Él y la lata vacía.

Madre 💬 : Apresúrate en llegar. Espero que traigas puesto algo bonito!

—¿Qué? —fruncí el ceño sin entender. Jamás le había importado lo que utilizaba, algunas veces me miraba de arriba hacia abajo, y luego me sonreía, pero nunca supe si le gustaba, o si solo se burlaba de mi—. ¿Por qué tan de pronto?.

No me moleste en responderle, me preguntaba ¿por qué eran tan hipócritas? ¿Acaso olvidaron nuestra última supuesta conversación? Aún ni si quiera había pensado en aquello, pues solo de hacerlo me daba una jaqueca infernal.

—Joven Park ¿quiere agua? —la conductora me vio desde el retrovisor, yo coloqué mis dedos en el puente de mi nariz y negué—. Llegaremos pronto a su hogar.

Lo sabía, pero en realidad no quería hacerlo.

—Por dios ¿por qué siempre llegas tan tarde? ¿Que te toma tanto tiempo? Ni si quiera te molestaste en contestar mis mensajes, mírate, tan desalineado —protestó mi madre en cuanto yo puse un pie dentro mi morada.

La miré confundió mientras ella arreglaba mi cabello rápidamente.

—¡Oye! ¿Qué haces? ¡Déjame! —me aleje—. Estoy cansado, iré a ducharme, los veo en la cena.

—¡Jimin! —me detuvo, yo volteé—. Tenemos que presentarte a alguien, por favor pon tu mejor cara y se obediente —objeto con seriedad. Todo era tan extraño—. Ven conmigo.

Fui detrás de ella dudoso y desconcertado, caminamos hasta la estancia, aclaré mi garganta he inhalé aire cuando vi a mi padre sentado junto a un chico de cabello oscuro y piel muy clara.

Ambos se levantaron cuando hicimos acto de presencia en la habitación.

—Hijo llegaste —habló mi padre acomodándose el saco de su traje—. ¿Cómo te fue en la sesión? ¿bien? —ni si quiera me dejó responder, además no podía, estaba asustado—. Me alegro —carraspeó—. Bueno te queremos presentar a...

—Min Yoongi, es un placer —el tipo se acercó y extendió su mano hacia mí con una leve sonrisa. Mire su mano y luego a mis padres

¿Acaso él era...?.

—Park Jimin —respondí confundido estrechando nuestras manos, pero de pronto él elevó mi mano y dejó un beso en mi muñeca. Abrí mis ojos un poco de más asombrando por esta acción.

—Es un verdadero placer, Park Jimin —musitó y entonces me soltó.

—¿Quieren cenar? Todo esta listo en el comedor —agregó mi madre. Ellos asintieron y caminaron hacia el lugar, yo me quede ahí como una estatua desconcertado.

Y desde mi posición logre verlo, vi como lo tomaban del hombro y le sonreían amablemente, por su puesto que era él el elegido para ser... mi futuro esposo. Las señales de una extraña confianza por parte de los abogados que en nadie confían me confirmaban todas mis suposiciones.

[...]

—Dime Yoongi ¿El Bufete lo fundaste tú, o tu familia?.

En la cena, parecía como si no estuviera dentro de mi cuerpo, estaba en otro lugar, menos en esa mesa, y mucho menos en la conversación, ni mente maquinaba por sí sola, y mi cuerpo simplemente estaba presente.

—Yo mismo, era joven y astuto —rieron.

¿Qué se suponía que haría ahora? Regrese apenas unas horas de haberme revolcado con alguien, incluso aún podía sentir en mi trasero el lubricador del condón ¿Qué hacia aquí sentado pretendiendo ser un buen chico? Frente a este... fanfarrón.

—Jimin no haz tocado tu comida ¿no tienes hambre? —la voz de mi madre logró sacarme de mis pensamientos, cuando volví todos estaban mirándome.

—¡Oh! Si, no tengo mucho hambre, almorcé algo después de la sesión —repliqué y no me refería específicamente a comida.

—Claro, deberías integrarte a la platica un poco más cariño, el punto de esta cena era que pudieras conocer a Yoongi —afirmó—. Es un joven encantador, nos contaba que...

La interrumpí—. Lo siento, hoy me siento un poco cansado —excuse sobando mi cuello, y no es que estuviera fingiendo, claro que estaba exhausto, había follado con alguien de una manera salvaje y extraordinaria—. Pero vamos, continúa ¿qué me decías? Parece... interesante —dije con todo el sarcasmo del mundo.

—Yoongi nos contaba sobre el asombroso bufete de abogados que él lidera, y que además fue fundado por el mismo, realmente admirable.

—Por favor señora Park no es tan importante, solamente es un simple trabajo —vaciló él haciéndose el tímido, cuando en realidad presumirme sus logros y verse "increíble" ante mi era su objetivo.

—Tonterías, es maravilloso que un hombre tan joven como tú haya fundado un bufete tan reconocido en Corea, debes darle el mérito que se merece. ¿No lo crees así Jimin? —me miró.

