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𝟓| 𝐒𝐢𝐦𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐬𝐬𝐞𝐭

Querido lector

A los odios de esta autora ha llegado una información más que interesante. Luego de investigar un poco más, puedo decir con total sinceridad y certeza que nuestra incomparable o también llamada el zafiro de la realeza, mantuvo un romance con el aclamado duque de Hastings, no sabemos con seguridad cuál fue el motivo de su ruptura, pero algo que si puedo afirmar es el obvio interés que mantiene fervientemente el duque por nuestra pelirroja favorita. El duque no ha parado de mandar regalos de cortejo a casa de la mayor de los Featherington ¿Será que el duque está listo para convertir a nuestra perfecta debutante en duquesa? 

Por otro lado, puedo decir que al mujeriego con M mayúscula de la casa Bridgerton se lo vio en una emocionante tarde de caza junto a nada más y nada menos que la señorita Adeline Featherington, claro que como pulga prendida a perro, Theodore Featherington fue junto a la pareja, también se evidenció la presencia del artista de los Bridgerton. ¿Acaso Anthony Bridgerton está cortejando a la pelirroja?

Pues déjeme decirle vizconde, aliste sus armas porque esta lucha por el corazón de la recién llegada se pone cada vez más emocionante y dividida. ¿Nuestra zafiro real se convertirá en duquesa o vizcondesa al finalizar la temporada? Eso ya lo veremos.

—Te ves como un espantapájaros —dijo Colin al verme llegar a la mesa.

—Y tú como un tonto —respondí fastidiada, la resaca hacía que esté de mal humor.

Vi la esquina de la mesa y Anthony Bridgerton se encontraba en esta. Para mi mala suerte recordaba la mayor cantidad de información posible sobre nuestro momento de amistad en la madrugada y al ver su expresión supe que el vizconde también lo hacía.

—Vaya, pero si parece que ambos han aceptado la idea de convivir —exclamó Violet mirando la nula interacción de pelea entre su hijo mayor y yo.

Con una sonrisa torcida me dediqué a comer junto a los demás. La mirada intensa del mayor fija en mí me impedía realizar mi tarea con total satisfacción, así que quité la mirada de mi plato y miré al hombre fijamente para luego levantar una de mis cejas, logrando que este agachara su cabeza y volviera a comer.

—Santos cielos —exclamó Violet Bridgerton al tener la columna de chismes en sus manos.

—¿Qué sucede, madre? —preguntó Daphne.

La mujer posó su mirada en mí y supe que en esa columna se mencionaba mi nombre.

—¿Tuviste un romance con el duque, querida? —indagó la mujer haciendo que abriera mis ojos como platos.

¿Cómo carajos lo sabía?

—¿Qué fue lo que dijiste, madre? —cuestionó Anthony con la mirada firme y su cuerpo tenso.

—Lo que escuchaste —contestó —. Lady Whisteldown asegura que nuestra dulce Adeline tuvo un romance con el duque de Hastings.

La mirada llena de seriedad del mayor cayó sobre mí, haciéndome sentir vulnerable y pequeña. Daphne tomó mi mano en manera de apoyo.

—Sí, pero ahora no tengo nada que ver con él —respondí —. Ahora si me disculpan, creo es momento de que me vaya, no quiero seguir aprovechándome de su hospitalidad.

Sin esperar nada, salí corriendo a por mis cosas, me vestí rápidamente y salí como flecha disparada.

Claro que al llegar a casa no mejoró, mi madre tenía la columna entre sus manos y junto a mis hermanas me miraban sorprendida. Al contrario, mi padre y mi primo me recibieron con un abrazo, Marina no sabía que demonios sucedía.

—¿Fuiste pareja del duque? —preguntaron mis hermanas.

Solo me quedé estática ante la mirada de mi madre.

—Adeline, ¿acaso ya no eres...? —mi madre no pudo terminar su obvia pregunta cuando mi padre saltó en mi defensa.

—¡Portia! —reclamó mi padre —. Como te atreves a cuestionar de tal manera el honor de nuestra hija. Mi pequeña niña es intachable, esa mujer únicamente cuenta chismes que hacen que hagan conjeturas.

Adeline Featherington se había esforzado más de la cuenta por demostrar que pertenecía a ese lugar. Si bien era conocido que la universidad era un lujo que era exclusivo para los hombres, ahora podías ver a la chica de flamante cabello caminar por los pasillos a paso determinado, lista para demostrar que ella podría hacerle ver a todos que se merecía estar ahí.

—Theodore —llamó la chica a su primo, quien por obra del director era su compañero de habitación.

—¿Si, Addy? —preguntó levantando su mirada para ver a la chica sentada con un montón de libros esparcidos.

—¿Es cierto que tendremos un invitado en la clase de hoy? —cuestionó sin despegar su mirada de las ecuaciones de sus libros.

La chica había conseguido ser la mejor de su clase, y eso solo la motivaba a seguir esforzándose para callar la boca de todos aquellos chicos que no creían que debería estar ahí. Con todos los comentarios estúpidos que decían sobre que la mujer no debería de estudiar o que no era capaz de ganar en este mundo, solo podía pensar en Anthony Bridgerton. El insufrible hermano mayor de su mejor amiga.

