
† Capítulo 17 | R de rápido
Pasaron un par de días hasta que Jimin recibió una alentadora llamada desde el centro que podría cambiar su vida para siempre. El señor Choi había contactado con el reformatorio para saber sobre Jimin y tomar sus datos personales, pocas horas después, volvió a llamar para confirmarle a Jimin que podía pasarse por su granja en cuanto tuviera algún día libre, así que no se hizo esperar.
Tomó un día y firmó los papeles para salir del centro, yendo hacia la vivienda de Yoongi para contarle su plan y lo que sucedería en los próximos momentos. Y es por eso mismo que ahora mismo se encontraba con el mayor en un automóvil prestado por Sand, y ninguno de los dos tenía ni idea de cómo se encendía aquella chatarra.
— Bueno... esto... —comenzó Yoongi, Jimin cubrió su rostro y soltó una carcajada sin poder evitarlo—. No te rías, maldita sea, no sé cómo se utiliza, jamás utilicé uno de ellos.
— ¿Nunca te subiste siquiera a un auto? —Jimin le miró divertido, alzando una ceja y apartando las manos de su rostro para verle con expresión burlesca—. Oh, joder, eres más torpe de lo que pensaba —se levantó de su asiento, tratando de saltar sobre el mayor—. Apártate, bájate, yo haré que esta mierda funcione.
Yoongi resopló con sus mejillas ligeramente sonrojadas por la vergüenza de no saber cómo hacer funcionar a esa máquina emisora de gases. Jimin siguió removiéndose para que se saliera hacia un lado, cosa que hizo y rodeó al auto para poder tomar asiento de copiloto, mirando a Jimin de forma acusatoria.
— Te mentí, no tengo ni puta idea de cómo funciona esto, pero estoy seguro de que debe haber algún maldito botón que lo encienda —Yoongi rodó los ojos, muy en el fondo sabía que Jimin sólo se hacía el interesante, pero no dijo nada más—. ¿Tú tenías las llaves?
El mayor asintió despacio y se las cedió, sacándolas de su bolsillo para dejarlas sobre su mano, Jimin las tomó y observó que ambas llaves que contenía el llavero fueran iguales, metiendo una cualquiera en el lugar indicado. Enseguida, un montón de luces se hicieron presentes en la pantalla que indicaba las velocidades, sin embargo, apenas se veía todo por el polvo que almacenaba. Jimin sopló y agitó su mano para apartar el polvo de su camino, sosteniendo el volante y volteando a ver a Yoongi con expresión divertida.
— ¿Ahora qué?
— Sólo mete una marcha o qué sé yo —se encogió de hombros, señalando el cambio de marchas—. O pisa algún pedal.
— Vamos a morir —avisó Jimin, Yoongi sonrió de lado.
— Genial.
El más joven rodó los ojos bufando en silencio, negando con la cabeza sin remedio y suspirando, pisando el acelerador y ocasionando que el coche se detuviera de inmediato, apagándose al momento.
— Prueba a pisar el otro pedal, el del freno no —señaló Yoongi, Jimin asintió despacio.
— ¿El embrague? —Yoongi asintió—. Lo haré despacio, no quiero que esta cosa llegue a romperse.
El mayor volvió a asentir, Jimin pisó el pedal todo lo que pudo, luego lo soltó despacio y el auto no se movió de su lugar. Yoongi quiso golpearse mentalmente, suspirando frustrado y relamiendo sus labios, mirando a su alrededor.
— Creo que tienes que meter una marcha antes de soltar el embrague —Jimin asintió—. Mete la tercera, es la que está en el centro.
— Oh, sí —asintió de nuevo, dejando su mano sobre la palanca de cambios, pisando el pedal a fondo y metiendo la tercera marcha—. No se mueve. Hay una R, la meteré, de seguro significa rápido.
El mayor asintió completamente de acuerdo, Jimin pisó a fondo el embrague y metió la marcha R, soltándolo despacio. Sonrió triunfante al ver como el auto comenzaba a moverse despacio, pero cuando quiso darse cuenta, iban marcha atrás.
— ¡Detén esto! —Habló Yoongi escolarizado, Jimin soltó una carcajada y frenó de golpe, haciendo que el auto volviera a detenerse y el motor apagarse—. Mete el número uno y ya, no puede ser tan difícil, joder.
Volvió a encender el motor a través de la llave, pisando el embrague a fondo y metiendo la primera marcha, soltó despacio con miedo a que volviese a detenerse y, cuando menos lo esperó, el auto comenzó a avanzar despacio, a baja velocidad.
— ¡Lo conseguimos! —Jimin exclamó contento, quitando las manos del volante para celebrarlo, Yoongi se sujetó con fuerza al asiento—. ¿Qué haces?
