Toco la puerta del aula aún sabiendo que lo más probable es que el profesor Abel me mande a la mierda, era un viejo—no tan viejo, en realidad— cascarrabias que le gustaba joder por joder, y que probablemente su pasatiempo favorito era hacerte la vida imposible, aunque debo admitir que no había clase en la que me riera más que la suya, su capacidad de humillar a los alumnos era tanta y causaba tanta risa que cada clase deseabas ser el siguiente.

Al no tener respuesta entreabro un poco la puerta y meto la cabeza por ahí.

—Hola—Digo sonriendo inocente, el ceño fruncido del profesor se hunde aún más al ver mi rostro mientras que toda la clase estalla en carcajadas.

—Hablando de abstracción—Le dice a mis compañeros, todos ríen aún más.

—¿Puedo pasar?—Al hacer la pregunta el suspira fuertemente y me ve con obviedad.

—No lo sé niña, ¿puedes?

Ruedo los ojos ante el sarcasmo, pasando al aula de todas maneras, al sentarme volteo a ver a Abelardo.

Si, lo sé, la primera vez que me enteré de su nombre completo solté una carcajada al relacionarlo con plaza sésamo.

»Si niña, puedes pasar—Me rio ante su tono de voz mientras el sigue con el tema del día, abstracción.

Después de veinte minutos de mi vida donde solo duermo se acaba la clase, todos salen disparados del aula hacia sus siguientes clases, me dan ganas de llorar al ver mi horario y darme cuenta que mi siguiente clase era química.

Mientras camino hacia el salón siento como me toman de los hombros llevándome en dirección contraria, reconozco el perfume al segundo que lo percibo.

—Patrick, tengo clase.

—¿Desde cuando te importa asistir a clases?—Se queda callado unos segundos para después soltar— ¿Desde cuándo me llamas Patrick?

—¿Desde cuando asistes a clases?

—Touché—Dice guiñándome un ojo.

Patch era el típico alumno que nunca iba a clases, no entregaba trabajos, cuando iba a la escuela se quedaba dormido, sin embargo sacaba sobresaliente en todos los putos exámenes, el aseguraba que todo era gracias a su inteligencia y no a otra cosa, pero no era algo muy creíble que digamos.

—Entonces, ¿que haces visitándonos a nosotros los mortales que tenemos que asistir a clases para aprobar?—Le respondo irónica.

—No se, hoy me levante con ganas de estudiar—Arqueo una ceja en su dirección—Bueno, está bien, tal vez tuviera algo que ver que anoche llegara mi madre a casa de su viaje de "trabajo".

—¿En serio? Eso es genial.

—Si, llegó con un nuevo novio.

—Uh.

—Quieren casarse.

—¡Mierda! ¿En serio?

—Si, nada de que preocuparse, sabes que en unos meses se le pasará.

—Miranda nunca había llegado tan lejos.

—Si bueno, ya sabes cómo es mi madre—Rueda los ojos al terminar de hablar, la madre de patch era, ¿como decirlo sin que suene mal? Digamos que le gustan tanto los hombres que no puede decidirse por uno solo, así que le gusta probar de todo, eso sin importarle dejar a patch solo en su casa por semanas mientras ella está en viajes de trabajo, alias, saliendo con su nuevo novio del mes, aveces dura un poco más y se convierte el novio del año pero desde Henry—el padre de Patrick— ninguna de las relaciones de Miranda han llegado a más.

—Lo siento—Murmuro haciendo una mueca, se que todo esto le afecta más de lo que admite, el solo niega con la cabeza y le resta importancia con la mano.

—Bueno, en todo caso, para esto no te buscaba—Dice cambiando de humor de un segundo al otro.

—¿Ahora que hiciste?

—Me decepciona madame, ¿me cree capaz de hacer algo no digno de Dios?

—Eres ateo—Le digo soltando una carcajada—No, pero ya, en serio, ¿que hiciste?

—No es lo que yo hice, más bien se trata de lo que alguien más hizo.

Mi ceño se frunce mientras mi vena chismosa crece, bueno, creo que me puedo perder unos cuantos minutos más de química.

—¿De que hablas?

—Digamos que estaba tranquilamente caminando por los pasillos de la escuela cuando escuché ruidos raros en el pasillo de artes, se me hizo raro por que ya sabes que nadie nunca está por ahí en horario de clases.

—Ajá—Murmuro esperando que siga contando.

—Bueno, el punto es que como buen fan devoto de Sherlock Holmes fui y me escondí cerca de donde provenían los ruidos.

—¿Que clase de ruidos?—Le pregunto aún imaginándome la respuesta.

—No lo sé, sonaba como que estaban viendo una película de Disney ahí dentro—Dice sarcástico para después soltar—¡Gemidos Nirvana! ¡Alguien estaba follando ahí!

Suelto una carcajada ante su exasperación igual pidiéndole que se calle ya que no era buena idea que alguien nos descubriera saltándonos clases.

—Bueno, no es algo raro aquí, no es la primera vez que alguien encuentra a alguna pareja de pervertidos follando en la escuela.

—Si, solo que no era cualquier pareja, era el raro de Zach.

—¡Mierda! ¿Es en serio?—Preguntó sorprendida, al parecer Zach está aprendiendo de su hermano.

—Si—Me contesta emocionado, a patch siempre le gustaron los chismes—Y no te e dicho que chica estaba con el.

—¿La conozco?

Suelta una carcajada para después contestar—Digamos que si.

—Ya idiota, dime quién es.

Justo cuando está por abrir la boca pasa Emma a nuestro lado con una sonrisa boba en su rostro, su cabello estaba alborotado y venía retocándose el maquillaje, tan metida en lo suyo que ni siquiera se da cuenta de nuestra existencia.

