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Capítulo 4: Nuevos Integrantes

Narrador Izuku: Me cuesta creer lo mucho que han cambiado mi vida en tan solo unos días, pues hasta hace poco me encontraba conduciendo por las carreteras heladas en las montañas de Japón y ahora, me encuentro en medio de un centro comercial, rodeado por decenas de soldados del M.R.D. y la única razón por la cual me encuentro exactamente en ese lugar, es por causa de una chica peli celeste Mutante en peligro... A veces me pregunto por qué accedía a jugar a ser el héroe... -Suspiro- supongo que una parte de mi sabe que lo que hago, pese a todas las molestias... Sigue siendo lo correcto.

//En un centro comercial: 8:00 P.M.//

Varios equipos de soldados de la División de Respuesta Mutante, mejor conocidos como el M.R.D. ingresaron al edificio, armados con rifles y armamento pesado, sin saber que, en el estacionamiento del lugar, un joven bicolor había arribado al lugar, solo para ver el caos que se había desatado.

Todoroki: Por favor, espero que esto no sea obra de Midoriya. -Dijo con pesadez-

Al ver como algunos soldados salían del edificio con heridas sangrantes y cortes profundos en sus trajes, el bicolor no dudo en ingresar de inmediato al edificio, entrando por una de las entradas posteriores del edificio.

Todoroki: ¿Para qué pregunte? -Dijo con sarcasmo-

El bicolor ingreso sin ser visto, gracias al caos que se estaba desatando cerca de la entrada principal del edificio. Pero mientras el bicolor se abría paso al interior del edificio, en medio de la plaza principal del centro comercial se estaba liberando entre los soldados del M.R.D. contra un joven Mutante peli verde con garras metálicas en sus puños.

Izuku: ¡¡ROOOOOAAAAAARRRRRR!! -Rugió furiosamente-

El peliverde se abalanzo contra otro pelotón de soldados, lanzando zarpazos y cortes mortales contra los soldados del M.R.D. hiriéndolos gravemente, incluso consiguiendo acabar con la vida de algunos de ellos en el proceso. En el suelo de la plaza se podía observar los cuerpos de varios de los soldados que tuvieron la mala suerte de haberse enfrentado al peliverde Mutante, mientras que una joven peli celeste había visto como el peliverde había acabado con la mitad de los soldados y aun continuaba peleando.

Hagakure: ¿Cómo es que aún sigue de pie? -Dijo en shock-

Al verse superados por el peliverde con garras, los soldados restantes comenzaron a retroceder, las balas convencionales lo herían gravemente, pero solo para después escupir las balas de su cuerpo y auto curar sus heridas en cuestión de segundos.

Soldado 1: ¡¿Como es que ese Mutante todavía no está muerto?! -Dijo desesperado-

Soldado 2: ¡Señor! Es un Mutante no registrado, no tenemos información sobre su mutación, pero hemos podido deducir que posee alguna clase de factor curativo que lo hace casi imparable. -Informo-

Soldado 1: ¡Incluso los Mutantes tienen sus debilidades! ¡Este fenómeno no será la excepción! -Dijo furioso- ¡Se autoriza el uso de armamento pesado contra el Mutante con garras! -Ordeno al resto de su pelotón-

Los soldados acataron las ordenes de su superior, para seguido cambiar su armamento balístico por armamento pesado, siendo estos rifles de energía, lanza granadas y lanza misiles.

Soldado 1: ¡Abran fuego! -Ordeno a los soldados-

Los soldados apuntaron sus lanza granadas y dispararon una lluvia de granadas que el peliverde vio venir hacia él.

Izuku: ¡Mierda! -Dijo preocupado-

El peliverde corrió para seguido ponerse a cubierto detrás de la fuente en medio de la plaza del centro comercial.

*¡¡¡KABOOOMMMM!!!*

La fuente termino siendo volada en pedazos, pero el peliverde había logrado sobrevivir a la explosión, los soldados comenzaron a acercarse cautelosamente hacia los restos de la fuente, sin saber que Izuku aún seguía intacto... Pero si antes el peliverde estaba molesto... Ahora estaba enfurecido.

Izuku: *Cof* *Cof* -Se quitó el polvo de la ropa- Eso es todo... -Dijo fríamente-

*¡¡SHRRIIPP!!*

El peliverde nuevamente saco sus garras y aprovechando la cortina de humo que se liberó por las explosiones, el peliverde salió de su escondite y usando el humo como cobertura, se abalanzo contra los soldados con lanza granadas.

Izuku: ¡Ahora si me hicieron enfadar! ¡¡ROOAARR!! -Grito con furia-

El peliverde rebano las armas de los soldados con sus garras, para después apuñalarlos, seguido de lanzar un feroz zarpazo que decapito a tres de los soldados, pero justo cuando estaba por acabar con otro pelotón.

*¡¡PASHH!!*

Un disparo de energía mando al peliverde a rodar por los suelos hasta chocar contra las escaleras eléctricas, dejándolo desorientado.

Izuku: ¡Urgh! -Se quejó- Eso no me lo esperaba... -Trato de ponerse de pie-

Sin embargo, más disparos de energía fueron lanzados contra el peliverde, quien observo a los soldados del M.R.D. con armas de energía, disparando sin cesar e impactando contra Izuku, dejándolo aturdido y parcialmente inconsciente en el suelo.

Soldado 3: ¡Mutante abatido! ¡¿Procedemos a eliminarlo?! -Informo-

Soldado 1: ¡No! ¡Captúrenlo! -Ordeno- Un Mutante como este debe valer millones. -Dijo seriamente-

Soldado 3: ¿Y qué hay de la chica? -Cuestiono-

Soldado 1: Encuéntrenla y captúrenla de ser posible. -Ordeno-

Los soldados se acercaron al peliverde abatido con la intención de capturarlo y sedarlo hasta que...

*¡¡PIUM, PASHH, FLASH!!*

Soldado 3: ¡¡Mis ojos!! -Se cubrió los ojos-

Una ráfaga de explosiones y destellos impacto contra los soldados, cegándolos al instante por los destellos luminosos.

Hagakure: ¡Hey, idiotas! Déjenlo tranquilo. -Dijo con coraje- Es a mí a quien buscan. -Dijo con valor-

La peliceleste concentro una vez más sus poderes y libero una explosión de luces y fuegos artificiales de sus manos, los cuales impactaron contra varios de los soldados, dejándolos fuera de combate.

Soldado 1: ¡Argh! Maldita mocosa... -Gruño furioso- ¡Al diablo con las ordenes! ¡Maten a la chica y llévense al Mutante con garras! -Dijo enfurecido-

Justo cuando los soldados estaban por abrir fuego contra la joven peliceleste...

*¡¡PIUUUMMMM!!*

Un poderoso rayo láser impactaría y destruiría las armas pesadas y las armas de energía de los soldados.

Soldado 1: ¡¿Qué demonios...?!

*¡¡POW!!*

El soldado fue callado al instante por un fuerte puñetazo directo a su rostro, por parte de Todoroki quien había llegado justo a tiempo.

Todoroki: Parce ser que llegue justo a tiempo. -Dijo seriamente, apuntando su visor laser hacia los soldados-

Los soldados al ver al Mutante con visor, trataron de retirarse y recobrar sus armas balísticas, pero el bicolor disparo pequeñas ráfagas de rayos láseres contra los soldados restante, hiriéndolos lo suficiente para dejarlos fuera de combate.

Todoroki: Creo que esos eran todos. -Dijo seriamente-

El bicolor se acercó hacia donde se encontraba la chica de pelo celeste, quien al ver al bicolor se sintió algo insegura, pues a pesar de que la había protegido y también al peli verde, desconocía que querían ambos jóvenes de ella.

Todoroki: ¿Te encuentras bien? -Cuestiono-

Hagakure: Si, eso creo... -Dijo nerviosa-

En ese instante, el peliverde recobro el sentido y se levantó, solo para ver al bicolor quien había llegado a la zona.

Izuku: ¿Por qué tardaste tanto? -Dijo serio- Por un momento pensé que me habrías dejado todo el trabajo pesado a mi. -Dijo sarcástico-

El bicolor se acercó peligrosamente al peliverde y le apunto con el dedo.

Todoroki: ¡Robaste mi moto! -Dijo bastante molesto-

Izuku: Solamente la tome prestada. -Se excusó-

Todoroki: ¡Hurtaste mi moto y luego te fuiste por tu cuenta! -Le reclamo-

Izuku: ¡Hey! ¡Si no te hubieras tardado tanto en arreglarte, quizás no me habría tenido que ir por mi cuenta! -Le recrimino-

Todoroki: ¡Necesitaba saber todos los detalles de la misión! -Dijo seriamente- ¡Tu fuiste quien se adelantó y no se molestó en escuchar lo que el profesor tenía que decir! -Dijo molesto-

Izuku: Solo necesitaba saber en donde estaba la chica. -Dijo serio- Al final la encontré sin tu ayuda y todo salió bien.

