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Capítulo 5

—De las mil cosas que me pudiste haber pedido, creo que esto sería lo último que me hubiese imaginado, ¿Necesariamente tenía que ser esta opción? —. La cara de Chanyeol, demostraba lo desagradable que estaba resultando la situación para él—. Baek, sabes que haría cualquier cosa por ti, pero ¿Enserio una gallina?

Chanyeol miraba a su bajo amigo sonreír desde su lugar, definitivamente estaba disfrutando velo sufrir de esa manera, y a pesar de eso, Chanyeol no podía negar que amaba ser el que pintara esas sonrisas en el rostro de Baekhyun.

—Vamos Chan, deja de quejarte y atrapa a esa gallina, no tenemos todo el día—. Animo Baek—. Muero de hambre y mientras más tiempo te tome atraparla, yo podría morir aquí de inanición.

Chanyeol no pudo evitar rodar los ojos, para después moverse y correr de nuevo y tratar de alcanzar a la gallina. Mientras trataba de atraparla no pudo evitar que múltiples pensamientos relacionados con Baekhyun le cruzaran por la mente, definitivamente debería de estar loco para estar corriendo de tras de ese animal, mucho más al hacerlo a la mitad del campus y con más de un par de ojos puestos sobre su persona.

—Espero que no la dejes escapar de nuevo, o al menos que dejes de estar sacando a los animales de donde no deberían salir—. Dijo Chanyeol, sosteniendo la caja donde la gallina había sido puesta—. No vuelvo a hacer esto, aunque seas tú el que me lo pida.

—Al igual que yo sabes que la pobre necesitaba salir a tomar aire—. Respondió Baek con suficiencia, apretando sus labios para no reír al ver la expresión de Chanyeol—. Ahora vamos, como te has portado bien, te invitare al almuerzo.

Obedientemente Chanyeol siguió a Baek. Mientras avanzaban por los pasillos de la universidad, no dejaba de preguntarse como rayos había terminado siendo amigo de ese ser tan increíble. A diferencia de él, Baekhyun avanzaba saludando a todos lo que se encontraban en el camino, parecía conocer a toda esa gente, mientras que en el mundo de Chanyeol, solo existía Baekhyun. Y no era raro escuchar cuchicheos en los pasillos cuando los veían juntos, la mayoría de ellos preguntándose cómo demonios ellos podían ser amigos.

Pero si de algo estaba agradecido es de habérselo topado en el camino, él no había sido capaz de disfrutar de una amistad sincera, eso sucedió únicamente cuando Baekhyun llego a su vida años atrás.

—¡Oye Baek! —. Grito, llamando la atención del castaño que camina unos pasos delante de él, haciendo que este lo mirara—. ¡¿Moriremos juntos?!

—¡Hasta el final Chan! —. Grito en respuesta Baekhyun.

Chanyeol apresuro sus pasos para alcanzar al castaño, la tarde prometía ser perfecta a lado de Baek. En ese momento el vago pensamiento de que le gustaría pasar cada tarde de esa manera, sentó raíz dentro de él.









Cansado de tener sus ojos cerrados y no poder dormir, Chanyeol decidió abrirlos de nuevo. Recordar resultaba doloroso, pero únicamente repitiendo una y otra vez todos los momentos que había pasado con Baek, lograba mantener la cordura.

El dolor físico era lo de menos comparado con su dolor emocional, cerrar los ojos solo hacía que la imagen del momento en que aquel hombre había asesinado a sangre fría a sus amigos se repitiera. Ni siquiera era capaz de recordar lo que sucedido, su cerebro únicamente repetía las imágenes que tanto dolor causaban. Únicamente recordando despertar con un dolor intenso en la pierna, y después de allí solo era oscuridad, logrando escuchar algunas voces. Y de repente, un día despertar con la noticia de haber perdido su pierna izquierda.

Se habia estrellado con el piso de la peor manera, lastimosamente nadie le advirtió que necesitaría de un paracaídas. Pero al menos habia conseguido un salvavidas, por el momento funcionaba, recordar sus años universitarios alado de Baek era lo que necesitaba para tratar de sonreír.

