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Capítulo cuatro "Caballero de Brillante armadura"

Entré al salón de clase y lo primero que vi fue a Kira hablando con Scott,ella parecía buscar algo en su mochila con un poco de nervios y Scott sólo la miraba con una sonrisa dulce.
Suspiré y me fui a sentar a mi banco, fue cuando el profesor entró con unos papeles en mano.

-¡Kira! Olvidaste la investigación que hiciste para el joven que te gusta -dijo entregándole el fajo de hojas,luego se lo dio a Scott y ambos se sentaron en sus asientos.

La peor materia era esta definitivamente,mientras el profesor hablaba, Scott leía la investigación y yo solo leí un poco sobre el tema que íbamos a ver.

-¿Quién quiere pasar al frente y leer en voz alta? -preguntó entonces el profesor -señor Stilinski ¿Le gustaría pasar?

-am...tal vez alguien mas podría hacerlo -propuso.

-todos participan en mi clase señor Stilinski.

-bien. -se puso en pie y se acomodó tras el pequeño estrado donde había un libro acomodado. Noté que Stiles no estaba bien, no había iniciado y a juzgar por sus gestos, al parecer le estaba costando.

-¡Scott! -golpee el hombro de castaño haciendo que alzara la vista hacia su amigo y se pusiera en pie para ayudarlo, conocía esos gestos, estaba tendiendo un ataque de pánico -Stiles, ¿Te encuentras bien? -se acercó al estrado -voy a llevarlo a la enfermería.

En cuanto sonó el timbre tomé mis cosas y me puse en pie, el profesor nos recordó lo que debíamos leer, pero mi mirada y cabeza fueron hacia las pertenencias de mis amigos. Iba a tomarlas cuando Kira se me adelanta.

-descuida, yo me encargo -hablé tomando la mochila de Stiles y la de Scott.

-¿Segura? No es problema alcanzarselas .

-segura -asentí.

Salí y los busque por todos lados, por último me dirigí hacia los vestuarios, los pasillos estaban desolados parecía una película de terror.Apresuré mi paso,pero algo me detuvo, era un coyote salvaje que me observaba a unos metros de donde estaba.

-¡Oh por Dios! -corrí hacia los vestuarios y me encerré ahí, escondiendome detrás de los casilleros.

El coyote rompió el vidrio de la puerta y se metió, cerré mis ojos con fuerza por el miedo,podía oírlo acercarse hasta estar a mis espaldas gruñiendo enojado, retrocedí hasta que alguien tomó mi brazo volteadome, era Scott,rápidamente me puso tras de sí y empujó los casilleros con fuerza tirándolos sobre el animal, pero este había conseguido escapar.

Los policías no tardaron en llegar, entre ellos mi padre, quien ni bien me vio me abrazó con fuerza.

-¿Estás bien? -me revisó con la mirada de arriba abajo.

-papá en serio, estoy bien -intenté calmarlo.

-¿Por qué no fuiste a almorzar como todos los demás?

-dejaron sus mochilas, solo quería hacer algo amable -admití.

-sé que ese chico te gusta, pero hacer que te maten para impresionarlo es muy extremo -murmuró.

-¡Por Dios! No intentaba impresionarlo -miré al castaño de reojo, estaba hablando con Stiles.

-¿De dónde sacaron eso?-un hombre entró y le quitó un bebé de plástico a Stiles. -le pertenecía a mi hija.

-¿Maddy? -Tony pasó por entre la policía y se acercó a nosotros - ¡Gracias a Dios que estas bien! -me abrazó.

-¿En dónde estabas Anthony? Tu hermana pudo morir -dijo mi padre molesto.

-que bueno que haya un caballero de brillante armadura para ayudarla -bromeó.

-esto no es un juego, hijo.

-lo sé, papá -asintió.

Luego de aquello regresamos a casa, claro que papá nos llevó, según él para asegurarse de que el coyote no me ataque por el camino.

-me alegra que Scott estuviera ahí para ayudarte -comentó Tony.

-sí...-fruncí el ceño -pero, ¿como lo supo? Él no estaba en los vestuarios, no había nadie más que yo.

-seguro estaba cerca y vio todo -se encogió de hombros.

-quizás -dije no muy segura. -pero ¿Cómo explicas la súper fuerza para tirar los casilleros?