Todoroki: ¡¿Llamas a esto salir bien?! -Le recrimino al ver todo el desastre causado-

Izuku: ¡En mi defensa, esto ya estaba así antes de que encontrara a la chica! -Se defendió-

Pero mientras los dos jóvenes Mutantes seguían discutiendo, ninguno de los dos se percató que uno de los soldados que había sido derribado, se arrastró sin ser visto, hasta una de las armas de energía que no habían sido destruidas por el Mutante con visor.

Soldado 3: Miserables... Mutantes... De mierda. -Dijo con las pocas fuerzas que le quedaban-

El soldado tomo el arma de energía en sus manos y la apunto hacia los dos Mutantes que seguían discutiendo, hasta que el peliverde consiguió escuchar como el arma era cargada y estaba por ser disparada.

Izuku: ¡Al suelo! -Trato de advertirle al bicolor-

*¡¡PAASSHH!!*

El disparo de energía fue detenido para sorpresa de ambos jóvenes Mutantes, pero quien detuvo el disparo no fue ninguno de ellos... Sino la joven peliceleste, quien había contrarrestado el impacto con una explosión de destellos, pero la peliceleste en consecuencia termino recibiendo toda la descarga de energía restante y cayo inconsciente.

Izuku: ¡Maldito! -Gruño molesto-

El bicolor actuó rápidamente y disparo un rayo láser directo al soldado abatido, neutralizándolo definitivamente.

Todoroki: ¿Sigue respirando? -Dijo preocupado-

El peliverde se acercó a la chica inconsciente, pudiendo escuchar el sonido de su respiración y sus latidos, para su alivio.

Izuku: Sigue respirando, pero no estoy seguro de que tan grave fue el daño del disparo. -Dijo seriamente-

Todoroki: No hay tiempo para llevarla algún hospital cercano, el M.R.D. ya debe haberse enterado de lo sucedido y enviara refuerzos de inmediato. -Informo-

Izuku: Entonces no hay tiempo que perder, debemos llevarla devuelta a la mansión. -Dijo seriamente-

El bicolor estuvo de acuerdo, para después cargar a la joven peliceleste inconsciente entre sus brazos, cargándola al estilo nupcial y la llevo hacia el estacionamiento del centro comercial, en donde tenía su auto estacionado.

Todoroki: Mas te vale devolverme mi moto una vez que hayamos regresado a la mansión. -Dijo fríamente-

Izuku: Si, si, como digas. -Dijo sin importancia-

El bicolor subió a la chica al asiento trasero de su vehículo, mientras que el peliverde se montó en la moto y ambos partieron a toda velocidad de regreso a la Academia Mutante.

//Mientras tanto: Al sur de la región de Japón, cerca de una iglesia en remodelación//

Las puertas de la entrada principal de una iglesia se abrieron de golpe, dejando entrar a tres jóvenes Mutantes, liderados por un chico pelicenizo quien parecía estar siguiendo un rastro con su olfato desarrollado.

Ochaco: ¿Estás seguro de que el rastro termina aquí? -Cuestiono-

Bakugo: Completamente. -Dijo sin dudar- Esta aquí, oculto en alguna parte. -Dijo seriamente-

Melissa: Recuerden, solo queremos hablar con el. -Dijo seriamente- Así que nada de peleas, Bakugo. -Dijo estrictamente-

Bakugo: Tsk, como sea. -Dijo sin importancia-

Al ingresar en la iglesia, los jóvenes se percataron que todo el lugar parecía estar abandonado y, sin embargo, había decenas de velas encendidas en todo el lugar, como si alguien hubiera adecuado el lugar a sus necesidades.

*¡FUERA DE AQUI! ¡VAYANSE Y NO VUELVAN! ¡AQUI NO HAY SANTUARIA PARA USTEDES!*

Una voz se escuchó por todo el lugar, resonando desde cada esquina de la iglesia, pero ninguno de los tres pudo rastrear el paradero de aquella voz, pero un extraño sonido se escuchó al igual que pequeñas estelas de humo aparecieron en algunos rincones.

Ochaco: Se está teletransportando. -Dijo seria- Y creo que trata de ahuyentarnos. -Informo-

Bakugo: Si, pues, no está funcionando. -Dijo con sarcasmo-

Melissa: No te haremos daño. -Dijo calmadamente- Solo queremos hablar. -Dijo sinceramente-

De repente, varias palomas comenzaron a volar desde varios rincones de la iglesia, hasta que una sombra de ojos amarillos se hizo presento en una de las vigas que sostenían el techo de la iglesia.

Nightcrawler: ¡¡Váyanse y déjenme solo!! -Dijo seriamente- ¡¡Aquí no hay santuario para ustedes!! -Grito de forma amenazante desde lo alto de la viga-

Ochaco: -Suspiro- Supongo que tendremos que hacerlo por las malas. -Dijo con pesadez- ¿Ya te aburriste? -Pregunto a su compañera-

Melissa: Yo si. -Dijo astutamente- ¿Seguro de que no quieres bajar? -Cuestiono al Mutante azul-

Pero al igual que antes, la respuesta del Mutante fueron las mismas palabras de antes.

Bakugo: Oye, tormentosa. -Dijo serio- Si no lo bajas tú, lo hare yo. -Dijo impaciente-

Melissa: -Suspiro- Bien, lo hare. -Dijo resignada-

La albina usos sus poderes, sus ojos se tornaron blancos y una tormenta comenzó a formarse alrededor de la iglesia, solo para después...

*¡¡¡KRAKA-BOUUUMMMM!!!*

Un relámpago entro disparado por el vidral de la iglesia e impacto contra la viga de madera en la que colgaba el Mutante de piel azul.

Nightcrawler: ¡¡AAAAAHHHHH!! -Cayo sin control-

Pero justo antes de impactar contra el suelo, fue detenido en el aire a tan solo un metro del suelo, gracias a la telequinesis de Ochaco.

Melissa: ¿Lo tienes? -Dijo astuta-

Ochaco: No ira a ninguna parte. -Sonrió triunfante- ¿Verdad? -Dijo astutamente al joven Mutante azul-

Nightcrawler: Por favor, no me maten... -Dijo asustado- Yo solo quería escapar de ese horrible lugar, solo quería volver a casa. -Dijo atemorizado-

Bakugo: Por si no te diste cuenta, fuimos nosotros quienes te liberamos a ti y al resto de los Mutantes. -Dijo seriamente- Si realmente quisiera matarte, ya estarías en el suelo desangrándote. -Dijo amenazantemente-

Ochaco: ¡Bakugo! -Lo reprendió-

Bakugo: ¿Qué? Es la verdad. -Dijo seriamente-

Nuevamente, fue Melissa quien decidió ser la voz de la razón y hablo una vez más.

Melissa: ¿Cómo te llamas? -Cuestiono-

Estando de cabeza mientras levitaba, el Mutante azulado miro a los tres Mutantes y respondió...

Nightcrawler: "Tokoyami..." -Dijo nervioso- Mi nombre es: "Fumikage Tokoyami" -Se presentó formalmente-

El trio de jóvenes Mutantes se miraron entre sí, pues estaba claro que Tokoyami no tenía la intención de escapar.

Melissa: Es un gusto conocerte, Tokoyami. -Dijo amablemente- Me llamo Melissa Shield. -Se presentó-

Ochaco: Yo soy Ochaco Uraraka. -Dijo igualmente-

Bakugo: Tsk, yo me llamo Katsuki Bakugo. -Dijo seriamente-

Melissa: Ahora que nos hemos presentado, ¿Que dices si charlamos un poco? -Sugirió-

El Mutante azulado asintió y Ochaco lo bajo lentamente de regreso al suelo, luego los cuatro jóvenes Mutantes se sentaron en las sillas de la iglesia e iniciaron una conversación.

Ochaco: ¿De dónde eres? -Cuestiono-

Tokoyami: No tengo un lugar al cual llamar hogar. -Dijo seriamente- Desde que tengo memoria, siempre he vivido en el circo. -Relato su historia- Solía hacer espectáculos, usando mis poderes para entretener al público, de ahí procede mi nombre artístico como: "Nightcrawler" -Informo-

Melissa: ¿No tienes familia? -Sintió pena por el chico-

Tokoyami: Mis padres me abandonaron cuando era un bebe y fui encontrado por una adivina de un circo ambulante alemán. -Relato su historia- Fui criado en el circo, pero incluso la gente del circo me temía. -Dijo con tristeza- Me llamaban demonio, aberración, un...

