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Anime/manga: SERVAMP -サーヴァンプ-

(Sāvanpu).

Creador: Strike Tanaka

Pareja: Lawless [Hyde] x Licht Jekylland Todoroki. [Lawlicht]

Nota : Ah, juro que sentí que no llegaba a subirlo para el cumpleaños de la rata xd. Ya estabaen plan "oh raios, le fallé a la rata mierdosa" ; pero llegué :'D .
(En mi país son 10:13 p.m :v)

Dedicado a: Kokoro-Kiseki_13 .
Este es el one-shot del que te hablaba :'3.

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Era una típica mañana de invierno. La brisa matutina de naturaleza gélida y el silencio pacífico de las desoladas calles de la ciudad provocaban dificultad a la hora de levantarse de la cama.

Lawless, que le había costado dormir la noche anterior a causa de sus pensamientos, abría sus ojos tras hora y media de sueño. Hundir su rostro en el cabello de su pareja le tranquilizaba, podría dormir y recuperar esas ansiadas horas de sueño con una dificultad casi nula. Los conciertos del famoso pianista habían agobiado al mismo, dándole el placer a su novio de abrazarlo y besarle más lo que permitiría con sus energías a tope.

Apoyó su cabeza sobre la del pelinegro intentando ver si este estaba despierto, aprovechó que la espalda del "Ángel " estaba acurrucada contra su pecho y observó el reloj de mesa, sorprendiéndose en proceso debido que, en los días posteriores, le habían informado a ambos que Licht tendría que dar un ensayo para el próximo concierto. Con esto en mente, movió sus brazos y a su vez el cuerpo del pelinegro. Luego de un par de insultos e intentos de zafarse del agarre, el pianista abrió los ojos manteniendo el ceño fruncido pero sin romper la postura de "cucharita" que mantenían.

— Buenos días ángel-chan —. Pronunció en tono meloso, dando un sutil beso en la comisura de los labios ajenos. El contrario se giró para poder acurrucarse más junto al otro, Licht, aunque no lo pareciera, al menos cuando despertaba o estaba muy cansado era bastante cariñoso.

— Buenos días rata —. Bueno, cariñoso a su manera, al menos lo intentaba. Lawless acarició sus cabellos contemplando como su novio disfrutaba el tacto.

— Llegarás tarde al ensayo —. El ojiazul abrió los ojos de golpe. Levantándose de manera brusca y pateando a su acompañante.

— ¡¿Por qué no lo dijiste antes, rata estúpida?! —. El rubio lo miraba desde la cama, con una sonrisa plasmada en su rostro al ver como Licht se cambiaba de ropa frente a él. Sonrisa que no tardo en desaparecer cuando el menor se dió cuenta de ello, con un zapato que había por ahí tirado, se lo lanzó justo en el medio de la cara por mirón.

Luego de esa "agradable" despedida, el Servamp decidió ir a la cocina para desayunar. Tenía el presentimiento que podría llegar a ayudarle para pensar en algo, después de todo, la mayoría de ideas estúpidas venían a su mente cuando hablaba con su sexto hermano; gula.

"Quizá la estupidez me salve en esta situación", cruzó por su mente al recordar lo que le había inquietado toda la semana. Algo bastante común entre las parejas que llevaban tiempo conociéndose, pero la inseguridad siempre era un factor clave al hacer la pregunta. La presión, la posibilidad de ser rechazado y la adrenalina no eran una buena combinación, no para ese tipo de situaciones.

Lo peor era que él ni siquiera podía basarse en la valentía que tuvo para confesarse después de todo, ya que la forma en la que ellos se emparejaron fue bastante extraña a decir verdad. Incluso el "¿quieres ser mi novio? " Terminó siendo remplazado por una mirada llena de amor compartido luego de una noche movida. Fué tan complicado de explicar su relación cuando tuvo que informárselo a sus hermanos que recordaba con exactitud las caras de asombro de los mismos. Incluso la mueca de confusión de la actual pareja de su octavo hermano fue épica.

