Mi mundo y tu lujuria.

—Pásame la botella de agua, estoy más deshidratado que una fruta seca —masculló Jimin acostado en su cama en posición estrella, con una resaca horrible al igual que su mejor amigo quien tenía a su lado.

—Agh la cabeza me va a explotar —contestó Taehyung entregándole la botella, mientras sobaba su cien con sus dedos—. ¿Qué voy a decirle a Hobi? Recibí mensajes preguntándome sobre mi resaca y a qué hora iríamos a desayunar.

—Ugh yo también, JK llamo por la mañana, pero ahora lo único que quiero es podrirme aqui lentamente —dijo el peliazul soltando un gran suspiro con pesadez—. No debimos tomar tanto, esa cosa de verdad estaba fuerte.

—Si, pero al menos nos divertirnos ¿no? —ambos asintieron entre risitas—. ¿Y vas a volver al señor abogado? Dices que después de todo no estuvo tan mal.

—Eso creo, pero en realidad no quiero verlo de nuevo, es guapo e inteligente, pero el solo hecho de que fuera presentado por mis padres es suficiente para que lo deteste, si tan solo lo hubiera conocido en otras circunstancias le hubiera chupado el pene, pero no. —aclaró su garganta—. Aún temo casarme, no quiero hacerlo.

Tae se giró hacia él, y lo miro afligido.

—Lo siento tanto Minie, esta vez no puedo hacer nada, no puedo cubrirte en la entrada, y tampoco puedo dar una excusa. Perd...

—¿Por qué te disculpas? —lo interrumpió—. No tienes por que hacerlo Tae, tal vez esté es mi castigo por ser tan malditamente rebelde —miro hacia el techo y luego sonrió con satisfacción—. Pero... al menos tendré mi propia venganza.

—Claro, acostarte con ese chico ¿cierto? ¿Piensas decírselos o algo por el estilo?.

—Si, en el momento indicado y cuando menos se lo esperen, aunque de verdad me gustaría que lo descubrieran antes, eso me daría una satisfacción tremenda —mordió su labio inferior entusiasmado.

—¿Y a ti que cosa no te satisface? Eres un adicto al placer —Taehyung se sentó en la cama cansado y débil—. Hay que ducharnos ¿Te gustaría volver teñir tu cabello? ¿Qué tal un rosa algodón de azúcar?.

Jimin asintió con una sonrisa—. ¡Hagámoslo!.

Como se esperaba la merienda con sus distintivos chicos se cancelo, pues toda la mañana se la pasaron reposando su resaca en la tina caliente, junto a dulces y una botella de jugo de durazno, mientras que Jimin se teñía nuevamente el cabello.
Transcurriría como un fin de semana normal entre ellos, aunque una vez terminada la mañana, aquella merienda con JK y Hobi se reunidaría convirtiéndose en comida. Ambos jóvenes se prepararon, poniéndose bonitos atuendos, como era costumbre, y dando solo unos toques con perfume, joyería y un poco de maquillaje.

Eran totalmente lindos tanto producidos, como también con resaca.

—Llegará en diez minutos ¿qué te dice el tuyo? —le preguntó Taehyung mirando la pantalla de su celular con el último mensaje que recibió de Hoseok.

JK 💬 : ¿Cuanto más vas a tardar? Vamos llevo diez malditos minutos aquí afuera.

Jimin suspiró y guardó su celular en su bolsillo trasero

—También llega en diez minutos —mintió, y fue por qué tal vez le teme a los pequeños sucesos de la noche anterior; las miradas, sus palabras y ese último beso que se sintió sumamente raro.

—Jimin quiero preguntarte algo, pero necesito que te lo tomes con seriedad. —Taehyung lo miro con seriedad, el ahora pelirosa asintió también serio y atento—. ¿Tú cuando crees... que es el momento para dar el siguiente paso? —espeto.

—¡¿Hablas del tener sexo?! —abrió los ojos un poco de más con emoción, observando que las mejillas de su mejor amigo se tornaban color carmesí—. ¡Si es eso! Claro, pero en tú idioma es hacer el amor. ¿Qué quieres que te diga? ¿Cuando es el momento? Yo digo que...

Pero antes de que Jimin pudiera darle una buena guía dos cláxons de diferentes sonidos se hicieron presentes desde afuera, interrumpiéndolos, la conversación que tanto esperaba Jimin de hablar al fin con Taehyung sobre tener sexo tuvo que posponerse, pues ambos salieron presentándose frente a los dos chicos que se encontraban fuera de sus vehículos.

—¡Hobi! —Tae no espero ni un segundo para ir abrazar a su querido Hoseok. El amor que se mantenía parecía un tanto apresurado, pero realmente era totalmente genuino, tal vez esperaron demasiado que ya se amaban desde antes—. ¿A donde iremos a comer?.

—A donde tú quieras —le sonrió y le dio un pequeño besito.

—¿Acaso quieres matarme? —Jungkook miro con recelo a Jimin mientras acomodaba su chaqueta de cuero—. ¿Por qué te tardas tanto joder? —le miro el cabello y sonrió burlonamente—. ¿Otro color? Antes eras una mora azul y ahora eres un algodón de azúcar —se burló.

—Ja, ja, ja —se río con ironía y le golpeó el pecho—. Vas a matarme de la risa señor comediante. Dame el casco hay que irnos. —le dijo montándose a la motocicleta.

—Como siempre, lo que usted ordene su majestad —el pelinegro le entregó el casco, este se puso también el suyo y una vez listos todos arrancaron, ellos detrás del auto de Hoseok.

—¡Jajaja! ¿Es así? No lo recordaba, el anuario siempre fue malo —dijo Hobi con diversión al recordar una anécdota, junto a su chico y Jimin.

