Capítulo cuarenta y cinco "Vuelta a la normalidad"
—mi madre tenía un hipnotista que la ayudó a dejar de fumar —comentó la banshee escribiendo algo en un papel. —me mandó con él cuando yo tenía diez años.
—¿Fumabas a los diez? —preguntó Scott divertido.
—no, me mordía las uñas —aclaró —ahora, busquen un encendedor o una vela.
Malia tomó un soplete y lo encendió —¿Es demasiado?
—¡tengo una! —exclamó Scott alzando una vela.
—¡genial! Evitaremos el riesgo de quemarnos las cejas —sonreí divertida, Malia aprovechó y encendió la vela con el soplete —o no...
—¿Qué es eso? —pregunté observando el papel en sus manos.
—un especie de instructivo, uno de ustedes tendrá que guiarme —le tendió la hoja a Malia.
—¿Sólo lo leo?
—con un tono de voz suave —indicó —relajada pero no monótona, busca claridad y no volúmen, inténtalo.
—respira profundo y mira la vela —leyendo muy lento y separando las palabras.Lydia tomó el papel en sus manos y me lo tendió.
—respira profundo y mira la vela —inicié —siente los músculos en tu cuerpo relajándose, tus manos se relajan —la miré de reojo —tus párpados se relajan —noté que cerró sus ojos —conforme te relajas imagina que estás sentada frente al televisor, cuando enciendas el televisor verás recuerdos de tu vida —para unos minutos. —el control te da el poder absoluto, puedes ver el recuerdo que tu quieras sólo tienes que presionar el botón. —otra vez hice una pausa —busca un recuerdo de Stiles, un recuerdo de cuando sentiste una conexión con él.
—medalla fields —habló llamando nuestra atención. —el Nobel no da premio, medalla fields. —continuó. —medalla fields.
—encuentra otro recuerdo, sigue buscando a Stiles, encuentra otro recuerdo —insistió Scott.
La mano de la pelifresa se movía como si estuviera apretando un botón en un control remoto.
—ahí fue cuando pasó —dijo entonces.
—¿Cuándo? ¿Qué pasó? —inquirí. —Lydia, ¿De qué hablas? ¿Qué fue lo que pasó?
—cuando lo besé, ahí fue dónde cambió todo. —hizo una pausa —lo vi, estaba ahí fui la última que lo vio —rompió en llanto.
—¿Dónde? ¿Cuándo lo viste? —preguntó Scott.
—cuando los jinetes...se lo llevaron. —la vela se apagó —nunca respondí a su frase —nos miró —no respondí a su frase —una luz verde llamó nuestra atención y todo el lugar comenzó a temblar. Lydia se puso en pie y caminó hacia la puerta abriéndola, no dudamos en seguirla. Se paró justo donde una potente luz nos alumbraba —¿Stiles?
Lydia empezó a alentaron y decirle cosas para que el portal pudiera traerlo, pero este se cerró y Stiles nunca pasó. —¿Stiles?
—¿Lydia? —pasé un brazo por sus hombros abrazándola.
—¿Dónde está? —volteó haciendo que se rompa nuestro agarré —estaba funcionando ¿lo vieron o no lo vieron?
—no vimos a nadie—admití, Malia asintió de acuerdo.
—no, él estaba aquí, lo sé —dijo con la voz estrangulada —Stiles estaba aquí.
Volvimos a entrar al bunker, cuando Scott estaba cerrando apareció Liam deteniendolo.
—¿Liam?
—tienes que ver una cosa —respondió.
—sigues aquí —llamé su atención.
—pero todos los demás se fueron, todos ellos, todos se fueron —se desesperó —tienes que venir conmigo.
—¿Qué pasa?
—no puedo explicarlo, tengo que mostrarte.
Scott nos volteó a ver —ustedes quédense aquí por si acaso.
—¿Por si Stiles regresa? —cuestionó Malia.
—si hay esperanza, deben seguir intentando.
—espera —lo detuve —voy con ustedes.