Bakugo: ¿Mutante? -Dijo seriamente- Se exactamente a lo que te refieres. -Dijo fríamente- Dices que eras parte de un circo alemán ambulante, pero ¿Cómo terminaste en Japón? Y, ¿Cómo es que hablas nuestro idioma tanta fluidez? -Cuestiono-

Tokoyami: Algunos de los artistas del circo eran japoneses y el circo usualmente hacia giras por toda Europa y Asia. -Explico- Ni siquiera estoy seguro de cuál es mi nacionalidad, pero supongo que podría decirse que soy un Japonés-Alemán -Teorizo-

Melissa: ¿Cómo terminaste siendo capturado por esos cazadores de Mutante? -Cuestiono-

Tokoyami: El dueño del circo se enteró de que algunos Mutantes eran vendidos como esclavos a lugares como esos clubes de pelea y me vendió una vez que llegamos a Japón. -Dijo seriamente- Por suerte, la adivina que me crio en el circo, me libero y me ayudo a escapar, pero al no conocer estas tierras, termine vagando por las ciudades, hasta que termine en este lugar. -Narro su historia-

Ochaco: ¿Así que ya habías estado en esta iglesia? -Dijo curiosa-

Tokoyami: El padre de esta iglesia era un amable y bondadoso hombre, me acogió en la casa de dios y me dio asilo durante varias semanas. -Dijo con tristeza- Pero un día, los cazadores me encontraron y trataron de llevarme a la fuerza...

Bakugo: ¿Que le paso al padre de la iglesia? -Dijo seriamente-

El Mutante de piel azul agacho la mirada con tristeza...

Tokoyami: Trato de protegerme, él no iba dejar que esos pecadores hicieran destrozos en la casa de dios, y entonces ellos lo... -Sus ojos dejaron correr unas pequeñas lagrimas-

La albina puso su mano en el hombre de Tokoyami, dejando que desahogara su tristeza, estaba claro que aquel buen hombre que lo acogió, fue una de las pocas personas que realmente no discriminaban a los Mutantes y lo que es mejor, pudo brindarle amabilidad y generosidad al pobre Mutante de piel azul.

Melissa: Lo lamento... -Dijo con tristeza-

Tokoyami: Después de eso, los cazadores de Mutantes me encerraron ese ese baúl y me llevaron a ese horrible lugar y el resto es historia... -Dijo con pesar-

Las dos jóvenes Mutantes sentían pena por Tokoyami, pues había pasado por mucho siendo tan joven, en cambio Bakugo, solo podía sentirse identificado con la tragedia del chico, pero él había aprendido al igual que su hermano, que el mundo en el que vivían podía ser demasiado cruel, sobre todo con los Mutantes.

Ochaco: Es una pena que hayas tenido que pasar, por tanto. -Dijo sinceramente- Pero no significa que tengas que seguir viviendo con miedo, ni seguir ocultándote del mundo. -Dijo seriamente-

Tokoyami: ¿Que otra opción tengo? Alla afuera el mundo me teme, incluso me odian por mi aspecto. -Dijo con pesar-

Melissa: Puedes venir con nosotros. -Dijo amablemente- Nosotros al igual que tú, también fuimos marginados, temido y odiados por ser diferentes. -Dijo seriamente- Pero fue gracias al Profesor que pudimos encontrar un lugar al cual llamar hogar. -Sonrió- Un refugio para todos los Mutantes como tú y como nosotros. -Dijo amablemente-

Tokoyami: ¿El Profesor? -Dijo curioso-

Ochaco: El Profesor Yagi, él fue quien nos ayudó a encontrarte a ti y a otros jóvenes Mutantes que necesitaban ayuda. -Dijo amablemente- Él es una persona generosa y sabia, al igual que lo fue tu amigo el sacerdote. -Sonrió-

El joven de piel azul pensó acerca de lo que habían dicho las dos jóvenes Mutantes, hasta ahora solo había estado huyendo y tratando de esconderse del mundo, pero quizás... Era tiempo de dejar de huir y esconderse, para poder enfrentar al mundo.

Tokoyami: Ese lugar al que llaman hogar, ¿Es seguro? -Dijo dudoso-

Melissa: Es el más seguro que conozco. -Sonrió amablemente- Te prometo que si vienes con nosotros, estarás a salvo y no serás juzgado por tu apariencia, ni por tu origen. -Dijo sinceramente-

Ochaco: Somos Mutantes después de todo, y debemos ayudarnos entre nosotros, así que, ¿Que dices? -Dijo amablemente y tendiendo su mano a Tokoyami- ¿Quieres venir con nosotros? -Sonrió-

Al principio Tokoyami temía que estos jóvenes fueran personas iguales o peores que sus secuestradores, pero si algo había aprendido de su viejo amigo el sacerdote de esta iglesia, era ver la bondad en los corazones de la gente, incluso si pareciese que no la tuviesen. Y, sin embargo, frente a él se encontraban tres personas con gran bondad, que le estaban dando asilo una vez más.

Tokoyami: Iré con ustedes... -Tomo la mano de la castaña- Quiero ver ese lugar al que llaman: Hogar. -Dijo decidido-

Ochaco: Bienvenido entonces... -Estrecho su mano- Tokoyami. -Dijo con emoción-

La misión había sido un éxito, habían localizado y reclutado aun nuevo Mutante, incluso si aún no estaba listo para ser un X-Men, al menos ahora podían contar con un aliado más en su lucha.

*¿?: Por lo visto, han tenido éxito en su misión de encontrar a nuestro misterioso Mutante*

El grupo de Mutantes escucho una voz masculina, algo que asusto un poco a Tokoyami, pero el resto de los jóvenes reconocieron aquella voz.

Melissa: En efecto. -Asintió- Hemos conseguido convencer a nuestro amigo azulado de que nos acompañe de regreso a la academia. -Informo-

El Profesor Yagi se estaba comunicando telepáticamente con el trio de Mutante, excluyendo por el momento a Tokoyami quien lo había escuchado hace unos instantes.

*Toshinori: Esplendido. -Dijo contento- Y me alegro de que estén en camino de vuelta a la mansión, porque tenemos un pequeño problema. -Informo-*

Ochaco: ¿Qué clase de problema? -Dijo dudosa-

*Toshinori: Les alegrara saber que Midoriya y Todoroki también han localizado a la joven Mutante que estábamos buscando. -Informo- Pero temo decirles, que tal como temía, el M.R.D. también había localizado a la joven Mutante. -Dijo seriamente-*

Bakugo: ¿Dónde está mi hermano en estos momentos? -Dijo seriamente-

*Toshinori: Midoriya y Todoroki están en camino de vuelta a la mansión, pero la joven Mutante que debían buscar, se encuentra inconsciente y desconocemos la gravedad de sus heridas. -Informo- *

Melissa: ¿Que sucedió? -Cuestiono-

*Toshinori: Como dije antes, el M.R.D. fue lo que paso. -Dijo seriamente- Por eso necesitamos que regresen a la mansión cuanto antes, la joven Mutante requiere asistencia médica y Recovery Girl posiblemente necesite de su asistencia cuanto antes. -Informo-*

Ochaco: Entendido, profesor. -Asintió- Acudiremos de inmediato. -Dijo seriamente-

La conexión telepática se cortó, los jóvenes Mutantes debían regresar a la academia Mutantes cuanto antes para recibir a la nueva miembro del equipo, además de presentar a Tokoyami.

Melissa: Bueno, creo que llego la hora de partir. -Sonrió- ¿Listo para conocer tu nuevo hogar? -Dijo amablemente-

Tokoyami solo se limitó a asentir con la cabeza en respuesta, aún estaba inseguro de como seria este nuevo hogar, pero a pesar de sus dudas, sentía que podía confiar en la palabra de Melissa.

Bakugo: Bien, ya me harté del olor de esta ciudad. -Dijo serio- Vámonos, antes de que tengamos que nos topemos con más cazadores de Mutantes de esta maldita ciudad. -Dijo fríamente-

Sin más que decir, el grupo de Mutantes salieron del edificio y se dirigieron hacia el Blackbird, lo cual sorprendió aún más a Tokoyami por el hecho de tener un jet privado.

//Tiempo después: En la academia U.A., en los niveles inferiores//

Dentro de la enfermería en donde atendieron a Izuku el primer día que estuvo dentro de las instalaciones. En una de las camillas, la joven Hagakure se encontraba recostada y en un estado inconsciente.

Izuku: ¿Ella estará bien? -Cuestiono-

La pequeña ancianita había usado su don para sanar las heridas de la chica peliceleste.

Recovery Girl: Por suerte, la descarga de aquella arma que le disparo, solo le causo un par de quemaduras, pero nada que pudiese poner su vida en riesgo. -Explico-

Melissa y Ochaco ingresaron al ala medica de los niveles inferiores, solo para ver a la joven peliceleste inconsciente.

Ochaco: ¿Qué fue lo que el M.R.D. le hizo? -Cuestiono-

Todoroki: Le dispararon con un arma de energía, estrictamente diseñada para incapacitar a cualquier Mutante o en el peor de los casos, matarlo. -Dijo seriamente-

Melissa: El M.R.D. es cada vez más cruel con sus métodos barbáricos para capturar Mutantes. -Dijo molesta-

Por un momento las chicas olvidaron que ellas también habían traído aun invitado cuando el Mutante de piel azul ingreso al ala médica.

Izuku: ¿Quién demonios es este? -Miro de reojo al Mutante azul-

El Mutante con orejas y cola puntiaguda se presentó frente a todas las personas del lugar.

