—Vamos Baekhyun, ven conmigo—. Rogo de nuevo Chanyeol, apretujando aún más entre sus brazos a Baek—. Es una cena gratis, ¿Realmente te la quieres perder?

—Paso—. Repitió Baekhyun, logrando soltarse del agarre de Chanyeol, para alejarse rápidamente de él, avanzando a paso veloz, por el pasillo del supermercado.

—Y así dices ser mi amigo—. Chanyeol bufo, tratando de poner su mejor cara de cachorro abandonado, para que Baekhyun cambiara de opinión—. Vamos Baek, ándale di que sí.

—Los términos de nuestra amistad cambian, cuando decides usarme como escudo Chanyeol—. Baekhyun detuvo su andar a medio pasillo, para encarar a Chanyeol, señalándolo con su dedo índice de manera acusatoria—. Cuando simplemente puedes rechazar la invitación a esa cena, en vez de llevarme a mí para molestar a Soora. Cuando ella dejo claro que quería una cita contigo, no una salida de amigos. Así que no, no iré a ningún lado contigo. Te amo y sabes que haría cualquier cosa por ti, pero esto no.

Chanyeol miro fijamente a Baek por unos segundos. Analizando cada una de las palabras de Baek, dándose cuenta de que tenía razón. Y la realidad es que Baekhyun muy raramente se equivocaba. Tenía razón, rechazar la invitación de Soora habría sido tan fácil al decir no. Pero la realidad es que Chanyeol sentía pánico cada vez que recibía algún tipo de invitación, él no era alguien de amigos, mucho menos era alguien acostumbrado a recibir invitaciones a citas. Y las pocas veces que aceptaba, estas salían tan mal, que no se le hacía raro escuchar rumores en los pasillos de la universidad. Claro que deseaba tener citas, simplemente la persona correcta no había llegado. Y si de alguna manera tenía que sincerarse con el mismo, la verdad era que se obligaba a no pensar en la única persona que deseaba, como algo más que un amigo. Por eso, empujaba a lo más profundo de su mente ese tipo de pensamientos.

—Tienes razón Baek, debo dejar de pedirte este tipo de cosas—. Desviando su mirada hacia el estante donde se encontraba una extensa variedad de aderezos, continuo—. Lo siento.

—No pasa nada Channie—. Baekhyun le dio un codazo amistoso a Chanyeol, para que cambiara la extraña expresión que surcaba su rostro—. Es solo que tienes que aprender el arte del "NO", para liberarte de esas situaciones un tanto incomodas. Pero no te preocupes, aquí me tienes, yo te enseñare—. Dijo Baekhyun guiñándole un ojo.

Y a pesar de tener parte de su corazón oprimido por el simple hecho de que Chanyeol nunca lo vería de otra manera, más que como el fiel amigo que salvaría su culo en cualquier situación, Baekhyun sonreía. Convenciéndose de que en algún momento Chanyeol se daría cuenta del gran letrero que pendía sobre su cabeza, ese que decía, estoy aquí, mírame a mí.

—Baekhyun, creo que a ti no podría negarte nada—. Admitió Chanyeol.

"Me niegas tu corazón", pensó Baekhyun.

Baekhyun creyó en esas palabras, y las creería hasta el final, creería en que Chanyeol no le negaría nada que le pidiese.

—No vayas, no tienes que ir, no lo hagas—. El tono de súplica en la voz de Baekhyun era claro.

—Tú, de todas las personas... de todas las personas jamás imagine que fueses tu quien insistiría mas con esto Baek—. Dijo con molestia Chanyeol—. Pensé que me apoyabas.

Sí, Baekhyun sabía que estaba siendo egoísta al pedirle eso a Chanyeol, pero, algo muy dentro de él, le decía que una vez el pelinegro estuviese lejos, las cosas cambiarían y no habría vuelta atrás. Y sabía que estaba siendo egoísta, que no se estaba comportando como el amigo que Chanyeol necesitaba en esos momentos.

—Tienes razón, lo siento—. Se disculpó Baek. acercándose a Chanyeol, tomo uno de los pantalones que el más alto se había encargado de doblar y lo acomodo en la maleta—. Es solo que... no te has ido, y siento que ya te extraño.

—Siempre estoy contigo Baekie—. Dijo Chanyeol. Tomando la mano izquierda de Baekhyun, busco su dedo meñique y lo puso frente a sus ojos, de manera que ambos lo observaran—. Aquí está tu hilo—. Entonces acerco su propio dedo meñique al del contrario—. Y aquí, bien sujeto a mi dedo es donde termina, sin importar distancias Baek, recuérdalo, estamos unidos.

La primera ilusión de Baekhyun se vio rota, Chanyeol mintió por omisión, sin intenciones de querer lastimarlo. Le había negado lo único que había pedido, y no era su corazón, era tiempo a su lado.

Baekhyun se sintió más egoísta que nunca en su vida.

Baekhyun trataba de no estar enojado, más aún cuando la realidad era que no tenía motivos para hacerlo. También le atribuía ese sentimiento a lo muy alteradas que se encontraban sus hormonas.

Pero mientras veía a Chanyeol quejarse entre sueños, no podía evitar viajar al pasado. No olvidaría el momento en que le dijo a Chanyeol que no vaya, que se quedara simplemente allí. Tampoco olvidaría el rostro de Chanyeol al escuchar sus palabras. Y menos olvidaría las hermosas palabras que le dijo. Pero de igual manera deseaba que de alguna manera lo hubiese escuchado, muchas cosas habrían cambiado si la situación hubiese sido diferente. Y aunque de nada servía lamentarse, Baekhyun lo haría cuando la situación lo ameritara.

—Has de pensar que soy un completo estúpido, o que de plano me he vuelto loco—. Baekhyun hablaba y acariciaba con parsimonia su pequeño e incipiente vientre, que claramente se marcaba a través de la sencilla camisa que llevaba puesta, se había retirado la enorme sudadera que de pronto se le hizo incomoda—. Pero no te preocupes, mi estupidez no se hereda. Y aunque la situación sea sumamente extraña, te prometo darte la familia que mereces, cueste, lo que cueste, vas a ser feliz, tal vez en este momento dudes de mis palabras, pero todo estará bien.

—Al parecer hay muchas cosas que aún no me has contado—. Chanyeol miraba fijamente a Baekhyun, que se encontraba desparramado en el sofá de aquella habitación.

Baekhyun se había quedado congelado en su lugar. Con una de sus manos acunando firmemente su vientre. Lentamente se enderezo sobre el mueble y acomodo su camisa, tratando de esconder su vientre, pero la mirada que le daba Chanyeol, le indicaba que este ya lo había visto.

—Pensé que dormías—. Admitió Baekhyun, evitando encontrarse con la mirada de Chanyeol.

—No duermo, es raro que yo duerma ahora, las noches son difíciles, así que me limito a cerrar los ojos.

—¿La terapia no ayuda? —. Pregunto Baekhyun, mientras se acercaba a la cama, y tomaba asiento en la incómoda silla que se encontraba aun lado de ella.

—Ayuda, claro que lo hace... es solo que en algunas ocasiones es difícil borrar imágenes que parecen estar tatuadas—. Chanyeol hizo una pausa y fijo su mirada en el techo—. Y más si estoy así—. Susurro señalando esa parte faltante de él—. Pero no estábamos hablando de mi Baek—. Comento, desviando su mirada hacia el vientre del castaño.

El rostro de Baekhyun quedo en blanco debido a lo que claramente señalaba Chanyeol. Sabía que esta platica se tendría que dar en algún momento, pero en ese preciso momento, parecía haberse quedado sin palabras. Durante toda la mañana la incomodidad entre ellos no se había presentado, y eligió el peor para aparecer.

