Numero cinco.
Mi muñeco.
⚠️AVISO⚠️ ESTA PARTE TIENE ACTOS SEXUALES EXPLÍCITOS, SI NO ES DE TU AGRADO SAL DEL CAPÍTULO, PERO SI TE QUEDAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
Jungkook emitió un gruñido como respuesta—. ¿Cogerte? ¿Eso es lo más sensual que se te ocurre? —murmuró contra sus labios.
—¿Follame?
—Destrozame —lo corrigió y Jimin sonrió—. Dejare que te desvistas por ti mismo, solo por ser tu primera vez y además eso me excitaría mucho así que te miraré —retrocedió sentándose sobre la enorme cama con sábanas color gris, recargándose en esta sobre sus codos.
—Me admirarás —también lo corrigió, Jeon sonrió ante eso.
Jimin se llevó la mano a su camisa color crema y desabrochó el primero botón, luego el segundo hasta que la camisa se abrió y se la deslizó por lo hombros. Su bonito y marcado abdomen se mostró, tenía una un cintura pequeña y una piel liza y blanquecina, aunque gracias al momento se encontraba de color carmesí.
—¿Mi cuerpo es igual de bonito que mi rostro? —le pregunto juguetón.
Jungkook sonrió y luego mordió su labio inferior, no le respondería pues era bastante obvia la respuesta. Además de que él también sabía la respuesta, solo estaba tratando de juguetear un poco con su cordura, y vaya que lo estaba logrando.
Jimin ahora llevo sus manos al botón de su pantalón, lo desabrocho para luego bajar la cremallera, y entonces se lo deslizó con ayuda de su dedos cayendo al suelo.
El pelinegro dejó escapar una exclamación ahogada. Las piernas de Jimin eran divinas, largas y trabajadas, sin dejar de resaltar su maravilloso trasero; redondo y bien formado, el cual ya había logrado tocar.
Ahora solo tenia los calzoncillos puestos. Era tan malditamente sexy, tenía un cuerpo maravilloso superando al de cualquier mujer, un rostro de porcelana, unos apetecibles labios carnosos, y todo eso lo llamaba para que lo devorara. JK ya tenía un bulto punzante y ansioso dentro de sus pantalones, deseaba liberarlo para follarselo de una vez.
Rico, hermoso y sexy, solo pensaba en la jodida suerte tenía.
—Maldita sea, Park Jimin —protestó cuando tuvo el cuerpo del mencionado cerca del suyo. Puesto que no hacía frío, pudo notar que sus pezones estaban erectos, por deseo—. Sube —le ordenó, Jimin se monto en él a horcajadas. Jungkook lo tocó, deslizó sus dedos por su abdomen hasta su pequeña cintura—. Vaya...
—¿Te gusta lo que ves? —le preguntó atrevido, con una ceja levantada—. Déjame verte también —pidió.
El pelinegro obedeció e inmediatamente se quitó su camiseta, dejando ver su abdomen bien trabajando y ese fuerte brazo lleno de tatuajes. Jimin no dudó en tocarlo también, dejando caer su mano sobre sus músculos, deslizándola hasta sus anchos hombros.
¿Acaso lo único qué haces es ejercitarte?.
—Eso me dice que también te gusta lo que ves, él materia es de primera, como puedes ver —engreídamente sonrió—. Y tú bueno... —lo tomó de la nuca y lo atrajo logrando rozar sus labios—. Eres lo más cercano a un ángel.
Y entonces procedieron a juntar sus labios, uniendo una vez más sus lenguas dentro de su cavidad. Las manos de Jungkook se movieron hacia su pecho pasándole los dedos pulgares por sus endurecidos pezones. Jimin gimió y se abrazo a su cuello, el azabache descendió sus manos hasta sus caderas y tiro del calzoncillo, el cual se resbaló quedando colgado en el pie del peliazul.
En un movimiento rápido llevo a Jimin debajo de él, apoyó sus codos en el colchón para no caer completamente sobre él, y entonces procedió a volverlo loco con su lengua desde su mentón, luego sobre su cuello, hasta terminar en su pecho. Jimin gimió cuando él cerró sus labios entornando uno de sus pezones, sintiendo como su húmeda y caliente lengua se rozaba en aquella delicada zona.
—Mmmgh, ya te dije que soy sensible ahí... —mencionó Jimin al mismo tiempo que le succionaba su pezon—. Haa detente.
Jungkook se detuvo y habló.
—Voy a prepárate para que no te duela demasiado cuando entre, porque nene... —río entre dientes—. No creo que puedas sopórtalo —entonces llevo dos de sus dedos dentro de su boca para lubricarlos con su saliva.
Una vez empapados los saco y uno de ellos entró en Jimin, este arqueó la espalda sintiendo una descarga de calor por todo su cuerpo.
—¡Haah! ¡JK...! —el nombre se le escapó de entre sus labios, al tiempo que gemía de placer, por los movimientos que hacía dentro de él—. ¡Mete otro! —le ordenó, el insubordinado acató y metió otro dedo.
Jimin sintió un poco de dolor, pero nada comparado con el placer que lo estaba consumiendo.
—Demonios, eres tan jodidamente caliente —musitó Jungkook comiéndole los muslos internos, al mismo tiempo que incrementaba los movimientos en sus dedos, causando que Jimin alzara las caderas y gimiera al mismo tiempo que alcanzaba el orgasmo—. Me gusta como gimes, no pares —gruño de placer.
Jungkook sacó sus dedos y se levantó para entonces desabrocharse el cinturón, el botón y finalmente bajarse los pantalones junto a sus bóxers.