Tokoyami: Mi nombre es FumikageTokoyami. -Se presentó- Pero en el circo ambulante en el que trabajaba, me conocían como el gran: "Nightcrawler" -Dijo humildemente-

Izuku: Si, como sea, mucho gusto. -Dijo sin tomarle mucha importancia-

El joven de piel azul se sintió un poco ofendido por la falta de interés del peliverde, pero solo miro a los chicos que lo habían traído a este lugar en busca de respuestas.

Bakugo: Él es mi hermano, Izuku Midoriya. -Dijo sin más- Que no te extrañe su actitud, él siempre es así. -Dijo seriamente-

Melissa: Y el chico con visor y de cabello bicolor, es Shoto Todoroki. -Dijo amablemente-

El bicolor solo asintió con la cabeza en señal de saludo, al menos siendo un poco más amable que el peliverde. Pero justo entonces, las puertas del ala medica volvieron a abrirse, dejando entrar a un hombre delgado de cabello rubio con traje y corbata.

Toshinori: Finalmente han regresado. -Dijo amablemente- Saludos, soy el Profesor Toshinori Yagi. -Se presentó formalmente-

Tokoyami: Es un placer conocerlo. -Hizo una reverencia respetuosa- Yo soy...

*Toshinori: Se exactamente quién eres, Tokoyami. -Se comunicó telepáticamente- También es un placer conocerte. -Pensó amablemente-*

El mutante de piel azul se sorprendió de poder escuchar nuevamente la voz de aquel hombre, dentro de su cabeza otra vez.

Melissa: Descuida, te acostumbraras a escuchar voces en tu cabeza. -Bromeo- Aquí eso es muy normal. -Sonrió-

El profesor se acercó para ver el estado de la joven peliceleste, usando sus poderes telepáticos, exploro los recuerdos más recientes de la joven, observando todo lo que había vivido hasta ahora.

Toshinori: -Suspiro- Esta jovencita al igual que ustedes y muchos otros, también ha sido víctima de la discriminación y el odio engendrado hacia los Mutantes. -Dijo seriamente-

Izuku: ¿Qué hay de su familia? -Cuestiono-

Toshinori: Me temo que ese es un asunto muy delicado del que es mejor no hablar por el momento, sobre todo porque ella no creo que quiera hablar de ello. -Dijo seriamente-

El peliverde y su hermano podían entender el sentimiento, a ellos tampoco les gustaba hablar mucho de sus padres, especialmente de sus madres.

Izuku: *Me pregunto... ¿Que habrá sido de ella?* -Pensó nostálgicamente-

Recovery Girl: Ella estará bien, pero posiblemente no despierte hasta mañana. -Informo-

Toshinori: En ese caso, lo mejor será dejarla descansar. -Dijo serio- Mañana la pondremos al tanto de todo, pero por el momento... -Miro a Tokoyami- Lo mejor será empezar el tour de bienvenida a tu nuevo hogar, joven Tokoyami. -Dijo amablemente-

Tokoyami: Sera un placer. -Dijo serio-

Toshinori: Ochaco, te dejo a cargo de monitorear a nuestra invitada inconsciente. -Asigno-

Ochaco: Hai. -Asintió-

Toshinori: Todoroki y Midoriya, más tarde me dirán con detalle lo sucedido. -Dijo seriamente-

Ambos jóvenes solo asintieron y se retiraron del lugar, al igual que lo hizo Bakugo.

Toshinori: Melissa, por favor acompaña a nuestro nuevo huésped hacia su habitación. -Dijo amablemente-

Melissa: Hai. -Sonrió- Por aquí, Tokoyami. -Dijo cordialmente-

Ambos jóvenes salieron del ala médica, mientras el profesor miraba detenidamente a la joven peliceleste.

Toshinori: Menos mal que llegamos a tiempo. -Dijo aliviado- Un poco más tarde y estoy seguro de que la "Hermandad" los habría encontrado primero. -Dijo seriamente-

El rubio abandono el ala médica, dejando a Recovery y Ochaco a cargo de la supervisión de la nueva invitada.

//Más tarde//

Tras haber sido guiado por la mansión de la U.A. y sus instalaciones ocultas, y tras haber escuchado todo el discurso del Profesor Yagi y de cómo su misión es ayudar y proteger a todos los Mutantes, al igual que a la raza humana. Finalmente, el joven de piel azul fue llevado a su habitación asignada dentro de la mansión, siendo guiado por Melissa.

Melissa: Espero que te sientas cómodo. -Le mostro su habitación-

El mutante azul miro de arriba abajo su habitación, parecía estar fascinado por el gran nivel de comodidad, algo totalmente ajeno para alguien que ha pasado la mayor parte de su vida viviendo en un circo como una atracción.

Melissa: Dime, ¿Qué te parece? -Dijo amablemente-

Tokoyami: Siento que no merezco nada de esto. -Dijo humildemente- Usted y la señorita Uraraka han sido muy bondadosas conmigo a pesar de como los trate al inicio. -Dijo seriamente-

Melissa: Es comprensible. -Dijo de forma comprensiva- Has pasado por tanto, has visto y experimentado cosas que no deberías haber hecho a tan corta edad. -Dijo seriamente- Se exactamente como es ese sentimiento.

El mutante azul pudo observar que dentro de su habitación había una cruz cristiana colgada, algo que tomó por sorpresa al joven Mutante, ya que sabía que no todos los japoneses compartían su religión.

Melissa: Pensé que te sentirías más cómodo si tenías algo que te recordara a tu hogar. -Dijo amablemente-

Tokoyami: Lo aprecio de verdad. -Dijo agradecido-

El joven Mutante saco un relicario de su bolsillo y comenzó a rezar frente a la cruz, algo que podría ser fuera de lo común para cualquiera que no fuese extranjero, pero Melissa podía identificarse con Tokoyami, pues ella también era extranjera y conocía la religió que profesaba el Mutante azul.

Tokoyami: Me disculpo, pero las viejas costumbres son casi imposibles de desarraigarse. -Dijo amablemente-

Melissa: No tienes por qué disculparte, aquí nadie te juzgara por tu religión... -Sonrió- Ni por ser un Mutante. -Dijo amablemente-

Tokoyami: Todavía me cuesta creer que exista un lugar como este. -Sonrió- Un lugar seguro para todos los que son como nosotros.

Melissa: Es una escuela para gente como nosotros, donde estamos seguros. -Explico-

Tokoyami: ¿Seguros de que? -Dijo curioso-

El rostro de Melissa se tornó triste y serio...

Melissa: De la gente. -Dijo seriamente-

El Mutante azul pudo ver en los ojos de Melissa, una gran tristeza, un rencor profundo que no parecía dejar de crecer.

Tokoyami: Cuando yo salía del circo, la mayoría de las personas me tenía miedo. -Dijo seriamente- Pero no los odiaba, los compadecía, ¿Sabes por qué?

La joven albina negó con la cabeza, sin tener una respuesta clara a la pregunta.

Tokoyami: La mayoría de las personas, nunca vera más allá de lo que ven sus propios ojos. -Dijo sabiamente-

Melissa: Yo deje la compasión desde hace mucho tiempo. -Dijo fríamente-

A pesar de la ira, el rencor y la tristeza que podía ver el joven Mutante en los ojos de chica de pelo blanco, también podía ver a una joven que ha sufrido igual que él.

Tokoyami: Una chica tan hermosa no debería sentir tanta ira. -Dijo seriamente-

Aunque halagada por las palabras de Tokoyami, eso no quitaba el hecho de que el daño que había recibido en su vida por ser una Mutante, jamás desaparecería.

Melissa: A veces la ira... -Dijo seriamente- ...Nos permite sobrevivir.

Tokoyami tomo su relicario entre sus manos y miro hacia la cruz colgada en el muro.

Tokoyami: También la Fe. -Dijo sabiamente-

El silencio reino en la habitación después de eso, ambos tenían mucho en lo que pensar, por lo que Melissa abandono la habitación, no sin antes despedirse de su nuevo invitado. La intolerancia, el miedo a lo desconocido o incluso el miedo al cambio, pueden engendrar el odio y el rencor en el corazón de las personas, pero no siempre significa que haya que sucumbir a ella, pues siempre existirán otros caminos que nos permitan seguir adelante en esta vida, entre ellos... La Fe.

//Al día siguiente: Dentro de los subniveles de la Academia Mutante//

En el ala medica de los niveles inferiores de la mansión, la joven Hagakure se estaba despertando tras haber estado inconsciente por más de un día, pero al despertar, la chica noto que se encontraba un lugar completamente desconocido, lo cual la alarmaría al instante.

Hagakure: ¿Qué fue lo que paso? -Dijo desorientada- ¿En dónde estoy? -Dijo preocupada- ¡¿Qué lugar es este?! -Dijo entrando en pánico-

La peliceleste pudo notar que el lugar en donde la tenían retenido era una especie de enfermería, pero no había rastros de algún médico o enfermera atendiendo el lugar.

