🐾Capítulo 11🐾
"Minutos eternos y poco oxígeno"
Tras varias horas de viaje, y unas cuantas paradas para descansar y comer algún bocadillo, Cho-Hee y SeokJin llegaron a la ciudad acordada.
En las calles habían bastantes personas a pesar de que el pronóstico del tiempo no era el mejor. También estaban bastantes llenas de automóviles, cosa que hacía que tuvieran que esperar pacientemente para avanzar un poco hasta la tienda que necesitaban.
Jin se encontraba bastante inquieto, y la chica no sabía cómo interpretarlo. Tal vez le ponía incómodo estar en una ciudad con tantas personas, tal vez estar encerrado no era lo suyo e incluso, por muy improbable que fuera, tal vez estar encerrado junto a ella le ponía de esa forma.
Cuando llegaron al estacionamiento del supermercado, Cho-Hee desabrochó su cinturón con rapidez, girándose hacia el híbrido con sus ojitos brillantes.
—Bueno, ya estamos aquí. ¿Preparado para salir a conseguir una nueva experiencia?
—Claro —le respondió nervioso—, solo espero no arruinarlo. Con todo lo que hemos demorado en llegar no quiero que descubran que soy un híbrido. Eso podría ponernos en problemas, y bastantes graves...
—Hey, no te pongas nervioso. Todo va a estar bien, ¿si? Solo procura mantener tu gorro en su lugar, tu abrigo bien puesto y las cosas resultarán a la perfección, justo como lo planeamos.
Jin sonrió vagamente, intentando no ponerse igual de inquieto que en el camino a la ciudad. Desabrochó su cinturón y acomodó su gorro y abrigo, procurando tapar todo lo necesario de buena forma.
Ambos se sonrieron de una manera un tanto avergonzados, y seguido a ello bajaron de la movilización.
—Si te sientes muy nervioso puedes tomar mi mano. Aquí nadie nos conoce, así que podemos fingir ser una pareja, ¿está bien? —Cho-Hee rio con gracia, pero Jin no pudo evitar que sus mejillas se tornaran de un suave color rojizo.
Estar de pareja con Cho-Hee no sonaba nada mal. Aunque puede que su corazón no estuviera de acuerdo y por eso mismo comenzó a latir más rápido.
—Está bien, Cho. Si lo necesito la tomaré —con sus mejillas menos encendidas habló, disimulando su reciente sonrojo— ¿Ahora vamos a comprar alimento? —comentó ya cambiando de tema.
Los dos comenzaron a caminar en dirección a la entrada del lugar. Sus pasos eran lentos y tranquilos. Realmente no llamaban mucho la atención más allá de lo guapo que eran ambos.
—Sí, ahora iremos por la comida que necesitamos para vivir y luego, si gustas, podríamos ir a comprarte un poco de ropa —SeokJin hizo el ademán de interrumpir, pero rápidamente le interrumpió—. Antes de que digas algo, por favor, escúchame. Sé que tus últimas vestimentas no están taaan mal, pero soy una escritora, no una modista. Además... ¡Aquí en la ciudad la ropa es mucho más bonita que la que te hago! Hay mucha variedad y estoy segura de que probar varios estilos te será un buen recuerdo.
—Huum, si tú lo dices será por algo. Aunque de todas formas no me quiero aprovechar de tu bondad, ya has hecho demasiado por mí... Siento que estoy siendo una carga para ti...
—Claro que no. No te preocupes por ello, tu compañía ha sido muchísima retribución. Solo quiero complacerte un poquitín. Si te hace sentir más cómodo, tómalo como un regalo de cumpleaños o algo así.
—Lo haré... Aunque en mi pueblo es bastante raro celebrar las festividades, pero por ti lo haré.
—Oh, acabo de descubrir algo nuevo sobre tu pueblo. No olvides decirmelo luego para escribirlo en mi cuadernillo. Lo haría ahora mismo, pero creo que sería un poco tonto regresar solo para hacer eso.
—Ten por seguro que te lo recordaré después —y al momento de terminar la frase llegaron justo a la entrada del supermercado—. ¿Es el momento correcto para decirte que quiero sostener tu mano? —sacó del bolsillo su mano para extenderla hacia ella.
—Claro que sí, cariño —Respondió guiñándole un ojo y SeokJin dio una carcajada por esa acción.
Y poco después ya se encontraban dentro del local tomados de la mano, como cualquier pareja que paseaba por la ciudad en un día de una cita o solo para pasar el rato.
***
Ya teniendo el carro lleno de comida, cosas útiles para la higiene y uno que otro objeto solo para darse un pequeño lujo, partieron a la tienda de ropa para comparar la vestimenta nueva para el híbrido. Que no está de más decir que estaba gozando de felicidad ya que se la había pasado gran parte del día sosteniendo la mano de la joven humana.
Nuevamente se estacionaron en un estacionamiento y repitieron casi todo el proceso de la primera parada. Una charla rápida, sonrisas coquetas y luego tomarse de la mano para simular ser una pareja, aunque de por sí ya parecían una a pesar de no estar actuando por completo.
—¿Qué te parecen esos abrigos? Para estos tiempos lluviosos te vendría bastante bien uno —indicó discretamente las vestimentas, recibiendo una respuesta positiva de Jin. Caminaron hasta ellos para buscar una talla indicada para que el híbrido pudiera probarselo.
Ya en los probadores con el abrigo elegido, y un par de prendas más, Cho-Hee esperó pacientemente a que Jin se probara cada una de ellas. Dando su opinión respecto a cada una, y claramente admirando lo guapo que se veía el híbrido.
Estaban bastantes felices hasta que una pareja se escuchó cerca. Jin se puso nervioso enseguida pensando en que le podían descubrir por impulso tomó a Cho-Hee de una de sus manos, tirando de ella hacia él, y así quedando los dos encerrados en el cubículo del probador esperando a que la pareja se fuera.
Los minutos encerrados fueron eternos, parecía que en cualquier momento el oxígeno se acabaría. Antes habían dormido en la misma cama, pero la cercanía de ese instante se sintió diferente, Jin y Cho-Hee lo sabían perfectamente.
Por ello cuando los labios de cada uno tocaron los contrarios, no se sorprendieron de que los minutos eternos parecieran poco y que el oxígeno llegara a faltar.
21/02/22
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro