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-No puedo hacer esto Namjoon, es doloroso.- Los ojos de Min estaban rojos y su rostro reflejaba pánico.

-Da la vuelta, volvamos a casa.- Pidió a su amigo quien conducía.

-Min, vamos se fuerte.- Dijo con seriedad.

Todo el camino se basó en quejas y chillidos del chico de piel pálida, quien a regañadientes bajo del auto al llegar a su destino.
Había pasado ya 1 año desde la muerte de su esposa, no podía creer, lo rápido que pasaba el tiempo y más cuando había decidido junto a Namjoon, más por el segundo, que su pequeño conviniera con otros pequeños aún si eso incluía el alejarlo de él.

-Buenos días, soy la miss Rose, encantada.- Saludó al entrar al edificio una dulce mujer de cabello castaño con puntas rosas y con un delantal azul.
-Hola, tú debes ser el pequeño JungKook.- Dijo tiernamente mirando al pequeño que se escondía en el pecho de su padre.

-Buen día.- Hablo animadamente el chico que ahora rubio.
-Soy Kim Namjoon, cuñado de Min Yoongi y tío del adorable Min JungKook.- Sonrió eh hizo un pequeña reverencia seguido de Min quien no quería soltar a su pequeño.

-Bien, ya hay más niños adentro, Jungkookie.- Llamo dulcemente al pequeño que se encontraba aún en brazos de su padre.
-¿Quieres venir?, tenemos galletas y leche.- Dijo queriendo llamar la atención del pequeño quien abrazaba cada vez más fuerte a su padre.

-Mmm, no quiere, ni modo.- Dijo rápidamente Yoongi girando para salir del lugar y lo hubiera logrado de no ser porque Namjoon lo detuvo.
-Hey, no puedo dejarlo con alguien que cree que si un desconocido te ofrece comida tú vas obedientemente.- Dijo el pelinegro sin importarle que la joven chica seguía ahí.

-Am, si, tal vez estuvo mal, lo lamento.- Hablo la joven llamando la atención de los chicos.
-Apenas llevo una semana trabajando aquí, discúlpenme.- Habló la joven en un tono bajo.

-Aja, Namjoon, no puedo dejarlo con una chica que no tiene experiencia, ¿Y si se ahoga con leche?, Oh, ¿Y si se vuelve a intentar comer su dedo?- El joven padre abrió los ojos y abrazo más fuerte a su pequeño.

-Señor Min, entiendo que este nervioso oh asustado, el desprenderse de su pequeño tan pronto es difícil, pero créame que estará en buenas manos, Kookie.- Volvió a llamar al pequeño quien se separó de su padre un poco y la miró curioso.
-¿Vamos?- La mujer esperaba obtener una buena respuesta pero el pequeño simplemente se aferró más a su padre.

-Amm, bueno, lo intentamos.- Volvió a girar dispuesto a irse y nuevamente Namjoon se lo impidió.

Para que el tanto JungKook como su padre tuvieran confianza, la maestra les dijo que por única ocasión Yoongi podía pasar a la clase, al entrar al lugar el pequeño se admiró por la cantidad de juguetes que había, bajándose de los brazos de su padre y gateando hasta un peluche de un gatito para después alzarlo y mostrárselo a su papá, al final JungKook se adaptó rápidamente al lugar, empezó a convivir con otros niños y con otras maestras.

-Llegarás tarde.- Namjoon tocó el hombro de su mejor amigo quien desde la puerta detrás de una rejita de madera veía sonreír a su pequeño.
-Yoon, se vale llorar, no te jugaré.- Dijo el rubio con una sonrisa.

-Agh, Vámonos.- Min se enderezó, se despidió de la joven y con un gesto de su pequeño quien grito un adorable -Adios papi.-.

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-No, no lo haré NamJoon.- Los días fueron pasando, con ellos semanas, un año y ahora dos, había pasado ya dos años desde la muerte de Hyeri, dos años realmente cortos para Min en los que él se había dedicado a cuidar a su pequeño, amarlo y trabajar arduamente para darle todo, Namjoon había sido de mucha ayuda así como igual su madre y los de Hyeri.

-No me pondré eso, es ridículo.- Habló el padre, con ahora cabellera rubia, caminando hacia la cocina de su casa con el pequeño JungKook en brazos quien jugaba con un auto de plástico.

-Vamos Min, JungKook quiere que lo hagas, ¿No es así?.- Preguntó el chico de ahora cabello castaño/rojizo a su sobrino quien después de reír tiernamente ante las caras chistosas de su tío grito un gran "si".

-No lo haré, no perderé mi... ¿Dignidad, hombría... Swag?- Colocó a JungKook en su periquera* ajustandola bien para que no pudiera salir de ella y después entregó un plato con papilla de zanahoria al pequeño quien aventó su auto lejos.

-Lo harás.- Afirmó el chico de piel canela parándose recto y cruzando los brazos en su pecho con una sonrisa.

-Aja, eh igual tocaré el piano.- Dijo Min con risas recibido una mirada de superioridad por parte de su amigo.

Durante estos dos años JungKook había crecido y aprendido mucho, Min se encargó de que nunca le faltará nada, y que fuera realmente feliz, su fiesta de 2 años se acercaba y con ayuda de su mejor amigo planeaba algo pequeño con su familia y algunos amigos de la guarderia a la que asistía JungKook, su amigo tenía una idea en la cabeza a la cual el padre de ahora cabello color rubio se negaba rotundamente, oh bueno, eso intentó.