Hagakure: Debo salir de aquí. -Dijo decidida-

La chica se levantó de la camilla en donde había estado recostada, aun se sentía débil, pero tenía las fuerzas suficientes para poder caminar, por lo que, sin perder tiempo, la chica salió del ala médica, solo para encontrarse con un largo pasillo del mismo color que la enfermería y con varias compuertas cerradas por todo el lugar.

Hagakure: Oh, genial... -Dijo frustrada- ¿Cuál de estas puertas será la salida? -Se preguntó-

La peliceleste camino hacia una compuerta cerrada que estaba al fondo del pasillo, pero esta parecía estar cerrada y no tenía idea de cómo abrirla, hasta que observo otra compuerta al costado del pasillo, la cual tenía un panel de acceso.

Hagakure: ¿Cómo se abrirá esta cosa? -Dijo dudosa-

Al no tener idea de cuál era la clave de la puerta, la peliceleste recordó cómo sus poderes podían estropear los aparatos electrónicos, y fue entonces que se le ocurrió una idea.

Hagakure: -Suspiro- Solo espero no terminar volando en pedazos todo el lugar. -Dijo nerviosa-

La chica acerco su mano hacia el panel de acceso y se concentró todo lo que pudo para usar sus poderes...

*¡PASH!*

La joven Mutante libero unas pequeñas explosiones de luces en el panel de acceso, lo cual causo que el panel se sobrecargara y terminara abriendo la compuerta, dándole acceso a la peliceleste.

Hagakure: Finalmente estamos progresando. -Dijo astutamente-

La puerta se abrió, dándole acceso a la joven Mutante quien entro a la habitación, la cual era una especie de base de control con una ventana que dejaba ver otra habitación, la cual era más enorme y de un color azul metálico.

Hagakure: ¿Pero que es este lugar? -dijo confundida-

Sus dudas se vieron sofocadas al momento de escuchar el sonido de un conflicto que provenía dentro de la enorme sala.

Hagakure: ¿Pero que...? -Dijo sorprendida-

Dentro de la habitación se encontraba aquel mismo chico peliverde que la había protegido de aquellos hombres armados, solo que no se encontraba solo, sino que otro joven de cabello rubio cenizo se encontraba también dentro de la misma sala.

Bakugo: ¡¡GRRRAAAAARRR!! -Rugió salvajemente-

El pelicenizo se abalanzo sobre Izuku de forma salvaje con sus garras extendidas, mientras que el peliverde bloqueo el ataque con garras usando sus propias garras de Adamantium, para luego contratacar con una patada giratoria que Bakugo lograría esquivar.

Izuku: ¿Eso es lo mejor que tienes? -Dijo astutamente-

Bakugo: ¡Apenas si estoy calentando! -Sonrió salvajemente-

Ambos hermanos corrieron hacia el otro con sus garras preparadas para destriparse entre ellos, algo normal para ellos, pero para la joven peli celeste, parecía como si el chico peliverde estuviera en problemas.

Hagakure: ¡Oh no! -Dijo alarmada- ¡Debo ayudarle! -Dijo preocupada-

La peliceleste busco alguna puerta o panel de acceso que le permitiera ingresar a la sala en donde ambos Mutantes estaban peleando, hasta que finalmente encontró un panel de acceso que le permitía acceder a la sala.

Hagakure: ¡Vamos, ábrete de una vez! -Dijo desesperada-

Haciendo uso de sus poderes, una vez más la joven peliceleste libero una pequeña ráfaga de luces y estallidos que deshabilito la puerta de acceso a la sala, pero al hacerlo también activo por accidente una de las modalidades dentro de aquella extraña sala.

*INICIANDO SECUENCIA DE ENTRENAMIENTO TACTICO*

Una voz computarizada hablo desde los alto parlantes de la sala y de la nada, toda la sala en la que se encontraban el dúo de Mutantes, se convirtió en una especie de calabozo lleno de trampas mortíferas.

Hagakure: Oh uh... -Dijo preocupada- Creo que lo rompí. -Dijo nerviosa-

Pero sus nervios duraron poco al ver como en la sala inicio aquella extraña simulación virtual, y ahora el chico peliverde y el pelicenizo comenzaron a esquivar y sortear las trampas que habían sido activadas, alarmando más a la joven peliceleste.

Hagakure: Ahora no solo debo ayudarlo, sino que además también debo reparar el desastre que cause. -Dijo alarmada-

Sin más opciones, la chica ingreso a la sala en medio de la simulación, pero al ingresar a la sala, la chica perdió de vista al peliverde.

Hagakure: ¿A dónde se fue? -Dijo confusa-

No tuvo tiempo para pensar cuando una bola de picos medieval se balanceo hacia ella, obligándola a tirarse al suelo para no ser aplastada.

Hagakure: ¡KYA! -Esquivo aquella trampa por los pelos- Ahora mismo prefiero los soldados armados en lugar de esta trampa mortal. -Dijo alarmada-

Sin ningún lugar en donde esconderse, la peliceleste corrió por el calabazo, tratando de evitar las trampas mortales, pero nuevamente, otra trampa se activó y un enorme martillo de metal estaba a punto de aplastarla.

Hagakure: ¡¡AAAAHHHH!! -Cerro los ojos y grito llena de pánico-

*¡¡SHRRIIPP!!*

Sin embargo, el martillo fue rebanado a la mitad logrando salvar a la joven peliceleste quien abrió los ojos, solo para ver al chico peliverde salvarla una vez más.

Hagakure: Eres tú... -Dijo sorprendida-

Izuku: ¿Niña? -Dijo sorprendido de verla despierta- ¿Qué haces aquí? Este lugar no es seguro para ti. -Dijo seriamente-

Hagakure: Yo estaba... -Dijo nerviosa- ¡Cuidado! -Advirtió-

El peliverde volteo, pero solo para recibir un contundente puñetazo que lo arrojo al lado de la peliceleste.

Izuku: Carajo, por un segundo me había olvidado de ti. -Dijo frustrado-

El pelicenizo apareció con sus garras afiladas, listo para retomar la pelea que habían iniciado.

Bakugo: Si piensas que voy a detenerme solo porque la sala comenzó a descontrolarse o porque esa niña te distrajo... -Sonrió astutamente- ¡Estas completamente equivocado! -Se lanzó al ataque-

Pero justo cuando estaba por atacar al peliverde, un muro de metal se levantó en medio de ambos Mutantes, pero Izuku usaría sus garras y rebanaría el muro de metal y se abriría paso hacia el otro lado, pero Bakugo ya lo estaba esperando con una feroz embestida que lo arrojaría al suelo, para después someterlo y apuntar sus garras directo al cuello del peliverde.

Bakugo: Te tengo... -Sonrió astutamente- Se acabo el juego. -Alzo sus garras-

La peliceleste miro con horror lo que estaba por suceder, temiendo lo que pudiera pasarle al peli verde, ella decidió actuar.

Bakugo: Si ya tuviste suficiente, solo tienes que decirlo. -Dijo burlonamente-

Hagakure: ¡No lo lastimes! -Dijo seria-

El pelicenizo observo a la peliceleste, pues hasta ahora había ignorado su presencia al estar enfrascado en su pelea.

Bakugo: ¿O que harás? -Dijo con arrogancia-

La peliceleste apunto sus manos hacia el pelicenizo y usando sus poderes, libero una ráfaga de explosiones y destellos de luz, logrando impactar de lleno.

Bakugo: ¡¡ARGH!! -Sintió el impacto-

El pelicenizo termino siendo arrojado contra uno de los muros de aquel calabozo.

Hagakure: ¿Estas bien? -Dijo preocupada-

Izuku: Si, en realidad el no... -Trato de explicar-

Bakugo: ¡Maldita mocosa! -Gruño molesto-

El pelicenizo se levantó sumamente molesto y con intención de cobrarse ese ataque por parte de la peliceleste, cuando...

*SIMULACION DE ENTRENAMIENTO TERMINADA*

La simulación de la sala termino y el calabozo desapareció, regresando nuevamente a la enorme sala de color azul metálico. Y justo en ese momento, las compuertas se abrieron dando ingreso a varios jóvenes.

Melissa: ¿Qué fue lo que sucedió? -Dijo seria- ¿La chica está bien? -Cuestiono-

Bakugo: No por mucho tiempo. -Gruño molesto-

Izuku: Kacchan, ya fue suficiente. -Dijo seriamente-

Usualmente el pelicenizo iniciaría otra pelea o discusión con su medio hermano, pero en vista de que la chica nueva finalmente se había despertado, decidió dejarlo pasar por esta vez.

Bakugo: Tsk, como sea... -Dijo a regañadientes-

El pelicenizo salió de la habitación de forma malhumorada, pues no quería dar explicaciones.

