—déjenme ayudar, no significa que soy parte de la manada o que me aceptaron o algo así. Solo que puedo ayudar atraparlo, es todo.

—no —dijimos Stiles y yo

—Scott, puedo ayudarlos.

—no —miré fijamente a mi novio —ni lo pienses.

—necesitamos ayuda.

—bien, no voy —miré su cuello y no lo pensé dos veces, clavé mis colmillos en él.

—Maddy —dijo sorprendido

Succioné y succioné, no quería separarme, aún no estaba satisfecha pero sentía que Scott se estaba debilitando por lo que me separé.

—¡oh por Dios! Lo siento, yo... No sé por qué lo hice —me lamenté —estaba molesta y hambrienta y... No quise lastimarte.

—Estabas en ayunas ¿Acaso? un poco más y lo secas —comentó Stiles.

—no, tomé un poco está mañana —recordé vagamente.

—así que eres una vampiro —Theo sonrió.

—creí que era obvio —el malhumor regresó —Scott, dime algo.

—está bien, pero la próxima avísame.

—sí —sonreí apenas.

—¿Te llevó a tu casa? —preguntó Stiles.

—traje mi auto, pero gracias.

—un segundo ¿No te sentías mal? —Scott me miró seriamente.

—bueno, descansé y... Ya estoy mejor.

—no te cambiaste de ropa, es la misma que traías en la escuela.

—ah, ¿ahora me saliste tóxico? —alcé una ceja con diversión.

—estás mintiendo, ¿Por qué lo haces? ¿No confías en mi?

—suspiré —porque si te digo la verdad, te vas a enojar.

—¡No puedo creerlo! ¿Al fin le diste una oportunidad a Ben?

—Stiles, cállate —gruñí —no engañé a Scott, pero si lo hiciera, sería con Derek —dije obvia —pero no pasará, amo a Scott.

—Madison.

—odio cuando me llamas por mi nombre —le hice ojitos

—Ángel —se retractó— ¿Qué hiciste?

—fui a visitar a Peter —dije rápidamente y casi sin respirar entre palabra y palabra.

—¿Qué?

—¡Ay! ni al caso, vamos por Malia y Tracy, luego hablamos —le resté importancia.

—bien, pero hablaremos de esto.

—¡Qué sí, amor! —tomé su mano y salimos de la veterinaria.

—Creí que no vendrías.

—Stiles, no voy a dejarlos solos con esta rata inmunda—miré de reojo a Theo.

—la rata inmunda te oyó, fuerte y bastante claro —comentó el susodicho.

—lo sé.

Unos minutos después llegamos al departamento de policía.
Todo estaba muy silencioso, los chicos fueron a la oficina de Stilinski.

—¿Papá? —pregunté buscándolo con la mirada.

—¡aquí!

Me acerqué a uno de los escritorios, en el suelo estaba mi progenitor tratando de ponerse en pie, tomé su mano y lo ayudé. —¿Te hizo daño? —lo revisé de arriba abajo.

—tranquila, estoy bien —dejó un beso en mi frente. —gracias.

—Theo está aquí —suspiré —Scott le permitió venir a ayudar.

—no dejes que esto te afecte, hija eres fuerte —tomó mi rostro en sus manos para que lo mirara —ya no puede hacerte daño y si lo vuelve a hacer... Tengo un arma y lo encontraré.

—te amo —lo abracé siendo correspondida al instante.

—también yo pequeña.

—Huele a sangre —me separé y seguí el rastro, me encontré a Stiles quién al igual que yo se sorprendió al ver a Lydia herida quien estaba con Kira.

—Hay que hacerle un torniquete —dije intentando no sucumbir a la cantidad de sangre que salía de mi amiga. —vas a estar bien, Lyds.

Theo se me adelantó quitándose el cinturón para hacer lo que yo había propuesto.

—Stiles, Maddy —oímos a Scott pero nuestra atención estaba en Lydia —Ángel, Stiles, vámonos.

—Chicos, estoy bien, ayuden a Tracy.

—¡Chicos! —insistió Scott.

Ayudamos al sheriff y junto con él y Deaton bajamos al sótano donde estaba Malia junto a el cuerpo de Tracy.

—no fui yo —admitió al ver nuestras caras de sorpresa.

—¿Qué diablos les pasó? —preguntó Noah mientras el druida y Scott se acercaron a examinar a la chica en el piso.

—había unas personas, tenían mascaras, eran tres —explicó asustada. —creo que eran tres personas.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Stiles

—eran fuertes chicos, tenían un arma yo no hice esto—dijo con desesperación.

