Chapter III
Unas semanas ocurridas tras la llegada del cortejeo del rey Seo Changbin, el pequeño pueblerino comenzo con una vida mucho más cómoda y tal vez más buena. Su madre fue revisada por un doctor y este le entregó medicamentos los cuales le han servido bastante a la mujer de 40 años, por parte de las dos gemelas Lee, comenzaron a comer mucho mejor, pudieron tener alguno que otro caprichito de parte de su hermano mayor y pudieron tener una infancia algo decente. Felix por su parte, pudo empezar a pagar gastos para la educación de sus hermanas en una pequeña casa de estudio para omegas y betas un poco lejos de su casa, eso le dio la libertad de poder trabajar en algún lugar, al ser recomendado por changbin, empezó a trabajar tres veces a la semana en un mini supermercado que se encontraba a media hora de su hogar, le pagaban unos quince mil wones por el día, manteniendo en pie a su familia. Estaba bastante agradecido con el alfa realmente amoroso, algo arrogante pero sobre todo muy bueno, Felix se sentía muy seguro con el y creyó que tal vez debería aceptar el cortejeo oficial del alfa por fin.
Era un día nublado, un poco frío y feo. Felix estaba esperando fuera de su casa a que Seo viniera a buscarlo, después de haberlo encontrado hace unos días atrás donde trabajaba, este le invitó a una cena entre ambos en el jardín real, claro, Felix aceptó enseguida, tan solo pensar que estaría en ese hermoso bosque verde repleto de plantitas y flores bien cuidadas, no dudó mucho en decirle que si. Su junta seria al rededor de las 6 de la tarde. Rato después apareció el alfa, estando completamente solo por primera vez, le mostro una sonrisa sin dientes y se acercó al omega para darle un beso en su mano, con una inclinación bastante formal (un claro ejemplo de cortejeo) lo que puso a Felix rojito, el omega hizo una reverencia con su cabeza gacha, mostrando el sumisión y respeto al alfa que le estaba tratando con algo de superioridad, ya que esa forma de inclinarse solo lo hacian los alfas cuando estaban frente a su omega reina, pidiéndole su amor y confianza.
—Joven Felix, ¿esta preparado para ir a comer? — Changbin habló cordialmente haciendo reír a Felix por el tono en que hablaba.
—Estoy listo, rey Seo — el lobo de Changbin agitó su cola muy feliz, se sentía aceptado por el lobo del contrario al aceptar su "cita", mientras que el lobito de Lee, se mantenía con su colita agotándose y sus orejas bajas, pidiéndole ser dominado.
—Te vez hermoso, me encantas y tu aroma... Joder, es realmente incrieble — gruño por lo bajo al sentir el olor de frutos rojos desprendiéndose junto a feromonas de nerviosismo y un poco de, tal vez lo que su nariz reconocía como, felicidad.
—B-Bueno... Su aroma también es realmente atrayente, debe tener varias omegas tras usted, supongo — Felix olisqueo el aire encontrándose con el puro aroma a café y canela, realmente atractivo, lix no mentiría, su aroma traía a su lobo y a él como loquitos.
—La verdad, no suelen decir que soy atractivo. Muchos dicen que debería mejorar mi físico, que así ningún omega me querrá, por ser más gordo que los demás — suspiro, el no era gordo y aún así tenía una especie de trauma debido a que siempre fue el " gordito" de la dinastía Seo.
—¡Oh, por supuesto que no! Esta muy bien asi como esta, es suficientemente delgado..! también muy l-lindo, pero no debería de hacer caso a esos comentarios negativos, ni siquiera tiene pancita, no se que le ven de gordo, tiene las mejillas infladas, pero son muy bonitas y apretables — elogió Felix, sus palabras eran muy temblorosas, pero a Changbin le hizo muy bien escuchar eso, tal vez el tenia razón, no era gordo.
—¿Crees qué soy lindo? — pregunto emocionado.
—¡Ni siquiera escucho lo demás! Pero no, no creo que sea lindo — giro su cabeza ofendido.
—Oh...
—Usted es lindo, alfa. No necesita que los demás se lo digan o lo afirmen, tiene que usted, saber lo lindo que es, nadie tiene la descripción de usted — volvió a decir el omega tras ver como se desanimaba el más alto.
—No entiendo — dijo derrepente Seo.
—¿No entiende que? — lo miro dudoso, por algún motivo que desconocia, ladeo su cabeza levemente, algo muy tierno.