—Eso oí —contestó para luego ponerse de pie y extender su mano a la chica de ojos verdes.

Era hora de ir a clases y como siempre su primo estaba listo para lanzar dagas por los ojos a todos esos insolentes que miraban de mala manera a su amada prima.

🎩

—Alumnos, este hombre aquí presente no es nada más y nada menos que Simon Basset —presentó el profesor al hombre de piel morena que removía sus manos nerviosamente tras su espalda —. El futuro duque de Hastings, su excelencia, ha logrado ser uno de los mejores en su universidad. Es por eso que lo hemos traído aquí durante un tiempo para que pueda ayudar a quien él crea que necesitaba ayuda.

Todos asintieron y vieron como el moreno se abría paso hasta llegar al asiento que le había otorgado el profesor. Sorpresivamente, era junto a la única mujer del lugar, Simon solo pudo ver a la chica con ligero asombro, pero antes de poder decirle algo. Un chico de castaña cabellera que estaba junto a la chica lo vio de manera tan intimidante que el moreno se olvidó de hasta como hablar.

La clase transcurrió normalmente, pero ahora la mirada del futuro duque no podía apartarse de la pelirroja que estaba atenta a cada cosa que decía el profesor. Sin duda alguna esa chica de hermoso rostro y cabello de fuego había atrapado la atención de Simon Basset. Cuando todos salieron, la chica quedó sola en el lugar para estudiar las últimas anotaciones luego de insistir a su primo en que podría irse sin ella.

—Eso va arriba y lo otro abajo —susurraba mientras movía sus dedos en el aire como si tratara de escribirlo en su mente.

Una figura interrumpió su vista y únicamente pudo mirar de manera furiosa al hombre.

—¿Puede moverse? —preguntó de manera tosca. Luego de ver que se trataba del invitado de honor, dijo con sarcasmo puro —. Su excelencia.

El moreno se sorprendió al no ver que la chica hiciera algún intento de agradarle como todos los que había conocido.

—Simon Basset —se presentó.

—Sí, eso ya lo sé —respondió —. Ahora... ¿Se va a mover o tendré que moverlo por las malas?

Basset se quedó procesando la información, pero fue sorprendido cuando la chica de descomunal fuerza lo aventó hasta otro lado, dejando su campo de visión libre. Satisfecha, con una sonrisa en su rostro, volvió a su trabajo.

—Adeline Featherington —se presentó una vez que terminó su tarea. El hombre la miró consternado.

Al hombre ese nombre le parecía conocido, pero no logró recordar que lo había escuchado un montón de veces de la boca de su mejor amigo, Anthony Bridgerton. Sin duda alguna el vizconde no había dejado de mencionar a la chica desde que llegó a la universidad.

—Tiene usted una manera muy rara de presentarse —exclamó el futuro duque.

La chica rió y sin duda el moreno solo pudo pensar en que esa chica era belleza pura.

—Lo lamento, pero no me gusta que se interponga en mi trabajo —dijo con tal naturalidad que hizo que Simon entrara en confianza rápidamente.

—Déjeme decirle, señorita Featherington, que usted es muy brillante —alagó a la chica, y en lugar de esta sonrojarse como las damas normales. Solo sonrió con suficiencia.

—Muchas gracias, estar en un lugar donde no te quieren hace que quieras ser la mejor y demostrarles a todos esos idiotas que sin duda alguna puedes lograr grandes cosas —respondió.

Simon no pudo estar más de acuerdo, a él su padre fue quien siempre lo rebajaba a nada, y ahora frente a él tenía una mujer que lograba comprenderlo.

—¿Me permite acompañarla? —preguntó extendiendo su brazo a la chica.

Aunque esta miró su brazo indecisa, finalmente aceptó.

En el camino hablaron tanto que ahora ambos notaban lo mucho que conectaban, a su alrededor los rumores sobre la única fémina del lugar comenzaron a correr tan rápido que cuando llegaron a oídos de su primo, el castaño no hizo nada más que golpear a quien escuchó difamar a su prima.

Por supuesto que nadie se imaginaba que lo único que ambos hacían era estar recostados en diferentes camas contándose cosas que no deberían de contar a alguien que apenas conocían, pero al tener al otro junto a él, solo podían dejar que las palabras salieran sin esfuerzo. Ese día Simon Basset encontró quien lo entendiera, y Adeline Featherington encontró a otro hombre que opinaba que ella se merecía estar ahí.

¡Nuevo capítulo! Creo que ya la habrán entendido, pero para evitar confusiones lo explicaré. Los apartados tipo banner que s exponen indican quienes narran. Un ejemplo les el primero de este cap que es Addy junto a cosas que se relacionan a ella, cuando Anthony narre habrá uno con su foto y cosas que se relacionen a él y cuando narre yo (tercera persona) aparecerá una foto de los dos. Espero que les guste el capítulo.

Con amor,

Ivy.










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