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I

Una vida perfecta, ¿Qué es una vida perfecta?, Min Yoongi no tenía bien definida esa idea y tal vez no lo sabría nunca, pero eso era algo que el quería, que él deseaba desde niño.

Con el paso de los años este pequeño niño que simplemente tenía ese sueño, se convirtió en un gran hombre, con buenos valores y enseñanzas de su familia, estudió arduamente hasta volverse el exitoso abogado que hoy en día es, y por consiguiente, obtener un excelente salario y una gran casa en una de las zonas más privadas de Daegu, lo tenía todo, pero aún sentía que algo le faltaba para obtener una vida perfecta.

Al cumplir 20 años de edad conoció a la chica que supo, desde el primer momento en el que la vió, que ella sería el amor de su vida y haría su vida aún más perfecta, la observó saludarlo con elegancia, moviendo su hermoso cabello café sutilmente, su bello lunar debajo de sus labios y su dulve voz al decir su nombre; Kim Hyeri, la hermana menor de su mejor amigo Kim Namjoon. Fueron presentados en la cena de navidad de la empresa y poco a poco se fue dando una conexión entre los dos jóvenes, Min estaba seguro de que con ella quería vivir cada instante de su vida, establecer raíces y juntos compartir una vida perfecta, obteniendo al poco tiempo una relación de noviazgo, tenían tantas cosas en común, pensaban igual se amaban, y al llegar la edad de 22 años se unieron en  matrimonio.

Min Yoongi se sentía realizado, se sentía feliz, su vida estaba por llegar a su rango máximo de perfección, pero hacía falta algo.

2 meses después de haber contraído matrimonio ambos chicos pensaron en intentar hacer creer la familia, fueron semanas llenas de dudas hasta que por fin se decidieron; pasaron 3 meses de prueba, tras prueba, tras prueba y siempre obteniendo resultados negativos oh confusos.

«–Aun podemos intentar Yoongi, aún tenemos esperanza.–»

Min estaba por tirar la toalla pero aquellas palabras que le brindó su esposa lo alentaron a seguir luchando por esa vida perfecta.

Y sucedido, aquella tarde de invierno, nuevamente reunidos en la cena navideña de la empresa recibieron la mejor de las mejores noticias de parte de su médico, Kim Hyeri, estaba embarazada.

Fueron pasando los meses y la pareja esperaba ansiosos la llegada de quién sería su primogénito y quién les daría una vida perfecta.

«—¿Qué te parece Min AgustDi?— Hablo el chico de tes pálida mirando de reojo a su esposa quién se encontraba leeyendo un catálogo de muebles para bebé sentada en el sofá de la sala. La chica al escuchar por cuarta vez en el día aquella idea de su esposo lo miro con un poco de enfado pero sin quitar su sonrisa al ver a su compañero realmente esforzarse por encontrar un nombre adecuado.
—Oh que te parece, Min Junghyung.—Hablo Min ya rendido.

La chica miro por la ventana, observando el bello paisaje de abril, acarició con delicadeza su vientre y miro a su esposo quién se encontraba acostado en el sofá contrario.
—Me gusta Jung.— Hablo en tono bajo provocando que su esposo se acercara sentándose junto a ella.
—Jung-... Kook, Min JungKook.— Dijo segura acostándose en el pecho de su amado.

—Min Jungkook.— Min abrazo a la castaña.
—Es perfecto.— Dijo esto antes de depositar un suave beso en la mejilla de su esposa para después juntos mirar por la ventana.»

Al llegar el mes de junio las cosas se complicaron para la joven pareja, los doctores avisaron que el embarazo era de alto riesgo y que tanto Hyeri como el bebé podrían salir heridos, Min no lo pensó ni dos veces en internar a su esposa en el mejor y más caro hospital de Corea del sur, fueron meses difíciles, los doctores no creían que pudiera aguantar el parto.

«—Amor.— hablo débilmente la chica de ahora cabello rubio al pelinegro que se encontraba recostado en el sofá al lado de la cama donde se encontraba ella.

—¿Si?, ¿Estás bien Hyennie?, ¿Que sucede?— Durante los últimos meses Min no había podido dormir bien, su esposa y su pequeño hijo que llevaba en el vientre verdaderamente le preocupan.