—no, quédate.
Suspiré —si, está bien —asentí —cuídate y a tu amante también —bromeé.
—¡que no soy su amante! —exclamó el rubio desde afuera.
Me miró una última vez antes de cerrar la puerta del bunker.
Un rato después de que se fue, abrí la puerta y les hice un gesto a las chicas para que me siguieran, Malia se acercó rápidamente.
—¿Qué haces? —preguntó Lydia confundida.
–iremos por Stiles —dije con evidente obviedad en la voz.
—Scott dijo que nos quedáramos aquí por si regresa.
—Stiles no va a aparecer aquí —comentó la coyote —si lo fuera a hacer ya lo hubiera hecho ¿no es así? ¿Crees que funcionó ¿cierto?
—sé que lo vi.
—nunca te equivocas en esto —apunté.
—no diría que nunca.
—¿Pero ahora? —insistí.
—ahora no me equivoqué, Stiles está ahí afuera, lo siento.
—¿Y qué hacemos aquí paradas? —Malia salió primera seguida de nosotras dos.
Cuando salimos afuera notamos marcas de un auto. —se ve fresco —opinó la pelifresa.
—es el jeep de Stiles , se ha ido —informó la coyote analizando las huellas.
—¿Sin las llaves? —cuestioné.
—la mitad del tiempo la encendía con un destornillador —recordó Malia.
—está aquí, tenemos que decirle a Scott.
—tal vez debemos decirle eso también —dije acercándome a la escuela con ellas detrás, había notado una vías de tren que cruzaban toda la institución.
Entramos en la biblioteca y nos encontramos a muchas personas que habían desaparecido allí sentadas como si estuvieran esperando algo.
—¿Por qué hay una estación de trenes en medio de la biblioteca? —murmuró la coyote.
—igual que en la cacería salvaje.
—¿Crees que se conecten? —la miré.
—eso creo —comenzamos a caminar por el lugar —estoy ciento por ciento segura.
—si hay una estación de trenes, debe haber un tren.
—y si hay un tren va hacia la cacería salvaje —uní puntos.
—se van a llevar a todos.
—no pueden abordar ese tren —dijo la pelifresa.
—am...si...¡¡¡ESCUCHEN BIEN!!! ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ, AHORA! —informó la castaña.
—¡esto es malo! ¡Debemos irnos! —intenté yo, pero las personas parecían no escucharnos ni siquiera se movían.
—¿Hola? —probó la banshee.
—¿Hola? —pasé una mano frente a una de las personas. —¿señor? —chasquee los dedos.
—¿Cómo hacemos que se vayan sino pueden oírnos?
—tal vez haya alguien que pueda —señalé a alguien con la mirada, Malia lo notó y se acercó a ver, era Peter Hale quién también estaba en trance como todos aquí.
—¡¡¡PETER!!! —le gritó su hija a la cara.
—Mal, eso no creo que vaya a funcionar —murmuré.
—chicas...
—¿Qué? —respondimos absortas en el lobo frente a nosotros que intentábamos despertar a chasquidos, ahora.
—sólo pudimos atravesar la cacería usando una conexión emocional.
—¡Rayos! Ojalá pudiera ayudarte —comentó la coyote distraída.
—am...—la miré intentando que notará que es lo que tenía que hacer.
—no voy a decirlo —se negó —no voy a decirlo —repitió al ver que Lydia también se sumaba a las miradas.
—bueno...—la banshee me observó de reojo —entonces todos morirían —dijo como quién no quiere la cosa.
—si...¿Qué? —me sorprendí —no voy a dejar que eso pase, mi padre y Melissa están por aquí —miré a mi alrededor —tienes que intentarlo, Mal. —ella gruñó en respuesta.
—papá —dijo sin más, sonó sin ganas obviamente no había conexión allí. —¡papá! —lo volvió a intentar subiendo un poco el volúmen de su voz —¡¡papá!!
—dilo de verdad —la interrumpió la pelifresa.
