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II


Fueron días realmente difíciles tanto como para Min como para la familia Kim, la perdida de una hermana, de una hija, esposa, de una madre, todos estaban concientes de los riesgos, pero nunca imaginaron que tendrían que soportar tal dolor, después y durante del funeral Min le lloró a mares a la que fue su compañera, a la que amo más que a nada en el mundo.

La primera noche después de el entierro Min no llego a casa, Namjoon se hizo cargo del pequeño bebé supuso que su amigo necesitaba un poco de tiempo y después volvería, pero no fue solo esa noche, fueron varias, nadie sabía el paradero de Min, algunos decían que no volvería nunca, que desaparecería dejando al pequeño bebé, otros que había muerto en un axidente, Namjoon no quería dudar de su amigo, pero después de una semana fue preocupante.

«—Kim Namjoon, ¿A dónde crees que vas?— la señora Kim lo perseguía con el pequeño bebé en brazos.

—A buscar a Min, mamá.— El chico de cabello platinado tomo una sombrilla del perchero y se abrochó la chaqueta para salir de la casa.

—Porsupuesto que no, ese maldito no va a volver, no se quiso quedar y nadie lo va a obligar, déjalo que viva su vida miserable, si es que sigue vivo.— La mujer susurró lo último.
—Has salido cada noche a buscarlo y nada, aparte, está lloviendo muy fuerte, todo está cerrado.— La señora Kim fue hasta uno de los sofás de la cama y tomó asiento junto al suelo mesiendo al pequeño JungKook.

—Tengo un presentimiento mamá.—Namjoon camino hasta aquella mujer y se agachó lo suficientemente para poder ver de cerca a su sobrino.
—Conozco a Min, se cuando amo a Hynnie.— Su madre agachó la cabeza al escuchar aquel nombre.
—Por el dolor el está olvidando todo, pero yo me encargaré de que recuerde.— Dió un beso en la pequeña y frágil cabeza el pequeño y miro a su madre.

—Ay Namjoon, tu siempre viendo el lado bueno de todos, anda, ve a buscar al maldito ese.— Hablo con una pequeña risa recibiendo un beso en la frente departe del mayor de sus hijos.

No hubo respuesta, Joon simplemente salió de la habitación y seguido de la casa.

Ya era tarde, las calles estaban oscuras y llovía, Namjoon camino por varias calles, recorriendo bares, tiendas y hasta moteles preguntando por su amigo, no quería perder la esperanza, pero poco a poco la oscuridad se la quitaba, a punto de rendirse decidió buscar en un último lugar, ya había ido a este en varias ocasiones y no había obtenido respuesta, pero había algo dentro de el que pedía a gritos que fuera.

El chico entro al bar quitándose el abrigo y dejando la sombrilla en la entrada, camino hacia la barra observando la decoración está nunca cambiaba y le traía tan buenos recuerdos.

—Bienvenido a cypher's ¿Que desea to-...? ¡Hey!— Saludo felizmente un chico alto con cabello negro y piel clara, traía puesto una camisa blanca con corbata de negra algo desacomodada, junto a unos jeans negros.

—Hola Jackson, a pasado mucho tiempo ¿no?, Tomaré una cerveza.— Saludo alegremente Namjoon recibiendo un acentimiento por parte del chico quién no tardó en cerbirle su bebida

—Joon, lamento lo de-... Lo de Hynnie.— hablo el apuesto chico con tristeza, Namjoon simplemente dió un trago a su cerveza y dejó que este hablará.
—No puedo ni imaginar lo que tú y tu familia están pasando, y Min esta-...— El pelinegro no pudo continuar de hablar por qué el peliplata lo interrumpió.

—Yoongi, a el estoy buscando, ¿Lo has visto?— Nam espero ansioso por una respuesta.

—¿Que si lo eh visto?, El alcholico vino aquí hace como 3 oh 4 noches, bebió demasiado pero no me quiso decir su dirección para llevarlo a casa, así que se quedó en la mía, se la pasa bebiendo y llorando, es algo-..— nuevamente no pudo terminar de hablar.