—Ven aquí.— La chica se hizo a un lado en la cama para hacerle espacio a su cansado compañero.

Min sin quejarse se levantó y se recostó en la mediana cama con cuidado de no lastimar a la chica, con cariño la abrazo recostando su cabeza en el cuello de la chica absorbiendo su dulce aroma a vainilla, realmente la amaba, de pies a cabeza.

—¿Me prometerías algo?.— Hyeri miraba hacia la ventana de el cuarto del hospital mientras Min mantenía los ojos cerrados haciendo un sonido para que su esposa continuará con su petición.
—Promete que pase lo que pase, lo elegirás a él antes que a mí.— Min abrio los ojos inmediatamente escucho esto, estaba por hablar pero la chica lo interrumpió.
—Cuida de JungKook, velo crecer, sean muy felices, continúen con su vida, siempre sean muy felices, dile que su madre lo amo desde antes de nacer y-...— Miles de lágrimas caían por los ojos de la rubia, Min Yoongi se levantó y busco papel para su esposa.

—No digas eso Hyeri, nisiquiera lo pienses, ten por seguro que todo saldrá bien, lo veremos crecer, juntos.— Resaltó la última palabra con total seguridad mientras limpiaba las lágrimas de la hermosa chica que lo miraba llena de amor.
—Todo estará bien amor, JungKook sabe cuánto lo amamos y cuando nasca se lo demostraremos, le enseñaras a cocinar, cantarán mientras yo toco el piano, y cuando él tenga novia estarás ahí para ponerte celosa y correrla D la casa.— El chico pálido sonrió a su esposa recibiendo una dulce risa por su parte.

Min volvió a acostarse junto a su esposa ya más tranquilos y juntos viendo hacia la ventana durmieron después de decirle cuánto se amaban.»

Los últimos meses fueron realmente complicados, en varias ocasiones la chica había sufrido desmayos debido al dolor y en una ocasión dejaron de escuchar el corazón del pequeño bebé, apresar de todo llegaron a cumplir los 9 meses, y por fin el tan esperado día, llegaría su amado hijo al mundo, para concluir su vida perfecta.

«Los doctores entraban y salían de la sala de partos, los amigos y familiares de la pareja Min esperaban pacientemente a que se diera la noticia del nacimiento; mientras tanto la pareja se encontraba dentro de la sala con los nervios a flor de piel, la chica no paraba de gritar del dolor, la fuente había sido rota hace menos de media hora y los doctores seguían dando vueltas sin hacer absolutamente nada para calmar su dolor.

—¡Hey!— Llamo Min preocupado a los doctores que se encontraban reunidos hablando, una de las enfermeras se acercó a él y trato de calmarlo pero el simplemente no podía.
—¿Qué rayos sucede?, Mi esposa está por dar a luz y ustedes están chimeando— Min Llamo la atención de uno de los doctores quien camino hasta el.

—¿Podría venir conmigo, por favor.— El doctor hablo serio.

—Porsupuesto que no, mi esposa necesita de su ayuda ahora, ella-...— La escena de aquella sala lo ponía sentimental y eufórico, su esposa no paraba de gritar y llorar.

—Señor Min, venga conmigo, ahora.— La voz del hombre con bata fue más fuerte, Min miró a su esposa quién le hizo un gesto para que siguiera al doctor, el chico pálido depósito un suave beso en la mano que sostenía de la chica eh igual dejo uno en su frente para después seguir al hombre.

Ambos entraron a una sala más pequeña justo al lado de donde se encontraba su esposa, está tenía una gran ventana por la que podía seguir viéndola pero no escuchándola.
—Min, se que esto será difícil pero-...— El hombre había dado Miles de noticias de ese tipo, pero en esta ocasión se sentía diferente, había visto el gran amor que se tenían ambos jóvenes, su corazón no le permitía, pero su ética profesional hizo que lograra hablar.
—Desde un inicio se les informo que algo andaba mal con el embarazo, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para que saliera bien, pero la mayor parte del trabajo era de Hyeri, Min-..— Yoongi no entendía, hasta que lo escucho.
—Solo podremos salvar a uno, lo lamento.— Min calló de rodillas al suelo, realmente no lo entendía, no sabía qué hacer, no podía simplemente elegir a uno, y no lo haría.