Hagakure: ¿Cuál es su problema? -Dijo seria-

Izuku: No eres tú, así actúa casi siempre. -Dijo seriamente- Pero volviendo a la pregunta de antes, ¿Que hacías aquí, niña? -Cuestiono-

Hagakure: ¡Ya te dije que no me llames "Niña"! -Dijo ofendida- Me llamo Toru Hagakure. -Se presentó- Y en cuanto a lo de antes, pues te vi peleando contra ese chico salvaje y yo solo quería ayudarte. -Dijo apenada-

Izuku: Primero que nada, de haberlo querido, habría barrido el suelo con Kacchan. -Dijo seriamente- Y, en segundo lugar, nunca estuve realmente en peligro, simplemente estábamos en una sesión de entrenamiento de combate. -Explico-

Hagakure: ¿Un entrenamiento de combate? -Dijo confusa- Y hablando de eso, ¿Que es este lugar tan extraño? -Cuestiono-

Iida: A veces es una simulación de combate o veces puede ser una simulación de supervivencia. -Explico detalladamente-

La peliceleste miro con sorpresa a aquel extraño chico con gafas, pero lo más extraño era que todo su cuerpo estaba cubierto por pelaje azul.

Iida: Pero este lugar tan extraño como tú lo llamas, es en realidad una sala de entrenamiento cargada con múltiples y diferentes ambientes virtuales precargados, mejor conocida por todos nosotros como... -Dijo detalladamente- "La sala del peligro" -Dijo astutamente-

Al ver la sorpresa y la confusión aun presente en la joven Mutante, Melissa se acercó a Hagakure.

Melissa: Chica, ven conmigo. -Sonrió amablemente- Te explicare quienes somos y que es este lugar. -Dijo cordialmente-

Hagakure a pesar de sentirse algo dudosa, asintió ante la invitación de la chica albina.

Hagakure: ¿Quiénes son todos ustedes? -Dijo curiosa-

Melissa sonrió amablemente y respondió a su primera pregunta...

Melissa: Somos personas marginadas como tu... -Dijo sinceramente- Somos "Mutantes" -Sonrió cálidamente-

La peliceleste se sorprendió al oír eso, pero entonces Melissa se arremango la manga de su brazo, solo para mostrar una extraña marca de nacimiento en forma de "X".

Melissa: ¿Lo ves? -Sonrió- Todos nosotros somos personas como tu. -Dijo amablemente- Ahora, ¿Gustas en acompañarme para darte el recorrido? -Le extendió su mano-

La peliceleste ya no tenía dudas, estas personas eran como ella y por lo tanto, podían ser personas en las cuales podría confiar.

Hagakure: Hai... -Tomo la mano de Melissa-

Ambas chicas salieron de la sala del peligro, Ochaco decidió dejarle el resto a Melissa, pues hasta ahora ella había sido la más calificada para darle el recorrido introductorio a sus nuevos compañeros Mutantes recién ingresados.

Izuku: Oye, bola de pelos. -Dijo seriamente-

Iida: ¿Bola de pelos? -Dijo ligeramente ofendido-

Izuku: La sala del peligro creo que necesita reparaciones. -Señalo los controles y la puerta dañada-

El peliazul miro con horror como todos los circuitos parecían estar chamuscados y los sistemas de control completamente fuera de servicio.

Iida: -Suspiro- Se que esa chica es nueva y es comprensible que haya estado nerviosa... -Dijo seriamente- Pero esa no es razón para destruir casi por completo la sala de control. -Dijo con pesar-

Ochaco: Le avisare al Profesor para que mande a reparar los sistemas de la sala de control. -Dijo amablemente-

Iida: Por favor... -Dijo con pesar-

Izuku: Supongo que el entrenamiento se terminó. -Dijo seriamente-

Los tres jóvenes Mutantes salieron de la sala de control, mientras que los jóvenes Mutantes salían de las instalaciones secretas de la Academia Mutante. Mientras tanto en la mansión oculta de la U.A., el Profesor Yagi observo todos los acontecimientos recientes desde su estudio privado, el cual estaba conectado con las cámaras de seguridad de la mansión y de los niveles secretos.

Toshinori: Por lo visto, nuestra nueva compañera se ha despertado. -Sonrió- Finalmente tenemos buenas noticias este día. -Dijo serio-

Sin embargo, la expresión del rubio delgado cambio a una más seria cuando abrió otro archivo desde su monitor, el cual mostraba un perfil completo de la joven Hagakure, extraído de una memoria que Todoroki había tomado de uno de los soldados del M.R.D.

Toshinori: Al parecer el M.R.D. ya no se limite únicamente a controlar a la población Mutante. -Dijo seriamente- Ahora los están cazando como si fueran animales. -Dijo molesto- Y no solo a los Mutantes que aún no han sido registrados.

Tras lo sucedido en el centro comercial, la base de datos del M.R.D. se actualizo y ahora, la lista de Mutantes peligrosos con ordenes de capturar o eliminar, ha recibido nuevos perfiles agregados a su base de datos.

Toshinori: También están dando caza a los Mutantes que representen un riesgo para sus planes. -Dijo fríamente-

En la base de datos recientemente actualizada, se podía observar el perfil biométrico de: Izuku Midoriya, Shoto Todoroki y Toru Hagakure.

Toshinori: Por el momento solo poseen la información de sus perfiles biométricos, pero salvo por la joven Hagakure, no tiene los nombres ni registros de los jóvenes Midoriya y Todoroki. -Dijo analíticamente- Pero está claro que quien haya sido el responsable de catalogarlos como amenaza de alta riesgo, está claro que no quiere que nos metamos en los planes del M.R.D. -Dijo seriamente-

El M.R.D. tienes una nueva dirección y por los vistos, no desean que los X-Men sigan infiriendo en sus asuntos, por lo que ahora, tienen catalogados a tres de sus miembros actuales, pero es solo cuestión de tiempo para que ese número aumente y los consideren... Una verdadera amenaza.

//Mientras tanto: En los pisos superiores de la Mansión Mutante//

Melissa le había dado a Hagakure el mismo recorrido que le da a todos los jóvenes Mutantes recién ingresados a la academia, pero el recorrido termino con ambas jóvenes en uno de los balcones de la mansión, observando los terrenos pacíficos de la U.A.

Melissa: Bueno, ese sería todo el recorrido. -Dijo amablemente- Como dije antes, todos aquí somos Mutantes como tu. -Explico-

Hagakure: Entiendo, pero podrías decirme, ¿Que es realmente un Mutante? -Dijo curiosa-

Melissa: Nadie sabe realmente quien podría ser un Mutante. -Comenzó a explicar- Los dones son casi similares a los poderes Mutantes, pero la diferencia es que los poderes Mutantes casi no tienen limitaciones humanas como las tienen los dones. -Dijo detalladamente- Algunos Mutantes llegan a manifestar su mutación al nacer, pero la mayoría de las veces, los Mutantes no despiertan sus poderes hasta la adolescencia como es tu caso y de algunos de nosotros. -Explico-

Hagakure: ¿Y qué hay de la marca Mutante en nuestros cuerpos? -Cuestiono-

Melissa: La marca que aparece en nuestros cuerpos y que nos define como Mutantes, es una manifestación física de nuestros poderes. -Explico- No todos los Mutantes poseen una marca visible a los ojos de los demás, hay algunos cuya mutación y fisiología mantiene oculta su marca o incluso nacen sin ella. -Dijo con detalle-

La peliceleste observo sus manos con guantes, recordando que su marca está en su mano y por esa razón la ocultaba a través de sus guantes.

Melissa: El profesor Yagi fue quien nos encontró, no dio un hogar, un lugar seguro para todos los Mutantes y nos enseñó a controlar y a usar nuestros poderes para ayudar a otros. -Dijo sinceramente- Nosotros nos hacemos llamar: Los X-Men. -Dijo con orgullo-

Hagakure: ¿X-Men? -Dijo curiosa- Suena como el nombre de un equipo de héroes. -Sonrió-

Melissa: Pues eso es lo que tratamos de ser. -Dijo amablemente- No te preocupes, aquí en la academia estarás a salvo. -Sonrió- Mi mutación me permite controlar el clima, generar tormentas eléctricas y manipular la electricidad. -Explico- Mi nombre es Melissa Shield, pero todos aquí me conocen por el nombre de Storm. -Se presentó-

Hagakure: Al menos tu nombre es genial y te representa exactamente como eres. -Dijo asombrada- Mi nombre es Toru Hagakure y puedo hacer que las cosas exploten. -Bromeo-

Melissa: Has venido al lugar correcto. -Sonrió- Como de seguro ya lo habrás notado, la Academia U.A. sirve para encubrir una segunda academia secreta, únicamente destinada para ayudar jóvenes especiales que buscan un lugar seguro al cual llamar hogar. -Dijo sinceramente-

Hagakure: Jóvenes especiales, ¿Eh? -Dijo seria- Es otra forma de decir Mutante, fenómenos y marginados... -Dijo con tristeza- Jóvenes como yo...

Melissa: Como todos nosotros. -La reconforto-

Hagakure: Se que ustedes deben tener casi la misma edad que yo, pero, ¿No son demasiado jóvenes para ser un grupo de héroes Mutantes? -Cuestiono-

Melissa: Nos hace falta experiencia, eso no lo niego. -Dijo sinceramente- Pero seguimos aprendiendo y como dije recién... -Sonrió astutamente-

De repente los ojos de la albina se tornaron blancos y el cielo comenzó a nublarse y el aire empezó a soplar con gran intensidad, mientras que las nubes comenzaron a soltar relámpagos y truenos que resonaban por todo el lugar, para asombro de Hagakure.

