¿Quien soy?...

¿Quien soy yo?...

No hay forma de escapar...

— Duele, duele demasiado.

Dije mientras abrazaba mis piernas, el dolor de cabeza volvió apenas logré despertar.

— Debería poder salir de aquí, pero no es posible en mi estado actual.

— ¿Enserio te vas a quedar hay sin hacer nada?... Desde cuándo me convertí en alguien tan patética.

Escuche la voz de una niña, así que ignore mi dolor y me levanté confundida, mire a mi alrededor pero no había nadie, debe ser una alucinación.

— Fiuu, al parecer solo estoy imaginado me cosas Nanodesu.

— ¿Estás segura de eso?

Pregunto esa voz dejándome helada, ¿acaso sabe lo que estoy pensando?

— Por supuesto que lo se, estoy dentro de tu mente... Soy tu o mejor dicho tu eres yo solo que perdiste algo muy importante por eso estás tan confundida.

— No entiendo absolutamente nada.

— Entonces siéntate y escucha lo que te diré, será mejor que aproveches esa oportunidad, si quieres salir de aquí.

Puede que sea la voz de una niña, pero es muy mandona y se oye bastante irritada.

— Lamento ser así, solo que acabo de volver y mira estoy atrapada siendo torturada, no se que hacer cuando fácilmente puedo hacer muchas cosas... Pero lamentablemente no puedo ya que hay un bloqueo y no podemos ser una misma, ¿Cómo estarías tu si estuvieras en mi lugar?.

Ella tiene razón, tal vez yo también me encuentro enojada por no poder hacer mucho, bloquearon mis poderes y apenas si puedo mantenerme en pie.

— Lo siento.

Fue lo único que pude decir.

— Ya no importa, ¿escucharás atentamente todo lo que te diga?

— Si con eso logro salir de aquí está bien.

— Bien... Para salir de aquí lo primero que debes hacer es que vuelvan a usar ese dardo con electricidad, pero tienes que hacer lo posible para que el dardo caiga incrustado en tu frente, cuando eso pase no importa lo que veas o sientas, buscame.

— Estás loca, si ese dardo cae en mi cabeza moriré... Además si no lo hago como sabré que eres tú.

— Primero es la única opción, segundo apenas me veas sabrás que soy yo. Lo único que debes hacer es buscarme y el resto ya podré hacerlo por mi cuenta.

— Haaaa, lo intentaré espero poder confiar en ti.

— Es la mejor decisión creeme, valdrá la pena.

>> No tengo de otra más que obedecer por ahora<< pensé suspirando.

— Y ¿como llamaré la atención de los guardias?.

— Grita que te dejen salir, que ya no aguantas más... Ellos vendrán rápidamente, luego golpeas a uno de ellos para que su compañero saque el dardo hay es donde debes agudizar tu vista para ponerte en posición y que caiga en tu frente.

— Va a doler.... Bueno aquí voy, no puedo creer que le estoy asiendo caso a una niña.

Me acerque a la puerta, mire por la pequeña ventana y todo seguía igual, respiré profundo para comenzar a gritar.

— ¡DÉJENME SALIR, NO QUIERO SEGUIR EN ESTE LUGAR!

— Dale un golpe a la puerta.

Asentí, cerré mi mano en un puño y golpee la puerta.

¡Tras, Tras!

— ¿Con eso será suficiente?

— Si, de echo ya vienen, buena suerte.

¡Clac!

— ¡Cállate aún no ha llegado la persona que te...

El guardia que había entrado no pudo terminar de decir lo que quería ya que un golpe de mi parte lo mando a fuera de la habitación, está es mi oportunidad de escapar... No, no puedo las cadenas aún me tienen atada.

— ¡Maldita, intentas escapar eh!

Llego otro guardia, este uso su lanza para golpearme pero lo esquivé, ya estoy cansada de que me golpeen y pregunten cosas que yo no sé.

— ¡Idiota usa el dardo, es la única forma de detener a esta bestia!

Dijo el primer guardia que había mandado a volar, el golpe lo tenía inmovilizado ya que no se movía mucho. Por mi lado yo intentaba romper las cadenas para hacer mi trabajo más creíble.

