feliz dia de serquel!

solo este fandom tendría algo así ♥ los amo mucho a todos
como celebración del 23.10 superé mis propias expectativas yme inspiré para escribir algunos oneshots diferentes,esperemos que no sean así tan malos porque la falta de sueño puede causar milagros y desastres jaja, Maggie

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Sus manos se balancean entre sus cuerpos como si fueran dos aviones de papel en una ruta de colisión.

Esa fue una de las cosas a las que Raquel tuvo dificultades para acostumbrarse al principio.Solo habían pasado unos meses desde que su familia y ella se habían mudado a Palawan. Mudarse de casas nunca es fácil, por lo que solo pueden imaginar lo estresante que es mudarse al otro lado del mundo sin que nadie lo sepa.

Ignorando a toda la burocracia ilegal, por supuesto, el idioma había sido una barrera importante. Obviamente nunca había aprendido tagalog y su inglés era terrible. Pero podía arreglárselas, además de que algunas personas todavía hablaban español, que alguna vez había sido un idioma oficial. Hechos que solo un cierto hombre con barba sabría. Le había enseñado las cosas más aleatorias.

Al igual que ella no debería dar dos besos a las personas al conocerlos porque eso sería demasiado informal y extraño. Gracias a Dios, él le explicó eso antes de que ella tuviera la oportunidad de avergonzarse delante de quien sea.

Pero no es como si ella conociera a mucha gente. Ella pasó la mayor parte de su tiempo con él al principio, y fue de la hostia. El tiempo con él siempre se parece como una luna de miel interminable. Sin embargo, a veces se sentía sola. En España tampoco tenía tantos amigos, ya que la mayoría de las personas con las que salía eran hombres sexistas cuyo entretenimiento era contar chistes sucios y beber cerveza. Aún así, echaba de menos a Angel, por ejemplo. Habían sido compañeros durante tanto tiempo que, aunque ella sabía que él probablemente tenía una opinión diferente, casi lo consideraba familia.

Raquel se aseguró de perder el contacto con él cuando dejó la policía porque al principio no quería tener nada que ver con las personas que le recordaban el pasado. Incluso entonces, el detective todavía la llamaba a veces para ver cómo estaba.

Después de algunas semanas, el amor de su vida llegó a casa con un folleto que promovía una asociación cerca de su hermosa casa.

'No te preocupes, no estoy intentando deshacerme de ti. Eso sería estúpido, ¿verdad? Te acabo de recuperar.'

Raquel se ríe cada vez que piensa en los momentos en que él se pone nervioso porque no sabe cómo reaccionará ella ante algo.

'Entonces, yo estaba pasando por la asociación cerca de la escuela de Paula y había una feria afuera.'

Sergio estaba tan nervioso que Raquel realmente comenzó a preocuparse. Se sentía tan deprimida que en realidad pensó que iba a decir que ya no quería vivir con ellas.

'Sabes que obviamente no tienes que trabajar. Pero todavía quiero que vivas. Y, Raquel, me estás haciendo preocupar.'

'¿Qué ha pasado, Sergio?'

Ese día, Raquel realmente comenzó a pensar lo peor. Ella recuerda que comenzó a caminar por la habitación, sintiendo por primera vez en meses la necesidad de fumar. Sergio la agarró de la muñeca para calmarla y, por primera vez en muchas ocasiones, su toque no la hizo flotar, ni sonreír, ni olvidarse de la sensación del humo ardiente que entrando en sus pulmones.

'¿No ves que lo estás pasando mal, Raquel? ¡No quiero que te vayas en espiral! No ... no quiero que te sientas como yo cuando llegué aquí.'

La desesperación en su voz cuando dijo esas palabras trascendió su indicador de nerviosismo de ajustarse las gafas.