— No sueltes el volante y mira al frente, joder.
El más joven soltó una carcajada, sacándole la lengua antes de volver su atención al frente y sus manos al volante. Apartó el pie del embrague y pisó el acelerador con el otro, a fondo. En pocos segundos, el motor rugió con fuerzas, Jimin sujetó fuerte el volante y Yoongi volteó a verle con ojos grandes.
— Haz algo —el auto se movía con dificultad debido al pedal a fondo, Jimin no soltaba el volante ni aunque le apuntaran con una pistola—. ¡Haz algo, Jimin!
Park resopló, cerrando sus ojos unos segundos para poder centrarse, relamiendo sus labios y pisando a fondo el embrague para subir de nuevo la marcha a la segunda, el auto rugió con fuerza por accionar también el acelerador, pero en cuanto soltó el embrague, el motor se calmó de inmediato, las revoluciones bajaron y la conducción fue suave y sencilla.
— Despacio, necesitamos seguir vivos a la vuelta —Jimin le miró incrédulo desde su lugar, sosteniendo el volante y accionando el acelerador despacio para no detener el auto—. ¿Qué? Ni te atrevas a mencionarlo, Jimin, que te juro que me bajo aquí mismo y te dejo solo.
— No estoy diciendo nada.
Se encogió de hombros, mirándole divertido y volviendo su atención al frente, asegurándose de no comprometer la circulación hasta bajar a la entrada de la ciudad, tomando el sendero que le llevaría a las avenidas de los granjeros de la zona.
Condujo de manera suave y lenta por todo el sendero, aunque el auto comenzaba a rugir levemente, pero no le importaba, no volvería a tocar algo ahora que había aprendido como llevar esa cosa. Una de sus manos se hallaba colocada sobre la palanca del cambio de marchas, sin embargo, la otra permanecía en la parte baja del volante, asegurándose de mantener recta la dirección. En algunos minutos más conduciendo por el sendero, Jimin deslumbró a lo lejos la granja a la que había asistido los días anteriores con sus supervisores. Acercó el auto a la vera del sendero para no interferir y frenó de golpe para apagar el motor, sacando la llave.
— Es allí, podemos llegar caminando —musitó, levantándose de su asiendo y abriendo la puerta para salir del auto, Yoongi le siguió de cerca—. Compórtate y no digas cosas estúpidas, Min Yoongi, mi futuro está en juego.
El mayor no contestó, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y siguió caminando junto a Jimin hasta la dichosa granja, una vez allí, el de cabellos anaranjados pudo ver al pequeño Soobin entre los cultivos de lechuga jugando con sus gatos.
— Hey, pequeño —el niño alzó la mirada de inmediato y, cuando reconoció a Jimin, salió corriendo a abrirle—. Hola.
— Mandarina —musitó emocionado, movió sus brazos para que el mismo lo cargara y Jimin aceptó sin restricciones. Sus ojos se desviaron a su lado, viendo a Yoongi con detenimiento—. Oh, gatito.
— Hola a ti también, mocoso —rió, pellizcando sus mejillas—. ¿Podemos pasar?
— Yoongi, él no... —pero, antes de que Jimin pudiese terminar de hablar, Soobin ladeó su rostro y sonrió con todos sus dientes.
— Meow.
Yoongi se aguantó la carcajada mordiendo sus labios, Jimin le miró de manera desafiante y alzó una ceja.
— No he dicho nada —se defendió, abrió por completo la puerta y le dio paso a Jimin para que se adentrara antes que él, cerrando poco después—. ¿Y dónde está el dueño de esta criatura?
— No lo digas así, maldita sea.
Soltó al niño y le dejó en el suelo para que se acercara de nuevo a sus gatos, aunque no le quitaba el ojo de encima a Yoongi desde su lugar, pues sus facciones delicadas y ojos rasgados le hacían tener una ligera similitud a cualquier felino.
— Me llamó gato, ¿lo oíste? —Le señaló, negando con la cabeza y esperando frente a la puerta mientras Jimin tocaba—. Incluso me maulló, creo que se piensa que soy un gato.
— Es un niño, Yoongi, ha crecido con animales y no sabe mantener la comunicación con las personas, ¿qué más quieres? —El menor miró a su alrededor para buscar una pequeña piedra, alejándose un poco para poder lanzarla a uno de los cristales sin hacer el mínimo daño—. Es la única manera de hacer que salga, por ahora.
El señor Choi se acercó a la puerta a pasos apresurados al recibir la pequeña piedra impactando contra el cristal de la ventana de su cocina, acomodó bien su ropa y sonrió amablemente al ver a Jimin tras su puerta, haciendo una leve reverencia que ambos jóvenes copiaron pocos segundos después.