Se hincó frente al Hale —papá, por favor despierta.
—funcionó —sonreí al ver que Peter reaccionó y se puso en pie.
Una voz sonó por el parlante anunciando que el tren llegarían en dos minutos, todos se pusieron en pie de inmediato.
—¿Yo? ¿Quieren que yo los detenga? —preguntó el mayor cuando le contamos el plan —¿Saben cuántos son?
—sí,muchísimos, así que, ven —hice un gesto para que nos siguiera.
—hay cientos de salas de espera en esta estación —comentó caminando con nosotras —la cual al parecer también es una biblioteca de preparatoria, es imposible.
—podemos intentarlo —habló Malia.
—¿De dónde sacas ese optimismo imposible?
—no de mi padre, por supuesto.
—no tenemos tiempo para esto, alguien tiene que escucharnos —dijo Lydia llamando su atención.
—creo que ya lo hicieron —todos estaban observando a un jinete que se acercaba a nosotros, el cual sacó dos armas de su cintura.
La coyote sacó sus garras y rugió enojada, por mi parte tomé mis dagas y mis ojos se prendieron, en mi caso solté un gran zizeo gruñido.
—detrás de mi —se adelantó la bashee —no se llevarán a una banshee
—¿Estás segura de eso? —preguntó el Hale quién se puso a pelear con el jinete.
El jinetese safó y fue por nosotras, pero nos separamos y recibí un latigazo en mi pierna por lo que solté un sonoro grito, seguido de otro que pertenecía a la coyote.
—¡Malia! —exclamó Peter acercándose a nosotras, nos tomó y nos alejó —Madison,Lydia —nos tiró contra Malia del otro lado.
—lo hizo —dijo Malia al ver a su padre enfrentar al jinete.
—Malia ¡¡¡Corran!!!
Salimos de la biblioteca sin pensarlo dos veces pero la coyote se detuvo y fue a ayudar a su padre.
—Lydia —tomé su brazo deteniendola —Malia se quedó.
—tenemos que seguir —volteamos siguiendo el camino lejos de allí.
Escuchamos la voz de Stiles viniendo de los vestidores por lo que corrimos a ayudarlo. La Banshee usó uno de sus potentes gritos para derribar al jinete.
—¡Stiles! —corrí a abrazarlo —estás aquí —sonreí —no vuelvas a dejarnos.
—no lo haré —aseguró.
Me separé y dejé que la pareja se reencontrará.
—voy a ir con Scott —avisé antes de salir.
—nunca te lo dije —voltee hacia la pareja.
—no tienes que hacerlo —se besaron.
—¡¡¡Stydia es real!!! —grité feliz desde los pasillos.
Logré salir de la escuela y dejé que mis instintos me llevarán a Scott.El jalón en mi pecho logró guiarme hacia mi alma gemela.
—creo que disfrutas esto,Scott —comentó Douglas. —empeñarte en tareas completamente inútiles.
Permanecí entre la oscuridad de los árboles para que el nazi no me percibiera, aunque sabía que Scott muy probablemente ya me hubiera sentido.
—aléjate de las vías —ordenó —o te obligaré a alejarte.
—una manera muy alemana de hacer las cosas, debiste ser de las juventudes medianas —se acercó hacia mí y tomó mi brazo jalandome frente a él para que Scott me viera —pero, eso no importa porque si intentas algo...ella se muere —puso el arma en mi cabeza.
—Scott no importa, no te rindas.
—cállate —golpeó mi cabeza con la culata. Los ojos del lobo brillaron rojos y soltó un fuerte gruñido. —Mates —hacia años que no veía unos, interesante.
—tal vez no me oíste, te dije que retrocedas.
Douglas se transformó —parece que tú no me oíste a mí —rugió apretando el cañón del arma en mi cien.
Disimuladamente saqué mi daga y se la clavé haciéndome que me soltará, por lo que aproveché para usar mi super velocidad poniéndome a un lado de Scott.
—¿Estás bien? —me miró de reojo.
