Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🐾Capítulo 14🐾

"Tristemente felices"

¿Crees que todo estará bien? —Cho-Hee se encontraba muy nerviosa.

Luego de haber postergado por varios días la visita a la villa donde vivía Jin, y tras haberlo conversado mucho, por fin se encontraban ordenando las cosas para partir hacia allá.

No lo sé, Cho —le respondió con sinceridad. No quería ser pesimista ni nada así, pero siendo el futuro tan incierto no le podía dar una respuesta en concreto. Ni siquiera él sabía cómo les iría. Todo era una verdadera incógnita.

Bueno, entonces solo podemos esperar y desear que todo vaya bien —tras decir eso siguió ordenando las cosas sin más distracciones.

Los últimos días estaban siendo bastantes raros, y no solo porque estaban actuando como una pareja cariñosa, sino porque en verdad no eran nada serio. No estaban en una relación 'formal', y eso para Jin y Cho-Hee resultaba bastante raro. Para empezar no se conocían hace mucho y luego está el hecho de... sus orígenes.

Aunque cabe decir que muchísimos años atrás las relaciones entre humanos e híbridos ni siquiera se pensaba que podían existir. Los híbridos siendo unos pobres seres sin una civilización apuntando hacia el progreso eran totalmente inútiles para los ojos de los humanos, que con cualquier indicio de una relación prohibida castigaban a sus partícipes.

Y qué decir de los hijos que podían nacer de esta unión particular... Cada vez que se descubría que era producto de la unión de dos seres distintos solo habían tres opciones: interrumpir  el embarazo, acabar con su vida inmediatamente después de haber nacido o dejar que viviera un par de años para que luego terceras personas le dieran fin a una inocente existencia. Esta última la más difícil para los padres, que en ese tiempo ya habrían creado un fuerte vínculo con su retoño.

Era raro que naciera un mestizo de híbrido y humano, esencialmente por genética, ya que el acto de procrear era igual para ambos (con la única diferencia de los híbridos, que en raros casos mantenían su forma animal para crear una nueva vida). De todas formas aún con lo anterior nombrado, ver a un mestizo era muy poco común gracias al odio por parte de ambas especies la mezcla de estas no era para nada común.

Prácticamente las relaciones entre humanos e híbridos exitosas a lo largo de la historia se podían contar con los de la mano... Y eso si es que había habido alguna en verdad.

Jin sabía un poco de ello gracias a la educación de su pueblo. Pero los humanos ignoraban aquello a toda costa. El odio era tan profundo que la poca información que se tenía sobre los híbridos era gracias a algunos pocos que se atrevían a contar algo más allá de lo que el resto sabía.

Cho-Hee, por ejemplo, no tenía idea de ello hasta que una vez vio a su padre trayendo consigo un pequeño híbrido, todo esto a sus doce años. Los medio de comunicación habían censurado toda información sobre los híbridos hasta hace poco, cuando los avistamientos comenzaron de ser tan escasos y poco comunes.

¿Además de tu padre, tienes más familiares, Jin? —aquella duda surgió de la nada. Más que nada por simple curiosidad.

Mi madre murió hace mucho, así que no esperes encontrar calidez por parte de mi padre... Por otro lado, tengo una hermana menor, su nombre es Jisoo. Y sin duda es lo más cercano que podrás ver a la figura de mi madre, es prácticamente igual. —Con nostalgia  sonrió recordando a su linda hermana.

¿Cómo habría reaccionado al ver que su hermano mayor había sido echado de la pequeña villa? Cuando había ocurrido los acontecimientos justo no se encontraba porque estaba de viaje en la aldea de los híbridos de conejo visitando a su novia, Lalisa Manoban, una híbrida extremadamente simpática.

Al menos su padre aceptaba a su hija tal y como era... No debía preocuparse de que su hermana estuviera sufriendo.

Woah... De seguro ha de ser muy linda. Apuesto que tu madre también era muy bella —Acomodó la última bolsa con comida en la parte trasera de su automóvil.

—Claro que sí. Era la híbrida más linda entre todos las aldeas, y no lo digo por exagerar, estoy seguro que si aún estuviera viva al momento de verla hubieras pensado lo mismo —Ayudó a la chica a cerrar la puerta para ya tener todo listo. Recordar a su madre era raro, no lo hacía con mucha frecuencia ya que con facilidad se sentía triste respecto a ese tema, pero comentárselo a Cho-Hee era grato, le hacía sentir feliz ver cómo la chica habla con ilusión y tan bien sobre ella.

¿En donde vivías hay fotografías sobre ella?

—No las hay —rio enternecido—. Nuestro pueblo es mucho más retrógrado hablando de tecnología, a los más tal vez haya un retrato de ella, pero lo dudo... Luego de que murió, mi padre eliminó de nuestras vida todo lo que estaba relacionada con ella —Lo último sonó con tristeza, pero la voz de Jin tenía un deje de rabia.

Oh, ya veo —Aclaró su garganta— No es por ser mala, pero hasta ahora no tengo una muy buena imagen de tu padre. Suena como alguien amargado y estricto.

—Lo es, pero aún así es mi padre. Él junto a mi hermana son la única familia que tengo, no puedo quejarme si es así... —sus ojos se encontraron con los de la chica y casi por obligación sonrió.

Hey... También me tienes a mí, tal vez no sea una madre o una hermana, pero si tú quieres, me puedes llamar familia también —Le sonrió tiernamente, para luego darle un corto beso en su mejilla— Puedes contar conmigo, Jin.

—Lo sé, Cho-Hee, en todo este tiempo me has sido incluso más que una familia —sonrió en una preciosa sonrisa sin mostrar sus dientes—. Te quiero, no lo he dicho, pero en serio te quiero —Seguido a ello bajó un poco su cabeza hasta estar a la altura del rostro de la chica, dudo un par de segundos, pero tras conseguir valentía suficiente al ver que los párpados caían en espera de algo más, juntó sus labios con los de ella en un beso lleno de cariño.

Cho-Hee le correspondió gustosa. Feliz por sentir y además saber que Jin le quería, que le quería sinceramente.

Lástima que ninguno de los dos todavía quería abrir los ojos. Y no precisamente para verse a ellos mismos, sino para ver la realidad que, sin saber, cada vez se volvía más gris aunque no se notara del todo.

24/06/22

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro