Llegamos al lugar donde estaba el nemeton, era enorme y sus raíces se extendían por todo el lugar, era el árbol más grande que había en el bosque.

—¡ahí está! —señaló Malia.

—¿Es eso? —pregunté sorprendida —es...solo un tronco, creí que se vería más mágico.

—la magia está en su interior —dijo mi padre abrazándome por los hombros con su brazo.

—¿Por qué eso sonó como frase barata de Disney? —se burló Stiles.

—cállate —rodó los ojos.

—¿Qué hacemos con Argent? ¿Y Con Cordell?

—ah...creo que ahora no tengo señal —el hombre a mi lado miró su celular —aunque respondieran, no lo sabría.

—debemos hacerlo ya —dijo tía Lydia. —no podemos esperarlo.

—pero son sus hijas —replicó mi progenitor.

—dijo que tenía que ser hoy.

—querrían que lo hiciéramos sin ellos —habló Malia.

—¿Esto tiene que ver con mamá? ¿Por qué? —subí la mirada hacia mi padre.

—en parte sí y...no puedo decirte el por qué, cariño.

—Ella murió en un accidente de auto ¿Verdad? —inquirió Tyler.

—el castaño suspiró —luego de hablamos de eso.

—estás mintiendo —Di un paso atrás rompiendo nuestro agarre.

—Ally... —intentó tomar mi brazo.

—no —me alejé aun más —no te quiero cerca, nos mentiste toda nuestra vida.

—no toda, desde los...dos —los adultos miraron a Malia sorprendidos. —¿Está fuera de lugar?

—mucho —asintió Stiles.

—porque la realidad es muy difícil de comprenderla, y no quiero meterlos en eso, es peligroso.

—vamos, dijiste que los vampiros y hombres lobo no existen, no es como si uno la hubiera matado —dije sarcásticamente.

—pueden terminar esta plática luego —opinó Lydia.

—tienen que irse —Malia miró a su primo.

—oh...sí, de todas formas tengo un partido de lacrosse —comentó, volteó a verme —¿Quieres venir?

—si —acepté

—no —respondió mi padre al mismo tiempo, me miró y luego a Eli —no quiere.

—iré con él —tomé la mano del castaño y nos fuimos de allí con Addi y Tyler pisando nuestros talones.

—le diré a papá que los vi —dijo el ojiverde mientras nos íbamos.

—no, esto es algo así como...

—personal —terminó la pelifresa por mi padre.

—no te preocupes, no diré nada. —su ánimo decayó.

Pov Scott:

Vi a ambos niños alejarse y no pude evitar compararlos conmigo y Madison, por alguna razón no quería que ella estuviera con él, quizás porque es un Hale y ellos están rodeados de...catástrofe, si perdiera a Ally no se que sería de mi.

—oye —Stiles llamó mi atención  —físicamente es igual a ti pero mentalmente es Madison.

—me vuelve loco pero...no quiero perderla, por eso los saqué a ambos del mundo sobrenatural.

—Scott, lo sobrenatural es parte de ellos —comentó Lydia —entiendo la protección cuando eran niños pero ahora...creo que merecen saber que son híbridos de vampiro y hombre lobo.

—no puedo, ¿viste la cara de Ally cuando entendió que la razón real de la muerte de su madre no es la que le hice creer?

—si, será difícil pero es lo mejor para ella.

—lo haré —asentí.

Sacamos las cosas para hacer el ritual, suelo del lugar donde murieron, en el caso de Allison era un poco de tierra y en el de Maddy un poco de cemento, el arma que les dio muerte, la espada del oni y la daga de mi esposa.

Lydia tomó las armas . —¿Por qué me miras así? —preguntó a la coyote. —yo no escribí las instrucciones.

—si lo hiciste, literalmente las escribiste.

—sabes lo que quise decir —rodó los ojos.

De repente se sintió una brisa extraña —¿Siente eso? —miré a la pelifresa.

—si.

La tierra y el cemento en mi mano salieron volando y se metieron al tronco y las armas se clavaron en el tronco. —¡Maldición! ¿Qué diablos...?

La brisa se volvió un fuerte viento que nos iba arrastrando a medida que las armas se iban clavando más y más en el nemeton hasta desaparecer, luego todo se calmó.

—bueno, fue divertido ¿Quieren ir a comer algo? —todos miramos a Malia.

—¿Qué? —preguntó Stiles confundido.Miramos el lugar una última vez.—vamos amigo, te invito una cerveza.

Fui con él y caminé detrás hasta que sentí que algo pasaba —chicos —los llamé para luego voltear hacia el nemeton donde había una extraña luz que fue creciendo hasta evaporarse dejando ver como se materealizaban dos cuerpos desnudos.

—¿Ángel?...es Maddy —no lo podía creer.

—y Allison —señaló Stiles el cuerpo de al lado.

—está viva —dije con lágrimas en los ojos.