— Aquí estamos —musitó, sonriendo y pasando cuando el señor le dio paso, miró a su alrededor y comenzó a mover sus manos—. Bonita casa, no me dio tiempo de decirle la última vez, pero sabía que iba a volver de algún modo, ¿quién no aceptaría la propuesta que me dio?
El señor rió levemente y negó con la cabeza, dándoles paso a la sala y dejando la puerta abierta para Soobin, indicándoles que tomaran asiento en el sofá.
— He venido con Yoongi, es un amigo cercano, también sabe lenguaje de señas —siguió Jimin—. Era el prometido de mi hermana, ella sufría la misma condición que ustedes, desde pequeños hemos convivido con ella y es por eso que ahora estamos aquí.
Choi les miró interesado, asintiendo despacio mientras caminaba hacia una mesita y les ofrecía té.
— ¿Y dónde está ella? —Se interesó, Yoongi frunció sus labios y miró a Jimin antes de negar con la cabeza, restándole importancia.
— Murió hace unos meses por cáncer —entró Yoongi a la conversación, moviendo sus manos con agilidad, casi más que Jimin—. Pero no se preocupe, todo está bien, Dios la tiene en su gloria.
El hombre negó, llenando las tres tazas de té.
— Dios no existe.
Jimin sonrió, volteándose para ver a Yoongi.
— Pensamos lo mismo —se encogió de hombros el menor—. Y me espero más de usted luego de todo lo que vivió en el campo de batalla, en primer momento porque Dios jamás perdonaría algo así.
— No lo haría, pero, de todas formas, lo que sucedió en el campo de batalla me mantuvo con fe, al contrario de lo que sucedió fuera de él —miró a Jimin—. ¿Estás seguro de tomar esta decisión?
Jimin asintió.
— He soñado con esto toda mi vida, señor, es mi oportunidad de oro —Choi sonrió orgulloso, asintiendo despacio y señalándole las paredes llenas de fotografías y placas de honor—. ¿Cuánto tiempo estuvo de servicio?
— Casi veinte años —explicó con sus manos, moviéndolas para que Jimin fuese a acercarse—. La guerra no fue la peor parte.
El joven asintió comprendiendo, mirando el mural que había reconstruido por la pared, sin perderse detalle de todo lo que veía, Yoongi le miraba desde su lugar, mordiendo sus labios y observando al hombre cuando le ofreció algunas pastas. Negó educadamente, en ese momento el pequeño entró a la casa y sonrió enormemente al ver las pastas, tomando unas cuantas en sus manos y acercándose a Jimin.
— Gatitos —señaló, jalando de su camisa para que Jimin le acompañase—. Mandarina.
— Oh, ya voy, tranquilo —rió, mirando a Yoongi—. Ahora vuelvo, les dejo un momento.
Acompañó al pequeño hacia los cultivos para ir a ver sus gatos, a pesar de que ya los había visto, pero no podía negarse ante el pequeño. Yoongi se volvió hacia el señor y se cruzó de piernas sobre el sofá, gesto que no pasó desapercibido por Choi.
— ¿Puedo decirle algo? —El hombre le miró atento—. Jimin es la persona más irresponsable que podrá encontrar para ese puesto, se cansa rápido de cualquier ilusión y su resistencia es nula, solo se interesa por el dinero.
Choi asintió, alzando su mentón sin dejarse intimidar, sin dejar de mirarle a los ojos, tomando una pasta tranquilo antes de sacudir sus manos y responderle.
— Eso tendré que verlo yo o cualquier superior —sonrió—. Pero no te preocupes, Yoongi, sé lo que tratas de hacer —le miró a los ojos—. Y créeme que no funciona de nada, pues yo también lo intenté.
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MY ONLY FATE
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DATO CURIOSO: Si Yoongi (1930) y Jimin (1936) vivieran actualmente (2022) tendrían 93 y 87 años respectivamente <3 Taehyung (1935) tendría alrededor de 86 años y Jungkook (1940) sobre 83 años. Por otro lado, Hoseok y Namjoon (1927) contarían con 96 años y Seokjin (1926) con 97 años.
Pd: ya veré que futuro les doy a Taehyung y Jungkook, pero creo que un poco de drama no estaría mal en honor a Somebody To Love :)
Pd2: ¿Qué esconde el señor Choi? ¿Tienen idea de quién puede ser el padre de Soobin?
Pd3: lo estuve pensando y sí, alguien va a morir, pero no se preocupen, es personaje secundario y apenas van a escuchar de él ♡
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