Capítulo treinta y uno "Confío en ti"
Suspiré por enésima vez de lo que quedaba de la noche, miré mis manos indecisa, pues no sabía como decirle a Scott que estaba en peligro y no por la lista de muerte, precisamente.
—cariño, puedes decirme lo que sea —Scott tomó mis manos, lo que hizo que levantara la vista a sus hermosos ojos chocolate.
—bueno, sucede que estoy en peligro...los vampiros, específicamente Magnus, me quiere y la cosa que mató a mi madre también está detrás de mi —solté un quejido —y la frutilla del postre, es está lista con nuestros nombres.
—respira hondo —apoyó una mano mano en mi mejilla y retiró con delicadeza algunos cabellos que estorbaban, hice lo que me sugirió —sabes que mientras seas de mi manada y mi chica, nada podrá pasarte.
—¿Tú chica?, no recuerdo que me lo hayas pedido —sonreí pícara.
—quiero que sea especial —besó mis labios.
—Scott...hablando de nosotros, ¿No crees que lo que nos pasa es algo...extraño? Stiles piensa que es algo mas que la imprimación y honestamente, yo también.
—podemos hablarlo con Deaton, para mi también es extraño —admitió —pero un extraño bonito —volvió a besarme haciendo que quedara por completo acostada, enterré mi mano en su cabello profundizando más el beso.
—tengo hambre —murmuré
—puedes morderme.
—no habló de esa hambre —mordí mi labio inferior tirando con fuerza de sus camisa haciendo que los botones salieran disparados para todos lados.
—es muy apresurado —me detuvo. —por cierto, necesitaré una camisa nueva —bromeó.
—Scott, no soy virgen...lo de aquella noche, solo era una broma entre hermanos, él ya lo sabe...por lo que ocurrió con mi ex.
— ¿Fue lo que hizo que te internaran en el psiquiátrico?
—si —musite —él se llevó lo mas preciado de mi y me humilló, no significó nada, solo fui una más de su lista.
—Maddy, yo jamás te haría algo como eso...lo sabes ¿Cierto?
—sí, lo sé —asentí —es por eso que estoy contigo, recuerdo que luego de aquello jure que con volvería a confiar en otro hombre —tomé su mano —pero te conocí y me dije "creo que puedo confiar en el apuesto chico de mandíbula dispareja" —reímos —te quiero mucho, Scott.
—yo también te quiero Madds —dejó un dulce beso en mi frente. —¿Qué tal si intentamos dormir un poco?
—y yo que quería practicar algo de anatomía con mi alfa —guiñé un ojo mientras me ponía en pie para ir por una remera de Scott con la cual dormir ya que, no estaba con ganas de ir a mi habitación por un piyama.
Sentí sus manos en mi cintura y su aliento en mi cuello —pensándolo mejor, ando un poco flojo en anatomía ¿Me ayudas? —besó mi cuello.
—voltee sobre mi eje y sonreí uniendo nuestros labios en un beso —espera ¿Y tus padres?
—mi madre está de guardia en el hospital y en cuanto a mi padre no me interesa.
—no se diga más —lo empuje provocando que cayera de espaldas en la cama y me subí sobre él atacando con besos su cuello y fui bajando de a poco mientras pasaba mis manos por su pecho.
Scott se sentó y rápidamente se deshizo de que lo quedaba de su camisa y procedió a quitar mi remera con cuidado. —¿Estás segura? —preguntó antes de dejarme solo en sostén.
—Scott, confío en ti —repetí —sé que no me harás daño, no eres Theo.
—¿Theo?
—si...¿Todo bien? —me preocupe.
—asintió —es curioso, solía tener un compañero en primaria con ese mismo nombre —suspiró —pero se fue del pueblo.
—¿Cuantas probabilidades hay de que sea el mismo?
—una en un millón —respondió para luego quitar la remera de mi cuerpo.
Beso tras beso, caricia tras caricia y para cuando nos quisimos dar cuenta ambos estábamos en pleno acto.
—Scott —gemí clavando mis uñas en su espalda.
—ya casi, cariño —murmuró moviéndose mas rápido llegando por fin al clímax, justo en ese mismo momento por el movimiento brusco se oyó una madera partirse.
—¿Qué fue eso? —pregunté con la respiración entrecortada, mientras me tapaba con la sábana.
—creo que rompimos la cama —río —nunca me había pasado.
—¡Demonios! Si que estuvo fuerte —escondí mi rostro en su pecho —que pena.
—descuida, no es para tanto —acarició mi espalda.
—buenas noches Scotty —dejé un pequeño beso en sus labios.
—buenas noches Madds.
»──── « ☀🌑☯ » ────«
—luces radiante —comentó Lydia mientras sacaba unos libros de mi casillero —¿Pasó algo anoche con Scott?
—tuvieron sexo —afirmó Malia quién también estaba con nosotras, al igual que Kira.
—¡Malia! —exclamé completamente roja por la vergüenza.
—¡Oh Dios! ¿Entonces si hubo acción?
