Algo mágico e inusual había pasado hoy, me levante temprano y de buen humor un lunes.

Lo que significaba que me encontraba lista y saliendo de casa a las siete treinta, si, ¡a las siete treinta!, deberían de darme un puto trofeo.

—¡Edén llegaré tarde!— una voz un poco infantil hace que ponga toda mi atención en la casa de enfrente, un niño pelirrojo de ojos verdes que recordaba como el hermano de Edén se encontraba jalando de la manga de su chaqueta para que se apurara mientras cerraba la puerta.

—¡Tranquilo, enano! La escuela no se va a mover—Sin perder más tiempo me dirijo hacia mi auto, tratando de no pensar en que ellos no se parecían en nada, ¿el niño sería adoptado?

Nirvana, tranquila, no es momento para que saques tu lado cotilla.

Entró a mi auto para prenderlo y salir de la cochera, volteo hacia atrás para asegurarme de que no hay nadie ni ningún auto pasando, por el retrovisor logro ver como Edén—con el ceño fruncido— se encuentra tratando de arrancar su moto, sin resultado alguno.

Detengo el auto justo frente a ellos y bajo la ventanilla, los ojos del pequeño se posan en mi antes de escucharme hablar—¿Problemas con la moto Benedict?

—No, estamos bien—Murmura entre dientes tirando con más fuerza de la moto.

Ni siquiera termina de hablar Edén cuando el pelirrojo ya se acerca al auto para tocarlo—Wow, este auto esta genial, algún día tendré uno así.

Ante la admiración del niño sonrió, al contrario de Edén que lo ve con el ceño fruncido.

—Hasta ayer aún decías que querías una moto como la mía.

—Decías, verbo en pasado—Dice admirando mi auto, suelto una carcajada, creo que me cae bien.

—Estoy segura de que algún día lo conseguirás, pero por mientras me puedo ofrecer a llevarte a la escuela—Hablo dirigiéndome al niño, el asiente frenéticamente mientras Edén me voltea a ver rápidamente.

—No gracias, estamos bien, yo lo llevo.

—Por favor, no seas aguafiestas hermano, la vecina puede llevarnos en mi auto soñado.

—Si Edén, la vecina puede llevarlos en su auto soñado, no seas aguafiestas—Hablo, imitando al niño.

Edén resopla dándole una patada a su moto.

—¡Ey, esa hermosura no tiene la culpa!

—Si, lo se, mi pie es demasiado hermoso.

—En realidad hablaba de la moto—Respondo dándole una sonrisa ladeada mientras su hermano suelta una carcajada.

—Necesito irme a la escuela.

—Como decía, si el idiota de tu hermano deja de lado su orgullo, yo podría llevarlos—Veo exclusivamente al pelirrojo al hablar—¿Vas en la escuela de la calle Monroe no? Me queda de pasada—Lo noto por su uniforme, de las pocas escuelas del condado donde llevaban uniforme, que aburridos.

El pelirrojo asiente frenéticamente.

—Por favor hermano, imagina la envidia de todos cuando llegue en ese auto.

Edén con el ceño fruncido mira alternativamente de su hermano a mi, de su hermano a mi, después al reloj de su muñeca y suelta algo parecido a un gruñido.

—¡A la mierda, sube al auto!

El pelirrojo emocionado se sube a los asientos de atrás mientras Edén toma el asiento de copiloto para el.

—¿Así que estaban bien eh?—Le digo a Edén arrancando el auto de nuevo.

—Agh, cállate—Gruñe poniéndose unos lentes oscuros.

—Deja de gruñir, pareces un perro.

—Gruñir es lo que tú vas a hacer cuando te esté metiendo mi...

—¡Wow, este auto es genial!—El grito de el niño interrumpe lo que Edén estaba diciendo.

—Cállate imbecil—Murmuro por lo bajo pegándole en la nuca a Edén, el suelta una risa ronca que a decir verdad termina siendo algo muy sexy de escuchar—Muy bien niño, ¿podría saber cual es tu nombre? Estoy cansada de pensar de ti como "el pelirrojo"

—Me llamo Andrew—Por el retrovisor alcanzó a ver una linda sonrisa de dientes blancos.

—Te llamaré Drew—Le informó, Andrew era un nombre muy adulto para un niño—Por cierto, mi nombre es Nirvana.

—Dato que nadie te pregunto.

—¿Como la banda?—El par de hermanos hablan al mismo tiempo, claramente decido ignorar al mayor de ellos.

—Si, como la banda.

—Tus padres deben de estar tan decepcionados—Dice Edén, oh no, tu no dijiste eso.

—¿Por que?—Contesto apretando la mandíbula, acelerando el coche un poco más de lo debido.

—Llaman a su hija Nirvana y está solo escucha one direction y cantantes pop "guapos".

—Podría decir lo mismo de tus padres, te llaman Edén y de santo no tienes ni la punta de los pies.

Todo se torna en silencio hasta que Drew habla.

—Bueno, ignorando ese momento incomodo que acaban de crear, ¿podrías poner algo de música?—Este niño pone demasiada atención para su edad.

A mis ocho años—suponiendo que si tiene esa edad—yo aún era una cría estupida que creía en Santa Claus y el ratón de los dientes.

—Lo haría, pero desgraciadamente ya estamos llegando—Y era cierto, había niños despidiéndose de sus padres por todos lados, veo por el retrovisor el ceño fruncido de Drew.

Me estaciono en un puesto libre y me bajo del auto al mismo tiempo que Edén lo hace, Drew se baja a los segundos.

—¿Nervioso, campeón?—Edén se agacha para hablar con su hermano.

—No—Le contesta, pero aún se puede ver motas de inseguridad cruzar por sus ojos.