Cabe mencionar que, antes de que esos dos empezaran su relación, eran prácticamente inseparables. Y debido a eso, él junto a Kuro tuvieron la posibilidad de susurrarles "lentos" cada vez que querían molestarlos o o ganar una discusión.

» ¿Cómo pasas de pelear a tener sexo en un hotel? «. Le había preguntado Tsubaki, con su típica sonrisa burlona mientras jugaba con el mechón sobresaliente de su, en ese entonces, amor "Servamp-subclase". » No lo sé, había una cama ahí « se justificó de manera absurda restándole importancia al asunto.

Suspiró alejando los recuerdos de su mente eh intentando enfocarse en la problemática que tenía planteada. Divagó con la mirada detallando su entorno y, para su suerte, un idea se apoderó de su mente al ver el teléfono colocado en un pequeño mueble cerca de la cocina.

"Alguno de mis hermanos podrá ayudarme".

Con una gran sonrisa en el rostro, tomó el artefacto confiado de que luego de un par de consejos su plan sería un éxito. Sin embargo, una mueca de desagrado remplazó su sonrisa al recordar que Freya, la mejor opción como consejera, había cambiado su número hace poco por lo cual él no lo tenía. También descartó a Wordlend en segundos al recordar que ya había hablado con él de ese tema, como era de suponerse, su respuesta fue un simple "enamóralo con comida"; típico de gula.

Pensó en llamar a Lujuria, después de todo, él era "All of Love", debía de tener alguna idea sobre el tema y ayudarlo. Marcó el número en el teléfono de línea del hotel, luego se haría cargo de los gastos. Su espera no fue larga, puesto que a los segundos su séptimo hermano atendió el teléfono con el formal " Hola". Quedó en silencio unos segundos antes de empezar a detallar lo que tenía planeado y sus inseguridad respecto al tema ; con una pequeña risa, Lily comenzó a hablar sobre lo que, según él, le convenía hacer.

— Tras una noche de pasión salvaje, susúrrale al oído la propuesta y, mientras gime tu nombre acept- —. Demasiado para él, colgó de golpe y con un leve rubor en las mejillas al imaginar toda esa escena. Admitía que era una buena excusa para tener relaciones sexuales y proponerle matrimonio; en su mente no paraba de repetirse "genial, premio doble". Pero él conocía perfectamente a Licht, por lo que sabía que llegar a esas circunstancias sería difícil y más aún si lo usaría para una propuesta así. Lo más probable, si llevaba a cabo algo como eso, era salir con la nariz rota y una valija con su ropa amontonada fuera de la casa u hotel donde estén. Maldita mariposa pervertida, recordándole su miseria inconscientemente.

Chistó marcando el número de su hermano mayor, no era la mejor opción, dado que el peliceleste no era muy romántico que digamos, pero prefería eso que llamar primero a Tsubaki y recibir toda una humillación psicológica para luego terminar con una respuesta poco coherente y una carcajada instalada en lo más profundo de su cabeza; ese chico era realmente perturbante. Su hermano se tardó unos segundos en atender la llamada, pero finalmente lo hizo.

— ¿Nii-san? —. Preguntó una vez el teléfono fue atendido. La respiración ronca y ruidos extraños de fondo le daban indicios que no llamaba en la situación indicada. Sin embargo, el rubio no parecía darse cuenta de esto.

— C-Cuelga —. La voz temblorosa de Mahiru más un jadeo le hizo fruncir el ceño. ¿Acaso a su primer cuñado no le gustaba que hablará con su propio hermano? Él no lo permitiría.

— Solo era para que me ayudaras en...

— Lawless, estoy ocupado .

— ¿En qué? ¿En evitar la convivencia familiar? —. Expresó en tono dramático. Detrás de la línea se escuchó un "¿Eres imbécil?" Por parte del mayor y, antes de que le pudieran reclamar por lo dicho, gritó.

— ¡Estoy a punto de tener sexo, carajo! —. Colgó ni bien la noticia llegó a sus oídos, no quería saberlo. Definitivamente, tendría que prestar más atención a los "detalles".