—No entiendo como te has robado mi corazón, eres un pequeño ladrón — Changbin lo miro, el menor solo le dio una sonrisa.
—¡Yo no robe nada! Usted esta detrás mío, hay miles de omegas que ya lo habrian aceptado, no soy el culpable de que le haya parecido atractivo — Felix dijo, Changbin se acercó a el, detendiendo su paso. Parecía ver toda la vía Láctea en los ojos del más pequeño, veía todas las constelaciones en toda su carita, sentia que no era real.
—Felix, se que muchas hubieran aceptado ya, peor tu me gustas porqué no te interesa el dinero ni el poder que tengo, eres realmente apreciable, me encantas, se que soy muy imprudente pero no queri descuidarme y ver que algún día un alfa te tenga y yo haya perdido a un omega realmente especial, soy muy sincero, me gustas y te lo digo ahora, frente a ti, quiero que seas mi omega. Te pido que me aceptes, soy bueno — tomó ambas manos con suavidad, el pelirubio se puso tímido por lo dicho, Changbin cada día lo enamoraba más pero Felix, se sentía tan inseguro aún de los alfas, desde que su madre rechazo a sus hermanitas por ser violada pero un alfa idiota, Felix no quiso confiar más en algunos de ellos, sus hermanitas sufrieron al igual que su madre, Felix las crio con doce años y desde ahí que no quizo ver a un alfa que no fuera de su familia estando serca de ellas y el. Era muy triste, pero su corazón se negaba a alejar a Changbin de el, lo rogaba, le lloraba, le suplicaba su lobo para que lo aceptara de una vez.
—¿Realmente... Puedo confiar en ti, alfa? — por primera vez se mostró firme, sin hablar formalmente, Felix también agarro las manos del alfa, uniendolas.
—Si. Te seguro que no te defraudare, sere el mejor alfa para ti, Felix. Todo lo que quieras, todo lo que necesites y me pidas, lo cumpliré, para ti... Estoy realmente enamorado de ti, tus hermanas también me agradan, me gustaría bastante que algún día me presentadas como tu alfa, poder cuidar a esas niñas igual junto a ti, yo te haré confiar en mi, no se que haya pasado antes pero te juro que haré lo que pueda para hacerte feliz, solo una persona me a echo estar así, y ese eres tu — el omega se sentía muy sensible ante las palabras de Bin, el sentía una chispita crecer en su corazón, como si todas las heridas que tenían se vendrán y sanaran con el simple echo de ver a Changbin junto a el, sentir esa electricidad recorrer su espina dorsal y como lentamente la necesidad de tener al alfa consigo mismo, crecía y crecía cada segundo más.
—T-Tu me gustas también, mi lobo te reclama, pero aún tengo miedo de ser traicionado, no... N-No soportaría que también me hagas perder las esperanzas que tengo de los alfas, ya me dañaron una vez, no quiero que tu lo hagas — el mayor negó y tomó la iniciativa de abrazar al rubio, el cual no se molesto en alejarlo, al contrario, tambien lo abrazo con sus manitos enrolladas en el cuello del alfa, mientras el contario mantenía sus manos en su espalda, buscando el permiso del omega para llegar a su cintura. Felix lo miro con unas lágrimas cayendo, eran de felicidad y emoción, no lo culpen, era muy emotivo con estos asuntos y se sentía inestable con tantas cosas lindas pasando en ese instante, asintió suavemente para sentir las manos de Seo bajar asta la fina cintura de Lee.
—Te esperare, Felix. Yo siempre esperare para que seas mi omega — susurro al odio de este.
—Ya acepte ser tu omega, binnie — también le susurro, saco la cabeza del cuello de Changbin y lo miro por unos segundos sonriendo.
—No quiero precionarte... Sabes, aún queda tiempo para nosotros — lo soltó y tomó solo una mano, comenzando a caminar otra vez, ambos habían comenzado un cortejeo, ni siquiera necesitaban hablar para entenderse mutuamente.
En la entrada del castillo, se divisó una manta típica rojita a cuadros, Changbin guió al omega asta esa manta muy bien estirada, la vestimenta del rubio acompañaba muy bien el lugar, Changbin sonrió sacando su corona de la cabeza del mismo.