Los ojos de Jimin brillaron, al fin sus pupilas observaron la imagen de un hombre desnudó proyectándose ante él. Era excelente... su pene, largo, duro, punzante y húmedo «Lo quiero dentro de mi» Pensó mientras deseoso relamía sus labios.
Antes de que Jungkook lanzara su pantalón al suelo sacó un preservativo del bolsillo, pues no por ser hombres significa que no utilizarían medidas de protección.
—¿Puedo ponértelo? —preguntó el de cabello azul, Jeon asintió y le entregó el condón.
Jimin abrió el paquete con cuidado y lo desenrolló sobre su púlsante polla, el pelinegro gimió levemente cuando él lo frotó por encima del látex.
—Quedó perfecto ¿qué sigue?.
—Abre tus piernas y disfruta —se echo nuevamente sobre su cuerpo sin poner mucho peso.
Tomó su miembro y lo alineó con la entrada de Park, luego poco a poco se fue introduciendo. El mencionado chillo con dolor, mientras cerraba sus ojos con fuerza.
—¿Te duele mucho? —le pregunto.
—U-Un poco —se quejó—. Muévete despacio, puedo acostumbrarme —pidió, entonces él comenzó a moverse con lentitud, y mientras la velocidad iba incrementado Jimin empezó a disfrutarlo gradualmente—. ¡Así! ¡Haaa! ¡De esa manera JK!.
Sintió toda la largura y grosor de Jungkook contra sus paredes, había encajado en su interior a la perfección. Enrollo sus piernas en su torso, y dejo sus manos en la espalda del azabache, este comenzó a mecerse dentro y fuera cada vez más profundo. Jimin volvió a correrse en su abdomen con esos movimientos.
JK era tan jodidamente bueno.
Pero mejoró.
Las estocadas se volvieron más veloces, obteniendo que el peliazul le encajara las uñas en la espalda y gimiera como un lunático. La tensión aumentó en un espiral dentro Jimin, se arqueó y echó su cabeza hacia atrás. Se movió debajo de Jungkook, perdiendo el control. Ambos se movieron frenéticamente, como si estuviera sufriendo de una convulsión, y entonces Jimin nuevamente llegó a un violento orgasmo, chorreándose otra vez en su estómago.
Esa era la sensación que tanto anhelaba, su cuerpo estremeciéndose, su abdomen bajo cosquilleando y su piel ardiendo en lujuria. Ni siquiera los dildos que había comprado lo hacía sentir algo tan intenso ni tan prolongado. ¿Por que sus padres se lo negaban? Era la cosa más maravillosa que un humano podía sentir.
—¡Haaah! ¡Rápido más rápido! —gimoteo. Su cuerpo no se conformó con tres orgasmo, pues al ser su primera vez, lo hizo un par de veces más, estaba lleno de semen, y era magnífico—. ¡JK! —gritó el nombre del chico.
—¡Agh! Park joder... —él se tenso y gimió profundamente cuando escuchó su nombre salir de los carnosos labios de Jimin en un grito, mientras que al mismo tiempo llegaba a su propio orgasmo, corriéndose dentro del condón.
Después los movimientos cesaron, Jungkook jadeo con fuerza al igual que el de cabello azul, luego lo miro fijamente y le pregunto:
—¿Te gusto? —bajo su mirada al abdomen de Jimin mirando todo el semen que se escurría sobre él, y entonces sonrió—. No me contestes ya veo que si.
Jimin no tuvo si quiera oportunidad de contestar, además de que era muy evidente la contestación, solo podía pensar en la experiencia sexual más deliciosa que había vivido, y precisamente por eso, estaba demasiado aturdido como para responder. Trato de recuperar su respiración a bocanadas de aire mientras Jungkook se deslizaba fuera de él, pudiéndose quitar el preservativo y finalmente tirarlo a la basura. Luego se colocó los bóxers y le alcanzó una toalla a Jimin.
—Gracias —la tomó y primero limpio su rostro sudado y luego su abdomen empapado de sus flujos.
Se levantó, pero solamente para ponerse sus calzoncillos y luego devolverse a la cama junto a su acompañante.
—Realmente me encanto, fue lo más rico que sentí en toda mi jodida vida —mencionó volteándolo a ver con una sonrisa—. Eres bueno en el sexo ¿nunca haz pensado en ser estrella porno?
El pelinegro soltó una carcajada.
—Lo tomare como un cumplido —contestó JK mirándolo también—. Tienes que saber que probablemente mañana te duela de la cintura hacia abajo, normalmente pasa eso cuando es tu primera vez, pero luego pasará.
—Mañana es fin de semana así que estaré en mi casa muriendo entonces —dijo con una risita—. No vi el precio que pusiste, pero no importa porque ya confirmé que si lo vales. Estoy ansioso porque vuelva a pasar.
—¿Por qué no continuamos ahorita? Hay que beber algo y continuar.
—Debo irme —Jimin se levantó y comenzó a tomar todas sus prendas para ponérselas—. Yo te mandaré un mensaje, espero que tengas disponibilidad siempre para mi, de lo contrario —se acercó y le tomó el mentón—. Voy a cortarte el pene.
—Esta bien, yo me encargo —contestó.
—Ah y por favor —volvió a decir poniéndose la camisa—. Recuerda la regla número tres, no te acuestes con nadie más, no siempre vamos a tener condones en los bolsillos, así que prevente de enfermedades sexuales ¿bien?, además no se con que tipo de gentuza andas —se comenzó arreglar el cabello mirándose al espejo—. Y otra cosa, ahora me perteneces, eres mi muñeco ¿comprendes?.
Jungkook soltó una risita.
—Claro, tú muñeco.
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