—si —asentí mientras transformamos al mismo tiempo y él también soltaba un rugido.
Un montón de jinetes comenzaron a salir de la penumbra y nos rodearon por completo.
—tenemos que desviar el tren —murmuró a lo que asentí.
Se colocó frente a frente con Douglas, sujetandome tras su espalda.
—increíble aun ante posibilidades insuperables, no sé si es suicidio —me miró rápidamente —doble o estupidez.
—tal vez ambas —asentí. —pero como sea llegaré a esa palanca.
—deberías saber mejor que nadie lo que les pasa a los lobos y vampiros solitarios —Se oyó un rugido detrás nuestro.
—no están solos —rodeé los ojos al notar que era Theo.
—lo retractó —miré al rubio —estamos solos.
—Madison ¿Quiere superarlo?
—suspiré —está bien —accedí.
—tienen una manada —siguió la quimera
—y Theo no está en ella —apunté.
—pero yo sí —Malia se colocó al lado de la quimera.
—no estoy en la manada pero a nadie le gustan los nazis —comentó Peter uniéndose.
Nos posicionamos para pelear y atacamos.
Corrimos esquivando las balas de los jinetes, sonreí al ver que les era difícil alcanzarme a mi super velocidad, por un momento agradecí al tío Alex por hacerme esto.
Clavé mis dagas en varios pechos espectrales para hacerme paso hacia la palanca, pero uno llegó de atrás y me sujetó inmobilizandome.
Al jinete no le duró mucho puesto que alguien me lo quitó de encima y salió volando lejos de mí.
—otra vez salvé tu vida —comentó Theo divertido. —deberías agradecermelo con un favor.
—mi favor será dejarte casto, tómalo o déjalo —levanté una mano observando mis uñas, sentí a alguien detrás mío por lo que alcé el brazo golpeándolo con fuerza.
—deberías saber que me arrepiento por lo que te hice —comentó antes de alejarse.
gruñí molesta antes de seguir peleando con otro espectro.
—tus amiguitos no pueden detener la cacería salvaje, nosotros somos muchos y ustedes son muy pocos —dijo Douglas llamando nuestra atención.
Seguimos peleando, no nos íbamos a dar por vencidos.
De repente en medio de la pelea comencé a sentir que me debilitaba, maldije el no haberme alimentando cuando pude.
—¿Estás bien "sobrina"? —por el tono burlón supe que era Peter.
—¿sigues con eso? —sonreí apenas, pues me parecía gracioso.
—se encogió de hombros —recuerdas aquella reunión —asentí torciendole el brazo a un jinete —en medio de mi delirio supe que estabas esperando un hijo del alfa verdadero.
—dos —corregí —son dos.
—felicidades —le golpeó la cara al espectro con el que peleaba. —no me equivoqué cuando te dije que sería una gran madre ¿O sí?
—fuiste muy certero y admito que me asustó.
—eres una niña, es entendible —me quitó a un jinete de encima. —no vine a decirte lo que ya sabes —rió —quería agradecerte por apoyar a mi hija y ser una gran amiga con ella.
—ella no es mi amiga —frunció el ceño —es mi hermana —sonreí —y ahora lo que fuera por ella.
—oye, creo que a tu chico le vendría bien algo de ayuda —voltee hacia Scott, estaba enfrentándose a Douglas —¡ve! Yo te cubro la espalda.
Asentí y corrí golpeando a unos cuantos jinetes en el camino.
—Hola amor —sonreí al alfa —¿Necesitas ayuda?
Noté que el tipo se acercaba fui más rápida me impulse y terminé sobre él clavando mis dientes en su cuello y probando algo de su sangre, era asquerosa.
Me quitó de encima lanzándome con fuerza, siendo atrapada por Scott al vuelo. —¿Estás bien?
—mejor que nunca, lobito —le guiñé un ojo para luego saltar de sus brazos y ponerme en guardia.
De repente el ruido de un tren acercándose nos distrajo, al voltear pudimos ver el farol de la locomotora acercándose cada vez más.