—¿Es que ya no confías en mí? —. Inquirió Chanyeol.

—Ha pasado un tiempo Chanyeol, difícilmente podría ser lo mismo, tu vida y mi vida han cambiado, no puedes esperar lo contrario—. Soltó Baekhyun con indiferencia, en un vago intento de excusar su falta de palabras, siendo plenamente consciente de lo duras que estaban siendo.

—Pensé que estabas feliz de verme, pero al parecer el único sinceramente feliz es Jimin. Nunca has tratado de ocultarme algo—. Dijo Chanyeol, con el dolor impreso en sus palabras—. ¿Qué pasa Baek?, ¿Acaso nuestra amistad ya no es nada?

Mientras escuchaba a Chanyeol soltar tales palabras, estas se sentaban como brazas calientes en su corazón, las cuales quemaban de manera devastadora. Baekhyun se preguntaba cómo explicarle, que lo que más deseaba estaba a solo un brazo de distancia. ¿Cuál era la manera correcta de hacerle saber que lo extraño tanto, a tal grado que se aferró a otros brazos para poder continuar? Baekhyun deseaba gritarle todos esos secretos y todo ese amor que su corazón guardaba desde años atrás, deseaba dejar de sentir que todo se le escapada de entre sus dedos, como si de arena se tratase. No tenía el valor para afrontar la verdad en esos momentos.

—No es eso—. Se apresuró a explicar el castaño—. Tu amistad, es lo que más aprecio. Pero entiéndeme por favor—. Dijo elevando el tono de su voz—. Moriste, tu jodidamente moriste. ¿Y tienes idea de lo que significó para mí? No, no la tienes—. Cada herida que Baekhyun había tratado de curar ardía como nunca—. Llore cada noche hasta dormir por al menos un año. Te extrañé como no tienes idea, te perdí, sufrí cada maldito día, hasta el segundo en que mi teléfono sonó y me dijeron que estabas vivo—. Gruesas lagrimas se derramaban por el rostro de Baekhyun, mientras trataba de tomar aire para seguir hablando—.  Me destruyo, me robo un pedazo de mí. Algo que nunca recuperare, pero eso tu no lo entiendes.

—El anillo que llevas en tu dedo, no parece demostrar que sufriste mucho—. Escupió con veneno Chanyeol—. Porque mientras tu jugabas a la casita, yo estaba perdido en medio de la nada. Y el único motor que me impulso a seguir luchando, fue el hecho de pensar en regresar para ver tu rostro, aunque sea una vez más. Rogué cada dial alli afuera, para regresar Baekhyun. Y al menos esperaba que no te comportaran tan frio como lo haces ahora.

—¿Acaso me quieres reclamar algo?, porque no entiendo a que vienen esas palabras.

Chanyeol sabía que estaban discutiendo sin sentido alguno, y que ambos estaban descargando las frustraciones y el cansancio el uno en el otro. Solían tener ese tipo de peleas siempre. Pero en aquellas épocas era tan fácil solucionarlo. Y algo le decía que recuperar su amistad, o retomarla desde el punto en donde se quedaron, sería algo difícil, si no es que resultaría imposible.

—Olvídalo Baek, simplemente estoy, no se—. Chanyeol soltó un profundo suspiro, soltando toda esa respiración que al parecer había contenido—. Creo que raro, todo es nuevo. Tu presencia aquí la amo, pero tienes razón, hay cosas que han cambiado en nuestras vidas.

—Yo igual lo siento, me tomaste por sorpresa—. Se sinceró Baekhyun.

—Tenemos mucho tiempo aun para ponernos al día Baek, así que, porque no vienes aquí a descansar, como en los viejos tiempos—. Dijo Chanyeol mientras palmeaba el lado vacío de la cama donde se encontraba—. Anda ven aquí y háblame del afortunado que puso ese anillo en tu dedo.