Asentí súbitamente, y luego tomé un buen trago de mi copa de vino—. Claro, es fabuloso, no estoy muy compaginado con la política pero creo que es genial —conteste restándole importancia.

Toda la cena continuaron hablando sobre eso, sobre lo asombroso que era el. Y sabía muy bien a qué juego jugaba, quería presumirme sus triunfos, y que es un hombre según ellos digno para mi, no tenía ningún problema con el, era un chico apuesto he inteligente. Él problema era con ellos, con mis padres ¿Acaso no ven que nos torturan a los dos? Así no lograrán que me enamore de él, no me importa su dinero o su cargo. Solo déjenme tener sexo con él y entonces decidiré si es digno.

Aunque dudo que logre nivelarse con JK.

—Fue un verdadero gusto conocerlos señores Park, la cena estuvo deliciosa, espero volver nuevamente —mencionó Yoongi.

—Por supuesto, eres bienvenido a regresar cuando quieras.

Él me miro.

—También me gustaría volver a verte Jimin. Se que nuestro encuentro fue algo repentino, pero prometo esforzarse en el próximo —¿El próximo, dijo?—. Me preguntaba si ¿te gustaría salir a comer conmigo?

—Yo... —¿Qué debería responder? Si decía que si era darles el triunfo a mis padres, pero si decía que no, mi vida dentro de esta casa sería un total infierno—. Claro —al final dije, obligado.

—Muy bien, entonces ¿estás disponible mañana?.

—Tengo que ir a la Universidad.

—Puedes faltar, yo me encargaré de decírselo al director —repuso mi padre.

—Si es así, entonces nos vemos mañana —me sonrió—. Ahora tengo que volver a mi hogar, gracias por su gentil compañía y hospitalidad —hizo un reverencia—. Hasta pronto señores Park. Jimin.

Le sonreí levemente, entonces se dio la vuelta y se marchó. En ese momento estaba tan impotente y enojado, me sentía estúpido, como un títere, como una lata vacía. Parecía tan normal para ellos, como si realmente yo quisiera todo esto.

—¿Por qué lo hicieron? —hable.

—¿De que estas...?

—¡Díganmelo! ¡¿Por qué ahora?! —grite—. No me dieron ni una semana para pensarlo —mi respiración se agitó y mis ojos se nublaron por las lágrimas—. Acabo de conocer a mi futuro esposo ¿saben como tomé eso?.

—Tu estabas advertido que así sería, no te hagas la víctima, aceptaste su cita si no querías simplemente hubieras dicho que no —objeto mi padre—. Estas cansado ¿no es así? Ve a tu habitación y reflexiona lo que tengas que reflexionar. Mañana tienes un cita que atender.

Ambos se fueron, sin decirme, ni dejar que dijera algo más.

Un dolor se presentó en mi pecho como una punzada, una puñalada. Algunos padres desean de su único hijo logros que se puedan guardar y mostrar, pero ellos solo esperaban un jodido matrimonio mentiroso.

Tal vez si soy una lata vacía para ellos.

[...]

¿Y estarás bien? ¿Quieres que me quede contigo? Mañana también puedo faltar a la escuela —era Taehyung desde la otra línea.

—¿Harías eso por mi? —pregunte limpiando mis ojos. Había llorando tanto, que ya ni siquiera podía ver por lo hinchados que estaban mis ojos.

Claro idiota, somos mejores amigos, soulmates. Voy para allá —colgó.

Y en ese momento agradecí que Taehyung viviera a unas cuantas casas de la mía. Llego más pronto de lo que esperaba, tal vez ya venía cuando hablábamos. Me abrazo y me consoló como siempre lo hacía desde hace doce años, yo me aferré a él. Era la única persona que me tenía compasión, él no creía que fuera una lata vacía, siempre vio lo mejor y lo más valioso de mi.

—Calma Minie, todo va estar bien —acarició mi cabello—. Yo estaré aquí siempre, no estás solo. —me abrazo con fuerza.

—Ellos nunca me han amado, siempre ven por su conveniencia, y yo soy solo su maldito títere —dije con rencor mientras lloraba.

—No eres un títere, eres un persona con sentimientos y desiciones. Pero hay algunas cosas que simplemente no podemos cambiar, aunque debemos ser fuertes y afróntalas.

—No quiero, no me quiero casar, voy hacer infeliz el resto de mi vida. Tae no me quiero casar con ese tipo —llore cada vez más, toda la noche sin dejar de abrazar a mi mejor amigo, al punto de que su suéter se encontraba empapado por mis lágrimas.

Él aguanto hasta que se hizo de noche y logre quedarme dormido.

—Lo siendo Jimin, esta vez no puedo ayudarte, me siento un completo inútil, me duele verte sufrir ¿qué debería de hacer? —musitó Taehyung viendo los ojitos hinchaditos de su mejor amigo con tristeza—. Te quiero, solo dime que debo hacer.

Lo abrazo. No podía hacer nada más, solamente apoyarlo, quererlo y consolarlo, como cualquier amigo.