Cuando estábamos volviendo Scott me avisó que pudieron ayudar a el sheriff, resultó que lo que lo estaba envenenando era un pedazo de hueso perteneciente a la quimera que lo había lastimado.
Por lo que fui al hospital con los chicos, claro que Genny me acompañó.

—¡Malia! —exclamé al ver a mi amiga, la cual se acercó y nos abrazamos.

—Maddy, no sabía que estabas aquí —volteó hacia Scott con reproche.

—se suponía que había venido a salvarle el trasero —sonreí hacia el castaño.

—me alegra que estés aquí, te necesitamos —admitió.

—creo que en estos momentos sería más un estorbo que una ayuda —acaricié mi vientre.

—Dios ¡Qué grande!

—tengo seis meses de embarazo —dije con obviedad.

—si, eso veo.

Caminamos hacia Scott y lo abracé casi en automático —Hola lobi...—me separé y observé la gran mancha de sangre en su remera —aún no te curas.

—tardará un poco —suspiró.

—eso espero —acaricié su mejilla.—¿Y Stiles?

—está bien, ahora acompaña a su padre.

—me alegra que Noah se haya recuperado —sonreí.

—Madison —voltee hacia el hombre junto a nosotros.

—Chris —dije sorprendida —regresaste.

—supe que necesitaban una mano.

—es bueno verte aquí, yo ya estoy un poco incapacitada —hice un ademán señalando mi panza.

—¡felicidades!

—gracias...quiero que sepas que Allison fue una persona muy importante para mi y es por eso que mi hija va a llevar su nombre en su honor. —comenté.

—significa mucho, de verdad.

—Tyler y Allison...me gusta —opinó Scott.

—hice una mueca —en realidad es Emily Allison y Tyler Dean.

—son perfectos —dejó un beso en mi frente.

Nos quedamos un poco más para asegurarnos de que Noah y Stiles estuvieran bien y luego fuimos a casa.

—¿Duermes aquí? —preguntó el castaño quitándose la remera con cuidado.

—por supuesto —fui por más gasas para vendarlo.

—gracias —murmuró una vez hube terminado.

—no tienes que agradecer.

Se acostó en lo que yo iba por una remera para usar de piyama.Urgando me encontré con su camiseta de lacrosse, que supuse había traído para lavar.
Rápidamente me metí al baño y me cambié, al salir vi la sorpresa en el rostro de Scott.

—¿Cómo me veo? —me puse de perfil tomando mi vientre con las manos acentuandolo.

—te vez...hermosa —sonrió —¿Puedo tomarte una foto?

—claro —acepté.

Alzó su celular y la luz del flash se prendió al tomar la foto, señal que tomé para romper la pose y subirme a la cama con él.

—jamás creí que te vería con mi camiseta de lacrosse.

—y yo jamás creí que me enamoraría de un hombre lobo —reímos.

—mejor durmamos, presiento que mañana será un día pesado.

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—Dios Scott, ¿Qué es eso? —pregunté  observando la pizzara de corcho con fotos y hilos que el castaño iba poniendo.

—es esto de la última quimera, quiero encontrarla.

—ajá —me pasee por la habitación —creí que Stiles era él que hacía eso de la pizzara con pistas y sospechosos...tú me entiendes.

—por el momento prefiero no molestarlo.

—y es entendible pero...—de repente al terminar de completar el diagrama, tiró del hilo rojo y este hizo que se cayera todo, tenía la cuerda enganchada a la manga de su saco. —deja, te ayudo —tomé su brazo y saque el hilo.

—no puede ser —dijo al ver todas las notas y fotos en el piso.

—tranquilo, lo haremos juntos —dejé un beso en sus labios —eso sí, te voy a pedir que seas tú el que te agaché a juntar todo, tú hijo se cree futbolista y cada que lo hago me patea duro.

—mi hijo...sé oye extraño —tomó las cosas que se habían caído.

—ya te acostumbraras.

—si, eso creo —respondió pensativo.

—tienes miedo ¿no es así?

—algo —se encogió de hombros.

—yo igual ¿Sabes lo que más me aterra? —negó —el parto —hice una mueca.

—va a salir bien —aseguró.

—eso espero —fui acomodando las fotos y notas con ayuda de Scott.

Al terminar Scott decidió ir a visitar a Stiles y Noah, yo por mi parte tenía otros planes.

Entré al cementerio con un ramo de flores en mano, todo el lugar estaba desierto y agradecí eso.
Caminé por el sendero hasta las tumbas más recientes, un que otro gato apareció acompañándome en el camino hasta llegar a aquella tumba.
Con un poco de dificultad me senté frente a la lápida acomodando el ramo en la piso.

