El beta vestido de blanco checaba al peli rojo recostado sobre la cama. TaeHyung tenía una fuerte fiebre por lo que cayo dormido. El doctor termino de revisar al omega y se volteo hacía JiMin.

— El estrés bajo sus defensas, será tratado como un resfriado cualquiera.

— Muchas gracias, de verdad.

El omega guió al beta hasta la salida de la casa y por obra del destino cuando el doctor se estaba yendo es cuando su hermano y pareja llegaban. Observaron preocupados al omega cuando identificaron al hombre como un medico.

— ¿Estas bien? — cuestiona el azabache posando una mano en el vientre del omega.

— Vino por TaeHyung, esta enfermo.

Yoongi no perdió el tiempo y dejo su mochila en el suelo para correr hacía el piso de arriba hasta su habitación, donde el omega aun estaba dormido. El castaño se acerco a su cama y se recostó a un lado del mayor y le abrazo, sintiendo el cálido cuerpo debido a la fiebre.

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Al día siguiente, ambos alfas caminaban por las calles con dirección a casa de Jungkook. Extrañaban tener junto a ellos la presencia de ambos omegas, pero todo era por su bien.

Ambos iban platicando, dándose unos que otros empujones. Hasta que sintieron como alguien por detrás los agarra y jala hasta un callejón. Ambos sueltan un quejido cuando son bruscamente estrellados contra la pared.

— ¿Son ellos?

— Si, señor.

— Min Yoongi y... Jeon Jungkook. — aquel ultimo nombre lo dijo con desprecio.

Ambos alfas gruñen cuando reconocen al hombre frente a ellos. Estaban acorralados por un grupo de alfas mayores que ellos, eso les ponía algo nerviosos.

— Son las parejas de TaeHyung y JiMin. El de cabello negro es el alfa de su hijo.

— Así que tú eres jeon. Ellos se están escondiendo en tú casa...

— No les harás daño — respondió yoongi.

— Y tú eres el bastardo que tuvo la puta de tú madre con ese otro hombre. Por fin tengo tiempo de conocerte como se debe.

— No le digas así a mi madre. No es una puta...

— Fue buena abriendo las piernas en su adolescencia. No creas que tú hermano nació de la nada.

— Tú la abandonaste y aun así tienes el descaro de reclamar a JiMin como tú hijo.

— La idea de ser padre no me agradaba. Pero después tuve las esperanzas de que se presentara como omega... ya sabes... pero tú maldita madre me delato. Delato todo mi negocio.

— Por qué lo que haces es asqueroso. — gruño Jungkook.

— Ahora que se que JiMin es omega lo quiero para usarlo. Afortunadamente resultó siendo que el hijo de mi querido primo también es un omega muy hermoso si me permiten opinar.

— ¡¡Cállate, tenle respeto!!

— Solo les pido que me lleven con ellos y los dejare libres.

— No. No dejare que lastimes a mi omega ni a mi cachorro...

— ¿Cachorro, dices?

Ambos adolescentes cerraron los ojos cuando supieron que Jungkook lo había arruinado. Ahora saber que JungWoo sabía del estado delicado de JiMin era algo que los aterrorizaba.

— Háganlos hablar...

Fueron las ultimas palabras que dijo el hombre antes de irse, dejando a ambos menores rodeados de alfas grandes y temibles. Pero ellos tratarían de defenderse a como diera lugar.

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Ambos omegas caminaban por la sala, volteando a la entrada cada 5 segundos. Hace más de una hora que los alfas debieron haber vuelto a casa y aun no había señales de ellos. TaeHyung había tratado de marcarle a yoongi múltiples veces, pero el castaño simplemente no contestaba las llamadas.

Cuando la puerta fue repentinamente abierta, ambos omegas se esperanzaron. Pero no eran ellos; los padres de JiMin y yoongi entraban junto a los señores jeon y al padre de TaeHyung.

— Papá...

— ¡TaeHyung!

Ambos se abrazaron con fuerza, desde la muerte de la madre de Tae no se habían visto. El alfa había estado angustiado por su hijo, pero ahora lo tenía allí; entre sus brazos.

— JiMin, cariño... — llamo la madre de Jungkook.

— ¿Mamá, papá? ¿Qué hacen aquí?

— Yoongi nos llamo y Jungkook a sus padres. JungWoo descubrió su ubicación.

— Yoongi nos pidió que los lleváramos a otro lugar, por eso decidimos traer al señor Kim.

— Nuestra casa ya no es segura para ustedes, chicos.

Ambos adolescentes se observaron con miedo, mientras sus padres los observaban preocupados.

— Los señores jeon se quedaran aquí hasta que JungWoo llegue. Nosotros los llevaremos a otro lugar.

— ¿A donde? — cuestiona el peli rojo.

— Entre todos rentamos un departamento. Es algo grande, lograran vivir los cuatro juntos allí. Esta en una zona escondida, será realmente difícil que los encuentre.

— Ademas de que es en un lugar muy seguro.

— JiMin, hijo. Entre el señor Kim y nosotros nos haremos cargo de JungWoo. Ustedes dos solo tienen que cuidarse.

— Ya le prohibimos a JungKook y a YoonGi seguir yendo a clases, ustedes se esconderán en el departamento. Si JungWoo ve a uno salir del edificio, los encuentra a todos.

— ¿Dónde están JungKook y YoonGi en estos momentos?

— En el hospital... ya nos dijeron que ellos están bien. Solo fueron golpes. Pero queremos que ustedes vayan directamente al departamento.

Ambos menores asintieron y siguieron al padre de TaeHyung hasta su carro, el los llevaría hasta su nuevo hogar.

— Por cierto, JiMin... — llamo el hombre — Nos dijeron que JungWoo ya sabe sobre tú bebé.

Por instinto, el omega rodeo con ambos brazos su vientre, sintiéndose amenazado de alguna forma. TaeHyung abrazo a su amigo, ambos están asustados y preocupados por sus parejas. Era horrible tan solo tener 16 y 17 años y ser perseguido por un hombre que solo quiere hacerte daño.

Sobre todo cuando ese hombre es tú familia.

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El departamento era acogedor. Tenía una cocina donde había una mesa con cuatro sillas; en la sala habían dos sillones junto a una televisión. Hay dos recamaras, cada una con una cama matrimonial y sus propios baños. Había todo lo que necesitaban.

El señor Kim les había dicho que sus parejas pasarían la noche en el hospital, por lo que cuando cada uno termino de acomodar sus cosas en sus respectivas habitaciones decidieron empezar a hacer la cena.

Comieron y después de darse un baño cada uno se fueron a dormir. TaeHyung rodaba por la superficie, no podía conciliar el sueño. Algo harto se levanto y camino descalzo hasta la habitación de en frente, donde JiMin dormía.

Entro inseguro, pues en cuanto vio la habitación pudo notar que el mayor tenía un nido en la cama y aquello podía ser algo delicado.

— Hyung... — llamo.

— ¿TaeHyung? — susurro entre dormido.

— ¿P-Puedo dormir contigo?

El rubio sonríe y finalmente asiente, sin importarle que este el nido en la cama.

Después de todo TaeHyung ya es parte de su familia.