Se quedó un par de minutos mirando un punto fijo en la pared. Sabía que no tenía otra alternativa, pero tampoco quería soportar que le recalquen todas sus miserias entre carcajadas y repetidos " No es interesante". Sus manos temblaron un poco antes de marcar el número de su hermano menor.

Al apenas atender, oyó un sutil gemido por parte de su octavo cuñado. ¡¿Acaso todos estaban teniendo relaciones sexuales ese día?! . Y él estaba allí, junto al teléfono sin poder rozar a su estimado "Ángel" Sin salir con uno o más huesos rotos.

— Mal momento, lo sé —. Rodó los ojos fastidiado y colgó antes de llegar a oír las estruendosas risas del pelinegro. Sabiendo que sus hermanos estaban enterados de su miseria en esa área, lo más normal es que le hagan bullying hasta que se muera ya que, después de todo era extraño que con el carácter de Licht algo así se dé. Y ese era el factor clave del menor de los Servamps para atormentarlo.

Finalmente se rindió dejándose caer en el sofá del hotel. Miró a sus alrededores viendo una pila de películas que le había recomendado en alguna ocasión Mahiru, quizás esas películas de amor cliché le ayudaban en algo.

[❦]

Sus miradas se cruzaron, llevaban tiempo así. El menor intentaba buscar algún tipo de explicación al repentino picnic que había organizado su Servamp. Mientras tanto, el rubio solo se dedicaba a observar con cariño al ángel frente a él, tal y como si fuera un tesoro que quería proteger el resto de su vida.

A pesar de esa insistente mirada llena de brillo posada sobre él, Licht no dijo nada, dándole sutilmente el permiso de tomar la confianza necesaria para plantear lo que sea que pasaba por su mente.

Lawless sonrió ampliamente acercando una copa de vino que, de manera algo perturbadora, parecía ya tener preparada. La mente del pianista divagó unos segundos, "tras un hermoso picnic en el parque donde disgustaron pastel de chocolate el amante le ofrece a su pareja una copa de vino envenenada, dando por acabada así la relación"; no, eso era demasiado inteligente para venir de parte de aquél demonio. Al menos ahora sabía que las películas del medio ángel le estaban afectando.

Mantenía su mirada en Lawless, sabía que la rata tramaba algo, aunque la posibilidad de emborracharlo era escasa por el lugar en el que estaban, pero, con el nivel de estupidez que manejaba su Servamp, no estaba seguro. Su mirada era fija mientras disgustaba la bebida ofrecida. Por su parte, codicia miraba con ilusión como su amado Ángel bebía lentamente aquella copa que le había ofrecido. Su rostro de felicidad no duró mucho, ya que fue suplantado con una mueca de horror cuando Licht comenzó a toser fuertemente.

— Se supone que verías o sentirías el anillo —. Susurró avergonzado una vez el menor escupió la joya con la que casi se ahogaba.

— ¡¿Hyde, eres idiota?! —. El contrario bajó la cabeza apretando en su mano la pequeña sortija de oro con retoques celestinos.

— Lo siento... —. Hubo un breve silencio que fué interrumpido por las suaves risas del pelinegro.

—  Si... —. Confesó con sus mejillas coloradas y tomándolo de las manos. Obteniendo una mirada de confusión total.

—¿Si? —. Expresó aturdido.

— Si quiero casarme contigo, rata estúpida —. Dijo con el ceño fruncido y dándole un pequeño golpe en la frente por tener que aclararlo. El rostro del mayor de iluminó de alegría, sonrojando al pelinegro quien desvió la mirada - Igual deberás comprarme un gran melón para que olvide tu intento de homicidio.

— Descuida, la torta de nuestra boda será de melón —. Lawless sonrió de manera sincera, tierna.— Te amo, mi ángel musical —. Y, depositando un suave beso en los labios de su amado ángel, colocó el anillo en su dedo anular.

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➳ Y para finalizar, esta hermosa foto de Lawless;

Se te quiere, estúpida rata mierdosa ❦