𓆩*𓆪 Diez
Especial Quinteto I
Kim Seungmin tenía la autoestima hasta el cielo, sabía que era atractivo, su esposo también se encargaba de recordárselo a diario, sin embargo, nunca se había sentido tanto el centro de atención como lo era en ese momento. Literalmente en el centro, desnudo y en cuatro mientras degustaba el delicioso y firme pedazo de carne de su esposo frente las atentas miradas de los tres menores.
La saliva escurría por las comisuras de sus labios y su lengua giraba alrededor del falo, su esposo gimió ronco y tomándolo del cabello con fuerza para llamar su atención, preguntó:
—¿Quieres probar el de ellos? _asintió como pudo y solo observó a Minho mirando a los otros tres, invitándolos a acercarse más.
Changbin y Félix se miraron por un momento, comunicándose con la mirada y sonriendo al comprenderse totalmente, el menor se arrodilló frente a Hyunjin, quien lo miró confundido cuando comenzó a desabotonar sus pantalones y los bajó hasta sus tobillos, Changbin también se agachó para quitar por completo la prenda junto con los bóxeres, dejando la parte inferior desnuda por completo.
Félix repartió besos en el abdomen bajo y pelvis de su prometido hasta llegar al pene semierecto que se encargó de endurecer al masturbarlo con una mano. Changbin se colocó detrás de Hyunjin y levantó su camisa al adentrar sus manos hasta llegar a los pezones del mayor.
Hyunjin suspiró placenteramente con los ojos cerrados ante los estímulos de ambos sin percatarse de la orden silenciosa que le dio Minho a su esposo para que lo soltara y fuera hacia ellos.
Seungmin se levantó elegantemente del suelo alfombrado y caminó hasta volverse a arrodillar junto a Félix, quien le regresó la sonrisa para hacerle más espacio.
Hyunjin apretó los ojos con fuerza al sentir dos húmedas lenguas en su miembro, era asombroso como ambos chicos lamían y succionaban alrededor de su punzante pene. Seungmin relamió sus gruesos labios antes de meter el miembro por completo a su boca mientras Félix se levantaba del suelo y miraba a Changbin que besaba los labios y estimulaba los pezones de Hyunjin.
Sin saber exactamente qué debía hacer, miró detrás de él para encontrarse a Minho dándose placer a sí mismo sin apartar la mirada de su esposo haciendo sexo oral a otro.
—¿Por qué no ayudas a Min Hyung, Lixie? —preguntó Changbin a manera de sugerencia, Seungmin y Hyunjin también se detuvieron para mirar hacia ellos.
—Solo les advierto que mi Honnie es muy rudo. Cielo, no te emociones demasiado con Lixie, no quiero que Hyunjin Changbin te pateen el trasero si lo lastimas —advirtió el mayor.
Félix sonrió nervioso, Minho era grande, lo había notado desde el principio y no podía negar que había salivado en cuanto lo vio, pero aun así y algo que le pasaba con poca frecuencia en un encuentro sexual, se sentía apenado y tímido con el mayor.
—Solo te tocaré si quieres, lindo _dijo el mayor con una sonrisa que enmarcó sus hoyuelos en las mejillas, a pesar del momento, Félix agradeció la sonrisa amable y llena de confianza, sencillamente asintió y se acercó para quedar de pie frente a él—. ¿Puedo besarte?
Félix sabía que él era dueño de su cuerpo, sabía que sus parejas estaban de acuerdo con todo esto, sin embargo, la timidez que lo embargaba le hizo voltear a ver a sus novios, quienes se encontraban aún besándose, pero se separaron al no escuchar la respuesta de su joven prometido.
—Adelante, me gustaría mucho ver esto —incentivó Changbin con una sonrisa pervertida y alzando las cejas.
—Puedes hacer lo que quieras, amor, solo si tú quieres —confirmó Hyunjin tratando de sonar lo más cariñoso posible para que el menor comprendiera que todos estaban de acuerdo.
Aun así, Félix miró a Seungmin, quien no se percataba de nada por seguir con su tarea oral.