Rápidamente ubiqué uno de los látigos a metros de un jinete, corrí y lo tomé para luego lanzarselo a Scott quién lo atrapó al huelo volteando y jalando la palanca con eso así desviando el tren de Beacon Hills.
—perdiste tu tren —me burlé.
Scott rugió con fuerza alertando yo supogo a Liam y Hayden.
Más jinetes aparecieron encerrandonos entre ellos.
Comenzó a tronar, los espectros guardaron las armas con las que nos apuntaban y se alejaron.
—¿A dónde van? —preguntó el nazi —¡basta! —dio una orden el alemán. —regresen, matenlos.
—llama a tu ejército ¿O no te obedecen? —se burló Theo.
—se giró hacia los jinetes —soy su líder —dijo algo en alemán —¡obedezcanme! —los jinetes lo miraron —¡matenlos! A todos.
Nos pusimos en guardia pero no hizo falta pues los mismos espectros se encargaron de Douglas.
—los jinetes no tienen líder, ellos no se doblegan —explicó el mayor de nosotros.
Vimos como el alemán se convirtió en uno de los jinetes y soltó un fuerte ruido de esos que ellos soltaban.
Luego de eso todo volvió a hacer como antes, las personas borradas regresaron a Beacon Hills y las vías del tren desaparecieron al igual que los jinetes.
»──── « ☀🌑☯ » ────«
La última campana de fin de clases sonó en el colegio, se sentía bien volver a la normalidad.
—¡que pasen buen verano todos! —exclamó el profesor cuando los alumnos comenzaron a levantarse, solo Scott, Malia, Stiles, Lydia y yo nos quedamos en nuestros lugares —a los de último años los veré en la graduación.
—no —negó Stiles —no,no,no ¿Eso es todo? ¿Ya?
—el último día —dije Scott más que feliz.
Me paré sentándome sobre sus piernas y lo abracé.
—pues, fue anticlimatico —opinó el castaño de lunares.
—bueno, aún falta la graduación —señaló Lydia.
—sobre eso, necesitamos ir de compras —sonreí —no tengo ni un vestido bueno para la fiesta.
—no muy corto —murmuró mi chico acariciando mi pierna.
—nadie quiere un lobito controlador —respondí observándolo divertida.
—yo tengo la escuela de verano —dijo Malia trayéndonos de vuelta. —si quiero estar en la graduación.
—hagamoslo —nos pusimos en pie para irnos.
—no, por favor, esperen —suplicó Stiles mientras nos veía desde su lugar —¡oigan!
Fuimos a los casilleros y comenzamos a vaciarlos.
—no puedo creer que ya no estemos en preparatoria —comentó Scott —siento como si nada hubiera cambiado.
—miré las fotos en mis manos que previamente había quitado de la puerta, era la que nos había tomado Sidney, ambas de hecho, también sostenía la que estaba con Scott. —definitivamente voy a extrañar esto.
—todo cambio —aseguró Stiles.
Cerré mi casillero y salí con los chicos hacia el jeep.
—¡muy bien! Liam —comenzó Stiles —como eres el nuevo alfa...
—nos soy un alfa—negó el rubio
—claro, alfa en entramiento —se corrigió.
—pues, tendría que matar un alfa.
—mientras no sea a mi lobito...—abracé al susodicho.
—Liam como te encargaras de todo, lo más importante de recordar es que Mason —lo señaló —siempre será el que esté ahí para salvar tu trasero.
—bueno, no siempre —opinó Scott.
—pero, casi siempre y por eso —sacó su bate de aluminio de la parte trasera del jeep. —creo que necesitarás esto.
—ah...yo no juego béisbol —golpeé mi frente soltando una risa.
—Stiles tampoco —hablé —no es el punto.
—aquí tienes —se lo dio.
—gracias.
—¡los queremos! —dijo el castaño de lunares cuando se fueron.
—bebé pórtate bien —lo molesté recibiendo un fuck you, por lo que sólo soltó una risa.