JK realmente no tenía nada que decir, solamente los escuchaba mientras bebía de su cerveza completamente serio debido que acoplarse a su conversación se le era muy difícil, hablaban de cosas que en su mundo no existían. Agradecía que el restaurante que escogieron no era parte de su mundo, se habían detenido a comer a un lugar casual y común, donde él al menos en el lugar se sentía cómodo.

—Claro la preparatoria nunca fue lo que esperábamos, las fotos de anuario eran...

—Ire a fumar, ya vuelvo —Jungkook dejó su lugar mientras hablaba Jimin, este callo y lo miro confundido.

—Creo que tú chico no se siente muy cómodo Jimin. —mencionó Hoseok sorbiendo su malteada desde un popote.

—JK no es mi chico. —aclaró Park—. Y no lo creo, dijo que solo iba a fumar.

—O tal vez se estaba empezando a abochornar. —agregó Taehyung.

Pero... ¿por qué? ¿Qué había hecho mal?. Desconcertado se preguntó en su cabeza Jimin, y luego de unos minutos salió detrás de él. Le dio un vistazo a la calle, y al fondo, apoyado en una pared allí estaba JK fumando.

—¿Tienes otro que puedas darme? —le preguntó llamando su atención, el azabache asintió y sin hablar le dio el cigarrillo, se lo encendió y luego prosiguió fumando el suyo—. ¿Fumas a menudo?.

—Si algunas veces, cuando estoy estresado —confesó soltando el humo entre sus delgados labios mientras miraba al suelo.

—Así que ahora lo estas, ese es un problema ¿qué podemos hacer para quitarte ese estrés? —y era de esperarse que en la mente de Jimin solo existiera la respuesta "sexo"—. ¿Qué quieres hacer JK?

Jungkook alzó su mirada hacia el, por un momento no dijo nada, pero luego musitó—. Yo no quiero comer con tus amiguitos, ni mucho menos escuchar sus estúpidas conversaciones, yo quiero follarte —tenso su mandíbula—. Duro, por que ese es mi trabajo.

El pelirosa sonrió lascivo, y luego mordió su labio inferior con deseo.

—Estas en lo cierto, solamente es eso. —aclaró, para luego mirar el cielo el cual ya se había puesto oscuro anunciando la noche—. ¿Aquí? ¿No tienes miedo?.

—Jodete —el azabache lo sujeto del brazo y lo llevo al callejón oscuro y solitario que estaba a un lado, entonces lo empujó contra la pared y sin decir nada más le besó el cuello, para luego pasar a devorarle su esponjosa boca.

⚠️AVISO⚠️ ESTA PARTE TIENE ACTOS SEXUALES EXPLÍCITOS, SI NO ES DE TU AGRADO SAL DEL CAPÍTULO, PERO SI TE QUEDAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

—¿Jodete? —ambos al separarse se miraron a los ojos con las pupilas dilatas y la respiración agitada—. Mejor jodeme, es decir cogeme —Jimin sonrió y en un movimiento rápido colocó ahora a JK contra la pared—. O mejor déjamelo a mi.

Él bajo su mano hasta el miembro ya erecto de Jungkook, lo apretó con un poco de fuerza sobre la tela de sus pantalones sacándole un pequeño jadeo, el cual fue entendido como un permiso para seguir, y así mismo desabrocho el cinturón, el botón y luego le bajo la cremallera permitiendo que su mano se metiera con facilidad dentro de los bóxers del pelinegro, tocándole aquel gran pene que le fascinaba.

—Oye Jimin ¿quieres que nos arresten por insinuaciones sexuales públicas? —preguntó sintiendo la delicada y pequeña mano del pelirosa enrollarse al rededor de su miembro.

—Tan preocupado —oprimió una risa—. ¿Por qué no solo disfrutas? Tuve que practicar con un pepino para lograr esto —movió su mano de arriba hacia abajo comenzamos a masturbarlo, Jungkook jadeo y echo su cabeza hacia atrás.

Lo estimulo por unos muy cuantos minutos, hasta que rápidamente el azabache entró en cuenta y lo echó hacia atrás deteniéndolo.

—¡Contrólate demonio sexual! Alguien puede vernos, y no quiero estar en prisión.

—¿Tienes miedo JK? —cuestionó burlonamente mientras deslizaba su mano por adentro de la camiseta del mencionado hasta tocar su abdomen marcando—. ¿De verdad quieres que pare? Tú mismo dijiste que querías cogerme duro —le recordó—. ¿Quieres que me detenga?.

Jungkook maldijo en sus pensamientos a ese chico lleno de contagiosa lujuria.

El callejón estaba vacío y completamente oscuro, nadie podía lograr verlos a menos de que fijaran tan bien su vista como para lograr observar como un chico de cabello rosa masturbaba a otro chico.

Ante la pregunta del pelirosa se presento un pequeño silencio. El azabache lo pensó, jamás le había tenido miedo a casi nada, hasta ese momento donde solo temía de la dualidad y lujuria de Jimin, él lo llevaba a un nivel muy fuera de si, era tanto su deseo de placer que le importaba una mierda donde lo consiguiera.

—No, no quiero —contestó Jungkook y entonces lo tomó de la nuca juntando nuevamente sus bocas formando un nuevo y profundo beso, moviendo sus labios y formando jugueteo dentro de sus cavidades con sus lenguas.

Cuando se separaron por aire un hilo de saliva se extendió entre ellos,  puesto que el beso fue realmente muy apasionado y necesitado.

—Ponte el pantalón, nos vamos. —ordenó Jimin con una sonrisa, ya no burlona, sino, una de esas sonrisas que decían "tengo el control, y lo sé".