—¿Amor? —llamó Min a su esposo, quien en seguida volteó con los labios hinchados y los ojos cristalizados—. ¿Tienes algún problema con que Félix y yo interactuemos?
—Mi único problema es que aún no lo estén haciendo.
Todos rieron por el comentario y volvieron a sus labores. Félix tomó aire con fuerza y después lo soltó lentamente para volver a estar frente a Minho, quien le siguió sonriendo con amabilidad.
—¿No estas cómodo conmigo? —preguntó el mayor un poco preocupado de no ser del agrado del menor, él tampoco estaba muy seguro, el chico era muy lindo, pero se le hacía muy niño y no estaba acostumbrado a la timidez en sus parejas sexuales, Seungmin siempre había sido demasiado desvergonzado.
—No es eso, Hyung, es solo que desde que te conocí me pareciste muy guapo, y es la primera vez en mucho tiempo que no interactúo con alguien más que no sean Bin y Jin.
—No lo pienses mucho, solo tratemos de disfrutar, ¿bien? —preguntó con tranquilidad y Félix asintió de acuerdo—. Cualquier cosa que te moleste no dudes en detenerme.
Tomando valor, Félix se agachó y besó los gruesos labios del mayor siendo correspondido al instante, Minho trataba de ser cuidadoso, no quería lastimar al chico o asustarlo.
Al inicio el beso se sintió torpe por parte de ambos, no fue sino hasta que Minho colocó sus manos en la cintura del chico y lo guio para que se sentara a horcajadas en su regazo que el beso se volvió más salvaje y húmedo. Minho empujó su lengua entre los labios del menor siendo recibido por la contraria, bajó sus manos hasta los bonitos muslos y los apretó en cuanto Félix se movió encima de él balanceando el trasero sobre su duro pene.
Por otro lado, Seungmin tragaba con entusiasmo cada gota del semen derramado y sonrió al escuchar las tiernas palabras que la pareja se decía.
—Estuviste genial, cielo, duraste lo suficiente —alagaba Changbin al castaño dándole besos en todo el rostro—. Hay que agradecerle a Seungmin Hyung como se merece, ¿no crees?
El mayor solo asintió, aún respirando con pesadez mientras se sentaba un momento en el sillón para reponerse.
Changbin por su parte, le tendió la mano a Seungmin para ayudarlo a levantarse.
—Hyung, ¿podrías ponerte de rodillas entre las piernas de Jinnie? —preguntó con educación.
—Es la primera vez que estoy en un trío con solo hombres, no sean rudos conmigo —pidió con su característica risa.
—¿Solo con hombres? —preguntó Hyunjin—. ¿A qué te refieres?
—¿Que no lo sabían? —preguntó divertido, subiéndose sin vergüenza alguna al sillón con las rodillas dobladas en medio de Hyunjin—. Minho y yo nos conocimos en un trío que le pidió su ex novia.
Los chicos se quedaron impresionados y rieron sin decir nada más, no se esperaban algo como eso.
—Bueno, Hyung, sentimos si nosotros no somos tan rudos como Minho, después de Soobin nos volvimos muy cariñosos con Félix —explicó Hyunjin acariciando las largas piernas del mayor.
—Y ahora que nos dices que nunca has tenido a dos a la vez, seremos más cuidadosos —continuó Changbin besando la nuca del mayor.
—Yo tampoco soy tan joven como Lixie, así que perdonen si no tengo las mismas energías que él —los tres se rieron hasta que Hyunjin acarició la mejilla de su hyung para acercarlo a sus labios y comenzarlo a besar.
«Hyunjin siempre tan besucón», pensó Changbin con una cariñosa sonrisa que se convirtió en una lujuriosa al bajar la mirada a las anchas caderas de su mayor y se relamió los labios, gustoso cuando terminó su vistazo en el trasero ajeno.
Una de sus grandes manos empujó a Seungmin en la espalda para pegarlo más a Hyunjin, quien recostó su cabeza en el respaldo del sofá mientras Seungmin alzaba más su trasero dejando su entrada a la vista.
—¡Mierda! —Seungmin gimió al sentir la caliente y aterciopelada humedad rodear su entrada para después perforarlo mientras unas grandes manos apretaban sus nalgas con fuerza.
