«A mi me gusta, hyung.

Me gusta mucho»

De camino a casa, mientras hacía ejercicio, en la cena, JungKook estaba hasta en la sopa.

«Vaya, realmente me gusta»

Y podía jurar que sus mejillas ardían cada vez más.

Incluso si llevaba ya diez minutos observándose en el espejo no podía encontrar algún rastro de lo que le gustara al de cabellos azabaches.

« Si sigues así nadie va quererte»

Recordó y su corazón dolió, pues su figura le parecía repugnante y JungKook siempre se lo recordaba con aquel apodo.

— ¡TaeHyung la cena!

Escuchó y sin más se envolvió en las sábanas fingiendo dormir.