Absolutamente todo era difícil, haberse perdido casi ocho meses a la mitad del desierto le resulto gracioso. Minho le habia tratado de explicar todo lo que habia sucedido mientras el vagaba en la inconciencia, ese día alguien habia alertado de su presencia al grupo enemigo, fueron un blanco fácil, Suho lamentablemente no lo habia logrado, y Minjae estuvo a punto de no sobrevivir. Mientras Minho y JongDae trataban de pedir ayuda, habían sido detenidos, y cuando intentaron regresar por ellos, ya no los encontraron, únicamente se toparon con el cuerpo sin vida de Suho.

Minho habia dicho que intentaron buscarlo, pero siendo lo que eran, no les extraño que después de unos meses los dieran por muertos. Las esperanzas empezaron a mermar, y cuando menos lo esperaron se toparon con un pequeño asentamiento. Un lugar, lleno de niños y mujeres que se habían visto afectados por la guerra. Y allí, después de meses, y por una extraña coincidencia se enteraron del grupo de mujeres que trataba de mantener con vida a dos hombres que habían sido injustamente atacados

Aunque Chanyeol trataba de recordar alguno de esos momentos le era imposible. Claro el estar inconsciente y con una grave infección habia dejado sus estragos. Minjae lograba recordar muchas más cosas que él, y una parte de Chanyeol se alegraba de no recordar más, suficiente eran las imágenes horribles que su cerebro parecía tener grabadas a fuego.

Era plenamente consciente del momento en que despertó en aquel hospital, del miedo que sintió, de la alegría y el alivio que lo embargaron al ver a Minho como su primera cara conocida, luego vino la tristeza al entender que Suho falleció, y por último el escepticismo al enterarse de que ahora no contaba con una parte de su cuerpo.

Y lo peor fue creer que no necesitaba a nadie junto a él durante los primeros meses de recuperación, negándose rotundamente a que Minho y JongDae se comunicaran con su familia, quienes lo daban por muerto, ¿Cómo podía llegar el a reabrir la herida? Simplemente se negaba a eso. Y no negaba que, aunque quisiera ver a su madre, a quien añoraba con incesantes ganas era a Baekhyun, a esas alturas ya no negaba amarlo, habia sido lo suficientemente estúpido como para haberse ido tras una ilusión, abandonándolo sin dudarlo, poniendo en primer lugar otras cosas por sobre Baek, una clara muestra de que el jamás podría ser merecedor de Baekhyun.

Y cuando Min Yoongi llego como su médico, lo odio con intensidad, el hombre podía ser un enigma de la medicina ortopédica y lo que sea, pero era un dolor en el culo, con una lengua afilada que no dudaba en decir un par de verdades, el único que parecía mirarlo sin compadecerse y quien no le aguanto ni un berrinche y lo abandono en el mismo momento en que le dijo "medicucho inservible", no sin antes decirle "Puedes creer que estas en problemas o que esto te va a superar y es más grande que tú, pero estas vivo, respiras, y tal vez esta sea una nueva oportunidad que le muestre a los demás lo mejor de ti, los impedimentos y limitaciones solo están aquí—. Dijo señalando su cabeza—. Y como una mujer muy sabia dijo, haz las cosas que crees no poder hacer"

Por eso, después de tantos meses de esforzarse, y a pesar de saber que no estaba en la mejor de las condiciones, habia accedido a que se comunicaran con su familia, pidiendo que la primera persona en saber sea Baekhyun, era consciente de que este se podría negar, al final, seguramente lo habia olvidado, y al igual que todo mundo en casa, lo daba por muerto.









Parecía una broma el estarle preguntando si realmente se veía presentable y hermoso a Jimin. Pero cuando este lo miro de pies a cabeza y rodo los ojos, pensó en que era mejor no hacerlo de nuevo, el chico parecía de mal humor, y lo entendía, al igual que él, se encontraba nervioso.

El doctor habia sido claro con ellos, Chanyeol se encontraba en un estado perfecto de salud dentro de los estándares esperados, con una secuela grabe, que se negó a decirles, por que el paciente no deseaba que lo divulgaran, pero en términos generales, estaba listo para regresar a casa, y seguir su recuperación allí.

