Se queda.
Yoongi.
Trate de escuchar con tranquilidad las palabras de la directora, pero en este momento me estaban pareciendo una estupidez.
—¿Esta usted loca?
Doyun estaba parado frente a la directora con el puño apretado mientras la veía molesto.
—Doyun —lo intente tomar de la muñeca, pero se zafo —ve con Ji Eun, déjame encargarme de esto.
—No dejare que me quiten a mi Noona.
Me agache hasta su altura y lo gire para que me viera a los ojos, se veía al punto del llanto, en realidad quiere mucho a esa chica.
—Deja que yo hable con la directora, confía en tu padre, Ji Eun seguirá siendo tu niñera, ve con ella.
Se fue de nuevo a la habitación de la niñera, yo me levante y encare a la directora.
—Según usted, ¿Por qué ella no puede seguir conmigo?
—Es una novata, acaba de demostrar que no está lista para este trabajo, actuó de forma imprudente, puso en peligro la vida de su hijo, es una amenaza, es...
Levante la mano para que se callara, no suelo irritarme con facilidad pero en esta ocasión esta mujer había logrado sacarme de mis casillas.
—Esa chica acaba de salvar a mi hijo, se enfrentó a gente peligrosa, está al pendiente de Doyun en cada aspecto, y aún se mantiene estudiando, no da problemas incluso mi hijo se comporta mucho mejor.
—Tenemos personas más capacitadas.
—No lo dudo, pero no sé si me escucho bien, Ji Eun, acaba de salvar a mi hijo, y no hay nada que usted pueda decirme para que cambie de opinión, Doyun no quiere otra niñera, yo no quiero otra niñera.
—Entienda.
Jimin se metió entre los dos dándole una sonrisa amenazadora a la directora.
—Usted entienda esto, el ministro ya dijo que no cambiara de parecer, ¿Acaso desea contradecirlo? Ustedes tienen algunos subsidios que nosotros apoyamos, no creo que quiera ver a un ministro molesto contra su escuela ¿Verdad? —La mujer solo negó con la cabeza —me alegra que lo entienda, ahora puede retirarse a sus labores, sabemos que es una persona ocupada, debería de estar celebrando que su escuela capacito tan bien a Ji Eun, que acaba de salvar la vida del hijo del ministro.
La directora hizo una reverencia y giro sobre sus propios pies, Jimin se despedía con la mano siguiendo son esa sonrisa falsa.
—Sabes perfectamente que no haría nada para dañar sus subsidios Park.
—Yo lo sé, tú lo sabes, pero esa mujer no lo sabe, este es uno de los momentos en que debes usar tu poder para algún beneficio personal, te juro que, si hubieras dicho que no había problema, yo mismo te arranco la cabeza, esa niña esta haciendo un gran trabajo.
—Lo es mejor que nadie.
Ji Eun
Me habían dado de alta a los dos días, pero aun debía estar en reposo, el ministro puso todo para mi cuidado en la habitación, me sentía muy mal por esto, yo debería de estar ayudando con Doyun no él haciendo esto.
—¿Qué hace fuera de la cama señorita Bae?
Dio un saltito mientras terminaba de preparar una merienda para mis horas de estudio.
—Tengo un examen la semana que viene y quería estudiar algo, así que vine a prepararme algo para merendar.
—Debe decirle a la señora Choi, aun no puede andar por ahí como si nada.
—Si no me muevo mi cuerpo se entumirá, necesito recuperarme lo más pronto posible, no me siento bien sin hacer nada.
—Es usted muy necia —suspiro me quito los platos de la mano y me ayudo a regresar a mi habitación —sosténgase de mi hombro, ¿Cómo es que bajo las escaleras sola? No debe de hacer ese tipo de esfuerzos entienda.
—El hambre es un gran motivador —mire el perfil del ministro sonrió con mi comentario y empecé a sentirme extraña, note que su mano estaba en mi cintura y me sentí nerviosa —si quiere puedo seguir sola.
—Ya casi estamos.
Tenerlo tan cerca me hizo sentir el aroma de su colonia, en realidad es un hombre tan atractivo, sin mencionar que es muy atento a todo.
Estoy diciendo tonterías, traigo muchos medicamentos encima.
Me dejo sentada en mi cama y la merienda en la mesita de junto.
—Trate de mantenerse quita, Doyun está muy impaciente por que este con él y no puedo dejarlo que se le acerque tanto si esta lastimada.
—¿Cómo esta con las clases en línea?
—Aburrido, ya desea regresar a la escuela, pero no he decido si mejor le contrato otra institutriz en casa.
—Si lo esconde del mundo será peor.
Se froto la nuca algo nervioso, me hice a un lado para que se sentara, entendió el mensaje y se puso a mi lado sus codos los apoyo en las rodillas, cubriéndose el rostro.
—Me da miedo —finalmente dijo — me asusta perderlo, no quiero que le pase nada.
—Pero encerrarlo no es una opción, sé que está asustado, es más que comprensible, pero no debe de dejar que eso detenga su vida, seré más cuidadosa, estaré mucho más al pendiente de Doyun, permítale tratar de tener una infancia normal, necesita que lo deje ser un niño, que dejen de tratarlo como el hijo del ministro, él quiere que lo vean como Doyun.
—A veces me pregunto —giro a verme —¿En realidad es usted tan joven?
Tiene unos lindos ojos, como los de un felino, se ve algo tierno, por un momento los dos guardamos silencio, en eso lo vi sonrojarse y carraspear.
—La dejo, debe...debe descansar.
Salió de la habitación mi pulso era demasiado rápido para ese entonces, incluso el hambre se me quito, mejor me acosté a dormir un rato. Lo siguiente que vi cuando abrí los ojos eran unos pequeños ojos mirándome con atención.
—¿No puedes dormir? —negó con la cabeza —¿Qué horas son?
—Las dos de la mañana.
—Creo que he dormido demasiado, levante más la sabana para que se acomodara dentro de ellas, en cuanto se metió se hizo bolita mi lado dejándome abrazarlo.
—Dice papá que duermes mucho porque tienes muchos medicamentos y necesitas recuperar energías.
—Puede ser cierto, no recuerdo haber tomado más medicamentos hace rato.
—Si lo hiciste, pero estabas muy dormida, solo abriste la boca y bebiste todo, eras muy graciosa, hasta mi papá dijo que lucias tierna.
—Dios que pena —le pellizque la mejilla —intenta dormir algo, puedes quedarte conmigo esta noche, solo esta noche ¿Esta bien?
—Gracias Noona.
Enredo sus dedos en mi cabello haciendo círculos con ellos, parecía arrullarse con eso, yo le cantaba una canción para que se tranquilizara.
—No soy un bebe, ¿Lo sabes Noona?
—Lo sé, ¿Quieres que me detenga?
—No, tienes una linda voz y estas cálida.
No tardo ni cinco minutos en caer dormido en mis brazos, tenía un pequeño ronquido de cansancio adorable, al parecer también había dormido mal estos días, la puerta de mi habitación se abrió despacio, mire por encima de mi hombro y era el ministro.
—Sabía que aquí estaría —hablo en voz baja —ya me lo llevo.
—Si no le molesta aquí déjelo, no creo que me dé molestias.
—No quiero que te vaya a lastimar.
—No lo hará, descuide.
—Bien, descanse señorita Bae.
—Igual Ministro.
Me acomode con Doyun y quede dormida al instante, definitivamente jamás dejaría que nada malo le pase a este niño, lo estoy empezando a querer demasiado, no sé si eso sea un problema en el futuro.
Ya empiezan los acercamientos de nuestros protagonistas aaaaaaah, siiiiiiiii
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