Curisilerias.

Había preparado el conjunto perfecto para la ocasión, cada una de las prendas y accesorios habían sido escogidos con vanidad, y por supuesto con astucia. El negro predominaría, con unos pantalones ajustados de mezclilla, y una chaqueta que bajaba por mis hombros gracias al tamaño. En la camiseta de tirantes se encontraba el blanco, y había quedado perfecta la combinación. Por último estaban mis botas de tacón bajo, aretes en mis dos orejas, y múltiples anillos por mis dedos.

Ni siquiera tenía que preocuparme por el aspecto de mi cara o de mi cabello. Todo estaba perfectamente equilibrado. Los últimos toques fueron con un brillo labial en mis labios, y loción en mi cuello y muñecas.

—Tu eres lindo.

—No, tú eres más lindo.

—Claro que no, tú lo eres infinitamente.

El noviazgo de Tae y Hobi progresaba precipitadamente, al siguiente día que me presenté a la universidad se notaban, por supuesto y con razón, muy enamorados, pero al pasar la semana eran cada vez más empalagosos, como una gomita con azúcar.

—Hobi eres tan lindo ¿me das un besito? —Taehyung hinchó sus labios y cerró sus ojos esperando el beso que había pedido.

Estaba alegre que Hoseok lo tratara bien como se merece, al menos ya no tenía que preocuparme por asesinar a alguien, figuradamente.

—¡Oigan! Me están torturando, deténgase —de inmediato los interrumpí. Pedí y ellos asintieron—. ¿Creen lo indicado para esa fiesta?.

—Escogiste muy bien no te preocupes —contestó Tae y su novio también asintió dándole la razón—. Aún tengo miedo de ir a ese lugar, escogimos los vestuarios para camuflajearnos pero me aterra.

—No te preocupes, yo cuidaré de ti —hablo Hoseok abrazándolo por los hombros.

Yo puse los ojos en blanco cuando se besaron.

El sonido de una notificación de mensaje en mi celular se presentó, y yo lo agradecí, no quería seguir presenciando tanta cursilería.

JK 💬 : Estoy afuera.

Sonreí, me vi al espejo por última vez, sabía que era hermoso, y claro que era vanidoso ¿Y como no? Toda mi vida se encargaron de mantenerlo presente por donde fueran y me parara. No se con exactitud si lo hacían por educación, o por qué realmente lo era, tal vez he sido engañado todo mi vida, aunque no lo siento de esa manera.

—Tomen sus cosas, nos vamos —guarde mi celular en mi bolsillo trasero, y de contrabando también dejé un par de condones—. Hobi encárgate de llevar contigo a Tae, yo me iré con mi amigo.

—Sin problemas, vamos —ellos tomándose de la mano, y yo deslumbrado salimos de mi casa.

Ni me había molestado de pedir algún tipo de permiso a mis padres, apuesto que cuando regrese ellos aún ni siquiera estarán cerca de terminar su horario de trabajo, y sería algo innecesario escucharlos decir no, así que me lo ahorre.

—Ábrela —ordene a la guardia, la puerta se abrió déjanos salir.

Y JK estaba allí, frente al auto de Hoseok, arriba de una motocicleta, portando aquella aura rebele que me encantaba, con su atuendo siempre oscuro, su cabello azabache atado en una coleta baja, sus tatuajes visibles en la mano y las cadenas y anillos brillando mientras se fumaba un cigarrillo, sentía que me mojaría en ese momento, se veía tan jodidamente sexy.

—¿Es nueva? —pregunte refiriéndome a su motocicleta.

—Solo recibí mi sueldo, y por supuesto no hablo del suelo del restaurante de pacotilla donde trabajaba, ya que además alguien me hizo renunciar. Gracias por el depósito dulzura. —él tiró su cigarrillo al suelo y lo aplastó con su bota—. Te vez ardiente ¿acaso pretendes conquistar a todos en la fiesta?.

—¿Habría algo de malo en eso? —sonreí burlón.

Lo había tomando por sorpresa, pero no podía contestar nada más que—... No claro que no, solo recuerda utilizar condón, evitemos enfermedades —ambos reímos en voz baja—. ¿Quienes son los cursis?.

—Mi mejor amigo Taehyung y su novio Hoseok ¿Esta bien si los llevamos con nosotros? Te prometo que ellos no causarán problemas —conteste sonriendo y luego me acerque a él, arrollando mis brazos en su cuello, dejando tan cerca nuestros rostros que nuestros labios se rozaban—. Probablemente sea yo el problema.

—Cuidaré de ti, no te preocupes —dijo y entonces sujeto mi cintura y nos besamos lentamente y sin precipitarnos. Debía aceptar que era un buen besador y aunque tuviera sus labios finos a comparación de los míos, lo hacía bien; moviéndose ágilmente y jugando a la perfección con mi lengua—. Hay que irnos, llama a tus amigos.

—Si. ¡Oigan! —llame a los otros dos, quienes estaban tomándose fotos con posiciones estúpidas—. ¡Sígannos, y no se pierdan! —ambos me hicieron una señal de entender con sus dedos pulgares en alto.

Entonces JK me entregó un casco, él se colocó también el suyo y luego ambos subimos a la motocicleta, cuando encendió el monstruoso motor me sujete de su torso con fuerza, era mi primera vez arriba de una de esas, aún me aterraban diferentes cosas.

—Sujétate bien, no me sueltes —advirtió y se puso en marcha, arrancando con velocidad, logrando que cerrara mis ojos con fuerza y me aferrara aún más a él.

El lugar fue reconocido, pues era el mismo a donde Taehyung y Jimin llegaron la noche en la que siguieron a Jungkook y a su otro amigo. Pero esta vez se habían deteniendo frente a un edificio departamental. Y la fiesta se podía ver desde abajo, había personas en la entrada, autos y motocicletas estacionadas en la cera, y un fuerte sonido de música hip hop saliendo por una de las ventanas.

Los cuatro bajaron de sus vehículos, tres de ellos sintieron las miradas fulminantes en cuanto cruzaron la entrada y subieron las escaleras. Pues aunque llevaron atuendos parecidos a los que todos llevaba allí, no eran conocidos, y eso ponía alerta a todos. Jungkook pasó su brazo por los hombros de Jimin queriéndoles decir que era de confiar, mientras que Hoseok abrazaba a su novio protegiéndolo.

—JK, hombre estás aquí, tardaste demasiado —al entrar al departamento un chico de cabello platinado y de estatura alta los interceptó—. Y veo que vienes acompañado —era ese amigo de Jungkook que estaba con él en la tienda de conveniencia, y claro que reconoció a Taehyung y a Jimin al instante.

—Tranquilo, solo queremos divertirnos ¿no los ves? Son inofensivos —contestó Jungkook con una sonrisa. Y es que realmente lo eran, parecían tres borregos recién nacidos—. Estaré contigo después RM, tomaremos algo.

—Bien —los dejó acomodarse, pero hubo un momento en que la mirada de Jimin y la de él se chocaron, por alguna razón hubo una aura rival entre ellos, pero lo más extraño era que ni siquiera había cruzado palabra.

—¿Por qué todos tienen un nombre con siglas? Yo también quiero —habló Taehyung—. ¿Puedo llamarme V? —ellos rieron—. Tú puedes llamarte J Hope, Hobi ¿Te gustaría?.

—Claro bebé, somos V y J Hope —le dio un dulce beso en la mejilla.

—¿Y tú cómo quieres llamarte? —Jungkook le pregunto a Jimin cuando tomaron asiento—. Aquí ya no estamos en tu castillo, puedes hacer lo que quieras —se miraron a los ojos por un segundo.

El de cabello azul sonrió, y llevo su dedo a la barbilla del azabache subiéndolo y bajándolo en esa zona—. ¿Te gusta Baby J? A mi no me importa, puedes llamarme como más te guste, bebe, cachorrito, pequeño, puta, no importa.

Él pelinegro soltó una risita.