Y aunque cada palabra que salía de la boca de Chanyeol quemaba, comprendía, el hecho de que Baekhyun hubiese hallado a quien amar. Era joven, guapo, y cualquier persona con dos dedos enfrente, sabría lo afortunado que sería si recibían el amor de alguien tan increíble como lo era Baekhyun. Sabía que era tarde para él, siempre lo supo, y esa era la verdad que, a pesar de querer negarla, no podía. Chanyeol era consiente que en su amistad siempre hubo ese algo más, que podría abrir el paso a nuevos sentimientos, pero en su momento se negó a aceptarlo, con la tonta idea de lograr sus metas, y después ir por Baekhyun, creyendo que los sentimientos del castaño eran tan fuertes que no cambiarían, y el estaría esperándolo.

Por supuesto que se sentía idiota al haber creído que las cosas serían así. Había sido una idea estúpida. Y si él ponía las cosas en perspectiva, Baekhyun merecía más de lo que él podría darle ahora. Aunque le supiera amargo, y la bilis subiera hasta su garganta, estaba consciente que, si quería seguir a lado de Baekhyun, aunque sea como amigo, debería aceptar al hombre que estaba en su vida.

—Es un buen hombre—. Se limitó a decir Baek, mientras terminaba de acomodarse a un lado de Chanyeol—. Lo quiero demasiado, y ha estado para mí en todo momento y cuando más lo he necesitado.

—¿Eres feliz Baek? —. Cuestiono Chanyeol, esperando con ansias la respuesta, ya que para él eso bastaría para estar en paz.

Esa pregunta viniendo de parte de Chanyeol. Parecía ser una broma del destino. ¿Cómo responderla? No, claro que no era feliz, hacia algunos años que no lo era. Y se sentía tan egoísta por pensar de esa manera, cuando Sehun le había ofrecido el mundo en sus manos, le dio un refugio seguro, lo amaba con todo, e incluso lo acepto con las pesadas maletas que llevaba en la espalda. Y esos pensamientos se los debía guardar en lo más profundo del alma, nadie debía saberlos. Debía seguir el rumbo que la vida designo para él.

—Lo soy—. Contesto con seguridad fingida, mientras sonreía hacia Chanyeol—. Y mucho más si tu estas aquí conmigo. Te extrañe demasiado. Y sé que será feliz Chanyeol, lo que te paso, no te limita de ninguna manera, cuando regresemos a casa, allí estaremos para apoyarte, no hay que apresurarnos a correr antes de caminar. Mimi, yo, tu mama, estaremos a tu lado.

Chanyeol estiro su brazo, para atraer a Baekhyun hacia él, y acurrucarlo en su pecho, dejando un pequeño beso en sus cabellos.

—Ya que no hablamos del elefante en la habitación, únicamente te diré algo Baek—. Susurro sobre los cabellos de Baekhyun—. Sera un excelente padre, ese bebe es afortunado. ¿Podre ser el tío favorito?

—Lo serás, él o ella te amaran—. La voz de Baekhyun salió en un fino hilo, mientras sentía sus ojos picar por las lágrimas que estaba evitando derramar—. Gracias, gracias por estar vivo.

—Mi nueva vida acaba de empezar ¿No?, así que no hay nada mejor que tenerte en ella de nuevo.

Y así como el cielo se iba aclarando y el sol salía, un nuevo capitulo iniciaba en la vida de ambos. Uno lleno de incertidumbre, cambios y nuevas emociones, pero en donde el amor de dos corazones continuaba intacto, ambos dispuestos a disfrutar del nuevo escenario. La noche llegaría y eso ambos lo sabían, pero aun así esta amenazara con llegar más pronto que tarde, valientemente avanzarían hacia lo que querían llamar felicidad.

Porque los castillos de arena, eran tan efímeros, como el humo de una vela al apagarse.

"Y tal vez no vimos otro camino en ese momento, pero tal vez no sabríamos lo que significaría la verdadera felicidad, hasta perder el ultimo aliento"

Gracias 💕