Mientras estuve internada aproveche para leer un poco más sobre los doctores del miedo y a pesar de que fue muy difícil, a medida que leía recordé la noche que mi mamá murió, en el recuerdo pude ver a dos hombres, uno fue el que me mordió y él otro mató a mi madre.

-¿Estás bien? -preguntó Tony quién se había quedado esa noche conmigo a cuidarme.

-recordé aquella noche -admití -había dos hombres, uno me mordió y el otro mató a mamá.

-¿Cómo es posible que lo recordarás luego de tanto tiempo? -frunció el ceño.

-este libro hace que recuerdes encuentros sobrenaturales -expliqué.

-curioso -murmuró -¿Y cómo era el hombre misterioso? Sabemos que uno es Aleksander.

-era alto y joven...quizás tenía la edad de parrish, unos treinta y tantos...tenía el cabello castaño -suspiré -es todo lo que recuerdo.

-sirve, quizás podamos pedir que realicen un dibujo a base de las descripcion que tienes de él -asentí -bien, será mejor que descanses -tomó el libro y lo dejó en la mesita, luego acomodó la sábana sobre mi cuerpo y por último dejó un beso en mi frente -buenas noches, pulguita.

-buenas noches, jirafa -sonreí para luego cerrar mis ojos.

Estuve un buen rato para conciliar el sueño, todo lo vívido recientemente estaba haciendo estragos en mí.
Finalmente luego de ponerme a contar ovejitas logré dormirme.

A la mañana siguiente cuando me dieron el alta, me cambié y salí hacia la recepción donde mi hermano junto a mí padre me esperaban ansiosos.

-dame -Tony intentó tomar mi bolso.

-yo puedo -sonreí.

-¿Segura?

-por supuesto.

Fuimos al auto y directo a casa, estuve encerrada en mi habitación sumida en mis pensamientos.
Admito haberme acercado a la ventana para ver si lograba divisar a Scott pero me decepcioné al ver la cortina baja.
Decidí entonces que lo mejor era seguir los planes que tenía antes de acabar internada, iba a irme de Beacon Hills.

-¿Estás segura de esto? -preguntó Genny.

-no puedo seguir aquí, está matandome -admití.

-¿Has hablado con Scott?

-no lo he visto desde que se fue del hospital tras hablar sobre el futuro de nuestros bebés. -suspiré -incluso bajó la cortina de su ventana para no verme.

-Maddy si crees que esto te hará bien, hazlo.

-gracias -nos dimos un fuerte abrazo.

-realmente necesitaba sentir el apoyo de alguien más -sonreí apenas.

Esa noche se largó una fuerte tormenta pero eso no impidió que saliera a guardar las cosas al auto para luego irme.

-¡Maddy! -volteé encontrando a Scott bajó la lluvia frente a mi. -Tony me dijo que ibas a irte antes de que te hospitalizaran...me dijo que te dejara ir -negó con la cabeza -no puedo hacerlo, no puedo dejar que te vayas.

-Scott, apareciste después de unos tres días de no ir a verme, solo desapareciste. -me encogí de hombros -no puedes venir y pretender que nada pasó para pedirme que me quedé.

-soy culpable de haberla embarrado con Kira, soy consciente de eso pero también soy culpable de estar completamente loco por ti -se acercó a mi -lo que ocurrió con Kira no significó nada. -tomó mi mano y tiró acercándome a él -quédate.

-tengo que hacer esto -dije con todo el dolor del mundo -no será por mucho, regresaré.

-no me dejes ir, te lo suplico.

-basta Scott, no me hagas esto -las lágrimas rodaron por mis mejillas mezclándose con el agua de lluvia.

-puedo repararlo, solo...dame una oportunidad.

-hay un dicho que dice "si amas algo déjalo ir y si regresa sabrás que es porque siempre fue tuyo" -Limpié mis mejillas inútilmente -si regreo ya sabes porqué será -me puse de puntas de pie y dejé un último beso en sus labios. -no es hasta siempre, es un hasta luego...tienes la garantía -apoyé una mano en mi vientre.

-te amo -murmuró.

Entré al auto y conduje sin mirar atrás, mientras lo hacia oíun rugido lastimero de fondo,era Scott, lo ignoré no quería sentirme peor.
Antes de salir de Beacon Hills iba a pasar por la mansión Dracul, pues necesitaba que Anthony hiciera algo por mi una última vez.
Llegué y pedí hablar con él directamente.

-¿Por qué estás aquí? Deberías estar haciendo reposo.

-estoy bien -sonreí

-estuviste llorando -pasó su pulgar por mi mejilla.

-sobre eso,necesito que me hagas un favor.

-¿A quién tengo que eliminar? -medio bromeó.

-a nadie...quiero que me hagas olvidar a Scott.

-¿estas completamente segura? -no lucía convencido.

-me duele pensar en él y en lo que me hizo, necesito que lo hagas. -casi supliqué.

-bien, pero ¿que te diré cuando preguntes quién es el padre de los gemelos? Ni modo que te diga que son de Santa Claus -reímos.

-sólo hazme olvidar nuestra relación.

-bien -asintió -Maddy...olvida toda tu relación con Scott McCall, solo quiero que sepas de él que es nuestro vecino, tu compañero de clases, el padre de tus bebés y...el alfa de tu manada. -asentí. -Listo. -suspiró.

-¿El padre de mis bebés? ¿Cómo?

-se...emborracharon en una fiesta -dijo algo nervioso. -ahora sí.

-gracias -sonreí. -no sé qué hiciste pero bueno -me encogí de hombros.

-de nada.

-Anthony voy a irme, necesito despejarme -confesé.

-está bien, mantenme al tanto ¿Sí? -asentí. -espero que la pases bien, te quiero mucho -me dio un reconfortable abrazo que correspondí muy a gusto.-Deaton me dijo algo importante que debes saber -dijo luego de separarnos.

-¿Qué? -lo miré con curiosidad.

-cuando un alma encuentra a su mate, ya no pueden separarse, están destinados a estar juntos por toda la eternidad.

-¿Y qué pasa si se separan?

-mueren lenta y dolorosamente, es por eso que no puedes irte de aquí por mucho tiempo, tienes que estar con Scott o de lo contrario se perderan dos vidas, en tu caso...cuatro.

-lo tendré en cuenta -dije algo asombrada.

Ahora sí, subí a mi auto y conduje hasta dejar atrás Beacon Hills y California.
Cuando estaba por amanecer un chico aparece de la nada y se para delante de mi auto provocando que frene a unos escasos centímetros de él.

-¿Trevor? -el rubio sonrió al escuchar su nombre.

Holi! Como están? Quería decirles que sume a dos personajes más, Samael y Conner, Pueden pasar por el apartado de personajes para ver quién los interpreta.

En fin, espero que les haya gustado 😊