Pasaron dos meses desde el babyshower, la panza había crecido considerablemente y cada vez me costaba más moverme, tenía a Scott detrás siempre porque ni calzarme podía.
Habíamos arreglado la habitación de huéspedes de mi casa para los pequeños, sería temporal hasta que pudiéramos mudarnos a nuestra propia casa.
-es increíble que solo falte un mes -dijo Scott acariciando mi vientre.
-podremos conocer a nuestros bebés -sonreí -no puedo esperar para ver sus caritas.
-si yo tampoco puedo esperar -Stiles se puso entre ambos -nuestros hijos serán hermosos -sonrió -¿No, amor? -miró a Scott.
-¡quítate! -lo empujó, el castaño lejos de ofenderse rompió en carcajadas.
-tanta cursileria iba a matarme.
-Stiles, ¿No deberías ir con Lydia o intentar arreglar tu relación con Malia? -pregunté.
-no, Scott me pidió que me quedara por si acaso.
Este último mes los chicos se han estado turnando para cuidarnos en caso de parto prematuro.
-bien, es tarde, iré a dormir -miré al alfa -Scotty -estiré mis manos para que me ayudara.
-voy contigo.-me siguió el paso hacia el piso de arriba.
Estábamos durmiendo cuando siento movimiento a mi lado.
-¿Qué pasa cariño? -pregunté somnolienta.
-van a nacer -admitió.
-la que los lleva dentro soy yo y no estoy teniendo contracc...-me senté rápidamente al sentir un intenso dolor en la cintura. —¡Uff!
-olfato de lobo nunca se equivoca -dijo divertido.
-eres un perro -le saqué la lengua. -¡uf! -enseguida me llegó otro dolor.
-voy a llamar a mi mamá -sacó su celular.
-Scott, las contracciones tienen que ser cada cinco minutos -la recordé -por ahora son cada tanto.
-¿Segura? -asentí
Me acosté tratando de conciliar el sueño, total las contracciones estaban siendo moderadas.
-¿Puedes dejar de mirarme?
-no lo hago -respondió
-siento tu mirada clavada en mi.
—es que estos pequeños quieren nacer —sentí como corrió un poco las mantas y alzó mi remera —¿Verdad? —dejó un beso en mi vientre.
—reí —me haces cosquillas —acaricié su cabello suavemente.
—no puedo esperar para conocerlos y tenerlos en mis brazos —sonreí al escuchar lo tierno que se oía hablándole a mi vientre, no me contuve y abrí mis ojos para verlo.
-estoy preocupado -murmuró.
-tengo que ir al baño -me senté y con algo de esfuerzo me puse en pie.
En ese momento sentí una contracción y como se mojaba mi ropa interior. Me quedé quieta en mi lugar. —¡oh por Dios! —un dolor agudo me atravesó por completo.
-se te rompió la fuente -asentí. -voy a despertar a Stiles.
Corrió hacía abajo y se escuchó un ruido fuerte seguido del quejido del humano.
Mientras tanto yo intentaba no morirme a causa del dolor que me generaban las contracciones.
-¡MALDITO PERRO SARNOSO! -gritó enojado.
-mis hijos van a nacer, Stiles -le respondió.
-voy a prender el Jeep -contestó.
Scott volvió y me ayudó a cambiarme para luego bajar.
-cariño, el bolso -el castaño regresó a la habitación y luego apareció con lo que le había pedido.
-voy a llevarlo al auto -Salió y a los pocos minutos volvió. -¡Vamos!
-Scott
-¿Qué?
-pantalones -señalé sus piernas descubiertas.
-¡mierda! -cuando pasó por mi lado golpeé su trasero con fuerza -¡au! -se fue hacia adelante por la sorpresa.
Tras unos minutos más en los que tuve como cinco contracciones seguidas, el apareció castaño, salimos a la calle, se subió al auto y se fueron.
-si la embarazada soy yo ¿A quién llevan a parir? -me pregunté soltando una pequeña risa.
Hicieron dos cuadras hasta que notaron que yo no estaban, se acercaron en marcha atrás.
-lo lamento amor -se disculpó ayudándome a subir a los asientos traseros. -estabamos nerviosos.
-ya lo noté -cerré mis ojos al sentir una nueva contracción -¡Dios! Realmente duele mucho -el castaño tomó mi mano y el dolor se disipó un poco.
-¿mejor? -asentí.
-trata de no ensuciar a Roscoe -dijo Stiles mirándonos por el espejo retrovisor.
-ay y yo que pensaba parir aquí -respondí con notable sarcasmo.
Llegamos al hospital y Scott entró conmigo en brazos, no sé de dónde sacó tanta fuerza pero aquí estábamos.