—No— Hablo en el suelo, el doctor se agachó para poder escucharlo mejor.
—No elegiré a ninguno, no tengo por qué, todo saldrá bien, y yo saldré de está sala junto con mi hijo y mi esposa, teniendo por fin la vida perfecta que tanto deseamos.— Min no espero respuesta y se levantó para salir de la sala.
Al abrir la puerta vio a su esposa pálida y con ojos llorosos, se acercó a ella y bes su frente.

—Amor, todo estará bien, aguanta.— Y comenzaron a salir miles de lágrimas de sus ojos rasgados.
—Estaremos bien.— Min se hacerlo más a ella.

—Amor, hicimos una promesa.— Ella lo sabía, siempre lo supo, las posibilidades siempre fueron pocas, y ella esperaba que el lo entendiera.
—Los amo tanto.— Min no podía mantenerse de pie.

Beso a su esposa con tanto amor, un beso un poco salado por las lágrimas y sudor, al levantar la cabeza miró al doctor quién seguía esperando respuesta, no podían ser los dos y si no se decidía pronto no sería ningúno.

—Salvelo.— Hyeri hablo débilmente, el doctor miró por última vez al pelinegro recibiendo un gesto de afirmación.

Fue una larga y dolorosa hora, Min no paraba de repetirle a su esposa lo mucho que la amaba y que estaba por lograrlo, un pujido, dos pujidos, un llanto.

—Felicidades.— Hablo el doctor.
—Es un hermoso varón.— las enfermeras se encontraban limpiando y atendiendo a la chica mientras el hombre limpiaba y cubría al pequeño.

—¿Escuchaste amor?, Es un niño, es nuestro niño.— El doctor entregó el bebé a Min quien lo sostuvo entre sus brazos con delicadeza, acercandolo a su esposa para que lo pudiera observar.

—Es realmente hermoso.— Habló la rubia con dificultad.

—Lo es, se parece tanto a ti, es perfecto, lo llevaremos a casa y lo amaremos tanto, lo logramos Hyeri, lo-...— La máquina que se encontraba conectada a su esposa comenzó a sonar de forma escandalosa.

—Señor Min, debe de salir de aquí.— Hablo una enfermera tratando de tomar al bebé, pero él hombre se aferraba tanto a él como a la chica quién cerraba sus ojos poco a poco.

—No, no, no me ir de aquí.— Poco a poco su agarre de la mano de su esposa perdió fuerza.

—Vivan su vida perfecta, y- yo, realmente los amo...— El pelinegro dejo de oír todo desde ese instante el único sonido que existía era el de la máquina que no dejaba de sonar un pitido alargado y sin fin, el tiempo fue realmente lento, una mujer tomo al bebé entre sus brazos y le hizo señas para que abandonara el lugar, los doctores y enfermeras rodearon a su esposa dando vueltas por toda la sala y e comenzó a llamarla, necesitaba una respuesta, no podía procesar lo que sucedía, la enfermera logro sacarlo de la sala, uno, dos, tres pasos, y calló al suelo envuelto en lágrimas.

—Hermano, ¿Todo bien?, ¿Que sucedió?— Namjoon corrió a ver qué sucedía, al no obtener respuesta se preocupó más.
—¿Cómo está el bebé?, ¿Y Hyeri?— De nuevo no hubo respuesta más que sollosos más fuertes y desgarradores que provenían de su mejor amigo, no pudo soltar varias de lágrimas al entender, Hyeri ya había hablado con el sobre esto, pero él, al igual que Yoongi, esperaban que todo saliera bien, abrazó al chico de piel blanca, con dolor, con tristeza.»

✧*。

¡Hola! Lina volvió con nueva historia amigos :')
Se que me extrañaban.
( ˘ ³˘)♥

Bien, explicaré cómo va a estar esto;
1) La mayoría de los capítulos serán tan largos, algunos serán un poco más cortos y espero, que no l@s hagan llorar tanto jaja.
2)Procuraré publicar cada semana, puede que aveces me den ataques de inspiración y publique hasta 2 capítulos, pero igual habrá veces en las que no haya, tenganme paciencia jaja, l@s que siguen mis historias desde hace tiempo entenderán que rayos me pasa.

Bueno, gracias por leer, por compartir y por darme mucho amor siempre.

;ツ

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