Numero veitidos.
Mi sol.
Jimin había logrado quedarse dormido después de horas imparables en llanto. Nadie en la fiesta lo había extraño después de su partida, pues ya habían presenciado lo que quieran; la desdicha de una persona inocente y un tanto estúpida.
Taehyung no dejaba de procesar información para lograr salvar a su mejor amigo, el corazón se le había roto al observar el mal estado emocional en el que se encontraba. Por su mente pasaron ideas muy locas he incorrectas, al punto de pensar en el asesinato de una o hasta más personas.
Por suerte, Hobi estaba allí para impedir que procediera, logrando que esos pensamientos se quedara solo como ideas erróneas que deseaba que pronto disiparan.
—Tienes que entrar en razón Tae, nada bueno saldrá si sigues pensando de esta manera, por favor escúchame —pidió él, realmente angustiado.
Su chico se mordía las uñas, y no dejaba de agitar su pierna ansioso, sentado junto al pelirosa sobre la cama, pensando sin parar. Y es que era tan fuerte su lazo de amistad que mutuamente podía sentir culpa, aunque realmente no tenia que haberla en lo absoluto.
—Tranquilo, mírame —Hoseok se hincó delante suyo, y colocó su mano sobre su rodilla para que dejara de agitarla, y luego le tomó las manos para que no siguiera mordiéndose las uñas—. Esto no debe afectarte, entiendo que sean mejores amigos pero... me lastima verte así.
—No puedo hacer nada más —respondió.
Hobi frunció los labios y pensó.
—¿Hay alguien que le guste? Nosotros no podemos impedirlo, pero tal vez esa persona si. El amor es muy fuerte, ya deberías saberlo —le besó la muñeca con dulzura.
—Jimin jamás se ha permitido enamorarse, por qué la única cosa en la que piensa es en el sexo, el solo quería dormir con alguien, no buscaba amor pero... este tiempo no lo se... —suspiró.
Entonces Hoseok recordó lo que había percibido ese día de aquel chico pelinegro con el que Jimin pasaba casi la mayoría del tiempo. Recordó como lo miraba él, y podía notar perfectamente cuando alguien gustaba de otra persona, y en él... era muy evidente, demasiado que parecía descarado.
—Qué me dices de este chico ¿Cual era su nombre?... —chasqueó los dedos.
—¿JK?
—¡Si él! Créeme cuando te digo que pude percibir algo, tal vez se gusten —mencionó—. Pero probablemente tienen miedo de confesarlo, y probablemente es por Jimin, su carácter no lo deja expresarse como quisiera.
—Si, puede ser —al fin una pequeña sonrisa había aparecido en los labios de Taehyung, con mucha esperanza—. Hay que intentar hablar con él, aunque no se si sea lo correcto.
—No te preocupes, hay que esperar un poco, después hablaremos con él ¿Bien? —se levantó y le dio un cálido abrazo, el castaño se aferró a él—. Pero por favor ya no te preocupes más, esto se resolverá.
—Gracias Hobi —se separó y lo miro—. Eres un chico encantador, con un corazón de oro, eres mi sol. —ambos sonrieron, y entonces lentamente juntaron sus labios en un dulce beso—. Te amo Hoseok.
—Yo también te amo Taehyung.
Había un terrible rayo de sol pegando en mis párpados. Había olvidado cerrar las cortinas aunque lo más raro es que estábamos en pleno invierno ¿Sol?.
Abrí mis ojos, solo un poco pues estaban aún hinchados, ya que nuevamente había llorado hasta quedarme dormido, estas últimas semanas parece que se a convertido en un horrible hábito.
Mire hacia mis pies donde ya hacían dos personas dormidas acurrucadas, eran Tae y Hobi, sonreí al verlos allí. No me habían dejado solo, y eso me alegro, pero no me sorprendió. Ambos son dos personas valerosas con un corazón enorme
Un tintineo llego desde mi celular, este estaba en la mesa de noche, rápidamente lo alcancé y revise aquella notificación.
JK 💬 : Buenos días. ¿Estás despierto?
💬 : Lo estoy, buenos días.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro sin poder evitarlo. Ahí estaba mi luz al final del túnel, y al mismo tiempo mi terrible miedo.
JK 💬 : Yo me preguntaba si querías comer y ver una película conmigo en mi departamento. Entiendo si tú no quieres...
💬 : Se escucha bien, realmente creo que necesito eso, los días han sido duros.
JK 💬 : Entonces creo que si es una buena idea ¿debería mandarte mi ubicación? Me siento apenado al no ir por ti ¿eso es correcto?
💬 : Lo entiendo no te preocupes, estaré ahí entre las dos de la tarde, me gusta el mochi y el jugo de durazno, tenlo en cuenta (;
Nuevamente sentí una alta temperatura en mi rostro, específicamente en la zona de mis mejillas y orejas, también mi pulso estaba un poco agitado. Parecía un adolescente, apenado, emocionado e inexperto.
Era mi primera vez, figuradamente.
Mire mi reloj ¿tan tarde era? Las doce de la mañana, parece que mis amigos se habían madrugado preocupados, pues estaban completamente dormidos, ni siquiera un tren o un volcán en erupción lograría despertarlos.
Le había dicho a JK que lo vería a las dos de la tarde, tenía que apresurarme entonces.
Tome una ducha, me prepare de pies a cabeza, y por alguna extraña razón no dejaba de acomodarme el cabello, el brillo labial, la camisa, y es decir todo ¿acaso estaba nervioso? ¿Qué me sucedía? Nunca había pasado tanto tiempo mirándome en el espejo, perfeccionado cada parte, aunque no lo necesitara.
Ya cuando por fin puede despegarme del tocador, escribí una nota para mis durmientes y enamorados amigos, para cuando se despertaran y no me localizaran no se desconcertaran.
Gracias por quedarse conmigo, saldré por un par de horas con JK, no se preocupen por mi, por favor pasen su día normal.
Los quiere, Jimin <3
Mis padres como era costumbre trabajan, parecía que no les importaba mi infelicidad, y si era así, a mi tampoco me importaba seguir viéndome con aquel chico que me prohibieron volver a ver.
Que se jodan, acepte todo lo que me demandaron, aunque por su puesto, no acepté en ningún momento dejar de ver a JK.
[...]
El pelirosa tocó un par de veces la puerta del departamento, y espero nervioso. Acomodo una vez más su atuendo, luego jugo con sus dedos ansioso y al hacerlo logró tocar el anillo de compromiso que traía en el dedo anular, el cual rápidamente se quitó y guardado en el bolsillo de su abrigo.
Jungkook atendió la puerta unos segundos después presentándose con una sonrisa ante él, ya que él muy bien sabía que se trataba de Jimin quien había tocado la puerta.
—Majestad, bienvenido —lo saludo con una brillante sonrisa y Jimin le contesto de la misma manera—. Pasa, puedes dejar tu abrigo donde quieras.
Ambos entraron al departamento, y no era muy notable por que trataban de ocultaron, pero los dos estaban completamente nerviosos, y lo extraño era ¿Por qué? Esa no era su primera vez saliendo.
—Tu departamento se siente cálido ¿Es aire acondicionado? —preguntó él pelirroja quitándose su abrigo, déjalo sobre una silla del comedor pequeño que había al frente.
—Si lo mande a poner por el invierno, no me gustaría vivir en una nevera —contestó Jungkook con una risita que replicó Jimin—. Puse palomitas iré a revisarlas, siéntate donde quieras.
—¡Oye! —lo llamó, el pelinegro se volvió hacia el de inmediato confundido—. ¿No crees que hace falta algo?.
—Hmm... Creo que... ¡Oh! ¡Claro! Traje el mochi y el jugo de durazno que me dijiste, nada va hacer falta —contesto inocente.
Aquello a lo que se refería Jimin casi siempre se daba inesperadamente, o en un momento apasionado, aunque en esos últimos momentos, aquello que hacia falta se había vuelto más profundo, un beso.
—No me refería a eso tonto —giro sus ojos con una sonrisa—. ¿Acaso no vas a saludarme correctamente? Recuerda lo que dice en nuestro contrario, los besos deben de estar de por medio en cada uno de nuestros encuentros —sonrió y mintió.
El contrato hablaba de todo tipo de cosas pervertidas, pero menos de besos románticos.
¿Pero qué más daba? Jungkook deseaba besarlo tanto como Jimin a él.
—Perdóname ¿me permite besar sus bonitos labios majestad? —bromeó sujetándolo de la cintura con delicadeza.
Jimin asintió relamiéndose los labios humedecidos para JK, él también hizo los mismo y entonces se besaron, de una manera apasionada pero a la vez suave, creando una combinación y una sensación armónica.
Se mantuvieron ahí por unos cuantos segundos. Jungkook lo atrajo hacia el colisionado sus cuerpos, y Jimin enrolló sus brazos en el cuello de este. Y tal como en un cuento de hadas o una película romántica, el pelirosa elevó involuntariamente su pie derecho mientras continuaba besando los delgados, aunque suaves y ágiles labios de JK.
Cuando se separaron sus destellantes miradas conectaron, mientras un leve rubor se hacia presente en sus mejillas.
—¿Puedo escoger yo la película? —musitó Jimin revoloteando sus pestañas.
Jungkook sonrió—. Claro, pero no veré mujer bonita o Lalaland —dijo y ambos soltaron una risita—. Estoy bromeando, escoge lo que te guste.
Le dio un último beso corto, y luego se fue a la cocina para revisar aquellas palomitas en el microondas. El pelirosa oprimió una risita mientras cubría su rostro color tomate, sintió una bonita sensación en todo el cuerpo, fueron como unas cosquillas, algo extraño, pero lindo.
[...]
Pasaron un tarde agradable, mirando películas de comedia la cuales lograban hacer que se carcajearan, mientras comían todo tipo de chucherías, y algunas veces, en las partes menos importantes de la película, volvían a besarse solo para agitar un poco sus hormonas.
Las horas solo pasaban sin que ellos se dieran cuenta, pero si quiera les importaba. Ambos estaban tan felices y cómodos, que lo demás quedaba en un segundo o tercer plano.
Finalmente cayó el atardecer, y la tercera película se estaba reproduciendo. Ya no había carcajadas y era por que el azabache se quedó dormido entre los cálidos brazos de Jimin, gracias a que le estuvo acariciando el cabello, este lo observo y no puedo contenerse a pasarle la yema de sus dedos por su bonita piel.
Por consiguiente decidió acercase aún más, dejando que la cabeza de Jungkook cayera sobre su pecho. Al instante sintió su calidez, y por eso sonrió serenamente, y entonces abrazó el cuerpo del pelinegro y luego también se fue quedando dormido.
—Dios, que cómodo —murmuró antes de adentrarse en un profundo sueño.
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