—¿Dónde vives?— pregunto Namjoon desesperado.

—A unas calles de aquí, en el edificio frente al museo, pero Joon, Min de verdad no está bien, tal vez no-...—

—Jackson, Yoongi tiene que volver a casa, JungKook lo espera, el no puede vivir así.— Aquellas palabras le llegaron al pelinegro quien sólo saco sus llaves de uno de sus bolsillos para entregárselas a su amigo.

—Habitacion 6 Piso 8, dile al recepcionista que te mandé por mí mandil.— Namjin tomo las llaves agradeciéndole infinitamente a su amigo, camino rápido hasta donde se encontraba su abrigo y lo tomo rápidamente.

—¡Hey Nam, dile a ese maldito que el tío Wang lo golpeara por no hablarle del pequeño Kook!— Grito el pelinegro al momento que Nam salió del bar.

Al llegar al edificio saludo al recepcionista dándole el recado de Jackson y pudo subir sin problema alguno, se encontraba frente a la puerta de la habitación, el siempre sabe que decir y cómo actuar pero con Min siempre fue tan impredecible, siendo el su mejor amigo y la razón de la que pudiera socializar más, aquel que lo vio en momentos difíciles y ahora le tocaba devolverle el favor, sin pensarlo más abrió la puerta de la habitación las luces se encontraban apagadas y un fuerte olor a alcohol y tabaco lo impregnó haciéndole hacer gestos, al prender la luz de la habitación pudo ver a un descuidado Yoongi acostado en el sofá quien al ver la luz maldijo.

—Idiota, por lo menos avisa.— Yoongi se tapó los ojos y se sentó en el sofá con dificultad.
—Ya se acabó la cerveza deberás traer más.— El chico pálido empezó a adaptarse a la luz.

—Así que, aquí estás.— Namjoon tomó asiento frente a su amigo que al verlo abrió los ojos con comfucion.

—¿Nam?, ¿Qué haces a-..?— Min sintió unas inmensas ganas de vomitar.

—No puedo creerlo, Min, ¿Que rayos te pasa?— Pregunto Namjoon tratando de levantar a su amigo para llevarlo al baño.

—¿Que no es obvio?, No merezco nada en esta vida, todo va mal, yo sale m-...— Ya llegando al baño Yoongi devolvió los litros de cerveza que había ingerido.

—Min, ¿Cómo puedes decir eso?, Tienes un gran trabajo un excelente salario, una gran casa y-...— El chico de piel canela fue interrumpido por los gemidos de su mejor amigo.

—A mi, y ahora, a JungKook...— Al terminar la frase dejo de escuchar vomitar a Yoongi pero en cambio sollozos de dolor inundaron la habitación.

Min lloraba mares sobre la tasa del baño, estos últimos días no había ingerido nada que no haya sido una cajetilla de cigarrillos diaria y varios litros de cerveza, el chico era un desastre, ojeras enormes, ojos hinchados piel con un tono enfermizo y algunos hematomas en su rostro.

—Hermano...— Nam estaba por hablar.

—Joon, ya no la tengo a ella, ella lo era todo para mí, ella completaba mi vida perfecta y sin ella, no soy nada.— Min seguía sollozando.

—Y dale otra vez con una vida perfecta, Min, la vida perfecta no tiene un instructivo y lista de materiales, uno la tiene con sus altas y bajas, a diario las personas mueren, nos abandonan, y no por eso la vida perfecta se acaba de la noche a la mañana, y te recuerdo que ahora hay una pequeña personita que se merece esa vida de la que tanto hablás, pero no podrá tenerla si no pones de tu parte.— Las palabras de Namjoon golpearon la cabeza de Min, quién solo se arrastró con dolor hacia la tina de baño, Namjoon camino y le abrió a la regadera.
—Jungkookie realmente te necesita, dale una vida perfecta, juntos viva la, se lo merece.— Min miró a su amigo un poco más despierto, al momento se oyó que alguien tocó la puerta y seguido se escuchó la voz de Jackson detrás de ella.
—Hyeri desearía que la vivieran, ella eligió esto, eligió a Jungkook antes que a ella por qué sabría que el y tú podrán tener una vida perfecta, hazlo por ellos.— Nam se enderezó abriendo la puerta.
—Tiene su lunar bajo el labio.— Dijo esto y después salió sin esperar respuesta.
Camino por la sala y abrió la puerta viendo a su amigo quién cargaba algunas bolsas

—No dejes que beba más, cuando se sienta mejor dile que lo esperamos mañana en la cena.— Nam salio de la habitación viendo al pelinegro quién solo asentía.
—Lamento que nuestro reencuentro sea en estas condiciones.— Namjoon miró al chico quién sonrió levemente.