-¿Esteroides?

-no, estoy segura de que es algo mas -suspiré.

-relajate, puedo haber sido un pico de adrenalina.

-sí, tienes razón debió ser eso -asentí.

»──── « ☀🌑☯ » ────«

Entre al colegio y lo primero que paso fue que un rollo de papel higiénico reboto en mi cabeza, rodee los ojos al tiempo que me apresuraba en llegar a mi casillero, era treinta y uno de octubre, día de las bromas.

-hola -cerré mi casillero encontrándome con un castaño apoyado en mi casillero, sonrió coqueto. -soy Aidan.

-Madison -me presenté.

-¿Estas soltera?

-sí, y para que sepas, no eres mi tipo -mi mirada se cruzó con la de Scott.

Aidan notó que estaba observando a alguien detrás de él por lo que volteo, rápidamente desvío la mirada.

-ya veo -murmuró.

-lo siento, tengo que ir a mi clase. -prácticamente huí de él, por el camino los chicos me alcanzaron.

Ni bien entramos al salón de economía, Scott y Stiles soltaron una pequeña risa, los voltee a ver con una ceja en alto.

-¿Y a ustedes que rayos les pasa?

-¡oh! Ya lo verás -sonrió Stiles.

-¿Scott?

-lo siento, no quiero arruinarlo -se sentó delante de mi.

-no se vale -formé un puchero con mis labios al tiempo que me dejaba caer con pesadez en mi pupitre.

-¡Malna...! ¡Ah! -se oyó al entrenador en su oficina, algunos chicos rieron al oírlo caerse.

-¿Esto tiene que ver con ustedes? -miré al par delante de mí.

-los mejores -respondió Stiles orgulloso.

El entrenador salió de la oficina molesto -noche de travesuras, la noche del demonio ¡No me importa como le digan! ¡La odio tanto como la noche de brujas! -reímos sin poder evitarlo - ¿Creen que es gracioso que de travesuras y la de brujas lancen huevos a mi casa? Escuchen, se supone que la casa de un hombre es su castillo -golpeó la mesa de Scott asustandolo pero eso no freno las risas -mi castillo parece un omelette -volteó hacia su escritorio y tomó una cajita -¿Y esto? ¿lo haremos de nuevo? Pues no me parece -todo el salón quedó en silencio, el entrenador tiró el obsequio al piso y lo piso con fuerza, se oyó como algo de porcelana se hacia añicos. Finstock se agachó y tomó un pedazo de lo que parecía una taza -feliz cumpleaños con amor Greenberg -leyó la carta que traía el obsequio.

Cuando salimos de la clase de economía me topé con varios policías recorriendo la escuela, entre ellos mi padre al cual alcancé.

-¿Qué está sucediendo?

-hay un hombre muy peligroso suelto y creemos que está aquí -explicó mirando hacia todos lados. -ten cuidado ¿Sí?

-tu igual -dejé un beso en su mejilla y me dirigí hacia mi casillero por los libros de la próxima hora, aunque algo me dice que suspenderán las clases.

Mientras estaba en el comedor, se oyó la alarma de incendio por lo que tomé mis cosas y salí al patio con todos los chicos.

»──── « ☀🌑☯ » ────«

Era de noche,cuando bajé tras terminar mis deberes y entré a la cocina,mi padre estaba allí con un mandil y manoplas.
Me resultó extraño porque desde hace tiempo que él no cocina, por lo que general lo hago yo o pedimos delivery.

-¿Qué es lo que se está quemando? -pregunté divertida.

-no es gracioso -se sacó las manoplas y tomó su celular en el que empezó a marcar un número. -invite a alguien a cenar -me miró de arriba abajo -ponte algo bonito, no provocador.

-¿Por qué?

-creeme, me lo vas a agradecer -en eso se oye el timbre. -¿puedes ir a abrir?, por favor.

Suspire y regresé a la sala para abrir la puerta, en ese instante la cerré por la sorpresa.

-¿Maddy?

Respiré hondo y abrí de nuevo -hola -sonreí nerviosa.

-hola -sonrió.

Corrí al segundo piso y me cambié con algo decente, para cuando bajé mi padre y hermano hablaban con Scott de temas triviales.