Aunque no debería, decido intervenir.

—No te preocupes Drew, la escuela primaria no es tan mala como parece, ademas con ese cabello y esas pecas nadie se podría resistir—Le digo apretándole las mejillas, el suelta una risa infantil, después se pone serio y suelta un suspiro.

Suena la campana indicando que es hora de entrar.

—Es hora Andrew—Dice Edén despeinandolo.

—Dime Drew—Edén entorna los ojos y suelta una carcajada.

—Claro Drew.

—Me voy—Se despide de los dos agitando sus manos y se va corriendo hacia la escuela, sin ningún percance entra y desaparece atrás de las puertas.

—Mierda, está creciendo tan rápido—Su murmuro es tan bajo que casi no lo oigo, pero lo hago.

Justo voy a comentar algo cuando escucho una voz conocida llamarme.

—¿Nirvana?

Tardo solo dos segundos en reconocer esa voz.

—Zach, ¿que haces aquí?—Pregunto sorprendida, si llega a decir alguna mierda como que me estaba siguiendo voy a correr.

—Traigo a mi prima hoy a la escuela, se está quedando con nosotros por unos días—Voltea a ver hacia todos lados deteniendo su mirada en edén por unos segundos, los dos hacen un asentimiento con la cabeza como saludo—Creo que ya la conoces, oh hablando del diablo.

Becca se acerca a nosotros con la nariz metida en el celular, tan distraída que ni siquiera nota nuestra presencia, solo sube un poco la cabeza y le informa a Zach.

—Tengo que irme, dame mi bolso.

—Si, bueno, ella es Becca.

—Creo que ya nos conocíamos—Me sorprende oír la voz burlona de Edén contestar, sin embargo, no me encuentro tan sorprendida como Becca.

Suelto una carcajada cuando Becca suelta un grito.

—Voy tarde—Comienza a tartamudear—Mejor me voy.

Toma su mochila rápidamente y se va corriendo a la escuela, debo de admitir que si se ve mucho, y créanme cuando digo mucho, más joven de esta forma, sin todo el maquillaje, peinado y vestidos que probablemente le robó a su hermana mayor.

—Si bueno de nada—Murmura Zach viendo por donde se fue su prima, escucho como una puerta azota por lo que volteo, encontrándome con que Edén esta ya dentro del auto esperándome.

—¿Como Becca y ese chico se conocen?—Pregunta con el ceño fruncido Zach, fulminando a Edén por la ventana del auto, edén al sentir la mirada lo saluda con una sonrisa irónica en su rostro, Zach aparta la mirada.

—No tengo ni idea—Que bueno que sabía actuar.

—Y tu, ¿de donde lo conoces?—Me sorprende escuchar recelo en su voz, aunque lo trata de esconder muy bien.

—Es mi vecino—Le quito importancia con la mano.

—Ah, claro.

Después de eso un gran e incómodo silencio se forma entre nosotros hasta que Edén comienza a pitar desde mi coche.

Me volteo haciéndole una seña para que se calle, solo empieza a pitar con más asistencia por lo que ruedo los ojos.

—Creo que tengo que irme.

—Es insistente ¿eh?

—No tienes ni idea—Ruedo los ojos, en serio, empiezo a creer que en cualquier momento se me van a quedar así—Nos vemos en la escuela.

—Claro, nos vemos en teatro.

Con un movimiento de cabeza me voy a mi auto, entro de golpe haciendo que Edén se calle y vea para enfrente como si nada.

Volteo y alzó una ceja.

—¿En serio, imbecil?

—Oh lo siento, ¿no te dejaba hablar con tu novio?

—Claro, ¿no se notaban las ganas que tenia de besarlo?—Le contestó con sarcasmo.

—Como sea, vámonos.

Oh no querido, no te la dejare tan fácil.

—¿Vámonos?—Pregunto haciéndome la confundida—Nunca dije nada de llevarte.

—Tu dijiste que nos llevarías.

—No, yo dije que llevaría a tu hermano, nunca dije nada de llevarte a ti.

—Debes de estar bromeando—Dice con el ceño fruncido.

—Créeme que no estoy bromeando, baja del auto.

—Nirvana, por favor—Dice viéndome con incredulidad.

—No prenderé el auto hasta que te bajes, puedo estar aquí toda la tarde—En realidad tenía clase en diez minutos pero el no tenía que saber eso.

—Bien—Refunfuña enojado, se baja pero antes de cerrar la puerta mete la cabeza al auto—Disfrutaré mucho ver como el karma te da una paliza.

Y ahora si se va, prendo el auto y comienzo a retroceder con una sonrisa en mi rostro.

Como amo los finales felices.

Uno, dos, tres, son los segundos que el auto tarda en apagarse, con el ceño fruncido intento prenderlo, y lo sigo intentando, e intentando y nada funciona.

Mierda, tal vez el karma de mierda si existía.

Unos toques en mi ventana hace que voltee, Edén se encuentra ahí con una sonrisa irónica en el rostro, bufando abro la puerta para escucharlo.

—¿Problemas con el auto, Sprouse?—Al hablar hace su voz más chillona imitando las palabras que yo había usado con el unas horas atrás.

—Cállate idiota, no puedo creer que esta mierda no sirva—Le digo mirando el auto con desprecio.

Con lo que cuesta debería de repararse solo, joder.

—Amo lo rápido que trabaja el karma, en serio.

Estaba por contestar cuando Zach se acerca en su auto.

—¿Necesitan que los lleve?

A mi lado Edén murmura.

—Hablando de cosas que no sirven.

¿Que tan mala persona soy si por dentro me estaba muriendo de risa con ese comentario?

¡Feliz navidad adelantada!🎄❤️
-Magcult✨