Stiles tomó en brazos a Allison y yo a Maddy, no podía creer que la tuviera en mis brazos otra vez.
Pude sentir su respiración lo que hizo que estuviera un poco tranquilo, pero había cosas que no tenían sentido, ambas tanto mi esposa como Allison fueron cromadas ¿Cómo era posible esto?

—no puede ser real —rompí el silencio en la camioneta —ninguna de las dos —no pueden ser ellas, fueron cremadas.

—se ven sin cremar para mí —opinó Malia quién iba al volante.

—no sólo están sin cremar, también fueron reconstituidas de la nada —comentó Lydia asustada.

—¿eso no estaba en las instrucciones? —preguntó Stiles. —tengo una pregunta ¿Qué haremos cuando despierten?

—si es que despiertan...

Unos minutos más tarde estábamos entrando al hospital con ambas chicas

—¡necesitamos ayuda! —exclamé, mi madre que nos vio llegar, se acercó rápidamente. —mamá tenemos un problema.

Ella miró con mucho cuidado a la mujer en mis brazos, una dulce sonrisa se dibujó en su rostro. —se parece a Madison —su sonrisa desapareció —Scott, ¿por que se parece exactamente a Madison? —luego notó a Stiles —¿Y esa es Allison?

—¿En verdad quieres saber? —inquirí.

—sólo llevala adentro —murmuró.

—Scott —Lydia se aproximó y tomó el brazo de Maddy —¿Esto es una mordida de lobo?

—es mía —admití —aquella noche en mi desesperación...la mordí.

Pov Emily:

Fuimos a casa de Eli para que recogiera sus cosas y luego lo llevamos a la preparatoria, donde sería el partido.

—Ty...si mamá no murió en un accidente de auto ¿Qué le pasó?

—eso quisiera saber —suspiró.

—chicos dejemos eso de lado, hay que hacerle porras a Eli —Addi llamó nuestra atención.

Subimos a las gradas y nos sentamos para poder disfrutar el partido.
Admiré todos el lugar sin poder creer que aquí mismo estuvieron nuestros padres antes, mi padre corriendo por el campo anotando varios puntos y mi madre seguramente en estas gradas alentandolo.

Cuando los jugadores junto al entrenador llegaron, un hombre de cabello negro y ojos verdes muy apuesto, se sentó junto a nosotros.
Pude notar que frunció el ceño y volteó a nosotros, juró que parecía que nos estaba olfateando como si de un perro se tratase.

—Scott —murmuró.

—¿disculpe? —lo voltee a ver.

—ah...nada —sonrió, ¡mierda! era demasiado atractivo para ser real —lo siento.

—es que dijo el nombre de mi padre y me causó curiosidad —hablé cuando hallé mi voz.

—bueno, existen muchos Scott en el mundo. —rió nervioso.

—claro —no le creí.

—Eres su hija ¿verdad?

—si se refiere a Scott McCall, pues sí y él es su hijo —señalé a mi hermano —Tyler...¿Conoce a mi papá?

—si, es como un hermano para mí y también conocí a tu madre, una bella y extraordinaria mujer.

—¿Puedo preguntar quién es usted? —inquirí amablemente.

—Derek, Derek Hale —se presentó.

—es el padre de Eli —habló mi hermano.

—es un gusto conocerlo, señor Hale.

—por favor, dime Derek —sonrió.

—Derek —me corregí.

El partido comenzó y fue bastante ameno, mi hermano que entendía más, estaba gritando indicaciones como un loco. Finalmente en el segundo tiempo dejan entrar a Eli, pobre, el lacrosse no se le daba muy bien.

—¡Ay! —exclamé al ver el golpe que le dieron al ojiverde, Derek corrió hacía el campo para ayudar a su hijo, me recordó a mi padre.

—¡no puede ser! —exclamó el entrenador, quién miró la tribuna y su mirada se posó en nosotros —¡tú! —señaló a mi hermano —me resultas familiar...¿Cómo te llamas?

—Tyler, señor, Tyler McCall —se puso en pie.

—¿McCall? —una sonrisa como la del gato de cheschire decoró su rostro —¿Juegas lacrosse?

—si, señor.

—creo que hoy es mi día de suerte, ¡ven aquí! ¡Vas a jugar! —exclamó feliz.

Mi hermano bajó al tiempo que Eli era llevado en brazos por su padre a los vestidores.

—¿Eres hijo de Scott? Dime que sí.

—lo soy, entrenador. —respondió mi mellizo.

—adoro a ese niño como si fuera mi propio hijo.

—ah...okay —la cara de Tyler era todo un poema.

Me estaba aburriendo aquí y Addi no me prestaba atención por lo que bajé de las gradas y me encaminé hacia los vestidores.En eso veo pasar a Eli corriendo. —Eli ¿Qué ocurre?

—no hay tiempo ¡vamos! —tomó mi mano y tiró hacia fuera, nos metimos al auto de su padre y condujo lejos de ahí.