Numero diecinueve.
Tú y yo, yo y tú.
—Lo fue también para mi —Jimin se volteó mirándolo con el rostro levemente sonrojado—. Incluso llegue a pensar que tú me odiabas, que realmente todo lo que me dijiste era mentira y tú querías eso —bajo la mirada afligido.
El azabache enseguida lo tomó del mentón y levanto su rostro nuevamente.
—Nunca sería capaz de odiarte Jimin, y jamás me atrevería mentirte. No quería tener más problemas, yo creí que si me alejaba estaríamos mejor, pero vaya que no fue así. —lo miró a los ojos y musitó—. Me doy cuenta que no podemos soportar estar lejos uno del otro.
—No vuelvas hacerlo, por que entonces seré yo quien te odie —advirtió con firmeza.
Jimin tomó el rostro de Jungkook entre sus pequeñas y suaves manos, para luego juntar lentamente sus labios en un beso que comenzó siendo lento y terminó deformándose hasta ser un beso ansioso y apasionado.
Él lo sujetó de la cintura y lo pegó a su intenso cuerpo. Pronto las respiraciones se comenzaron agitar, y sus miembros empezaron a crecer dentro de sus pantalones. Aquel profundo beso logró excitarlos lo suficiente como para cuando se separaran solo por oxígeno, sus pupilas se encontrarán dilatas y sus cuerpos completamente ansiosos.
—Hay que irnos —dijo Jungkook jadeante. Jimin asintió pasando saliva he intentado tranquilizar su respiración.
⚠️AVISO⚠️ ESTA PARTE TIENE ACTOS SEXUALES EXPLÍCITOS, SI NO ES DE TU AGRADO SAL DEL CAPÍTULO, PERO SI TE QUEDAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
Una prenda tras otra fue cayendo al suelo, al mismo tiempo que los pasos de ambos avanzaban por el mediano departamento donde se encontraban. En un momento de desesperación, Jungkook sujeto de los muslos de Jimin y lo alzó cargándolo con gran facilidad, pues este era bastante liviano. El mismo enrolló sus piernas en él torso del peligro, al igual que envolvió sus brazos en su cuello.
El beso nunca terminó en ese lapso, siguió hasta que se adentraron a una habitación y el azabache dejó caer a Jimin sobre la cama. Lo miro embobado por unos segundos, y por fin decidió.
No había que escoger una parte de él, le gustaba y quería completamente todo.
Enseguida se colocó encima de su cuerpo sin poner mucho peso sobre él. Nuevamente y como era costumbre lo saboreo, desde el cuello hasta su pecho, lamiéndole y mordiéndole aquellos pezones que eran más como un par de gomitas para él.
—Haa, tú de verdad... ¿no me escuchas, cierto? Soy sensible de esa parte, dios —Jimin mordió su labio inferior con fuerza.
Jungkook se detuvo, pero solo para quitarle los calzoncillos, y después meter dos de sus dedos a su boca lubricándolos con su saliva, para una vez así, introducirlos lentamente dentro de él. Gruñó, y el pelirosa emitió un sonoro gemido, y entre más ágiles eran los movimientos de sus dedos, los gemidos de Jimin iban incrementando de volumen.
—¡Haah! ¡JK, ahí! —exclamó arqueando su espalda y disparando su semen cuando Jungkook encontró y tocó aquel punto dulce—. Haa, haa...
—No sabes como me encanta que te vengas primero, me haces sentir muy bien, como un genio —confesó mientras tomaba con sus dedos un poco de aquel blanquizco y caliente líquido que cayó sobre el abdomen Jimin—. Me gusta mucho, de verdad.
Chupó sus dedos, saboreando la miel de Jimin con gusto. Él también se quitó sus bóxers, dejando salir su gran ereccion, palpitante y húmeda. ¿Habría la posibilidad de sentirse nuevamente piel contra piel? Ni siquiera se lo pregunto, simplemente alineó la punta de su pene con la dilatada entrada del pelirosa y se introdujo lentamente, sintiendo como al mismo tiempo sus músculos se contraían.
—Haaa, por un demonio —se recargó en la cama con sus manos a los costados de la cabeza de Jimin, agacho su cabeza y tomo un par de respiraciones—. Se siente bien —masculló.
Esa sensación de sentirse sin nada que lo impidiera era totalmente majestuosa. El interior de Jimin era magnífico; caliente, mojado y estrecho. Y era lo mismo con Jungkook, su polla larga y ancha, la cual se ajustaba perfectamente a sus apretadas paredes.
Ambos sentían una marea de lujuria que los ahogaba.
Pronto el pelinegro empezó a mecerse con una velocidad lenta, moviendo su pelvis ágilmente sacándole lentos gemidos de placer a su compañero. Y entonces después de unos minutos la velocidad incremento, y ahora los movimientos eran profundos y rápidos, logrando que los músculos de sus glúteos se contrajeran cada vez que empujaba más profundó.
Jimin enrolló sus brazos en el cuello de este y lo jaló dejando que cayera sobre su cuerpo, aprovechó para enrollar nuevamente sus piernas en su torso, entonces los dedos de sus pies se encogieron y sus gemidos aumentaron de volumen cuando sentía su orgasmo nuevamente llegar.
—¡Haah! ¡No te detengas! ¡Mmgh, ahí siente bien! —exclamó encajándole las uñas en la espalda, siendo penetrado una y otra vez, volviéndose completamente loco con cada arduo movimiento.
—Ahh Jimin —Jungkook lo miro, y quedo hipnotizado ante tales gestos de placer, sus ojos cerrados, sus cejas juntas hacia arriba y su boca entre abierta emitiendo continuos gemidos, los cuales para él eran una hermosa música—. Carajo.