—Iré por algo de beber, quédate quieto Baby J. —se levantó alejándose de la lujuria de Jimin, pues presentía que si le seguía el juego como siempre, su mano seguirá bajando desde su barbilla hasta tocarle el pene.

—¿Qué vas a beber JK? Tenemos un poco de lo prohibido en la cocina por si quieres servirte —apareció nuevamente el chico de cabellos plateados colocando su mano en el hombro del mencionado.

—Esto está bien por hoy, tengo invitados y prefiero no embriagarme. —contestó sirviendo una bebida color carmesí en los vasos desechables rojos.

—¿Es el chico de la otra noche, no? El loco que te persiguió hasta aquí. Puedo notar algo extraño entre ustedes, con el simple hecho de ver como lo miras y lo proteges, y eso me hace sentir lastimado ya que como tú mejor amigo no me has contado que pasando. —protestó con una pequeña sonrisa.

—Perdóname, pero nuestra relación no están cercana como crees, solamente somos socios o algo así. —al terminar de servir las bebidas, sujeto los cuatro vasos y se dio la vuelta para volver con Jimin.

Pero RM lo detuvo.

—¿Socios? Escúchame Jungkook, puedes follarte a quien tú quieras, pero recuerda que...

—¡Lo se, Namjoon! —lo miro con recelo—. No hay nada entre nosotros, además no soy un niño, y no tienes por que advertirme o decirme con quien follar o no, soy responsable de mis acciones.

—Eso espero —lo dejó ir sin decir nada más. Jungkook volvió con los tres chicos y les entregó a cada uno sus bebidas.

—No le agradó a tu amigo ¿cierto? —preguntó Jimin.

—A RM no le agrada nadie, solo se preocupa por mi y no es como si todos los días anduviera con un tres niños ricos —contestó y el peliazul soltó una risita—. No te sientas incómodo, puede ser difícil porque no es tu ambiente pero...

—Shh —colocó su dedo índice sobre sus labios callándolo—. Déjalo. Por que no mejor me llevas a bailar, me encanta esta canción.

—A sus órdenes majestad —replicó sonriéndole, y entonces se levantaron a bailar como había pedido.

Pero no de una manera común, moviendo sus pies o sus manos solamente. Jimin actuó con astucia y comenzó a moverse sensualmente, moviendo sus caderas y trasero, le gustaba provocar, era uno de sus talentos, y lo hacía bastante bien. Además de que era un buen bailarín y se sabía mover.

—Sujétame —musitó al oído de Jungkook, ordenándole sujetar su cintura cuando se diera la vuelta, y así fue. Mientras Jimin le restregaba su maravilloso trasero, el azabache lo sujetaba de la cintura sintiendo sus movimientos desde allí—. Escogí este pantalón por esto ¿qué tal mi trasero?.

—Es divino Jimin —contestó junto a un gruñido apretándole la cintura—. ¿Quieres joderme? Acabamos de llegar.

—¿No los sientes? Lleva tus manos a mi trasero —el claro que obedeció, y pudo sentir la pequeña bolsa cuadrada del condón dentro de sus bolsillos traseros—. ¿Ya? Sabes lo que quiero, pero prefieres pretenderlo no saberlo.

—Tu de verdad eres un demonio bastardo —lo giro hacia el pegándolo a su intenso y grande pecho. Al peliazul parecía divertirle, pues no borraba esa sonrisa burlona y pícara de sus carnosos labios—. Te gusta ¿verdad? Verme así, excitado como un idiota por solo escucharte.

—No lo sabía, pensé que solamente eras así de caliente —mordió su labio inferior.

—Maldición. —gruño el rebelde azabache.

Jungkook le tomó de la muñeca y lo jalo llevándoselo fuera de la vista de todos, a un lugar más... Privado.

Re feliz por ahora si puede ver los dos conciertos, ayer me puse a ver el que no vi y hoy me levante para ver las transmisiones, puedo vivir en paz ☺️

Díganme ¿Qué les pareció el Muster? En mi opinión me encanto, y OMG con nam y mimi cantado la parte en español de Becky G en Chicken Noodle Soup☠️

No voy a poder superarlo aviso