Pov Madison:

Aprovechando que los niños estaban en el colegio fui por Scott a la cocina, estaba preparando algo de comer.

—cariño —dije apoyándome en el marco de la puerta, él se volteó a verme con una sonrisa —¿Qué tal si...vamos arriba y empezamos con nuestro proyecto? —mordí mi labio inferior.

—no se diga más —dejó lo que estaba haciendo para acercarse con rapidez y tomarme de la cintura quedando a horcajadas suyo, momento en que me besó apasionadamente.

—¡wow! ¿Estás en celo? —pregunté entre besos.

—quizás un poco —admitió caminando hacia las escaleras.

—prométeme que no romperemos otro mueble o pared —le quité la remera y bajé mis besos a su cuello.

—no puedo —hizo una mueca. —tú sabes que el autocontrol no forma parte de mí.

—bueno es saberlo —reí.

—extrañaba esto —admitió enterrando su nariz en mi cabello por unos segundos —tu perfume, tu risa, las noches de pasión, romper cosas cada vez que lo hacíamos, de verdad me hiciste mucha falta.

—pero aquí estoy y no me voy a ir —busqué su mirada.

Me besó a sangre fría en el mismo instante que me dejaba sobre la cama con suavidad y me quitaba con suavidad la remera.

Los besos y caricias subieron hasta que nos unimos demostrando todo el amor que nos sentíamos. Se tiró a mi lado abrazándome mientras nos tapaba con la sábana.

—vamos a tener que cambiar la cama —bromeó.

—¡Lobito! —exclamé hundiendo mi cara en su pecho amortiguado mi risa.

—Ángel...Ángel mírame —pidió, por lo que tímidamente subí la mirada —¿Eres feliz?

—¿Por qué me preguntas eso?

—curiosidad —se encogió de hombros.

—contigo a mi lado, nuestros hijos, nuestra familia...soy feliz, lo soy desde el momento en que te conocí.  —acaricié su mejilla.

—¿Te casas conmigo...otra vez?

—¿Qué? —me incorporé sorprendida.

—¿Qué si...?

—¡ya oí!...Scott...yo...aún no me siento lista para renovar nuestros votos —bajé la mirada apenada.

—¿Es por Magnus? Él ya no está aquí, huyó a Transilvania.

—¿Pero y si vuelve? ¿Y si esta vez hace que te mates en vez de a mi? No quiero pasar de nuevo por eso. —me acomodé otra vez sobre su pecho.

—voy a esperar hasta que estés lista —besó mi cabeza —de todas formas estamos casados aunque, quería reemplazar aquel día, que nada de lo que pasó con Magnus pasará y que al terminar la fiesta nos fuéramos a Italia de luna de miel y hacer todo lo que planeamos.

—lo haremos, pero no aún, te lo prometo  —besé sus labios de forma casta.

Pov Emily:

Tras salir del departamento de Peter fuimos directamente a casa, ya era tarde y estaba segura de que mis padres se estarán preguntando en donde nos metimos.

—así que...necesitamos de una Banshee —dijo Eli luego de un rato de no hablar. —¿Conoces alguna que no sea Lydia?

—si, creo que sí...aunque ella probablemente no sabe que lo es.

—¿Addison? —me volteó a ver de reojo. —¿Es una broma? Necesitamos a una más experimentada.

—Eli, ella podrá, pero...primero debemos  activar su poder.

—si, creo que tu padre no nos ayudará con eso. —suspiró.

—no, no lo hará —me eché hacia atrás en el asiento —de vuelta, no tenemos nada.

—debe de haber una forma para activar sus poderes que no requiera de un alfa —pensó el Hale menor.

Finalmente llegamos a casa, todo parecía tranquilo hasta que entramos y nos topamos con mi padre de brazos cruzados y con un semblante muy serio en el rostro.

—¿Acaso estas son horas de llegar?

—papá, son las seis de la tarde —le resté importancia —¡relájate!

—¿Relajarme? Peter Hale me dijo que ustedes dos fueron a su casa —ambos nos miramos asustados —¿para qué fueron?

—nada, solo quería verlo, ya lo extrañaba —mintió Eli.

—Eli, si vas a mentirle a un alfa, al menos no seas tan obvio —gruñó mi progenitor. —sé que quieren revivir a Derek y por su bien, paren con esto, no saben con lo que se pueden topar.

—papá pero Peter revivió y se lo ve bastante bien —me encogí de hombros.

—él no debería estar vivo, no es el ciclo natural de las cosas.

—¿Y que hay de mamá? —pregunté molesta.

—tú madre no debía morir, Peter sí.

—mi padre lo mató, no fue una muerte natural. —comentó Eli.

—¡basta! No seguiremos discutiendo sobre eso, vayan a su habitación —señaló las escaleras.

Solté un pequeño bufido antes de subir las escaleras.

—no vamos a rendirnos ¿verdad? —murmuró Eli, negué con la cabeza en caso de que mi padre nos estuviera escuchando.

A la mañana siguiente, notamos a mamá mucho más alegre que de costumbre.

—¿Dormiste bien, mamá? —pregunté con una sonrisa.

Ella miró a mi madre y se sonrojó —ah, se puede decir que sí ¿por qué preguntas?

—es que...estás de muy buen humor—me encogí de hombros.

—tuve un lindo sueño —dijo como quién no quiere la cosa.

—no es cierto —Tyler entró a la cocina. —Emily, ¿recuerdas cuando te dije que nos harían un hermanito? —asentí —bueno, eso.

—ahh...¡agh! —hice un mueca de disgusto cuando se me presentó una imagen bastante peculiar en mi cabeza.

—chicos, hoy ni bien salgan de la escuela se vienen para aquí, nada de que irse a revivir hombres lobo.

—si papá —respondí entre dientes.

—sé que están molesto pero es por su bien —dejó un beso en mi cabeza y salió de la cocina.

—mamá, tienes que apoyarnos en esto.

—no niños, su padre tiene razón, es peligroso. —comentó mientras preparaba su café.

—no es justo que Allison esté viva y mi padre no, me parece un despropósito, él no se merece esto.

Eli tomó sus cosas y salió de la cocina —¡Eli! —lo llamó mi madre, pero él no hizo caso.

Me puse mi mochila —ya me voy, cuídate —dejé un beso en su mejilla y me fui.

—tú también cuídate mucho, hija —respondió.

Salí de la casa y me subí al jeep, no me pude ni acomodar que ya Eli aceleró alejándose de nuestra casa, vale aclarar que Ty estaba en el asiento trasero.

—no voy a rendirme, voy a traer a mi padre de regreso.

—por supuesto que sí —sonreí.

Llegamos a la escuela y Addison ya nos esperaba ansiosa.

—bueno, esto es lo que sacamos de Peter —le pasé la hoja en donde escribí todo lo que él nos dijo —pero hay algo más...necesitamos una banshee.

—mi madre no va ayudarnos en esto —murmuró Addison leyendo la hoja —pero yo sí.

—¿Y cómo se supone que te activemos tus poderes?

—yo me encargo de eso —sonrió.