Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🐾Capítulo 24🐾

"Charlas en el vacío"

El silencio había estado impuesto por minutos y minutos hasta que la madre de Cho-Hee decidió romper con la tensión que se había formado.

No quiero ser grosera, pero necesito una explicación para todo esto, hija. ¿Qué ha pasado durante estos meses para que llegues con esta extraña sorpresa?

El ambiente estaba más que tenso. El padre de la humana se mantenía en silencio observando al hombre junto a su hija con total detenimiento, sin dejar de lado al bebé que este sostenía. Su madre por otro lado intentaba comprender la situación.

Mamá, papá, yo en verdad he vivido muchas cosas este último tiempo. He tenido muchos cambios en mi vida que no sentí necesario decirles porque ya me considero lo suficiente libre como para tener que regresar siempre a ustedes... Pero en este punto ya no puedo ocultar más lo que está pasando —Tomó una gran bocada de aire antes de continuar con su relato—. Él es Kim SeokJin —soltó de una vez, dejando escapar el aire de sus pulmones. Su mirada se mantuvo en el pequeño Ahn— y es... alguien muy importante para mí, junto al bebé que sosteniene... ellos ahora son la familia que he creado.

Los ojos de sus progenitores se expandieron lo máximo que podían. ¿Su hija y su familia? ¿Cuando había sucedido todo tan rápido? Solo hace unos meses la chica les visitaba sola y sin ninguna novedad más que las de su trabajo.

—¿Quieres decir que este chico es tu pareja..?

—Sí, mamá. Jin es mi pareja, y en verdad le quiero mucho —La situación estaba más complicada de lo que pensó—. ¿Tú no dirás nada, papá?  —le miró con preocupación.

—¿Qué quieres que diga? —rio sin gracia— Está más que claro que este tipo está enamorado de ti... pero ese bebé no me da confianza del todo, ni siquiera has estado embarazada como para tener un hijo. ¡Además eres muy joven!

—¡Papá! —protestó con se ceño medianamente fruncido— Ahn es nuestro hijo, tal vez no sea de ninguno biológicamente... pero lo queremos como tal.

—Así es, señor —por primera vez Jin habló interrumpiendo su silencio. Su mirada era seria—. Cho-Hee tiene razón en sus palabras. El pequeño es nuestro.

—Já, no me vengan con juegos. ¿O es que lo encontraron en el bosque? —su intento de chiste fue más real de lo pensó. La mirada que intercambiaron los jóvenes lo delató—. Deben estar jugando, ¿cierto? ¿quién abandonaría a un niño en el bosque?

—Ese es el problema, papá. Ahn no es cualquier niño, ni Jin cualquier hombre... —Con desesperación buscó la mirada de Jin intentando ganar valentía. Sus pacíficos pero serios ojos estaban brindándole todo su apoyo—. Ellos... ellos son híbridos.

La risa del hombre mayor se escuchó hasta que resonó entre la paredes que los rodeaban. Todo lo que decían era un gran chiste, pero él quería saber la verdad. Claramente todo era una broma, ¿verdad? ¿Qué ocultaban entonces?

Cho-Hee habla en serio, señor y señora. En verdad yo soy un híbrido, y estoy enamorado de su hija —Se levantó de su asiento entregándole el bebé a Cho-Hee para después sacar el gorro que cubría parte de su cabeza y abrir el abrigo dejando ver su rabo—. Lamento mucho si no es lo que esperaban... Pero ustedes han de saber que uno no puede controlar el corazón, cuando el amor llega solo se puede estar dispuesto a la otra persona... sin importar de donde sea, o como sea... cuando se está enamorado de verdad todo eso queda en segundo plano.

La madre de Cho-Hee solo puedo llevar sus manos hacia su boca demostrando la sorpresa e impresión que causaba tener un verdadero híbrido ante sus ojos... Se veía como cualquier otra persona antes de mostrar sus orejas y rabo.

—Hija, aléjate de ese fenómeno en este momento y suelta a esa cosa que estás sosteniendo —le ordenó su padre con autoridad, levantándose para quedar más o menos a la altura del extraño que había visitado su casa junto a su hija.

¡No digas eso, padre! Jin y Anh no son nada parecidos a unos fenómenos, ellos son como tú o yo. No hay nada mal con ellos.

—No seas tonta, son animales, monstruos despiadados, Cho-Hee. En cualquier momento te podrían hacer daño, piensa bien, hija —el volumen de su voz fue aumentado cada vez que decía palabra alguna. Su esposa preocupada le intentaba tranquilizar sin obtener muy buenos resultados.