—No importa de qué forma nos veamos, siempre es un gusto volver a ver a mi primer amor.— Dijo este con un leve sonrojo.

Namjoon simplemente se despidió y volvió a casa bajo la lluvia.

La noche paso, al siguiente día el clima aún se encontraba un poco lluvioso pero al dar las 5 la tormenta volvió, Namjoon de verdad esperaba que Min llegará pero con tal lluvia sus posibilidades se reducían, bajo las escaleras a la sala viendo a sus padres con el pequeño bebé en el sofá, ellos al igual que el esperaban al pálido.

—Joonie, yo creo que el no vendrá.— Hablo su madre levantándose del sofá con el bebé en brazos.

—Yo conozco a Min, el vendrá.— Namjoon miraba hacia la ventana pero no podía ver absolutamente nada.

—Hijo, Min no estaba preparado para esto, nadie, pero por esto nos podemos dar cuenta que ni Hyeri ni Jungkook le importaron nunca.— Namjoon no podía aceptar eso.
—Ven, es hora de cen-...— El padre de Namjoon no pudo continuar ya que el ruido del timbre lo detuvo, rápidamente fue a abrir la puerta.

—¿Llegue tarde?— Min se encontraba detrás de ella, vestía un traje color negro y una camisa blanca, en sus ojos aún se podían ver sus ojeras y su mal estado, pero se veía sobrio y algo timido., Namjoon sin pensarlo dos veces camino hasta el y lo dejo pasar.

—Sabria que vendrías.— Hablo chico de piel canela a su amigo quién le sonrió para después dirigir su vista a la madre de la que fue su esposa haciendo una reverencia y ver el pequeño bulto en sus brazos.

—Min, hay alguien que desea conocerte.— hablo está acercándose y dándole al pequeño bebé en sus brazos, Min se sentó en el sofá y todos abandonaron la sala para dejar al joven padre.

—Min Jungkook.— Hablo sin esperar respuesta.
—Yo soy tu padre Min Yoongi, y te juro que tendremos una vida perfecta.— El pequeño bebé envolvió su meñique con sus pequeñas manos y abrió los ojos, Min vio reflejada a su esposa diciendole que todo estaría bien, una pequeña lágrima resbaló por su mejilla y abrazo con cuidado al pequeño que sostenía en sus brazos y la razón por la cual su sueño de la vida perfecta nunca morirá.
—Mi pequeño Jungkook.—»

—Yoon— Hablo el chico de piel canela a su amigo sacándolo de sus pensamientos.
—Es hora de irnos.— Hablo palmeando la espalda del pelinegro.

Habían pasado solo unas semanas y ahora se encontraban desalojando la casa en la que antes vivía con su amada esposa, dispuesto a mudarse más cerca de su mejor amigo quien le propuso ayudarlo con JungKook.

—Si, ve, ya te alcanzo.— Miro a su amigo quien asintió y salió de la habitación dejándolo solo y con una pequeña caja en las manos.

Caminó hacia la ventana que daba hacia el patio y tocando la madera de esta una pequeña lágrima asomó por su ojo; estar en esa casa le dolía, le traía demasiados recuerdos, tanto buenos, como malos, miro a la caja entre sus manos que contenía algunas fotos y libros, no pudo evitar sonreír al ver una foto de su hermosa esposa, sonriéndole, caminó hasta la puerta dando una última mirada a la gran casa sonriendo y dejándola para no volver más.


✧*。

Ya dejen de llorar, hora sí se viene lo chido xd

-Melツ

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