—Hola Ally —hablé, la voz me salió algo estrangulada por las lágrimas —tanto tiempo —sonreí apenas —lo siento, estoy algo hormonal y lloró por todo —solté una pequeña risa limpiando secando mis mejillas —tengo mucho que decirte, no sé por donde empezar —suspiré —creo que empezaré porque estoy embarazada y es de Scott, si, y son mellizos, una parejita...al principio tuve la estupidez de pensar en darlos en adopción —alcé la mirada al cielo —con el tiempo comprendí que no podría, son mis cachorros —acaricié mi vientre —no soy loba pero por el momento me siento como una —admití —he de decirte que le pondré Allison a la pequeña en tu honor. —arranqué una hierbas que tapaban el epitafio  —te hecho mucho de menos, las cosas están terribles por aquí, mi ex vino aquí y causó estragos y uno de ellos fue Lydia, ella está muy mal, su madre la internó en Eichen House —otra vez sentí las lágrimas picar en mis ojos —no sé qué haré si la pierdo, ya no quiero perder más personas —negué —no creo poder soportarlo. —suspiré tratando de calmarme —en fin, sé que si estuvieras aquí harías lo que sea por ayudarla y es lo que yo quiero hacer pero, los bebés no me dejan, siento mucha impotencia ¿Sabes? —jugué con mi cabello —en fin, voy a dejarte tranquila, solo venía a hablar contigo, necesitaba desahogarme. Te quiero Ally.

Me puse en pie, observé la tumba por última vez y caminé de regresó a la salida del cementerio.

—¿Maddy?

—Ben —el joven salió de adentro de uno de los mausoleos. —no me digas que estás comiendo rata.

—pues si —hizo una mueca —ni modo que me alimente de un muerto de más de un siglo.

—cierto —asentí.

—que bonita panza —sonrió —te asienta muy bien.

—¡Dios! No digas eso —bajé la mirada apenada —no creo que quiera otro bebé luego del parto.

—si, no te culparía —reímos.

—bueno, debo volver.

—claro, nos vemos luego —Caminó de nuevo hacia la tumba.

Cuando salí encontré a Scott en su motocicleta.

—¿Qué haces aquí? —pregunté confusa.

—eres la única que me queda, necesito tu ayuda.

—a tus ordenes lobito —dejé un pequeño beso en sus labios. —¿Cómo supiste que estaba aquí?

—seguí el rastro de tu olor.

—claro, eso tiene sentido —solté una pequeña risa.

—¿Viniste a verla?

—yo...hace mucho que no la visitaba y necesitaba desahogarme —expliqué.

—Ángel —me tomó con cuidado de la cintura y me encerró en un cálido abrazo.

—no quiero perderla —admití.

—la vamos a salvar, además es Lydia, ella es más fuerte de lo que aparenta.

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—Dios, ¿Cuanto tardaras en curarte? —pregunté haciéndole otra curación —me está preocupando que no sane.

—El inhalador tenía mucho wolfsbane y lo use demasiado, así qué...

—tiene qué haber una manera de lo que lo expulse más rápido. —comenté.

—ojalá fuese así de fácil —dejó un beso en mi frente —gracias.

—quiero matar a Theo —gruñí.

—ya somos dos —volteamos hacia la puerta donde se encontraba Stiles —Hola —entró a la habitación. —¿Aún no has sanado?

—a veces me toma más tiempo.—respondió —¿Qué haces aquí?

—¿supieron del hombre que mataron en la torre de telecomunicaciones?, creo que descubrí algo.

—¿Quieres nuestra ayuda? —preguntó el alfa.

— si, dijiste que...puedes encontrar pistas que yo no. —asentimos —miren esto —nos mostró un video en su celular —es cuando el técnico llegó, lo ven entrar, luego entra la oficial Clark, luego algo muy rápido y grande sale...ahora sale Clark, después los paramedicos sacan el cuerpo del técnico.

—bueno, que no vi.

—se veía como un lobo en cuatro patas, negro y muy veloz —expliqué. —además de que entraron dos personas y salieron tres.

—si, justo eso —afirmó Stiles. —revisé las grabaciones no entro una sola persona a ese edificio antes que el técnico en todo el día, así que, ¿de donde salió la cosa grande y rápida?

—hay otra entrada —comprendió Scott.

—¿y que es esa cosa? ¿Otra quimera? —cuestione.