Melissa llegó rápidamente con una silla de ruedas donde el alfa me dejó con suavidad.
El dolor se había intensificado demasiado, sentía que me estaba muriendo.
-todo va a estar bien, Maddy -aseguró Melissa mientras nos dirigíamos a una habitación para cambiarme.
-¡¡¡Ahhh!!! -grité al sentir una contracción mucho más fuerte que las anteriores.
-respira hondo -la castaña intentó ayudarme a relajarse, hice lo que me indicó.
Una vez cambiada, llegó mi tío Erik, al parecer y para suerte mía, estaba de guardia.
-tengo que revisarte, es posible que duela un poco -asentí abriendo mis piernas, Scott tomó mi mano quitando un poco de dolor. -cinco de dilatación -miró a Melissa -tendremos que esperar.
-no es posible -lloriquee -Ambos salieron dejándonos a Scott, Stiles y a mi a solas. Me puse en pie, ya no quería estar acostada y comencé a caminar despacio, había leído que ayudaba a dilatar.
Me apoyé en la camilla -¡ah! -el alfa acarició mi cintura en un intento por ayudarme.
-si pudiera te sacaría todo el dolor -murmuró.
-vinimos lo más rápido que pudimos -Genny entró seguida de Tonny,mi padre, Lydia, Malia, Liam y Kira. -afuera están los demás.
-¿Los demás?
-Alek y su manada -explicó Tony. -¿Cómo te sientes?
-¿Tú como crees? -mis ojos de vampiro se hicieron notar por el enojo -¡estoy por expulsar a dos bebés de mi cuerpo!
-ya -Scott quitó un poco de dolor
-puedo ayudar -Malia tomó mi otra mano, pude ver las venas negras marcarse en sus brazos -¿Mejor? -asentí.
-no lo hagan en exceso -les advirtió Stiles.
-podemos rotar -propuso Liam.
-no -negué -no quiero que se agoten por mi. -sentí una super contracción, tuve intención de pujar.
-¡No pujes! - Melissa me detuvo
-ya no aguanto -estaba al borde de las lágrimas.
-si no estas completamente dilatada es peligroso -explicó la enfermera.
-Scott Gregorio McCall, esta es la primera y última vez que doy a luz ¿Comprendiste? -gruñí tomándolo de la remera para acercar su rostro al mío.
-hacer un bebé es trabajo de dos -dijo divertido.
-créeme esta vez no olvidaré los anticonceptivos.
-ya de por sí, presenciar esto es anticonceptivo -opinó Malia.
Las horas pasaron y cada vez era peor, mi tío pasó un par de veces para cerciorarse de que dilatara.
-ya estamos listos -dijo en la última revisada -cuando sientas una contracción pujas.
-si -asentí -sosteniéndome de la mano de Scott. Al sentir la contracción puje con fuerza.
-creo que rompiste mi mano -se quejó mi prometido. -¡ah! Ya curó.
-puja -me preparé dándolo todo -vas bien, uno de los bebés está coronando.
Sentí una contracción y puje en ese instante. Melissa se acercó y limpió el sudor de mi frente -vas bien -sonrió.
-tengo la cabeza -dijo mi tío.
Hice fuerza -¡¡¡ahhh!!! -no lo pude evitar, dolía horrorores, pediría la epidural pero estaba casi segura de que no me haría efecto. Un llanto inundó la habitación, respiré hondo con una sonrisa en el rostro cuando vi a Scott sosteniendo a uno de los bebés.
-es Tyler -dijo feliz -Hola pequeño, soy tu papá. -Se acercó a mi -y acá está mamá -lo tomé con cuidado apoyándolo en mi pecho.
-hola Ty -sonreí con lágrimas en los ojos. De repente empecé a sentir que me faltaba el aire.
-Maddy ¿Estás bien? -preguntó Erik -negué -Melissa tomó al bebé. -¿Qué sientes?
-no...puedo...respirar -expliqué con dificultad.
Me revisaron -vamos a suministrarte oxígeno -rápidamente me colocaron una bigotera y me conectaron a algunas máquinas para monitorearme.
-¿Te estuviste alimentado de Scott? -preguntó Melissa
-junté mis cejas pensativa, cuando recordé hice una mueca -la verdad no como debería, estuve usando el collar la mayor parte del embarazo por lo que no me hizo falta.
-esto complica las cosas -dijo mi tío -la sangre de Scott era fundamental durante el embarazo para poder dar a luz sin complicaciones.
-¿Hay algo que podamos hacer? -inquirió Scott.
-no mucho.
-podemos darle mi sangre ahora ¿No?