El único tonto aquí eres tú por no entender, papá —se levantó con aparente serenidad, sin bajar la vista—. Y si a ellos le llamas monstruos, también lo tendrás que hacer conmigo, porque en mi interior hay un pequeño o pequeña igual a quien está a mi lado y a quien sostengo —sonrió débilmente a su madre que le miraba totalmente sorprendida.

¡Lo que faltaba! —exclamó su padre con desagrado.

En ese momento el frágil lazo que la unía a su familia (especialmente a su padre), se cortó; dejando un extenso vacío entre ellos, que tal vez solo con el tiempo se podría llenar.

Bueno, familia —habló con amargura—. Ya he dicho todo lo que debía y por lo que he venido de visita. Lamento ser una decepción, mamá, pero desde el principio sabías que no era igual que todos los que me rodeaban, por algo siempre me has dicho que soy especial —los ojos de su madre se llenaron de lágrimas, y torpemente llegó hasta su hija para abrazarla.

Por favor cuídate mucho, Cho. Por favor prométeme que lo harás —susurró entre pequeños sollozos.

—Lo haré, mamá. Ahora ya no solo debo cuidarme a mí, tengo tres vidas además de la mía que debo proteger.

Las pequeñas sonrisas que volvieron a intercambiar fueron muy dulces. Cho-Hee se giró a ver a su padre teniendo la esperanza de que estaría más calmado que hace un momento.

Papá, yo-

—¿Por qué no pudo ser alguien más? —le interrumpió en voz baja, casi en un tono lastimero— En el mundo hay muchos hombres de su tipo, ¿por qué no pudo ser alguien más?

—Tú lo has dicho, pero lo que pasa es que no me gustan las personas de su tipo, me gusta esta persona, o como quieras decirle —habló indicando a Jin.

Acomodó mejor a Ahn en sus brazos para poder regresar al automóvil.

Cuiden mucho su salud y procuren no trabajar de más. Sus cuerpos agradecerán que los cuiden bien.

El híbrido mayor colocó otra vez su gorro donde correspondía y cerró el abrigo para no dejar su rabo al descubierto. Siguió a Cho-Hee desde cerca como si de un polluelo se tratara.

Fue... bueno poder conocerlos —sonrió apenado gracias a la situación, después de todo se había vuelto un poco incómodo—. Prometo cuidar de Cho-Hee con mi propia vida, e... intentaré hacer lo mejor que pueda para poder cuidar bien de nuestros hijos. Por ello... les pido que intenten cambiar su percepción sobre los híbridos, en serio no somos malos, somos iguales a cualquier humano, solo que con cola y rabo —Sus ojos se posaron en el padre de la chica que quería—. No debe preocuparse por la seguridad de su hija, conmigo estará a salvo de cualquier cosa.

—Excepto de ti —gruñó el observado. Su esposa le dio un codazo—. Bueno, lo lamento, pero más vale que así sea. Mi hija merece todo lo bueno de este mundo.

Jin le regaló una sonrisa al hombre, pero este solo la ignoró dejandolo pasar detrás de su hija.

Cualquier cosa sólo llamanos, amor. Tú sabes que mamá incluso irá corriendo hasta el bosque para ayudarte en lo que pueda.

—Lo sé, pero estoy segura de que Jin bastará por cualquier cosa —el nombrado enseguida tomó en brazos a Ahn para quitarle una tarea de encima a su amada.

Y tras despedirse e intercambiar una que otra mirada, amenazadora por parte del padre de Cho hacia Jin. Los jóvenes enamorados y sus pequeños se marcharon del lugar sin mucho tráfico y problemas.

Llegarían pasada la medianoche a su hogar, pero de alguna forma había valido la pena tener esa conversación, por muy dificultosa que hubiera sido, para aclarar un poco las cosas.

El siguiente objetivo más cercano que tenían era que Jin aprendiera a conducir en caso de cualquier emergencia. Él no estaba muy seguro de poder hacerlo, pero Cho-Hee confiaba plenamente en él y sus capacidades. Y Ahn, por otro lado, seguía siendo solo Ahn, un pequeño cachorro que de vez en cuando le gustaba molestar a sus padres cambiando de forma con un cerrar y abrir de ojos. Era un poco complicado de tratar, pero hacía que su familia fuera más peculiar de lo que ya era.

No todos los días se veía una familia compuesta por dos híbridos, una humana y un pequeño o pequeña que recién venía en camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro