𓆩*𓆪 Diecisiete
Innie🦊
Ven a cuidar a tu Hyung 🥺
Lixie🐥
¿Chan/amargado Hyung estará ahí?
Innie🦊
Tiene que ir a la empresa,
pero no quiere dejarme solo.
Aunque si lo hace después se acumulará
su trabajo y terminará agotado.
Si vienes podré convencerlo de irse.
Lixie🐥
Llegó en 20.
Innie🦊
Te amo🥺💕
Lixie🐥
Y yo a ti, Hyung ✨
—Félix dijo que vendría a hacerme compañía —avisó Jeongin de manera inocente recibiendo una mirada acusatoria de parte de su esposo.
—No te voy a dejar con ese mocoso, apenas y puede cuidarse a sí mismo, ahora estar a cargo de un bebé y de ti parecerá chiste —se mofó, secándose el cabello después del reciente baño.
—Puedo llamarle a Seungmin Hyung —sugirió el menor.
—De pronto me parece mejor idea que venga tu amigo —contestó rodando los ojos—. ¿Por qué quieres mandarme a trabajar? ¿Ya te fastidié?
—No es eso, Hyung, pero no quiero que después te pases en vela revisando trabajamos atrasados o que todas tus reuniones se acumulen.
—Innie, justo ahora Changbin se hará cargo de la empresa, él comprende totalmente nuestra posición y aceptó estar al mando, déjame cuidar de ti y de nuestro bebé.
—Pero Bin Hyung no tendrá tiempo para su familia también, debes ir a ayudarlo —puchereó—. Yo estaré bien, si comienzo a sentir molestias de lo que sea, yo te avisaré, ¿sí?
—Mejor di que ya no quieres verme —dramatizó camino a la puerta que acababa de ser tocada, dejando a su esposo con una risita divertida en su dormitorio.
—Buenas tardes, Hyung, creí que irías a la empresa —saludó un pelinegro más bajito que él y con varias bolsas en sus manos entrando como si fuera su casa—. ¿Ya te vas?
—¿No gustas pasar? —preguntó con sarcasmo—. Hola, enano, pero el que debería irse yendo eres tú.
—¡Innie, tu esposo me está corriendo de tu casa! —acusó el menor.
—Claramente eso es mentira —dijo el mayor alzando también la voz—. No lo hagas alterarse, no puede tener emociones fuertes. Me largaré, pero cuida bien de él.
Después de lo que Jeongin catalogaría como una divertida discusión entre su esposo y amigo, Chan se retiró dejando a los más jóvenes en el dormitorio matrimonial viendo películas bajo las sábanas.
—¿Almorzaste?
—Sí, Chan Hyung está muy al pendiente de mi dieta, ¿y tú?
—He estado comiendo como si mi estómago fuera un pozo sin fondo —dramatizó bajando las mantas y subiendo su playera—. ¡Mira esto, Innie! ¡Estoy obeso!
El mencionado rio, tal vez Félix si estaba un poquito subido de peso a comparación de hace unos años, en donde antes había musculo, ahora era una masita blanda en su vientre bajo.
—Aun así, estas precioso, tanto que tienes a dos hombres babeando por ti, Chan Hyung se queja de que su hermano se la pasa texteándote y Jinnie Hyung me habla de ti todo el tiempo, realmente te aman mucho.
—Lo sé, me tienen muy consentido, a veces pienso que me tratan igual que Soobin —ambos donceles se rieron por que probablemente era verdad.
—¿En dónde está?
—En el jardín de niños, la Señora Bang pasará por él, en serio que amo a la mujer, pero está malcriando a mi bebé —se quejó con un puchero que Jeongin adoró—. No puedo regañar a Soobin por nada porque en seguida roba mi celular para marcarle a su abuela y decirle que lo estoy tratando mal.
Jeongin se carcajeó ante el adorable diablillo que era Soo, era un niño encantador, pero tenía toda la personalidad de Félix.
La tarde se estaba acabando cuando Félix lo abandonó en la habitación para ir a preparar la cena, al parecer vendrían sus esposos, Seungmin y Minho a visitarlo.
No supo en qué momento se quedó dormido hasta que despertó por los besos que eran repartidos en su oreja y cuello, sonrió aún con los ojos cerrados dejándose mimar.
—La cena está lista, sólo esperamos a Jinnie y a mis padres —murmuró su esposo en su oído dejando un último beso en el mismo.