—rompimos su cama —admití.
—¿Cómo es que sigues de pie? —bromeó la asiática.
—no lo sé.
—hola chicas —Stiles llegó con Scott —Maddy, luces radiante.
—¡ash! ¡Bien! Tuvimos el sexo mas rudo de nuestras vidas ¿Contento?
—uhhh conociste las cincuenta sombras de McCall ¿Finalmente? —rió.
—¡Stiles! Ya basta —dijo el alfa con las mejillas algo enrojecidas.
—fue una y valió la pena —le guiñe un ojo a Scott.
—¿vendrás al partido de hoy? —preguntó Scott tomándome por la cintura.
—es un hecho —sonreí.
—oh, si van a repetir lo de anoche, la oficina del entrenador está libre —informó la pelifresa con diversión.
—debo irme, nos vemos en un rato ¿Sí? —besó mis labios y se fue hacia los vestidores.
—Malia ¿Me acompañas a descifrar la siguiente contraseña del código? —la coyote asintió y ambas se fueron a uno de los salones vacíos.
—cerré mi casillero y voltee con intención de ir con Stiles por ahí cuando un rubio se me cruzó —¿Tú otra vez?
—él mismo —sonrió Cyrus, luego cambió la expresión a una divertida —hueles a sexo.
—imposible, me duche esta mañana.
—quedó la esencia...¡Espera! ¿Lo estás admitiendo? —soltó una risa —no me lo esperaba.
—Maddy, ¿Quién es él?
—Stiles, él es Cyrus, Cyrus él es Stiles —los presenté. —Cyrus es vampiro y me esta cuidado o algo así —rodee los ojos —ordenes del pesado de mi hermano.
—entiendo...lo miró de arriba abajo —no me agrada él.
—ni tú a mí —respondió el vampiro.
—¡hey! —Ben se acercó a nosotros —hola linda —sonrió.
—no sé quien seas, pero ella está prohibida amigo —comentó Stiles molesto.
—¿Eres su novio?
—¡No! —exclamamos a unísono.
—entonces ¿Quién es?
—soy yo —Scott me abrazó por detrás, soltando un pequeño gruñido.
—los vampiros no tienen permitido emparejarse con hombres lobo.
—suspiré —¿Crees que eso nos interesa? —alcé mi ceja.
—lo reportare.
—no, no lo harás —negué —mi hermano es parte del consejo Dracul, no querrás problemas con él ¿Cierto?
—no —musito.
—chicos tenemos economía —dijo Stiles.
Un rato después estábamos en la clase que impartía el entrenador, me pasé la mitad mensajeando con Scott a escondidas.
El entrenador le dio un golpe al pupitre de Stiles con su stick, sacándole un buen susto al chico de lunares.
—¿Sabes Stilinski? —miró las fotos que previamente había estado estudiando el chico —si pudiera calificarte por cuan profundamente me perturbas, sacarías diez en todo.
—gracias entrenador —murmuró.
—guarda esas fotografías.
Stiles estaba tratando de averiguar con que arma habían matado al repartidor de cerveza de la fiesta de Lydia, que resulto ser hombre lobo. Eso nos puso un poco nerviosos y queríamos averiguar como parar toda esta movida.
Stiles observó el stick y lo tomó observando la punta del palo —¡Stilinski! ¿Qué rayos te pasa? —le sacó el tapón y comparó con la imagen antes de soltarlo —mejor no respondas.
Lo miramos esperando que nos dijera que había descubierto —Es un jugador de lacrosse.
—el asesino está en el equipo —afirmó el alfa.
Después de clases fuimos a los vestidores por todos los sticks para encontrar el arma asesina.
Scott sacó la última punta y lo dejó con los demás —¿Cuál es el punto de esto? Los jugadores usan su propio equipo.
—tal vez en lugar de buscar un palo de lacrosse con una daga oculta, deberíamos intentar que cancelen el juego —opiné.
—jugando es la mejor manera de atraparlo.
—¿Y si lo atrapamos en el acto? —preguntó Stiles. —con las manos cubiertas de la sangre de la persona que acaba de apuñalar.
—¿y si salen heridos? —me crucé de brazos molesta —Scott, ¿Y si el próximo eres tú? Podría ser cualquiera de ustedes, Kira o tú.
—o Liam —dijo con pesar. —no tenemos todo la lista, podría estar en ella.
—no sabemos nada sobre la lista, como la hacen, como la actualizan, ¿Quién pudo haber estado haciendo un censo sobrenatural?
—¿Cómo pueden saber sobre mí? Soy nueva en este mundo.
—saben de todos —murmuró el alfa.
—Maddy tiene razón, hay que detener el partido.
—no tengo miedo —Scott volteo para ver a Stiles.
—yo tampoco —admití.
—¡pues yo estoy aterrado y ni siquiera estoy en la lista! —exclamó Stiles al borde un ataque —Son asesinos profesionales —nos recordó —es su profesión, uno de ellos tiene una alambre térmico que corta cabezas, quién sabe que mas tienen.
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