Hyunjin se dispuso a chupar y morder los pezones frente a él, y con una de sus manos bajó hasta el pene contrario y comenzó a masturbarlo con lentitud.
—Ahhh... qué buenos son —susurró con la voz un poco más chillona de lo usual tratando de controlar el movimiento involuntario de sus caderas—. ¿Por lo regular quién es el activo de los dos? —preguntó con curiosidad.
Changbin soltó una risita ronca detrás de él y continuó ahora succionando el lindo orificio que comenzaba a contraerse.
—Bin siempre es el activo, Hyung, siempre —aclaró con una risita—. Tiene masculinidad frágil.
—¡Claro que no! Ya lo hemos intentado y nunca lo he disfrutado —se quejó como un niño chiquito.
—Bueno, con Minho somos versátiles, aunque yo prefiero que me la metan, pero me gustaría intentarlo contigo Jinnie, o con Lixie.
—Puedes probarlos a ambos, Hyung —Seungmin estaba a punto de agradecerle cuando sintió dos dedos introducirse de golpe haciéndole gemir, los dedos de Changbin eran muy grandes y largos—. Pero primero te queremos probar a ti.
Minho veía de reojo a su esposo siendo atendido por dos chicos, se reían y parecía que todo iba bien, así que como agradecimiento se prometió a sí mismo regresar el placer que le daban a su pareja a la pareja de ellos.
Con facilidad cargó al menor para acostarlo en el sillón boca arriba, Félix se sorprendió un momento por el rápido movimiento y un escalofrío recorrió su cuerpo cuando le comenzó a desabotonar la camisa y la lengua del mayor recorrió desde su cuello hasta los pezones que lamió y mordió habilidosamente, sus manos se colocaron en los hombros ajenos sintiendo los músculos tensarse y destensarse con el movimiento, una de sus piernas fue alzada por el más alto después de que se deshiciera de sus pantalones, hasta subirla en su hombro, Félix se sintió cohibido cuando Minho dirigió la vista a su vientre.
—No les tomes importancia, por favor, te juro que no siempre fue así —susurró, no sabía qué demonios le pasa, jamás se había sentido inseguro con su cuerpo, pero después del embarazo las estrías jamás lo abandonaron, al estar siempre con Changbin y Hyunjin jamás le tomó importancia, pero se sentía intimidado con Minho.
—¿Te refieres a tus estrías? —el menor asintió mirando hacia sus parejas, se estaba comenzando a sentir incómodo—. No puedo no tomarles importancia, son bonitas, me hacen recordar que tienes un gran don —y solo esas palabras bastaron para que Félix se relajara e incluso se sonrojó—. ¿Puedo continuar?
—Sí, hyung —contestó sumisamente.
Minho sonrió y besó el vientre del menor, sentía que debía hacerlo para demostrarle el respeto que el chico se merecía, continuó repartiendo besos hasta llegar a la pelvis, mordisqueó los huesos de la cadera y besó su miembro semierecto por sobre las bragas.
Félix no pudo evitar un gemido cuando el mayor se encargó de repartir mordiscos en el interior de sus muslos mientras colaba su mano en el trasero ajeno, apretó un poco una de sus mejillas y después dirigió uno de sus dígitos al ya húmedo interior del doncel.
—¡Ah! —gimió gustoso cuando la traviesa lengua del mayor se pasaba sobre su ropa interior, el dedo invasor ya se encontraba en sus profundidades y él apretó de manera inconsciente los cabellos de Minho.
—Lindo, ¿podrías soltarme? Tengo que ir por un preservativo —Félix asintió con la respiración entrecortada, el mayor le sonrió y se separó de él para dirigirse a su esposo, quien se encontraba besando al castaño claro y siendo preparado por el Bang menor—. Iré por las cosas, ¿algo en especial que no quieras que olvide?
—Trae las pinzas para pezones, y el lubricante de uva —pidió con la voz ronca, Minho le dio un pico antes de dirigirse a su habitación.
Estaba seguro que ocuparían más de una sola botella de lubricante.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro