«capítulo dos»
—Pero Adam, ¿¡Como puedes hacerme esto!?—Le grito mirándolo a los ojos mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, el solo me miraba arrepentido.
—Lo siento Kathy, solo... sucedió—El se veía realmente triste, no lo suficiente.
—¡Pero Adam, de todas las mujeres del mundo tenias que acostarte con mi hermana!—Le grito, empujándolo—¡Con mi maldita hermana!
Las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas cuando alguien grita, arruinando el momento.
—¡Yo te puedo consolar, amor!—Todos sueltan risitas tras ese comentario, todos menos Zach y yo.
—¡Arruinaste la escena idiota!—Le grito de vuelta a quien sea que haya gritado, desde el escenario no se distinguía muy bien nada gracias a las luces.
—Sullivan, cuidado si no quieres perder tu papel en la obra—Habla Darbus, la profesora.
El chico solo resopla.
—¿Volvemos a empezar?—Pregunta Zach.
—No, no, daremos la clase por terminada aquí, nos vemos el lunes chicos—Se apagan las luces que nos alumbraban a Zach y a mi directo a la cara dejando ver a la señora Darbus y nuestros compañeros levantándose de sus asientos para salir del auditorio, cuando tomo mi bolso para dirigirme a la salida oigo que me hablan.
—¡Nirvana, espera!
Sin siquiera voltear se quien es el perteneciente de esa voz.
—¿Que quieres Zach?—No dejo de caminar pero camino un poco más lento para que me alcance.
—Los ensayos van bien ¿no?
—Si, supongo—Contesto confundida.
—Bueno, estaba pensando que podríamos vernos para ensayar hoy en la noche.
Ruedo los ojos internamente.
—Zach, ya hablamos de eso.
—Si, si, lo se, solo amigos—Dice rendido.
—Exacto—Digo parando de caminar, nos encontrábamos delante de los baños.
—De igual manera, lo digo en serio, solo para ensayar—Sigue hablando antes de que pueda contestar siquiera—Solo eso, lo juro.
—Después hablamos, Zach—Le doy una sonrisa de boca cerrada antes de entrar a los baños, se que debería de estar saltando de felicidad, Zach es guapo, inteligente y buen actor, nada fuera de lo común, justo por eso no estoy saltando de la felicidad.
Sin contar que me acoste con su hermano.
Cuando entro los baños están solos, lo que no es raro ya que hace más de una hora se había acabado el horario de clases, yo me quedaba un rato más en clases extracurriculares de teatro.
Casi grito al verme al espejo del baño, tenia todo el maquillaje corrido y mi cabello rubio estaba por todos lados, si alguien me viera en este momento pensarían que acabo de tener la mejor sesión de sexo rápido de mi vida, me lavo la cara y me agarró el pelo en una coleta alta desordenada.
Al terminar me dirijo al estacionamiento buscando mi auto, al encontrarlo me subo y lo
prendo introdujendo la llave en su lugar, saco mi celular para mandarle un mensaje a Emma, ni siquiera lo e desbloqueado cuando alguien abre la puerta del auto de golpe asustándome.
—¡Mierda!
Emma solo comienza a carcajearse mientras yo la veía con los ojos entrecerrados.
—Debiste de haber visto tu cara—Emma comienza a imitarme, que graciosa.
—Muero de risa, en serio—Ella ignorándome prende la radio, una canción pop comienza a sonar mientras ella me contesta.
—Uy, parece que alguien anda de mal humor hoy.
—Y parece que tú andas de muy buen humor para venir de detención—Pongo el auto en marcha—¿Tu casa o mi casa?
—Tu casa—Inmediatamente sigue hablando—Vengo de buen humor por que hoy nos vamos de fiesta, casi puedo sentir el dolor de cabeza que tendremos mañana, pero eso no importa ahora, ya nos preocuparemos después.
—¿En serio? ¿Fiesta de quien?—Doy vuelta a la izquierda saliendo del estacionamiento.
—Jackson, me encontré con su hermano y saliendo de detención dijo que fuéramos, sus padres salieron de emergencia a algún lugar extraño de Europa por el trabajo, algo así dijo.
—Genial, ¿tenemos que llevar algo?
—Solo nuestra presencia, con eso es suficiente.
Los siguientes quince minutos se basan en Emma hable y hable sobre que vestido le voy a prestar, cual me voy a poner, que nueva técnica de maquillaje usara y a que chico me va a presentar, lo típico.
Cuando por fin me encuentro metiendo el auto en la cochera de casa noto algo extraño, la tía Alice no está fuera.
Todos los días cuando llego a casa Alice siempre se encuentra afuera sentada en alguna de las sillas del porche diseñando alguna prenda nueva o simplemente bebiendo algo mientras tomaba aire fresco.
—¿Alice no esta en casa?—Pregunta Emma confundida, ella pasaba más tiempo en mi casa que en su propia casa, sabía como eran las cosas aquí.
—Se supone que si—Contesto con el ceño fruncido.
—Tal vez le hablaron de emergencia en el trabajo o algo.
—Tal vez—Digo encongiendome de hombros.
Tomamos nuestras cosas para después hacer camino hasta la entrada, mientras buscaba las llaves de casa en mi bolso escucho como Emma silba.
—Wow, ¿los Smith por fin se mudaron?
Dirijo mi mirada hacia donde se encontraba la suya, una flamante motocicleta brillaba en el jardín de enfrente, ruedo los ojos.
—Cierto, había olvidado contrátelo, tenemos nuevos vecinos.
—Esperemos que no sea una de esas familias raras que viven para y por la iglesia o peor aún, una familia gigante con muchos niños llorones que no te dejarán dormir en las noches.
Ignorando lo grosero de su comentario le sonrio.
Al recordar al idiota de esta mañana contesto—Créeme que no es ninguno de los dos.
Emma me mira sospechosa—Hay algo que no me has contado, lo presiento.
—Claro bruja, ¿tu gato parlante te lo dijo, o lo viste en tu bola de cristal?—Comienzo a burlarme de Emma.
¡Bingo! Aquí están las llaves.
—Que graciosa eres, en serio—Mientras ella se ríe falsamente yo abro la puerta de casa, al entrar lo primero que veo es el gran recibidor, nada está fuera de lo normal, excepto una cosa, escucho risas desde alguna parte de la casa, eso si que no es normal.
—¿Será que por fin Alice consiguió alguien a quien atrapar entre sus garras?
Suelto una carcajada ante el comentario.
—Si eso fuera así no estaríamos escuchando precisamente risas.
Intrigadas nos dirigimos hacia donde se escuchaba el sonido, la cocina.
—Vaya, parece ser que esta vez quiso un modelo más joven para variar—Murmura Emma sorprendida.
Al oír voces la tía Alice voltea.
—Por fin llegaron—Me hace una seña para que nos acerquemos así que eso hago, Emma después de saludar en general rápidamente me dice que me espera en mi habitación, traidora—Los vecinos vinieron a presentarse, son nuevos en la ciudad, ella es Elena Benedict y su hijo.
—Un placer, señora Benedict—Estrecho mi mano con la de la señora mientras daba una sonrisa de boca cerrada, la señora Benedict tenía un hermoso cabello negro a conjunto con unos ojos verdes, aunque tenía algunas canas no se veía muy vieja o algo por el estilo, ademas, se vestía bien, algo muy importante para la tía Alice.
—No te preocupes cariño, llámame Elena—Su voz es suave al hablar—El es mi hijo.
Por fin poso los ojos en el chico que se encontraba a su lado, era realmente guapo, y luego, tenía unos labios grandes y bien formados que en cualquier otra persona podrían haberse visto femeninos pero en el no, en el se veía de lo más sexy, que bueno que yo sabía esconder muy bien mis emociones por que si no todos se darían cuanta de las ganas que tengo de lamer esos labios, sus ojos cafés verdosos se fijan en mi por unos segundos justo antes de voltear a ver a su mamá.