—Oye, te hice un regalo... No soy bueno en esto, p-pero... La intención es lo que cuenta, ¿no? — el rubio asintió sonriendo, el más alto se levanto y fue en busca de una pequeña corona de flores con tonos rosados, lilas y amarillos, supo que a Felix le gustaban esos colores y decidió hacerle un presente, el cual decoraria a la perfección el sedoso cabello semi-dorado que desprendía Lee.
—¡Oh, que lindo! — chillo alegremente el omega mostrando una bella sonrisa blanca, muy bien cuidada y limpia, pero dejó de hacerlo enseguida, cuando un omega quería mostrar su felicidad solo podía sonreír son dientes, una suave y calmada para agradecer. El omega murmura un "lo siento, majestad" para bajar su cabeza mostrando sumision.
—No, no, Felix. Esta bien que sonrías así, la educación que te dieron de más pequeño no es la que deberías de tener ahora, no pidas perdón. Te lo doy para que me sonrías y seas feliz, no para que pase esto, no te óptimas así — acarició los cabellos de oro (segun Changbin) de Felix, el menor por inercia ronroneo ante el tacto tan suave, sorprendiendo a los dos.
—B-Bueno, ¿le parese que comamos? Estube haciendo espacio en mi pancita para comer lo que me entregue usted — explicó más tranquilo Felix, en verdad si tenia hambre.
—¿Te gusta el pastel de fresas? — el menor miro desconcertado, y nego.
—Nunca en mi vida e probado eso, los pasteles son demaciado caros para que yo pueda pagarlos
—¿Nunca?
—Nop, pero supongo que usted si, tiene dinero y es de la realeza
—Uh, si, si. Bueno, te daré un poco para que pruebes — unas cuantas omega y betas se acercaron a los chicos, dejando un pequeño pastel con fresas y platillos con cucharas y vasos, Felix no supo desifrar que tenía la botella con líquido rojo oscuro.
—Esto es vino de uvas italiano, mis padres cuando se conocieron con los Reyes de Italia, les dieron esto, es bueno, toma — el menor acercó el vaso y dejó que Changbin agregara un poco de vino.
Felix lo olfateo, una carita de disgusto hizo reír a Seo, el pelirubio tomó un sorbito y dejó salir un gemido de disgusto.
—¡Es amargo y feo! — se quejó el más joven.
—Dicelo a los italianos que guardaron un vino por 10 años para que le digan que sabe feo — río.
—¿Seguro que esto es bebible? Creo que le echaron uvas malitas — hizo un puchero, no entendía porque la gente tomaba algo tan amargo e incluso mareante.
—No le echaron uvitas malas, es amargo, tal vez te guste más el vino dulce... Pero este estaba acá y quería abrirlo, mis padres no me dejarian tomar cosas sin invitados — comenzó a cortar el pastel que estaba a lado de ellos, con una palita para cortar, entregó una cantidad no muy grande, en caso de que a Lix no le agradara, no tendría tanto que comerse el para no desperdiciarlo. Felix le preguntó si podía comerse la fresa más grande que estaba bañada en una salida dulce roja, le entregó el plato (claro, con la fresa) y el joven le dio una probada al pastel.
Los ojos acaramelados se abrieron totalmente, el sabor era único y a opinión de Lee, era maravilloso, una explosión de sabores entrando en su boca y haceidnole delirar de la delicia me su boca.
Changbin solo pudo sonreir, si que era un omega bello. El no lo quería solo por su belleza o su aroma, el siempre vio el como era pri dentro, como se sentía y como reaccionaba ante algunas cosas. Conocía al omega de hace aproximadamente un mes y ya sentía tanto por el, cada que veía sus ojos juraba ver estrellas. Cuando miraba su blanquecina piel, veía todo un panorama de nieve, ver su sonrisa... Su sonrisa era la favorita de Changbin.
—¡Esta buenisimo! ¿De donde son estas fresas tan buenas? ¡Woah! Que delecia, en serio — su boca estaba llena, a Changbin se le haría asqueroso, pero la ternura de Lee opacó ese detalle.
—Eres... Demaciado tierno para este munde Lee Felix — el omega se sonrojo fuertemente, las palabras de Seo parecían tan reales.
¡Atención!
Esta parte se dividirá en dos ya que
es muy largo, 3 votos y subo la siguiente parte. Denle amor, voten, siganme, comenten y si gustan
pueden recomendar la historia, se
los agradeceria de corazón, bye
♥︎ 𝕷𝖎𝖝𝖎𝖊𝖕𝖆𝖘𝖙𝖊𝖑𝖎𝖙𝖔 ♥︎
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro