🐾Capítulo 13🐾
“Rayitos de sol y un automóvil”
Ploc, ploc, ploc... Las gotas sonaban con fuerza contra el cristal de la ventana. Una fuerte tormenta se había desatado en el trayecto de regreso a casa y SeokJin junto a Cho-Hee no habían podido salir del automóvil gracias a la fuerza con la que caían.
Cuando se habían dado cuenta de su situación no habían hecho ningún esfuerzo por salir a mojarse, ya que con ellos no llevaban nada que pudiera cubrirlos, así que por obvias razones la mejor opción era quedarse dentro de la movilización hasta que la lluvia bajara un poco su intensidad, aunque la variación fuera mínima.
Una cosa llevó a otra y entre el sonido de las gotas, el fuerte viento y el movimiento de las ramas de los árboles, se vieron obligados a estar más cerca de lo que pensaban. Primero solo sería un abrazo para abrigarse y combatir el frío, pero las cosas se enredaron de a poco hasta que tomaron un sentido diferente al esperado, o al menos al consiente.
Un beso dio paso a otro, y después de todo lo que parecía ser solo una noche fría, finalmente terminó siendo una cálida y agitada confusión. Todos los sentimientos de ambos se mezclaron en un revoltijo que en el momento no pareció más que un agradable ambiente, pero que sin saber seguía desatando una gran tormenta.
***
El sol se filtró con bastante fuerza, dando de lleno en sus rostros. SeokJin tenía los mechones de su cabello desordenados, aunque sus descansados ojos mostraban como si no se hubiera movido en toda la noche. Cho-Hee, por su parte, descansaba su cabeza en el torso del híbrido, y a medida que el contrario respiraba su cabeza subía y bajaba con tranquilidad.
El brazo derecho de Jin descansaba sobre el mismo costado del cuerpo de la chica, llegando casi hasta la altura de la cintura. Cho-Hee se removió incómoda al sentir los rayos calentado su rostro.
—¿Qué hora es? —fue lo primero que formuló al abrir sus ojos. Con rapidez apartó su rostro de la luz, buscando un poco de sombra.
—No lo sé —le respondió Jin de vuelta, dando una baja y ronca risa al sentir que la chica buscaba refugio en su cuello, provocándole de paso cosquillas— Hey, te estás comportando como una pequeña cachorra. Además me estás haciendo cosquillas.
—No molestes, el sol me dio directo en la cara. Mis ojitos pican por eso —se quejó sin apartar su rostro de la piel del contrario.
—Ya, ya... —dio una fatua caricia en el suave cabello de la chica —Mejor vamos a dentro, debe estar más fresco. Y además creo que te gustaría cambiar tu ropa. Ayer después de lo sucedido nos quedamos dormidos... de seguro quieres cambiarte.
—Ah, ci-cierto... —sus mejillas se volvieron a sentir calientes, pero esta vez gracias a la vergüenza que estaba sintiendo por lo que había sucedido.
Los recuerdos de la noche anterior invadieron su mente en un cerrar y abrir de ojos. Las mejillas sonrojadas de SeokJin, sus labios más hinchados de lo normal, su cabello desaliñado... todo eso se formó en una suntuosa y magnífica imagen mental, pero que le avergonzaja hasta el punto de querer desaparecer.
Se alejó del híbrido, intentando mantener la compostura y eliminando aquella imagen que hacía que sus mejillas se sintieran más calientes con el pasar de los segundos.
—¿Hay que bajar las compras? —el híbrido se incorporó abriendo la puerta de la movilización.
Una brisa un tanto fría se adentró en los asientos, haciendo temblar a Cho-Hee. Debido a que habían pasado toda la noche encerrados el calor se había acumulado como en una burbuja. Y agregando en hecho de que no se había percatado de que solo estaba con una fina blusa, hizo que sus mejillas parecieran tomates.
SeokJin juntó la puerta un poco asustado al ver a Cho-Hee removerse por la brisa. Buscó su abrigo entre las bolsas que se encontraban en los asientos delanteros apresuradamente y tras encontrarlo la tapó con cuidado.
—Pontelo para no tener tanto frío —dijo acompañado de una tierna sonrisa—. Ahora bajemos las bolsas para que te puedas cambiar de ropa. Mientras más rápido lo hagamos, más rápido puedes estar con ropa limpia.
Cho-Hee asintió viendo como Jin salía de la movilización. Se puso el abrigo, que le quedaba bastante grande, y salió un par de segundos después. Abrió la puerta del piloto y cogió un par de bolsas, las otras ya se las había llevado Jin por el asiento del copiloto.
Caminaron con las bolsas, evadiendo los charcos de lodo que habían quedado tras la lluvia, y ya en los escalones del pórtico puediera caminar con más normalidad.
—Cuando todo esté más seco habrá que limpiar un poco. La madera quedó llena de pisadas de lodo, Jin —le comentó, buscando entre sus pertenencias las llaves para abrir la puerta— Oh, no encuentro las llaves —dijo palpando sus bolsillos.
—Tal vez sea porque están aquí —Jin levantó su mano derecha, agitando las llaves tras haber dejado el montón de bolsas en el suelo de madera— Se te cayeron ayer, estaban en piso del automóvil, justo en mis pies. Mientras dormías las guardé en uno de mis bolsillos del pantalón. Espero que no te haya molestado.
—Claro que no —Cho-Hee suspiró más tranquila— Pensé que las había perdido, solo eso, no me molesta que las tengas contigo.
Jin totalmente feliz por las palabras de la chica comenzó a agitar su esponjosa cola. De un lado para otro, demostrando que se sentía alegre. Todo esto de manera inconsciente.
—Es lindo —soltó la humana al ver las orejitas y la cola de Jin.
—¿Qué cosa? —preguntó Jin extrañado. Sin comprender a lo que se refería
—Que actúes como un cachorro, es muy lindo. Tus orejitas y tu cola son tiernas, también. Eso es lindo.
Las mejillas de Jin se colorearon de un rosa intenso, de una forma muy linda y tierna, tal y como había dicho Cho-Hee. No era lo mismo que ver las mejillas como la noche anterior, pero de igual manera era grato ver sus distintas facetas.
SeokJin era tan variado con sus emociones y reacciones, cada día se podía descubrir algo nuevo de él.
27/04/22
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