— ¡Te irás a dormir niña!

Al fin, el dardo salió disparado, agudice mi vista con la poca magia que aún no era sellada, el dardo iba directo a mi cuello.

>> Espero que ella tenga razón Nanodesu<< pensé un poco asustada, tal vez confiar en una voz de mi cabeza que tiene consciencia propia no es lo más tonto que vaya a hacer en mi vida.

Trague en seco y agache mi cabeza justo donde el dardo daría, por favor que no duela tanto.

¡Zas!

Ya cumplí la primera parte del plan ahora falta solo otro poco, solo un poco más y podré salir de aquí.

Sueño de Delta...

Al fin, ya estoy de nuevo aquí, un lugar lleno de oscuridad, debo encontrar a la niña que me habló.

— Ella me dijo ignora todo lo que veas y escuches, búscame a mi.

Bueno viendolo así no hay nada que me haga desviarme.

Así que comencé a caminar, aunque no sé ni por dónde comenzar.

— No hay nada... Ni aquí, ni aquí, ni aquí... Mooo no hay nada, ¡Cómo rayos voy a encontrarla si no hay nada!

— ¡Ayuda, que alguien me ayude!

— Supongo que debo ignorar eso.

Dije mientras seguía caminando, me aleje rápidamente para no escuchar más.

Afortunadamente nada más me interrumpió en seguir con mi búsqueda, caminé unos metros más y luego ví a lo lejos una puerta, me acerque rápidamente, era una puerta de madera con un color negro.

Me daba mala espina, sentia que me llamaba, mi instinto me decía que no debería entrar hay pero tal vez esto sea necesario ya que además del pedido de ayuda no hay nada que me lleve hacia la voz.

— Haaaa, es ahora o nunca Nanodesu.

Gire la perilla y la puerta se abrió, sentí un escalofrío respiré profundo y entre.

...

— Cariño es hora de irnos, ya deberías estar lista.

— ¿Eh?... Y tú ¿quien eres?

Pregunté a ese hombre que me miraba con cariño, cuando entre por esa puerta todo se transformó en una casa bastante humilde, diría que algo parecido al primer hogar que construimos las siete sombras cuando eramos pequeñas.

— Jajajaja buena broma hija.

Se burlo el hombre, espera me dijo ¿Hija?

— No es una broma, enserio ¿quien eres?.

— Dicen que la imaginación de los infantes es increíble y que es mejor seguirles el juego.

El murmuro algo que no entendí, luego me miró con seriedad.

— Está bien te diré quién soy.

Me puse en posición de pelea, su seriedad me causo algo de miedo.

— Yo... Soy... Tu padre.

— ¿Eh?... ¿Usted está jugando conmigo?

Dije irritada por la forma en la que lo dijo, también hizo una extraña pose.

— Por supuesto que no... O bueno si, digo pensé que jugábamos a interpretar papeles de Star Wars. Ya sabes tu siendo Luke Skywalker y yo Darth Vader.

Star Wars... Siento que ese título me es familiar, no solo eso este hombre me hace sentir felicidad y tristeza al mismo tiempo.

— Querido es hora de irnos, recuerda que hoy llevamos a nuestra hija a celebrar sus cumpleaños con sus amigos y... Hay dios mío, ¿otra vez jugando a que son los personajes de Star Wars?.

Una mujer apareció por la puerta en la que había entrado, era castaña, sus ojos de color negro, su belleza era bastante buena.

— ¿Quien es usted Nanodesu?

Pregunté un poco nerviosa, sentía que está mujer era capaz de derrotarme con facilidad.

Ella me miro con curiosidad y luego sonrió con amabilidad.

Luego me di cuenta de una cosa... Ellos eran más altos que yo, enormes... Mire mis manos, mis piernas, toque mi pecho y algo falta, algo desapareció por completo.

Me acerque al espejo que estaba cerca, las dos personas me miraban confundidos y entonces.

— ¡Ahhhhh, ¿que le pasó a mi cuerpo porque volví a ser una niña?!

