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Capítulo treinta y nueve "Te necesito"

La música resonando hacia que me sintiera peor eso me hizo pensar que lo que nos embriagaba era la misma música, no las bebidas, quise ir a decirle a Scott pero apenas y podía mover mi brazo para tomar agua.

—Malia —la voltee a ver —es la música.

—¿Qué es la música?

—lo que nos esta emborrachando —expliqué.

Unos tipos con vestimenta de seguridad, nos tomó por los brazos y nos arrastraron lejos de toda la fiesta.

—¿Qué le pasa? —forcejee sin éxito —no puede...no puede llevarnos, no hicimos nada.

—están muy borrachos —gruñó el hombre.

Nos metieron en la escuela, soltando nos a todos, incluyendo Scott contra los casilleros.

—¿Qué es eso? —preguntó Scott al ver a unos de los tipos con una gran botella roja —¿Qué vas a hacer?

—es gasolina, él dijo que los quememos.

—¿Qué? —admito que me asusté, por instinto me pegué a Scott, si iba morir quería que sea junto a él.Nos empezó a tirar la gasolina encima, estaba decidido a acabar con nosotros.

El castaño intentó levantarse pero el hombre le dio una patada, que por supuesto que sentí, me dejó sin aire.

—¿Por qué te quejas? —me miró —le di a él no a ti.

—no te importa —respondí mordaz.

Voltee de nuevo hacia Scott y prendió un encendedor en su cara, tomé la mano del castaño con fuerza.
De repente la sensación de borrachera se disipó, Scott aprovechó para detenerlo.
Breaden apareció y derribó al tipo que nos quería quemar, por detrás vislumbre a Derek, quién se puso a pelear con los hombres que quedaban.

—¿Qué le pasó al arma? —preguntó el alfa.

Nos pusimos en pie con ayuda del ex beta.

—no vuelvo a venir a fiestas como estás —declaré.

—lo siento, yo te arrastré a esto —dijo Malia llamando mi atención.

—no es tu culpa, Mal. —sonreí tranquilizandola.

»──── « ☀🌑☯ » ────«

Estaba durmiendo cuando siento una mirada muy fuerte en mi, se estaba volviendo incómodo por lo que decidí abrir los ojos.
Sentando junto a mi había un hombre muy grande con ojos rojos brillantes observándome con detenimiento, sabía que no era Scott porque tuvo que salir de último momento.

—la bella durmiente ha despertado de su sueño eterno —musitó estirando una mano en mi dirección, con sus garras acarició mi mejilla, me pegué al respaldo de la cama pero no fue suficiente para salir de su agarre.

—¿Quién eres tú? ¿Y qué haces en mi habitación? —saqué con mucho cuidado uno de mis cuchillos que descansaba bajo mi almohada.

—¡Oh! No me he presentado ¡Que descortés! —soltó un risa modesta —Soy Magnus Dracul.

Toda ni piel se enchinó al oír su nombre, y como si fuera un eco la voz de Stiles llegó a mis oídos.

«

—me sorprende no habernos encontrado con Magnus —todos miramos a Stiles —¿Sólo yo sé quién es? —todos asentimos —es el hermano mayor de los Dracul, es como su padre, es el mas peligroso de los cuatro. »

—tú...no sé que quieres conmigo pero no lo conseguirás —gruñí.

—te pareces tanto a ella —hizo caso omiso a mis palabras.

—¿A quién?

—Lucy, la amada de mi padre —suspiró —hay esperanza, ella podrá regresar a través de ti.

—Creí que Christopher era el único que traerías.

—pero no me fue muy bien, pero tú...—acercó su rostro al mío y pasó su nariz por mi cuello, inmediatamente clavé mi daga en su brazo, se la quitó y me tomó del cuello presionando al punto en que apenas podía respirar. —pequeña perra, mas te conviene que cooperes —arañé sus manos en busca de que me soltará —necesitaras tomar sangre humana, puedo oler a ese perro de McCall en ti.

—nu...nca tom...aré sangre...de hu...mano.

—eso ya lo veremos —debajo de mi almohada también tenía una jeringa con sangre de hombre muerto, me había sobrado de la vez que fuimos por Anthony, como pude la tomé y se la clavé en el cuello.

—¡¡¡Ahhh!!! —se puso en pie quitándose la jeringa para luego huir por la ventana.

Solté todo el aire retenido siendo seguido por las lágrimas de terror que bañaron mis mejillas.
Tomé mi celular con el fin de llamar a Scott o a mi hermano, pero mis manos no dejaban de temblar y mi corazón latía desenfrenado, me estaba dando un ataque de pánico.
Logré encontrar el contacto de Scott y lo presione rogando porque me contestara.

—¿Sí?

—te...te necesito —dije tratando de calmarme aunque se me hacía un poco difícil.

—¿Estás bien? Sentí...

—cuando vengas te explico todo —lo corté.

—en cinco minutos estoy allí.

Tal y como lo dijo cuando menos lo esperé atravesó la ventana y corrió hacia mi abrazandome con fuerza.

—respira hondo —tomó mi rostro entre sus manos.

—no puedo, no puedo —estaba desesperada y no podía parar de llorar, entonces al ver que no me recuperaría, Scott me besó de sorpresa provocando que tuviera que contener la respiración y de ese modo poder terminar con mi ataque.

—¿Mejor? —Juntó nuestras frentes.

—¿Qué pasó?

Le conté todo sobre la visita de Magnus, no se me pasó ni un detalle.

—desde hoy dormirás conmigo, voy a estar al pendiente de ti —acarició mi mejilla.

—estoy aterrada, tú no lo viste, podría ser capaz de cualquier cosa.

—estás a salvo conmigo ¿Sí? —besó mi coronilla.

—lo sé —escondí mi cara en su cuello mientras intentaba olvidar lo ocurrido.

—tenemos que decirle a Tony, él debe saber que Magnus anda acechandote.

—le diré —asentí de acuerdo.

A la mañana siguiente fuimos con la mamada de Satomi, los escondimos en la boveda de los Argent, era el lugar mas seguro que encontramos.

—¡Espera! ¡Espera! ¡Brett! —detuvimos al rubio antes de que le hiciera daño a Chris.

—este lugar es de él, es su espacio —dije intentando que regresara en si.

Scott si ibas a venir con amigos, debiste avisarme.

—no tenía a donde mas llevarlos —admitió el alfa.

—también lo conozco, tal vez no lo recuerde pero nos conocimos antes —dijo Satomi.

—puedes confiar en él, yo confió en él —aseguró Scott.

—¿Cómo sabemos que no es como los demas?

—¿Quiénes? —preguntó el cazador.

—anoche, había todo un equipo de ellos —habló Kira—usaban ballestas —le pasó una flecha.

—son cazadores —afirmó el castaño

—no, si son mercenarios, ya no lo son.

—¿Puede encontrarlos? —preguntó Brett

—tal vez ya saben que están aquí y solo esperan en la oscuridad.

—no estamos a salvo —observé a Scott

—no estamos a salvo en ningún lugar —aseguró Satomi —llevo días intentando salir, adónde vayamos encontramos a alguien que quiere matarnos.

—si vienen, Scott —Chris se acercó a él —vienen por ti también, eres el número uno en la lista. —Se pusieron a hablar entre ellos y ya no presté mas atención.

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