Melissa: Los X-Men aprendimos a controlar nuestros poderes Mutantes para el beneficio de la humanidad. -Sonrió astutamente- E incluso ahora, aun seguimos aprendiendo. -Dijo con orgullo-

Hagakure: ¡Esta bien, está bien! ¡Ya entendí! -Grito en medio de la ráfaga de aire que sofocaba cualquier otro sonido-

Melissa apago sus poderes y el cielo comenzó a despejarse, dejando ver un hermoso y soleado día.

Hagakure: Pero si todo lo que dices es verdad, entonces... -Dijo seriamente- ¿Por qué la gente nos odia? -Dijo con tristeza-

Melissa: La gente siempre le temerá a todo aquello que no entiende... -Dijo seriamente-

La albina miro a la distancia, observando la ciudad y a todos y cada uno de sus habitantes.

Melissa: La humanidad siempre le ha temido al cambio, el temor solo genera odio y el odio... -Dijo seriamente- Solo trae dolor. -Dijo fríamente-

Ambas jóvenes se quedaron observando al horizonte, la peliceleste reflexiono sobre lo que había dicho Melissa sobre la humanidad y por qué le temen a los Mutantes, pero incluso si el mundo les teme... Al menos ahora tenía el consuelo de que no era la única en el mundo.

//Tres semanas después//

Narrador Izuku: Durante los siguientes días, el Profesor ha tratado de encontrar a más jóvenes Mutantes que requiriesen nuestra ayuda, pero hasta ahora no habíamos tenido suerte, pues los demás Mutantes sabían esconderse muy bien o el M.R.D. los había capturado. El hecho, es que ahora tenemos a 3 nuevos jóvenes Mutantes que forman parte de los X-Men, pero dos de ellos al ser solo unos novatos que apenas sabían cómo controlar sus poderes, necesitaban entrenamiento y fue debido a esa misma razón, que el profesor Yagi decidió que lo mejor sería ayudarlos a practicar sus poderes, lo cual nos lleva a esta situación...

*¡¡¡SHRRIIIPPP!!!*

Un muro de metal fue rebanado de forma cruzada, para después ser pateado, dejando entrar al peli verde con sus garras listas para atacar.

Izuku: ¡Detrás de mí! -Ordeno-

Detrás del peliverde le siguió Mina Ashido, quien parecía estar huyendo de un tiroteo en lo que parecía ser una base subterránea custodiada por decenas de soldados.

Mina: ¡Esto en definitiva fue una mala idea! -Dijo alarmada-

Izuku: ¡No hubiera sucedido, si alguien no hubiese actuado precipitadamente! -Dijo serio-

Mina: ¡Culpa al idiota de tu hermano! -Dijo frustrada-

El camino se vio obstaculizado cuando una compuerta de acero reforzado se cerró justo delante de ellos, dejándolos encerrados con una docena de soldados armados.

Izuku: ¡Grrr! Supongo que no hay salida. -Dijo seriamente-

El peliverde encaro a soldados, preparando sus garras para el combate, pero entonces...

*¡¡PIIIUUUMMMM!!*

La compuerta se abrió de repente y un poderoso rayo láser concentrado salió disparado en dirección a los soldados, derribando al menos la mitad.

Todoroki: Se suponía que ustedes se encargarían de abrir las puertas de acceso y en cambio, me encuentro con la pesada carga de tener que salvarlos. -Dijo fríamente-

El peliverde estaba a punto de reclamarle, cuando la pelirosa observo a más soldados acercándose justo por detrás de Todoroki y apunto de abrir fuego contra este.

Mina: ¡Cuidado! -Lo alerto-

Antes de que el bicolor pudiera voltear, la pelirosa se quitó los guantes y corrió hacia Todoroki para seguido, tocar su rostro con su mano desnuda.

Todoroki: ¡Urgh! -Sintió una sensación desagradable recorrer todo su cuerpo-

En ese mismo instante, los ojos de Mina se tornaron rojos y comenzaron a irradiar energía, solo para después...

*¡¡¡PIIIUUUUSSSSHHH!!!*

Libero dos rayos láseres concentrados desde sus ojos, logrando impactar contra el grupo de soldados, destruyendo sus armas y logrando abrir un oyó en el muro.

Mina: *Ha* *Ha* *Ha* -Respiro agitadamente y dejo de tocar al bicolor-

Todoroki cayó al suelo arrodillado, pues había sentido como si toda su energía y sus fuerzas hubieran sido drenadas con tan solo haber sido tocado por la pelirosa.

Mina: Lo siento... -Dijo apenada-

El bicolor recobro la compostura, sintiendo como sus energías volvían lentamente.

Todoroki: Descuida... -Dijo serio- Creo que con eso ya estamos a mano.

Izuku: ¿En dónde están los demás? -Cuestiono-

Todoroki: Beast está tratando de acceder al sistema principal y tomar el control total de la base, junto con Nightcrawler y Storm. -Informo-

Mina: ¿Qué hay de Ochaco? -Cuestiono-

Todoroki: Ella está distrayendo a los guardias, junto con la ayuda de Hagakure. -Informo-

Izuku: Y déjame adivinar, mi hermano se fue por su cuenta. -Dijo con sarcasmo-

Todoroki: A estas alturas, no me extraña que Bakugo desconozca el concepto de trabajo en equipo. -Dijo fríamente-

Izuku: -Suspiro- Maldito idiota... -Gruño con pesar-

Sin embargo, el tiempo del descanso termino cuando más soldado se dirigían hacia su posición.

Todoroki: ¡Tenemos que movernos! ¡Ahora! -Ordeno-

Sin discutir, los tres jóvenes Mutantes emprendieron la retirada, debían reagruparse con el resto de su equipo cuanto antes, pero ellos no eran los únicos que tenían problemas.

//Mientras tanto: Con Iida, Melissa y Tokoyami//

El segundo equipo tampoco lo estaba pasando muy bien, pues decenas de torretas láseres salieron de los muros y del techo, comenzando a acribillar al trio de Mutantes, quienes se vieron obligado a ocultarse detrás de una esquina.

Melissa: ¡¿Podrías hacer algo con esas torretas?! -Dijo frustrada-

Iida: ¡Eso intento! -Dijo serio-

El Mutante de pelaje azul trataba desesperadamente de desactivar los sistemas de defensa del corredor, sin ningún éxito.

Tokoyami: Tengo una idea que podría funcionar. -Sugirió- Pero necesito cobertura o al menos una distracción que me permita acercarme sin que me vena. -Dijo seriamente-

Melissa: De eso me encargo yo. -Dijo astutamente-

La albina hizo uso de sus poderes, comenzando a generar una espesa neblina por todo el corredor, ocasionando que la interfaz visual de las torretas se viera obstaculizada.

Melissa: ¡Ahora, es tu oportunidad! -Dio la señal-

El Mutante con cola asintió, solo para después desaparecer en un estallido de humo en un abrir y cerrar de ojos.

Tokoyami: ¡Apaguemos a estas máquinas sin alma! -Dijo decidido-

El Mutante de cola y piel azul comenzó a teletransportarse rápidamente sobre las torretas de los muros, para después romperlas con una serie de golpes y patadas, teletransportándose en cuestión de segundos, sin ser visto.

*¡ALERTA, ALERTA! INTRUSION DETECTADA: INICIANDO PROTOCOLO DE PURGACION*

Melissa: Eso no puede ser bueno... -Dijo nervioso-

Mas torretas aparecieron desde los muros, pero estas torretas disparaban lluvias de balas y misiles con toda la intención de eliminar a los jóvenes Mutantes. Tokoyami no podía esquivar tantos ataques a la vez, por lo que se vio obligado a teletransportarse devuelta a la esquina donde estaban escondidos.

Tokoyami: Son demasiados objetivos, no puedo contra todos ellos al mismo tiempo. -Dijo hiperventilado-

La albina miro de costado el corredor repleto de torretas mortíferas y trampas mortales, al final de dicho corredor se encontraba la sala de control de todos los sistemas de la base.

Melissa: Si queremos desactivar todos los sistemas de defensa, debemos llegar al final del corredor. -Dijo seria-

Tokoyami: Yo podría llevarlos al final del corredor, pero no podría meterlos dentro de la sala de control. -Informo-

Iida: ¿Por qué? -Cuestiono-

Tokoyami: Solo puedo teletransportarme a los lugares en los que ya he estado o cualquier otro lugar en donde mis ojos alcancen a ver. -Explico- De lo contrario, si me teletransporto sin saber a dónde voy, podría terminar en medio de un muro o algo peor. -Dijo seriamente-

Iida: ¿Pero puedes llevarnos al final del corredor? -Cuestiono-

Tokoyami: Si, pero una vez que las torretas detecten nuestra presencia, nos acribillaran en segundos. -Explico-

Iida: Si tuviera al menos un minuto, creo que podría ingresar a la sala de control y desactivar las defensas. -Dijo analíticamente-

La albina observo el corredor, el cual tenía algunas ventanas que daban vista al exterior, fue entonces que una idea surgió.