Dije con pánico, osea todo estaba mal desde que ví que había desaparecido mi pecho, era una niña pero...

— ¡No, no, no, no!... ¡¿Mis orejas, dónde están mis orejas?!. ¡AHHHHH!

— ¡Hija cálmate, por favor nos dejaras sordos!

Dijo el señor en medio de mi grito, luego lo mire enojada, el trago en seco al ver mi expresión.

— ¡COMO QUIERE QUE ME CALME, MI CUERPO NO ES EL MISMO, ESTA NO SOY YO NANODESU!

Grite con lágrimas en los ojos, esto no está bien, nada bien.

— Pff, hija enserio deja de jugar, ven te ayudaré a vestirte.

— ¡No me toque y dejé de llamarme hija!.

No pensé en lo que dije y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, el señor que antes estaba aquí había desaparecido por la puerta, alcance a ver una expresión de miedo en su rostro.

— ¿Cómo fue que respondiste?.

>> Ahora ya se porque sentí nervios... Por favor no, todo menos eso<< pensé con terror evitando dar la vuelta y ver a ese monstruo.

— ¡A mí me respetas jovencita!

¡PAF!

...

— ¿Ya estas más calmada?

— S-si, no volverá a suceder.

— Bien, ahora siéntate para que haga tu peinado favorito.

La señora que dice ser mi madre señaló la silla para que me sentara, yo solo hice lo que me dijo.

No puedo contradecirla de echo es algo que nunca podré hacer.

— ¡Ay!

Exclame adolorida, mi trasero cayó en batalla y no sé si vuelva a resistir otra.

— Bien, ahora déjame ver dónde encuentro ese peine.

Ella empezó a buscar algo con que peinarme, yo solo me limite a verme en el espejo, el reflejo mostraba a una niña de unos 7 años, sus ojos son de color negro al igual que su cabello, su color de piel es tan blanco como la porcelana es parecida a la mujer que casi me deja sin trasero Nanodesu.

— Listo, ahora quedate quieta mientras te hago el peinado.

— Bueno.

Esto me recuerda, yo no me peino el cabello, por lo general es Gamma quien me ayuda.

Debo admitir que es muy buena, no tira de mi cabello ni lo lastima es agradable.

— Hija recuerda tener cuidado en el lugar donde se celebra tu cumpleaños, hay murió una niña de tu misma edad y la verdad no quiero que salgas afuera del local, ¿entendido?.

— Lo haré... Espera, ¿murió una niña?

Pregunté un poco sorprendida.

— Si, la hija del dueño del local fue asesinada fuera de ese lugar, por eso quiero que te mantengas cerca de la gente, me da miedo perderte.

Ella me miro con tristeza, mi cuerpo pareció reaccionar a eso, la abrace como pude, admito que es reconfortante abrazarla, me hace sentir segura.

— Lo prometo, no saldré del local.

Ella asintió y termino de peinarme, me mire y lo cierto es que me veía bastante bien, diría que hasta adorable.

— ¡Haaa, muchas gracias Nanodesu!

— Jejeje aún no entiendo eso de Nanodesu pero me alegro de que te guste, ah por cierto espérame aquí iré a traer mi regalo para ti.

No alcance a decir nada ya que ella salió rápidamente de la habitación.

— Ahora que veo todo, es un cuarto bastante bonito.

— Si, lo es.

— ¡Por fin, ¿dónde estás?!

— Mira al espejo.

Hice lo que me dijo solo para ver mi reflejo en este.

— Si, es raro pero no tengo tiempo tienes que encontrarme antes de que despiertes, mira apenas salgas de esta habitación y llegues al local quiero que vayas a la habitación donde hay unos trajes de animales, no importa quien te siga o te ataque debes llegar lo más rápido posible, apenas llegues hay busca un oso de color amarillo con eso sera suficiente... El tiempo corre y no se detiene, no lo desperdicies.

— Está bien, lo intentaré.

Con eso concluyo mi pequeña conversación, al rato llego mi madre que diga, la señora y me dió una caja y un libro, yo la mire confundida que yo recuerde jamás he tenido esta clase de cosas.

