Capítulo treinta y tres "Atrapada"
Los policías no tardaron en venir, mi padre y el señor Stilinski pero a quién no vimos venir fue al padre de Scott.
Mi padre ni bien me visualizo en el pasillo se acercó a mi velozmente.
—¿Estás bien? —me revisó de arriba abajo con la mirada.
—sí, pero...atacaron a Scott —expliqué, por suerte la marca en mi cuello se había curado. —pudo haber muerto de no ser por... —me detuve abruptamente al percatarme de lo que iba a decir a continuación, aún no era momento —de no ser porque tuvo un pico de adrenalina que lo ayudó a safarse.
—eso es bueno —miró el pasillo en general —ve con tu hermano y regresen a casa.
—¡No! No puedo dejar a Scott aquí.
—Madds, su padre está aquí, él va a estar bien.
—papá, por favor, él me necesita y yo a él —rogué.
—¡Walker! —lo llamó el sheriff.
—suspiró —haz lo que te digo, por favor.
—lo siento papá, no puedo hacer eso —murmuré.
Caminé hacia los vestidores de hombres cuando vi al oficial Parrish pasar con la atacante de Scott, cruzamos miradas, iluminé la mía por un segundo de forma amenazante.
—hola Jordan —salude al policía
—Maddy —sonrió antes de seguir su camino.
Observé a Scott cerca de donde me encontraba y fue cuando recordé algo importante de la lista, el nombre Jordan Parrish, al principio quise creer que era otra persona pero era absurdo, él era el único en Beacon Hills.
—¡Hey! —una mano se posiciono en mi hombro sacandome un pequeño susto. —papá me pidió que te llevara a casa.
—Tony, ve tú, yo me quedaré.
—no, esta vez te vienes conmigo —tomó mi mano.
—voy a estar bien Anthony —gruñí tratando de safarme de su agarre.
—por favor, hazme caso por una vez.
—suspiré —está bien.
»──── « ☀🌑☯ » ────«
Iba en mi auto de camino a la veterinaria del pueblo, había faltado a clases porque debía hablar con Deaton sobre lo que nos estaba pasando a Scott y a mi.
Iba a medio camino cuando mi celular comienza a sonar, inmediatamente lo pongo en manos libres.
—¿Sí? —pregunté dando la vuelta en una esquina.
—Maddy, ¿No vienes a la escuela?
—no cariño, voy de camino a la veterinaria —expliqué.
—bien, cuidate ¿Sí? —sonaba muy preocupado.
—lo haré —sonrió —te quiero —tras recibir la misma respuesta por parte de él, corté la llamada.
Estaba llegando cuando en plena ruta una camioneta negra se estaciona frente a mi impidiendo mi paso.
De repente una mano atraviesa el vidrio de mi auto y clava una jeringa con lo que creí que era sangre de hombre muerto.
—hijo de...perra —dije al ver quién era, antes de desmayarme.
Desperté en un pozo de agua era muy alto y la única manera de escapar era trepando pero tenía otro problema, me escocía el lado derecho de mi abdomen, al revisar noté que era un tajo con un liquido amarillo flúor en él.
—wolfsbane —murmuré.
Intenté trepar pero las piedras estaban resbalosas y me era muy difícil, grité pero nadie me oyó.
—no me puedo rendir, yo puedo con esto —intenté trepar, estuve asi un buen rato pero entre la herida y las piedras húmedas, se me hizo casi imposible llegar arriba.
—¡¡¡Ayuda!!! —grité con todas mis fuerzas, pero creo que estaba lejos de la población.
Cuando me quise dar cuenta ya había anochecido y el wolfsbane en la herida comenzaba a afectarme cada vez mas.
—¡¡¡Ah!!! —un gran dolor me azotó de la nada en la espalda, quedé de rodillas, sentía que no iba a aguantar mucho tiempo más. La cosa empeoró al sentir mas dolor en la zona abdominal como si me hubiesen quitado algo. Me dejé caer de espaldas intentando recuperar algo de fuerza. Se me complicaba cada que creía que estaba mejor pues un nuevo dolor me azotaba. —espero que estés bien, Scott —murmuré sentándome con la espalda apoyada en la pared.
Me puse en pie y comencé a trepar una última vez fue un poco mas diferente teniendo en cuenta que estaba débil, y me costaba respirar, no podía parar de toser.
Llegué lo mas alto que pude pero por desgracia no fue suficiente, antes de caer grité con todas mis fuerzas, fue muy extraño pues el sonido parecía un siseo combinado con un rugido de lobo. Me quedé allí todo lo que mis brazos aguantaran con la esperanza de que alguien llegara.
Comencé a perder equilibrio, mis pies resbalaron y cuando creí que iba a caer una mano sujeto la mía y tiró de mi hacia afuera con cuidado, cuando estuve a su alcance me tomó de forma nupcial.
—Scott —apoyé mi cabeza en su pecho.
—estoy aquí...estoy aquí —respiró aliviado, abrazandome con fuerza —te llevaré con Deaton, vas a estar bien.
—creí que iba a morir allá abajo —admití
—por suerte llegué a tiempo.
Corrió conmigo en brazos hasta llegar a la camioneta de Argent y de ahí partimos a la veterinaria, al llegar me acomodó en la camilla y Deaton prosiguió a curarme.
Tomé la mano de Scott,él rápidamente la apretó suavemente —aquí estoy —dejó un beso en mi frente.
—quedate conmigo —murmuré.
—siempre —respondió suavemente.—ya no quiero ver gente morir —acarició mi cabello con dulzura.Fue lo último que escuché antes de quedarme dormida.
»──── « ☀🌑☯ » ────«
—vas a quedarte a dormir en mi casa ¿Sí? —dijo Scott mientras me dejaba con suavidad en la cama.
—no era necesario que me trajeras hasta aquí en brazos, estoy mejor —sonreí.
—lo sé —sacó su celular —le voy avisar a Tony.
—¿Desde cuando tienes su número?
—hace unos días —explicó.
—¡Mi auto! —ya me estaba por levantar pero el castaño me detuvo. —si mi padre se entera va a enloquecer.
—tranquila, Stiles ya se encargó de eso.
—gracias —dije aliviada.
—ya llegué, ¿qué es eso que quieres mostrarme? —Stiles entró a la habitación —¿Cómo te encuentras Madds?
—mejor, gracias.
Scott sacó de abajo de su cama un bolso deportivo, al abrirlo vimos muchos fajos de billetes
—creo que debemos contarlo —sugirió el castaño de lunares.
—les ayudo —me senté en la cama.
—no, tu descansa.
—Scotty —formé un puchero con mis labios.
—no intentes manipularme —sonrió pícaro.
—¿Los dejo solos?
—Stiles ponte a contar —ordené.
—¡sí mamá! —bromeó
—¿Y ese cassette? —los tres nos lo quedamos viendo, pues estaba con todo el dinero.
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