Melissa: Si lo que necesitas es un minuto para ingresar, entonces yo puedo darte ese tiempo. -Dijo decidida- Pero debes actuar rápido, no sé por cuanto tiempo podre mantenerlos distraídos. -Dijo seriamente-

Iida: ¿De qué hablas? -Cuestiono-

La albina concentro todo su poder Mutante, sus ojos se tornaron blancos y en las afueras de la base, comenzó a formarse nubes de tormenta, las cuales comenzaron a soltar truenos y relámpagos, hasta que...

*¡¡¡KRAKA-BOOOOMMMM!!!*

Varios relámpagos ingresaron por las ventas, rompiéndolas en pedazos y alcanzado todas las torretas de defensa, destruyéndolas e inhabilitando los sistemas.

Melissa: ¡Tokoyami, ahora! -Ordeno-

Tokoyami sujeto a Iida y desaparecieron en una explosión de humo, para después aparecer frente a la puerta de la sala de control.

Tokoyami: ¡Abre esa puerta! -Dijo alarmado-

Iida: ¡En eso estoy! -Dijo nervioso-

El peliazul trato de hackear los sistemas de la puerta, pero la puerta no parecía abrirse de ninguna forma, causando frustración y desesperación en el Mutante de pelo azul, al punto de que...

Iida: ¡Al diablo con esta puerta! -Gruño frustrado-

Harto de hacer las cosas de manera civilizadas ante tal situación, el peliazul saco su lado salvaje y usando su fuerza y sus garras, arranco el panel de control de la puerta de forma salvaje, lo que ocasiono que la puerta se abriera por la falla en el sistema.

Tokoyami: ¡Desactiva las defensas! -Dijo alarmado-

Iida ingreso a la sala y comenzó a teclear los comandos de apagado en la consola principal, logrando finalmente anular los sistemas de defensa.

Iida: Uff, que se cerca estuvo. -Dijo aliviado-

Melissa: Dímelo a mi... -Dijo exhausta-

Tokoyami: Ya somos tres... -Dijo igual-

Iida: Solo espero que los demás tengan mejor suerte... -Dijo serio-

//Mientras: Con Ochaco y Hagakure//

Gracias al trabajo de Iida y compañía, los sistemas de seguridad y defensa de la base habían caído, las entradas y salidas habían sido desbloqueadas, pero aún quedaba el deber de encargarse de los soldados dentro de la base.

Hagakure: ¡¿Alguna idea de cómo vamos a salir de esta?! -Dijo alarmada-

Ochaco: ¡Estoy trabajando en ello! -Dijo seria-

La castaña estaba repeliendo una lluvia de disparos de energía, gracias a un campo telequinético que había creado frente a ellas, pero su resistencia psíquica estaba en su límite.

Ochaco: ¡Hagakure! No podre resistir por mucho más tiempo, debes encargarte de ellos. -Ordeno-

Hagakure: ¿Estas segura? -Dijo dudosa- Aun no controlo muy bien este poder y...

Ochaco: ¡No hay tiempo para dudar! ¡Es ahora o nunca! -Dijo severamente-

La peliceleste al ver la mirada de su compañera, pudo ver determinación, esa misma mirada que Izuku y Todoroki tenían la vez que la salvaron de ser capturada hace unas semanas. Ochaco tenía razón, no podía dudar en momentos de necesidad como estos, si quería ser una X-Men, debía estar segura de sí misma y de sus verdaderas capacidades.

Hagakure: Lo haré. -Dijo decidida- Tu déjamelo a mí. -Sonrió llena de confianza-

La peliceleste camino al frente del campo telequinético, comenzando a emanar luces, destellos y mini explosiones centellantes en sus manos, respiro profundamente, se concentró y entonces...

Hagakure: ¡Es la hora del show! -Sonrió astutamente-

La peliceleste lanzo ráfagas de destellos y luces de sus manos, las cuales impactaron de lleno contra el grupo de soldados, hiriendo a varios en el proceso y cegando a otros en el camino.

Hagakure: ¡Y ahora, aquí viene el espectáculo de luces! -Dijo astutamente-

La peliceleste cargo una poderosa explosión de luces en sus manos, para después liberar una luz cegadora que dejo a los soldados completamente cegados.

Hagakure: ¡Te toca, compañera! -Dijo con determinación-

Ochaco aprovecho la oportunidad que le había brindado Hagakure, y usando sus poderes telequinéticos consiguió arrebatarles todas sus armas a los soldados, dejándolos desarmados.

Ochaco: Si no les molesta, creo que nos quedaremos con estas. -Sostuvo las armas en el aire con sus poderes-

Pero justo cuando los soldados iban a contratacar...

Bakugo: ¡¡¡ROOOAAAARRRR!!!

El pelicenizo apareció justo por detrás del grupo de soldados, iniciando un frenesí salvaje sobre los soldados, desgarrándolos con sus garras y acabando con varios de ellos al instante, hasta que no quedo ni uno solo de pie.

Bakugo: Hmp, ¿Eso es lo mejor que tienen? -Dijo fríamente-

A los pocos segundos, el resto de los miembros de los X-Men ingresaron al área en donde se encontraban Ochaco y Hagakure.

Todoroki: Bakugo, se suponía que debíamos infiltrarnos sigilosamente sin llamar la atención. -Dijo molesto-

Iida: Gracias a ti, se activaron las alarmas de seguridad y los sistemas de defensa. -Dijo irritado-

Ochaco: Sin mencionar en el exceso de agresividad, cuando se supone que debíamos incapacitar a los soldados, no destriparlos. -Dijo seriamente-

Bakugo: ¡Urusai! -Dijo molesto- ¡¿Completamos la misión o no?! -Dijo irritado-

Iida: Si, pero hubiéramos hecho esto más rápido, si no hubieras decidido actuar por tu cuenta, actuando precipitadamente. -Dijo molesto-

Izuku quería objetar acerca de las acciones de su hermano, pero hasta el debía estar de acuerdo en que fue algo estúpido el haberse lanzado al peligro, sin saber que sus acciones podrían haber perjudicado al equipo.

Izuku: Kacchan, ya no puedes seguir actuando por tu cuenta como antes. -Dijo serio- Ahora somos parte de un equipo. -Dijo severo-

Bakugo: Tsk, ¡Yo no necesito un equipo! -Dijo serio- Yo mismo podría haber hecho esta misión por mi cuenta. -Dijo molesto-

Izuku: No se trata de hacer las cosas por nuestra cuenta, se trata de coordinar nuestro trabajo en equipo. -Dijo seriamente-

Tanto el peliverde como el pelicenizo cruzaron miradas de manera hostil y molestas, sin duda alguna aun debían trabajar en su unión como equipo.

Iida: -Suspiro- Computadora, termina la simulación de infiltración. -Hablo hacia el aire-

De pronto, toda la base militar comenzó a desaparecer, los muros fueron remplazados por paredes de color azul metálico, los soldados sin vida en el suelo se convirtieron en bits de datos que desaparecieron en el aire y finalmente, el entorno virtual desapareció y regreso a ser la "Sala del peligro".

Izuku: Supongo que el entrenamiento termino. -Dijo seriamente-

Bakugo: ¡Bien, yo me largo de aquí! -Gruño molesto-

Izuku: ¡Kacchan! -Dijo serio-

Sin embargo, el pelicenizo no lo escucho y salió de la sala del peligro, al igual que el resto de sus compañeros de equipo.

Todoroki: Han pasado 3 semanas desde que comenzamos estos programas de entrenamiento para los nuevos reclutas, y trabajar en nuestra coordinación como equipo. -Dijo seriamente- Y en todo ese tiempo, tu hermano sigue sin entender el concepto de trabajo en equipo. -Dijo fríamente-

El peliverde no dijo nada, pues no había nada que pudiera respaldar ese hecho. Durante las últimas semanas, todos se habían sometido a un riguroso entrenamiento en la sala del peligro, para fortalecer y entrenar sus poderes Mutantes y, sobre todo, entrenar a los dos nuevos reclutas, quienes han mostrado avances desde que fueron acogidos en la Academia Mutante.

Izuku: Él no es el único. -Dijo seriamente- Todo esto sigue siendo nuevo para nosotros, nunca antes habíamos estado en compañía de otras personas iguales a nosotros. -Explico- No esperes que la actitud de Kacchan cambie en tan poco tiempo y tampoco esperes que confiemos tan fácilmente en ustedes, al igual que ustedes tampoco confían plenamente en nosotros. -Dijo fríamente-

Sin nada más que discutir con el bicolor, el peliverde salió de la sala del peligro al igual que Todoroki. Quizás ahora sus números habían aumentado, pero el trabajo en equipo es algo que no surgirá de la noche a la mañana, ni la confianza mutua entre los jóvenes Mutantes.


Continuara

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