— Es para que dibujes lo que quieras, espero te guste, digo no he tenido tiempo contigo por el trabajo pero quiero que sepas que tu padre y yo te amamos mucho.

— Yo... Gracias mamá, lo atesorare por siempre.

...

— Bien mi pequeña, recuerda nada de salir hasta que tu madre y yo lleguemos, puedes jugar con tus amigos y celebra a lo grande tu cumpleaños número 7, te ordenamos un pastel y lo que más te gusta la pizza hawaiana y pepperoni.

¿Pizza?... Conozco las hamburguesas pero que es pizza.

— Ok, gracias papá.

— *sniff* mi pequeña está creciendo, algún día ya no querrá volver a jugar conmigo.

— Vamos querido aún es pequeña además es hora de irnos, oh mira Susie ya viene a llevarte.

>> Susie... Ahhh no pensé en esto, como rayos voy a ignorar está situación<< pensé cansada, esa niña me dejó todo el trabajo a mi Nanodesu.

— ¡Que bueno que llegas, ven los demás te están esperando, hoy celebraremos a lo grande!

Una chica de cabello castaño claro y ojos color marrón, su aspecto lo definiré en dos palabras extremadamente adorable.

— ¿Umm, que pasa?... Me estás mirando con una expresión muy tonta.

— También te quiero Nanodesu.

Dije sarcástica, y ella me miro abriendo su boca de manera exagerada.

— ¿Que, dije algo raro?

— Si, dijiste Nanodesu... ¿Qué significa?.

— Olvídalo, vamos.

La arrastre al lugar donde debo buscar el peluche, que bueno que no tengo que salir así cumpliré lo que le prometí a mamá, digo señora.

— Hola chicos, ya llegó la invitada de honor.

— Querrás decir la amargada de honor, mira la cara que pone jajaja

Un niño se burlo de mi, estaba a punto de hacer algo pero Susie me detuvo.

— Jeremy déjala en paz, no es momento para tonterías.

— Ok, ok... Lo siento Cass es que parece que no dormiste muy bien.

>> Ni me lo digas, si duermo es porque me durmieron a la fuerza Nanodesu<< dije en mis pensamientos.

Asentí a las disculpas del niño llamado Jeremy, luego mire a otros dos que parecían hablar de algo.

— Bien vamos a investigar.

— ¿Investigar?

— Si investigar, la razón por la que elegiste este lugar es para poder investigar sobre el asesinato de la chica.

— Oh, verdad lo siento se me olvidó.

Dije sonriendo forzadamente, así que una investigación podría usarlo como excusa para buscar el oso.

— Tal vez debamos separarnos para buscar pistas.

— Buena idea Jeremy y Fritz irán a fuera porque dudo que Cass pueda salir, Gabriel y yo iremos al mostrador y Cass.

— Yo iré a las oficinas, iré con cuidado.

Todos asintieron, luego nos separamos.

— Bien debo buscar un oso amarillo, no creo que sea tan difícil.

Busque en varias oficinas pero no pude entrar ya que estaban cerradas, estaba llegando al final y aún no encontraba nada, hasta que llegue a una habitación a diferencia de las demás puertas está estaba medio abierta.

Abrí y entre al interior y hay estaban los trajes de animales, los ignore y comencé s buscar al oso amarillo.

— Pero que ven mis ojos, una pequeña niña que no ha recibido el regalo de su buen amigo.

Mi cuerpo quedó congelado ante las palabras de esa persona, voltee y Vi a un conejo amarillo con un cuchillo, luego hizo una señal para que no dijera nada.

Mi cuerpo temblaba de miedo y terror, no podía decir nada... Si, estaba petrificada al ver a este hombre.

— Toma el oso ¡AHORA!

Grito esa voz, mire a los pies de esa cosa y hay estaba el peluche, no tenía opción tenia que hacerlo era ahora o nunca.

Me agache y con todas las fuerzas posibles me lance hacia el oso, mis manos lo alcanzaron, pero quedé desprotegida.

Lo último que ví fue a esa cosa mientras reía como desquiciado.

...