-Scott ya es tarde -Melissa lo miró con lástima.
-no, no lo es, saquenme sangre -demandó.
Con pocas esperanzas, extrajeron la sangre y me dieron la bolsa para que tomara poco a poco, tuve que parar por las contracciones.
Tan rápido como pasó todo el líquido escarlata por mi garganta, fue expulsado , vomité todo lo que ingerí, mi cuerpo lo había rechazado. -esto no es bueno -hice una mueca mientras limpiaban las manchas en mi rostro.
-bueno, ya es hora de que nazca la pequeña -Erik me revisó -puja.
Pujé ante la primer contracción que sentí, dolía considerablemente más que hace rato.
-eso -dijo Melissa
Puje tres veces más -¿Qué pasa? ¿Por qué Emily no sale? -pregunté asustada.
-no siento su cabeza -dijo mi tío -a ver, puja -hice lo que me pidió -ahí está, viene en posición de nalgas -explicó. -Scott, Melissa necesito que abran las piernas de Maddy un poco más y que no las cierre.
-¿Qué...? -me estaba asustando.
-tranquila, tu concéntrate en sacar a la bebé -asentí -cuando sientas contracción, puja. -hice lo que pidió como unas dos veces más -bien, ya casi estamos, necesito que ahora pujes con todas tus fuerzas -asentí.
Cuando la contracción llegó puje con todas mis fuerzas, estaba exhausta pero lo di todo por mi bebé -¡¡¡ahhh!!!
El llanto de Emily me hizo sentir que todo valió la pena.
Scott cortó su cordón y la sostuvo en sus brazos -Hola hijita -sonrió -soy tu papá -eres hermosa pequeña Ally -me la pasó con cuidado dejando un beso en mi frente -lo has hecho muy bien,Ángel.
-hola bebé -dije al tenerla en mi pecho -soy tu mamá -sonreí -estoy feliz de tener aquí.
-¡Ya soy abuela! -exclamó Melissa feliz.
En ese momento todo se volvió oscuro para mí.
Narrador omnisciente:
Madison comenzó a compulsionar, la máquina que mediante su pulso se puso como loca, Erik seguido de algunos médicos que habían acudido ante la alerta trataron de estabilizarla.
Por mientras Melissa se encargó de sacar a su hijo y llevarse a los bebés a neonatologia.
-¡No! -gritó Scott intentando volver a entrar pero uno de los médicos lo impidió -tengo que estar con ella -observó a Erik quién lo miró de vuelta.
-mientras estés del otro lado de la puerta, ella estará bien.
-¿Y si no? No puedo perderla -sus ojos se llenaron de lágrimas -es mi ángel.
-no dejaré que mi sobrina se vaya, de eso puedes estar seguro.
-¿Qué pasó? -preguntó Cordell acercándose a un perturbado Scott que aún permanecía frente a la puerta, ahora cerrada.
-tuvo compulsiones y ahora...acaba de entrar en paro -a pesar de estar afuera el lobo podía oír todo, al igual que la coyote y los otros hombres lobos allí presentes. El castaño estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no entrar a la habitación.
-¡¿Qué?! -Tony casi que se descompuso.
-no puede ser -Lydia tapó su boca con los ojos aguados.
-Ella no morirá ¿Cierto? -Alek la miró con sus ojos llenos de lágrimas.
-Lydia no grites -Stiles se puso a su lado. -no lo hagas.
-es algo que si pasa no podré controlar -le recordó.
-es tu culpa, McCall -Alek lo tomó del cuello y lo estampó contra la pared, los gemelos se apresuraron a separarlos, pero su alfa alzó una mano en su dirección frenandolos -ella no estaría así de no ser por ti.
-¿Crees que no lo sé? -se sacó al lobo de encima -no dejó de pensar en eso.
-pues pensar no la va a curar.
-no necesitamos más peleas, así que me controlan la testosterona -dijo Melissa más que molesta.
-la estabilizaron -dijo Scott respirando con tranquilidad.
-¿Por qué pasó eso? -su suegro no entendía nada.
-porque no se alimentó de manera correcta durante el embarazo -explicó Alek.
-si -musito el alfa.
-¿Y los bebés?
-los llevé a Neonatologia -explicó la progenitora del castaño.
-ellos están bien, son perfectos -sonrió con tristeza Scott.
Erik y los doctores salieron de la sala -pudimos salvarla.
Todos en la sala de espera respiraron otra vez.
Holi! Como están? Yo feliz por este capítulo!! Ya necieron los babys o mejor dicho McBabys? 🤣🤣🤣
Espero que les haya gustado ¡Nos leemos!
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