—te creo —apoyé una mano en su hombro.

—yo también te creo —intentó tranquilizarla.

—ella no cambiará de nuevo —Habló Deaton —hay que sacarla de ahí.

—oye, por supuesto que no —lo detuvo el sheriff.—es una escena del crimen, hay que llamar al forense.

—creo que el forense se espantara al ver la cola de reptil de la chica —opiné.

—¡no me importa!

—debería —me apoyó el jefe de Scott —a menos que quieras dar una conferencia de prensa anunciando la presencial de criaturas sobrenaturales en Beacon Hills.

—nos van a secuestrar y hacer estudios ¡Yo paso! Ni qué fuera un marciano —bromee.

—papá, tiene razón —admitió Stiles

—tal vez podemos cambiarla de nuevo en la clínica y luego llamar al forense —comentó mi novio.

—hay una línea, tengo que marcar el límite.

—papá ya lo cruzaste, más de una vez.

—sheriff, por favor, dejame ayudar —insistió Deaton. —ya he luchado contra cosas así.

—hazlo rápido —cedió.

»──── « ☀🌑☯ » ────«

Mientras Scott y Deaton fueron a la clínica veterinaria con Tracy, los demás corrimos al hospital por Lydia.

—¿Por qué la rata vino con nosotros? —pregunté sin siquiera mirarlo.

—no lo sé —Stiles se encogió de hombros.

—espero que Lydia esté bien —murmuré.

—¿Qué te pasa Maddy? ¿Acaso son esos días del mes?

—¿Por qué preguntas? —miré a mis amigas algo confundida.

—actúas raro...como bipolar.

—son tiempos difíciles, debe ser eso —me encogí de hombros.

—claro.

—Maddy ¿Podemos hablar?

—no.

—por favor —Theo tomó mi mano.

—suéltame —gruñí.

—no, hasta que hables conmigo.

—Bien —cedí.

Nos alejamos un poco de los chicos —estoy intentando ser una mejor persona, ¿podrías no tratarme como lo haces?

—lo siento, no mereces un buen trato de mi parte —contesté molesta.

—sé que te herí de formas inexplicables pero hubo un momento en el que me amaste y tenías esa dulce mirada tuya —apoyó una mano en mi mejilla con delicadeza e hizo que lo mirara —exclusivamente para mí.

—y ahora es de Scott —saqué su mano de mi rostro.

—me arrepiento de no valorarte correctamente, fui un idiota y me aproveché y sé que jamás tendré tu perdón pero al menos...dejame ayudar.

—puedes ayudar pero no me hables, ni me mires, no existo para ti y tú no existes para mi.

Regresé con los chicos justo cuando Melissa llegaba con noticias.

—¿Qué tan mal está? —preguntó Stiles.

—podría ser peor —miró al castaño detrás de mí —Theo, buen trabajo con el torniquete, puede que salvaras su vida.

—de hecho no fue idea mía, yo sólo lo ejecute —comentó.

—yo fui la de la idea —aclaré.

—bien hecho, Maddy.

Sentí una presión en mi mano y al voltear me encontré con Scott.

—Hola —sonreí apenas.

—de acuerdo, va a entrar a cirugía —informó mi suegra. —tardaremos un poco, ¿debería saber más detalles sobrenaturales o solo saturarla y esperar lo mejor?

—era la cola —respondió Kira

—Tracy la cortó con la cola, si eso sirve de algo.

—bien —se fue a quirofano.

Voltee por completo y abracé a Scott siendo correspondida al instante. Amaba estar entre sus brazos, eran definitavemente mi lugar seguro.

—pero no era solo Tracy, había otros —nos recordó Malia. —los de las máscaras.

Luego de que Lydia saliera de la operación, la cual fue un éxito, decidimos regresar a nuestras casas a dormir.

—¿Vas a decirme? —preguntó Scott una vez estuvimos en la cama.

—no quiero —me acurruque más contra él.

—Ángel, por favor.

—¿Prometes no enfadarte? —no respondió —bien —suspiré —fui a visitar a Peter.

—¿¡Qué?!

—prometiste que no te enfadarías.

—no prometí nada ¿Cómo se te ocurre? —estaba bastante molesto.

—necesitaba respuestas.

—suspiró —la próxima vez que hagas una locura como esa, me dices.

—está bien —conectamos miradas —¿Sigues enojado? —pasé un dedo por su pecho desnudo.

—no —unió nuestros labios en un apasionado beso.