—¿Puedo bañarme? No quiero que me vean así —confesó apenado, llevaba tres días en reposo absoluto, se daba una idea de lo hinchado que debía estar y lo alborotado de su cabello.
—Deja acomodo la silla —un beso más en su frente fue dejado antes de que Chan se dirigiera al baño para poner la silla en la que sentaba a Jeongin para bañarlo con más comodidad, regularmente usaban la tina, pero era más tardado en llenarla.
—Innie, hice algo liviano para que puedas comer, ¿pero puedes comer postre? Jinnie dijo que traería algo para ti.
—Um, yo... No lo sé, en la dieta no viene nada sobre postres —susurró incómodo, la verdad es que llevaba días queriendo comer algo dulce, pero no quería incumplir con su dieta.
—¿Podrías pedirle un coctel de frutas? —preguntó el mayor entrando a la habitación de nuevo— no estoy muy seguro de si puede comer cosas demasiado dulces.
—Claro Hyung —el menor salió de la habitación mientras Chan ayudaba al rubio a sentarse para comenzar a quitarle la ropa con delicadeza.
—Puedo hacerlo, Hyung.
—Lo sé, pero quiero que me dejes hacerlo por ti —Jeongin se sonrojó, Bang besaba la piel que iba siendo descubierta.
Fue llevado al baño de manera nupcial, lo dejó en la silla y tomó la regadera desmontable y primero mojó sus brazos, el agua estaba tibia y agradable.
—¿Cuál shampoo quieres hoy?
—El que huele a miel, Hyung —susurró adormilado, el agua tibia era realmente un somnífero para él.
Chan tallaba su cuero cabelludo con suavidad, relajándolo aún más de lo que ya estaba, también talló su cuerpo con la suave esponja y como siempre, se avergonzó cuando lo levantó un poco pasando su mano enjabonada por entre sus piernas, limpiando su miembro con suavidad y dirigiéndose entre sus nalgas de la misma manera.
Una vez aclarado el jabón, fue envuelto en una esponjosa bata de baño al igual que su cabello con una toalla, volvió a ser cargado hasta la orilla de su cama y Chan besó su frente con cariño.
—¿Qué te quieres poner? —preguntó risueño al ver a su adormilado esposo.
—En eso le ayudaré yo, Romero Hyung —Chan rodó los ojos al ser sacado de la burbuja romántica y cursi que había formado con su esposo gracias a la pulga molesta.
—Nadie pidió tu ayuda, gracias —se quejó el pelinegro con molestia.
—Tengo que intervenir en su vomitivo momento antes de que se retrasen más, ya llegaron todos y Jeongin tiene que cumplir con sus horarios de comida —informó triunfante al escuchar el bufido molesto del mayor y la risita divertida del rubio.
—Me llamas para ayudarle a bajar —dijo antes de plantar un beso en la regordeta mejilla de su esposo y salir de la habitación sin más.
Entre ambos donceles eligieron un conjunto cómodo y lindo que constaba de unos pantalones de chándal grises y un suéter oversize, las calcetas eran igual de esponjosas, Jeongin debía de estar en 0 contacto con el frío.
—¿No has tenido antojos, Hyung? —preguntó el menor mientras encendía el secador para el cabello húmedo y rubio de su amigo.
—Uhm, muy poco —murmuró.
—Qué raro, yo tuve antojos a todas horas y lloriqueaba para que Changbin y Hyunjin me los cumplieran, quería comer de todo, aun no sé cómo salimos vivos de ese embarazo, casi que me los como a ellos —una mirada pervertida fue lo que observó Jeongin en el rostro de su amigo tras el reflejo del espejo antes de que este soltara—: Mejor dicho, sí me los comí también.
Ambos dejaron escapar risitas, era verdad, Jeongin aún recuerda la vez que llegó más temprano de lo que debía a la casa de esos tres para salir a comer con el menor de todos y al ver la puerta abierta entró encontrándose con una escena que jamás iba a olvidar.
—Jamás creí tener un fetiche voyerista —se burló el menor mientras Jeongin solo se sonrojada hasta las orejas.
—Déjame olvidarlo por favor, no quiero recordar a mis hyungs de esa manera —pidió avergonzado.
—Ay, Innie, y mejor no te cuento todos nuestros fetiches.
Félix no quería ni imaginarse la reacción que tendría Jeongin si le contara lo que hicieron ellos tres con Minho y Seungmin.
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