Raquel odiaba estar equivocada. Pero sabía que Sergio tenía razón y no podía enfadarse con él por preocuparse. Ella estaba realmente angustiada. Estaba perdiendo la paciencia con su madre, que estaba perdiendo sus recuerdos al segundo. Simplemente no podía soportar ver a Marivi sufriendo, así que comenzó a actuar como si no lo estuviera. Estaba empezando a perder la confianza de su hija también porque dejó de preguntarle a Paula sobre su día. Sergio incluso comenzó a llevarla a la escuela en lugar de ella.

Raquel había dejado de comer y Sergio siempre tenía que decirle a ella para lo hacer.

Raquel no conseguia entender lo qué estaba mal.

Luego se ha sentido muy egoísta porque Sergio fue el que debería sentirse abrumado por todas las cosas en las que la estaba reemplazando, deberes familiares a los que no estaba acostumbrado.

Su mente estaba tan llena pero su corazón estaba tan vacío que Raquel sabía en el fondo que no podría manejarlo por mucho más tiempo.

No entendía muy bien lo que sucedió ese día, pero ahora puede verlo claramente. Cayó al suelo, abrumada por todas las emociones, Sergio la había atrapado a tiempo. Raquel cree que siempre la atrapa a tiempo. Él siempre está allí y ella es muy agradecida. Ella no sabía que estaba llorando hasta que él comenzó a mecer su cuerpo en su regazo, y ella comenzó a sollozar contra su pecho en el medio de la casa. Ese colapso fue una tragedia inminente a la espera de suceder.

En esa noche, Sergio se aseguró de que ella sintiera que todo iba a estar bien. Tenia que estar.

Al final, descubrió que el folleto promocionaba una actividad de voluntariado en la asociación, diciendo que las personas podían ir y ayudarlos en cualquier momento que quisieran, fuera con los niños sin hogar, o con los adolescentes que necesitaban apoyo o los niños que necesitaban tutoría. Sergio pensó que ella necesitaba salir de la casa. Entonces, después de algunos días, en realidad lo hizo. Al principio, su amante incluso fue con ella.

Entonces Raquel realmente se interesó en eso, y con su mente ocupada, que en realidad la ayudó a conocer gente nueva y crear una rutina propia.

Ella cree que antes estaba tan acostumbrada a tener un propósito que se sintió perdida cuando dejó de ser solo ese propósito y esa creencia que incluía toda su vida normal en España y en la comisaria.

Claramente no había sido la transición más suave. Pero tener a Sergio a su lado todo el tiempo hizo con que valiera la pena. Él sigue mostrándole cuánto la aprecia, y algunas tardes incluso salen a caminar por la playa, lo que los lleva a los rincones más inesperados.

Al igual que esta pequeña playa tranquila que descubrieron hoy. Ella baja su mirada hacia la barrera invisible entre sus manos y entrelaza cautelosamente su dedo meñique con el de él, a lo que él sonríe tímidamente.

Definitivamente esa era la regla más difícil a que tenia de se acostumbrar.

Había pasado la mayor parte de su vida asociando erróneamente el contacto físico con la mejor manera de demostrar tu amor. Y ahora no podía demostrar su amor porque vivía en un país donde el código de conducta agrega que tomarse de la mano de una pareja casada apenas se tolera, pero besar y acariciar se consideran un delito para la decencia pública.

"¿En qué estás pensando? Tienes esa mirada distante en tu cara". La voz de Sergio la despierta de sus pensamientos. Deciden sentarse en la arena para poder ver el atardecer como solían hacerlo.

"Estaba pensando en cómo realmente quiero besarte". Ella se ríe mirando hacia el océano, sabiendo que si lo mira él tendrá esa cara de cachorro. Ella no puede manejarlo.

Él pone su mano sobre su muslo, lo que le sorprende porque él es quien siempre advierte que la gente está mirando.

"Por favor, hazlo."

Ella mira a su alrededor, contenta de ver que en realidad están en un lugar aislado.

Sus labios se juntan como si el viento los estuviera alentando. Porque si dos aviones están programados para chocar, terminarán haciéndolo.