-hubo un pequeño inconveniente con la comida, por lo que me vi en la obligación de pedir delivery -explicó -espero puedas disculparme.

-no hay problema, señor -respondió el castaño.

-McCall -mi hermano llamó la atención de nuestro vecino -gracias por salvar a mi hermanita.

-oh, no es nada -volteó a verme con una sonrisa. -lo haría de nuevo con gusto, aunque no creo que se repita, el coyote ya fue atrapado.

Bajé la mirada avergonzada, había dicho que prácticamente arriesgaría su vida por mi,eso me pareció muy lindo, ningún chico antes me había dicho algo como eso, ni siquiera Theo.

-espero que te guste el sushi, a Tony se le antojo comida japonesa -mi padre dejó el plato frente a nosotros.

-la verdad nunca había probado -admitió -¿Eso es pescado crudo?

-sí, eso es el sushi...aunque el arroz está cocido -dijo mi hermano divertido.

-puedo pedir una pizza, si quieres -propuse.

-no, esta bien.

Tomó los palillos y como pudo agarró una pieza pero esta se resbaló y terminó golpeando mi rostro.

-no suelo comer el sushi así, pero gracias -bromee, tomando una servilleta para limpiarme.

-¡Oh por Dios! ¡Lo siento tanto!

-no te preocupes -sonreí.

-esto se va a poner bueno -dijo mi hermano entre risas.

Intentó tomar otro trozo pero se le cayó, logre tomarlo con mis palillos y se lo tendí para que comiera.

-la próxima vez, yo elijo el menú -comentó mi padre mirando a mi hermano.

-que no sean espaguetis o terminara peor.

-¡Tony! -exclamé avergonzada.

-entonces...se mudaron de Texas aquí.

-así es, escapamos del pasado -habló mi progenitor, bajé la mirada recordando todo lo que vivimos. -Maddy ¿No te ha dicho nada?

-solo que decidieron cambiar de aires, es todo.

-y Scott...Stilinski me comentó que trabajas en la veterinaria del pueblo.

-así es -sonrió.

-¿Piensas dedicarte a eso?

-pues sí, me gustan los animales -respondió.

-también es el capitán del equipo de lacrosse -dijo mi hermano.

-deportista, me agrada -mi padre me miró de reojo.

-aún no lo he visto jugar ¿Cuándo es el próximo partido, Scott? -lo voltee a ver y fue cuando lo noté y no solo fue por su rostro -¿Scott te comiste tu wasabi?

-creí que era guacamole -dijo como pudo.

Tony soltó una risa que camufló tomando de su coca cola.

-creo que iré por un poco de leche -mi padre se puso en pie y se dirigió a la cocina.

-¡Dios! Siento que mi boca se derrite -tosió.

-ten -mi progenitor dejó un vaso de leche frente a él, Scott no tardó en tomárselo todo rápidamente.

Al final optamos por pedir una pizza para ambos.
Entre a mi habitación con la pizza y un par de latas de pepsi para cada uno.
Al verme Scott sonrió -¡Oh! ¡Gracias a Dios!

-debimos pedir pizza desde un comienzo -rodee los ojos con diversión.

Nos sentamos en mi cama a comer en silencio pero no uno incómodo sino que era agradable, Scott me transmitía seguridad y eso me agradaba.

-deja de mirarme o me gastaré -bromee volteando hacia él.

-lo siento, no puedo evitarlo -bajó la mirada avergonzado.

Una hora mas tarde luego de pasar un agradable velada, Scott decidió que ya era hora de volver a su casa, por lo que lo acompañe afuera.

-gracias por la cena -rompió el silencio.

-¿Por el sushi o por la pizza?

-ah...la pizza estuvo bien -reímos a unísono.

-eres un chico grandioso -admití -y no lo digo porque evitaste que me comiera un coyote o terminara inconsciente por mi ataque de pánico.

-¿Hice algo más?

-Sí, te preocupas por mi y eso es muy lindo -expliqué.

En eso sonó su celular -me tengo que ir.

-ve con cuidado ¿Sí?

-claro -caminó hasta su casa, supongo que iría por su moto.

-¡Espera! -lo alcancé, me puse de puntas y dejé un beso en su mejilla. -¡Gracias!

-de nada -sonrió.



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