee se atrevió a mirarlo.
—No te equivocas, Jin —respondió con sus ojos llorosos, sin saber por qué tenía tantas ganas de llorar, o al menos en ese preciso momento—. Estoy embarazada esperando un bebé tuyo —soltó ya con lágrimas deslizándose por sus mejillas— Vas a ser padre... Seremos padres, pero tengo miedo.
Y en ese preciso instante, el híbrido no pudo hacer nada más que envolverla con sus brazos, protegiendola como si fuera un cristal que se podría romper. Pronto traviesas lágrimas empezaron a salir de sus ojos, pero la sonrisa de un tonto enamorado permaneció ahí mientras acariciaba su cabello y ella se aferraba a él como si fuera lo único que tenía en su vida.
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