Al ver la sonrisa de Patch tardo dos segundos en captar todo.

—Mierda no.

—Mierda si—Contesta patch, con una mirada acusadora volteo a ver por donde Emma se fue.

—No puedo creer que lo hiciera.

En serio no entiendo por qué está con Zach si se supone que ella ama a Jackson, digo, nunca entiendo a las personas que engañan a sus parejas, ¿No se supone que si tienes una pareja es por que no quieres estar con nadie más que con esa persona? Digo, en todo caso si no estas segura/o de tus sentimientos es mejor terminar con tu pareja y ahorrarle todo el dolor y humillación de que le pusieron los cuernos.

—Yo si—Volteo a verlo—Yo no soy hipócrita, sabes que nunca me cayo bien Emma, no lo sé, siempre tuve el presentimiento de que no era de fiar.

—Mi cabeza está hecha un lío en este momento.

Tomando con fuerza mis cosas voy y me dejo caer al piso recargándome en los casilleros, a los pocos segundos Patch hace lo mismo.

—Tu no tienes nada que ver con esto Nir, no intentes arreglar algo que no te incumbe.

—Pero es que los dos son de mis mejores amigos, ¿como veré a Jackson a los ojos sabiendo que no le estoy contando la verdad?

—Es una verdad que no te toca contar, tu no hiciste nada malo aquí.

—Bueno si, lo se, pero siento como si estuviera traicionando la confianza de Jackson al no decirle nada, pero si le digo estaría traicionando la confianza de Emma.

—Solo te diré que elijas la opción que elijas terminaras mal con alguno de los dos, tú decides quien merece más tu lealtad en este caso.

—Y tu, ¿no le dirás nada a Jackson?—Le pregunto apoyando mi cabeza en su hombro.

—No me siento con el derecho de decírselo, desde que sale con esa bruja a dejado de hablarme, al parecer tengo que amar a su novia para ser su amigo—Ruedo los ojos ante el modo de hablar sobre Emma pero no digo nada ya que bueno, si a Patch le cae bien o mal es su decisión y yo no soy nadie para hacerlo cambiar de opinión.

—Veras que luego entiende que su forma de pensar no es exactamente la correcta. 

—Si bueno, después de todo es su forma de pensar y el es el que tiene que comprender que está mal.

—Wow, hoy estamos muy reflexivos ¿no crees?—Bromeó quitándole un poco de pesadez a la conversación, Patch ríe dándome la razón.

—Si, mejor volvemos a nuestras pláticas idiotas de siempre ¿no crees?—Se levanta tendiéndome la mano para que haga lo mismo.

—Si, mejor.

Así que dejando de lado el drama Patch me empieza contar una de las tantas historias sobre una de sus reuniones familiares que me tienen riendo a carcajadas, desgraciadamente después de un rato suena la campana de clases anunciando que sigue la siguiente clase por lo que despidiéndome me dirijo hacia literatura a pasos largos.

Mi día transcurre a base de huir de Emma, Jackson y Zach, aunque escapar del último era casi inevitable teniendo en cuenta que teníamos teatro juntos, no podía ver a ninguno de ellos a los ojos en este momento, no creo ser capaz de mentirle a Jackson tan descaradamente si lo veo, así que cada vez que lo veía acercándose era como si hubiera un cohete en mi trasero que me llevara en la dirección contraria, en todo el día no pude dejar de darle vueltas al asunto por lo que las clases pasan como borrones frente a mis ojos, gracias Emma, todo esto te lo debo a ti.

Cuando por fin termina la ultima clase del día salgo casi corriendo para no encontrarme con nadie, al salir y ponerme a buscar mi auto recuerdo que en este momento no tengo ningún puto auto.

¡Genial! ¿Este día no podría ser mejor?

—¡Por fin te encuentro!

—Jackson—Volteo a verlo con una sonrisa de boca cerrada—Llevo todo el día buscándote.

—¿En serio? Yo igual, necesito que me ayudes con algo.

—Claro, supongo, ¿que sucede?

—Es que la otra semana cumplimos un año de novios con Emma, y pues ya sabes, quisiera hacerle algo especial.

Mierda, mierda, mierda.

—¿Ya un año? Wow, que rápido pasa el tiempo—No lo digas Nirvana, cierra la puta boca.

—Si lo se, creo que ella es la indicada.

—¿La indicada?

—No le digas que te lo dije por que se pondrá histérica, pero si, creo que ella será la madre de mis hijos—¿Como se supone que lo oiga decir estas cosas con esa sonrisa bobalicona y no diga nada?—Pero bueno como sea—Murmura avergonzado, yo me tengo que morder la lengua para no decir nada—¿Me ayudaras?

—Eh Jackson...—Justo cuando estoy apunto de irme de lengua suelta un fuerte claxon hace que voltee, al igual que todas las personas presentes.

—¿Quien es ese tipo?—Oigo a Jackson preguntar, no le pongo atención y a largos pasos me dirijo hasta mi bebé.

Al llegar le pego a la ventanilla con mis nudillos, hasta que por fin el idiota baja la ventanilla.

—¿¡Por que mierda estas conduciendo mi auto!?

—Si claro, de nada Nirvana por haber arreglado tu auto y después venir por ti a la escuela, no te preocupes por mi.

Ruedo los ojos ante el sarcasmo.

—Contesta la pregunta—Mi tono de voz se vuelve frío, nadie toca mi auto.

La actitud de Edén cambia mientras suspira por la boca, mientras abre la boca parece que las palabras que pronuncia a continuación es lo más difícil que a dicho en su vida.

—Necesito que me hagas un favor.

-Magcult✨