Se apresuró, todo era tan veloz que las respiraciones y gemidos de ambos estaban entrecortados. Y en un momento se miraron directamente a los ojos, y entonces ambos llegaron a su extasis. Jimin corriéndose nuevamente sobre su abdomen, y Jungkook agradecido de a verse podido venir dentro de él.
—Haaa, haa... —ambos jadeantes no se movieron de la posición, juntaron sus labios dándose un lento aunque apasionado beso.
Se quedaron allí por unos cuantos segundos hasta que se pudieron recuperar y se posicionaron correctamente en la cama.
—¿Donde estamos? —cuestionó Jimin entrando en si, pues cuando llegaron no había puesto mucho cuidado al lugar.
—Es mi departamento —contestó JK—. No se me ocurrió otro lugar donde ir, los moteles soy asquerosos y estábamos cerca. Bienvenido a mi humilde morada.
Se levantó colocándose sus bóxers y alcanzó una botella de agua que se encontraba en la mesa de noche. El pelirosa sonrió, después de limpiarse se envolvió con las sábanas y se acomodó en una de las almohadas.
—Me gusta, es como tú y huele a ti. —dijo.
La habitación reflejaba muy bien a Jungkook, las tonalidades oscuras abundaban en el lugar, había discos en pila de música clásica y otros géneros, una guitarra que le causaba curiosidad, pues el nunca mencionó algún talento para ello, había desorden como cualquier otro chico y su olor, su grandioso olor en todo el lugar y entre las sábanas donde estaba envuelto.
—¿Tienes que hacer algo hoy? Puedo llamarte un taxi si es así —mencionó sentándose a su lado.
Jimin negó.
—Estoy bien quiero quedarme aquí, mis padres hoy tienen una junta hasta tarde, así que no te preocupes y acuéstate —pidió, el azabache no dudó en recostarse a su lado mirando el techo.
Un silencio se presentó, pero solo por que Jimin ya se había quedado dormido.
Jungkook lo miro con una leve sonrisa, tuvo la oportunidad de verlo dormido, sereno y sin una pizca de preocupación en su rostro, era como un ángel; hermoso y delicado.
Su corazón latió con fuerza cuando le acarició la mejilla con sus dedos, tal vez nunca se había dado cuenta, pero cada vez que estaba con Jimin su pulso se aceleraba y sentía mariposas revolotear dentro su estómago, mientras que al mismo tiempo un nerviosismo lo asaltaba.
¿Era eso normal?... por supuesto que no, habría que aceptar lo que ya era evidente. Un sentimiento nació, y como todos claro que tenía miedo de exponerlo, por que había reglas que por momentos y solo su corazón olvidaba, era una lástima ¿Qué es lo que haría ahora?.
[...]
—No digas estupideces RM, estoy bien —Jungkook habló por teléfono sentado junto a la ventana mientras se fumaba un cigarrillo.
¿Así? Yo no lo creo, debes escucharme JK seguir con ese chico no te dejará nada bueno, cualquiera que sea su relación debe terminar de lo contrario...
—¿Qué vas hacer? Soy un adulto, yo te agradezco todo lo que hiciste por mi, pero debes confiar y no verme como un jodido niño —le dio una nueva calada, la cual exhaló después por su nariz.
Yo solo quiero lo mejor para ti, como siempre. ¿No me dijiste que me admiras? ¿Qué quieres ser igual que yo? Jungkook nunca me relacioné con el amor por que no deja nada bueno.
—¿Amor? ¿Ahora estas deduciendo mi estado emocional?. Claro que te admiro Namjoon, eres alguien que salió adelante por si solo, y además me acogiste cuando no tenía a nadie, pero eso no te da derecho a decidir por mi —exclamó y lanzó la colilla del cigarrillo afuera.
¡Solo quiero tu puto bien! Por que no seré yo quien te abrace cuando te rompan el corazón, seré yo el encargado de matar a quien lo hizo.
—¡Tú te atreves a tocarlo y yo te juro que...!
—¿JK? ¿Está todo bien? —Jimin despertó y preguntó mientras se tallaba sus pequeños ojos adormilado.
La conversación acalorada había logrando despertarlo.
—Hablamos después —colgó, para luego levantarse y caminar hacia el pelirosa—. Veo que despertaste —le brindó una dulce sonrisa—. Te quedaste completamente dormido, pasó una hora y media.
—¿Una hora y media? Diablos me quede completamente dormido, lo siento es que no había podido dormir bien estas semanas —mencionó para luego bostezar y estirarse.
—Está bien ¿tienes hambre? podemos ir a cenar algo y si así lo quieres luego podemos llamar un taxi para que te lleve —le dijo mientras le entregaba su ropa—. Me preocupa que tus padres descubran que estas aquí conmigo, por que si fuera por mí sería genial que te quedaras.
—A mi también me gusta la idea —le sonrió levemente—. Hoy ellos tienen una cena de negocios y naturalmente son muy largas, terminan muy tarde así que no hay que preocuparnos por eso —explicó colocándose su ropa.
—Bien, abrígate ya está haciendo frío —Jungkook se levantó y miró hacia la ventana—. El invierno se está acercando —murmuro.
Un par de recuerdos habrían de llegar cuando vio caer un poco de nieve.
—¿Con quien estabas hablando hace un momento? ¿Era uno de tus amigos? Se notaba que discutían.
—Era mi amigo RM, no estábamos discutiendo solo estábamos hablando del pasado —contestó junto a un leve suspiro—. Jimin, tú me contaste la situación por la que estás pasando —se giro hacia él mirándolo—. ¿Te gustaría saber algo sobre mi?.
—¿Saber algo sobre ti?...
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