—Uno de tu hijos—La corrige, trata de parecer tranquilo al hablar pero un destello de furia cruza por sus ojos.
—Si, claro, pero el estaba indispuesto, de seguro algún día lo conocen—Mientras el chico negaba con la cabeza Elena nos daba una sonrisa incómoda, el silencio se prolonga haciendo que el momento se vuelva de lo más incomodo.
Me aclaro la garganta decidiendo romper el silencio que se había formado en el lugar.
Fingiendo que nunca lo había visto en mi vida le estrechó la mano—Nirvana.
Veo ese medio segundo de confusión cruzar por sus ojos al oír mi nombre, si, mis padres eran algo extravagantes, por decirlo de algún modo.
—Edén—El apretón de manos es rápido pero la sonrisa burlona que me lanza no.
Bueno, al menos parece ser que no soy la única con padres creativos.
—Bueno, yo tengo que ir a mi habitación, pero fue un gusto conocerlos—Hablo dirigiéndome a los nuevos vecinos, después dirijo mi atención a la tía Alice—Hoy saldré a una fiesta a casa de Jackson ¿está bien?
—Claro—Alice siempre me había tenido mucha confianza y viceversa, no era necesario mentirle sobre a donde iba a ir y con quien, ella entendía que a mi me gustaba salir de fiesta, después de todo ella no pasaba de los treinta y cinco—Pero sabes, tengo una grandiosa idea.
Oh no.
»Edén debería ir a esa fiesta con ustedes ¿que opinas Elena?
Yo inmediatamente volteo a ver a Edén, el parece saber que no quiero que vaya solo con ver mi rostro por que una sonrisa se encuentra en su rostro.
—Sería una grandiosa oportunidad para que conociera personas—Si claro, un lugar donde todos estarán más bien inconscientes de alcohol y hay música a todo volumen, un gran lugar para conocer gente.
—No creo que vaya mucha gente de todos modos—Trato que mi desespero por que el no vaya no se pinte en mis palabras al hablar.
—Mejor aún, así no será tan difícil interactuar—Oh Alice no sabes las ganas que tengo de que cierres la boca ahora mismo.
—¿Tu que opinas Edén?
Que diga que no, que diga que no, que diga que no.
—Suena genial, claro, solo si no le molesta a Nirvana—Voltea a verme con una sonrisa socarrona.
Pues fíjate que si me molesta, tenía planeado beber hasta quedar inconsciente y despertar al lado de un chico guapo, o tal vez dos.
—Claro que no, de seguro será muy divertido.
—¡Perfecto!—Mi enérgica tía da un aplauso emocionada, oh si que emoción, yay.
Después de unos minutos logró escabullirme a mi habitación con la excusa de que tenía que ir a arreglarme, Edén aprovecha y usa la misma excusa para irse de ahí.
—Me pasas la dirección por mensaje—Lo escucho decir cuando iba subiendo las escaleras.
—No tengo tu numero de celular, uy que mal, ya no podrás ir, seguro y consigues algo mejor que hacer.
—¿Mejor que molestarte? No lo creo—Es lo último que escucho antes de terminar de subir las interminables escaleras de caracol para llegar arriba, ruedo los ojos casi por instinto pero no me bajo a decir algo de regreso.
Mi celular vibra en mis manos por lo que lo desbloqueo, un mensaje de numero desconocido, si e aprendido bien de los pocos libros que e leído ya se que viene aquí.
"Ya no tienes excusas acosadora, presiento que esta noche la pasaré muy bien, aunque creo que es obvio quien soy (a menos de que acoses a más chicos aparte de mi), Edén"
¿En serio? ¿Quien es el acosador ahora?
-Magcult✨
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