-Happy birthday to you... Happy birthday to you...~- Solo JungKook sabía cómo había logrando convencer a su padre de hacer tal cosa.
-Happy birthday honey JungKook...~- Cantaba un Yoongi disfrazado de León mientras tocaba el piano bajo la mirada de los pequeños amigos de su hijo, padres, familia y amigos suyos quienes reían oh miraban con ternura, por otro lado estaba su mejor amigo quien en ningún momento dejó de grabar al chico de piel pálida con una gran sonrisa en el rostro.
-Happy Birthday to you...~- Terminó de cantar recibiendo varios aplausos y gritos de la multitud a quienes sonrió y al ver a su amigo con una falsa sonrisa susurro un -Te odio- que fue contestado con un -Me amas- .
-Bien, ahora vayan a jugar.- Dijo levantándose y viendo como todos los niños corrían por todas partes.

Nam caminó hasta su amigo aún grabando, Yoongi con enojo apartó la cámara y miró con odio al moreno.

-Me hubiera gustado verte de gato, pero algo es algo.- Habló Namjoon guardando la cámara y observando el tierno traje de León que portaba su amigo.

La idea de Namjoon era organizar una fiesta con temática de animales, en la que los niños usarán disfraces de su animal favorito, Yoongi estaba de acuerdo hasta que Joon le dijo que por ser el padre igual debía disfrazarse, Min había aceptado pero con la condición de ser algo más temible que un gato, y por ello se encontraba con el traje de León puesto.

-Jamas me había sentido tan estúpido.- Hablo el pálido chico suspirando profundo.
-No volveré a hacer esto nun-.- Sus palabras fueron interrumpidas al sentir unas pequeñas manos tomarlo de la cola que estaba pegada al traje, al girar vio a su pequeño hijo quien llevaba un adorable traje de ratón y tenía dibujados unos pequeños bigotes en sus mejillas.

-¡Papi!- Llamó el pequeño de cabello castaño pidiendo que su padre lo cargará, el cual obedeció sentandolo en sus piernas.
-Eres el mejor, ¿Volveremos a hacer esto para mí próximo cumpleaños?- Preguntó abrazando a su padre y mirándolo con un adorable puchero.

-Siempre bebé.- Dijo esto dando un tierno beso en la frente de su hijo y abrazándolo.

-Ajam, ¿Nunca?- Preguntó Namjoon quien miraba la adorable escena con ternura y diversión recibiendo una mirada de odio de su mejor amigo.

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Min solía pasar las noches lluviosas junto a su esposa, leyendo un buen libro, bebiendo una rica tasa de café junto a la ventana, disfrutando de el sonido , la extrañaba a ella, su canto, este tipo de noches lo hacían hacer sentir vacío y el golpe de la realidad dolía mucho, noches cómo esa nunca volverían a suceder, no con ella...

-¡PAPÁ!- Un fuerte grito proviniente del cuarto de su hijo hizo que su sentido de alerta despertará y sin pensarlo dos veces corrió hasta llegar con él.

-¿Qué pasó?, ¿Estás bien?, ¿Qué sucede?- Habló rápidamente Min con la respiración agitada y con un bate de béisbol que encontró en el suelo en sus manos.

-Es que...- Hablo el pequeño quien se encontraba enrollado en sus cobijas acostado en su cama en forma de auto de carreras
-Es que no tengo sueño...- JungKook abrió sus pequeños ojos al ver el arma de su padre

-Agh, mocoso.- Habló el chico sentándose al lado de su hijo, tratando de calmar su respiración y votando el bate a alguna parte de la habitación.
-Me pudiste haber matado bebé.- Min miró a su hijo y acarició su mejilla.

-Lo siento papi.- El pequeño JungKook de ya dos años y medio se sentó en su cama y abrazo a su papá.

-¿Quieres ir conmigo a la sala?- Preguntó el mayor obteniendo inmediatamente una respuesta afirmativa por parte del pequeño.

Min sento a su pequeño en el sofá para después ir hacia la cocina por una taza de café y uno de los vasitos entrenadores del pequeño con leche tibia, y unas cuantas galletas en un plato.
Cuando regresó a la sala el pequeño intentaba subir nuevamente al sillón pero ahora con un libro en sus manos, Min dejó las cosas en la pequeña mesa de la sala y subió a su pequeño.

-¿Me lo lees papi?- JungKook le entregó el libro a su papá quien al ver la portada sonrió y asintió dándole el vasito a su pequeño y sentándose con él.

-Las aventuras del increíble hombre araña...- Min comenzó con la lectura, JungKook quien se encontraba acostado entre las piernas de su papá con su vasito entrenador en manos, veía los dibujos de cada página.

Min tenía toda la razón, no habría más noches así con su esposa, pero no tomo en cuenta el que no sería la última que él tendría, no, no habría noches iguales, pero si habrían mejores, esa y muchas cosas más aprendió Min en compañía del pequeño JungKook a quien entregó su corazón por completo, solo eran ellos dos, y porque no necesitaban a nadie más, ellos eran todo lo que tenían, querían y necesitaban, eso querían creer.

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*Periquera: es esa cosa dónde sientan a los bebés jsjs.
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¿Con cual otro nombre la conocen? :0

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