—De acuerdo —sacó una cinta metálica —te dejaré con esto —se lo dio a Scott —si le haces daño te mataré.
—y yo a ti si le tocas un solo pelo de su hermosa cabeza —gruñí.
—Maddy, salí con Malia, eso no me asusta.
—ya veremos —dije como quién no quiere la cosa.
—¿no lo necesitas?
—esta bien, Lydia me llevará a Columbia y me ayudará a mudarme a mi dormitorio —explicó —¿saben que entrará a MIT en segundo año? ¿Cómo te saltas un año?
—ella es un genio —bajé la mirada, yo no iría a la universidad presencial ya que debía ocuparme de mis bebés, me hubiese gustado para poder toda la experiencia a pleno pero, tampoco era algo por lo moría hacer.
—la pregunta real es como ingresaste a la universidad UC—lo molestó.
—¿Cómo entraste tú a la George Washington?
—no lo sé, tu papá "Don FBI" llamó al programa probereutico del FBI —explicó.
—pre FBI —corregí.
—bueno, ya no somos niños corriendo por el bosque buscando cuerpos —fruncí el ceño al oírlo.
—no, ya no.
—espero que nuestros hijos no hagan los mismo —opiné.
—son nuestro legado, seguro le harán honor al apellido —respondió Stiles divertido.
—¿te imaginas que Lydia y tu tuvieran un bebé ahora y luego se haga mejor amigos de nuestros hijos?
—seguro nos echan del pueblo —rió para luego sacar las llaves del jeep.
—puedes quedarte con el jeep —dije al ver como movía las llaves con ansiedad.
—no, yo...quiero que lo tengan —aseguró, se las entregó a Scott.
—oye, estas no son las llaves del jeep —notó el alfa.
—bueno, una es de tu casa, otra de tu habitación —alcé la cejas sorprendida —la de la escuela, la clínica veterinaria, la estación de policía, pensé que debían tener todas las copias que hice en secreto.
—¿Tienes la llaves de la casa y habitación de mi novio? Ya me das miedito —admití —y por cierto...—miré a Scott —deja de conseguir amantes. —reímos.
Sacó las llaves del jeep y miró a la lejanía —aún nos necesitan.
—siempre nos necesitarán.
—y yo te necesito—confesó —lo sabes.
—también yo —asintió.
—te voy a extrañar también a Madds y a los mellizos. —sonreímos conmovidos.
—pero enserio los necesito, perdí mi licencia en la cacería y tendrán que conducir.
—¡hecho! Siempre he querido conducir el jeep —tomé las llaves de su mano con rapidez y me subí. —oh sí, esto será divertido —sonreí sacando mi celular para poner música, elegí Shake it off.
Los chicos se subieron y arranqué el vehículo.
—oye no lo choques —gruñó Stiles acomodado entre los asientos, tiré mi mano y lo empujé hacia atrás sin mirarlo.
—"Players gonna play, play, play, play, play
And the haters gonna hate, hate, hate, hate, hate (haters gonna hate)
Baby, I'm just gonna shake, shake, shake, shake, shake
I shake it off, I shake it off
Heartbreakers gonna break
Fakers gonna fake
I'm just gonna shake
I shake it off, I shake it off" —canté mientras sentía el viento mover mi pelo, volteé hacia mi costado encontrándome con la mirada de Scott en mí mientras tomaba unas fotos con su celular.
—¿Por qué Taylor Swift?
—¿Cómo sabes que es Taylor Swift? —preguntó Scott divertido.
—ah...lo oí por ahí —fingió demencia.
—sí claro —reímos.
De repente se oyó una voz en la radio por lo que apagué la música y le subí el volúmen.
—"unidad 4 repita —era la voz del sheriff —¿está diciendo que hay un cadáver en el bosque?"
—"eso fue lo que dije" —habló el otro policía. —"hay un cadáver en el..." —apagué la radio.
—no vamos a ir ¿verdad? —los miré.
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