—¿Podemos entrar los dos? —. Pregunto Baekhyun—. ¿O tiene que ser uno solo?

—Pueden entrar los dos, pero les recomiendo entrar uno primero y después el otro—. Pronunció la amable enfermera que los había acompañado hasta la puerta de la habitación donde se encontraba Chanyeol.

—Creo que deberías ser el primero en entrar Baek—. Dijo Jimin—. Al final, supongo que por algo fuiste al que avisaron.

—No sé si puedo hacerlo, yo... no creo poder Jimin—. Titubeo Baek, sintiendo el miedo punzar en su interior, además del mareo que apareció sin avisar, atribuyendo esto último a su falta de alimentos—. Debes ir tú.

—Bien, entonces iré primero—. Dijo Jimin dirigiéndose a la enfermera, quien solo se había mantenido en silencio durante el intercambio de palabras de ambos hombres.

—Y tú, respira y cálmate, que te encuentres así, no es bueno para tu bebe—. Añadió Jimin, dirigiéndose a Baek—. Saldré a buscarte.

Baekhyun vio a Jimin desaparecer tras aquella puerta, deseando que este se tardara mucho tiempo allí. Moría por ver a Chanyeol, no había nada que deseara más que verlo, pero al mismo tiempo deseaba que el momento tardara en llegar, no se sentía listo, ¿Qué le diría?

Baekhyun entonces viajo a sus viejos recuerdos, aquellos en los que apenas eran unos simples muchachos universitarios que disfrutaban de beber una copa juntos, de aquellas noches de estudio en las que ambos se desvelaron juntos, de aquellos momentos en que a pesar de estar uno muy lejos del otro, bastaba con una sola mirada para saber lo que pensaban. También recordó las muchas veces en que deseo expresar sus sentimientos, para al final arrepentirse. Y ahora, mientras imágenes mentales del pasado inundaban sus memorias, deseo tan solo no haberse precipitado, deseo que ese dolor que durante meses había cargado y hasta hace unos cuántos días era real y palpable no lo hubiese llevado a cometer error tras error.

—Baek, ¿Estás listo? —. Pregunto Jimin, quien parecía haber llorado, los ojos hinchados del mejor, la nariz rojiza y el temblor de su voz, le daban todas las señales a Baekhyun—. Aunque realmente luces como si estuvieses a punto de vomitar.

—Estoy bien—. Aseguro Baek, a lo que Jimin únicamente respondió con una ceja alzada—. Es solo, que es difícil de creer que veré su cara nuevamente—. En su intento de serenarse, Baekhyun pasaba su mano una y otra vez sobre su casi imperceptible vientre. Cerro sus ojos y soltó una respiración profunda, para después posar sus ojos en Jimin—. Bien, estoy listo, no es como si me pudiera quedar aquí toda la mañana aquí.

Jimin sujeto una de las manos de Baek para guiarlo dentro de la habitación. Mientras Baekhyun sentía latir su corazón a una velocidad impresionante, las ganas de vomitar se intensificaban, y podía jurar que su visión se encontraba borrosa.

Pero nada lo preparo para el golpe de realidad, al principio se negaba a subir la mirada, pero se sentía como un niño pequeño al hacer tal cosa, por lo que, reuniendo su poco valor, levanto levemente su cabeza, escudriñando lentamente la habitación, enfocando su mirada en el mueble junto a la cama donde reposaba una lámpara, corriendo un poco más la mirada, se encontró con un par de muletas, y cuando por fin vio directo a la cama, allí estaba.

Park Chanyeol lo miraba fijamente, dejándolo sin aliento.

—Chanyeol.

—Hola Baek—. Dijo Chanyeol con una sonrisa enorme y unos ojos que amenazaban con desbordarse prontamente. Estaba ligeramente pálido, y llevaba el cabello más largo que cuando se había ido. Pero esos ojos color oliva que lo caracterizaban, todavía brillaban como siempre—. Te dije que regresaría.

Baekhyun avanzo a pasos lentos hacia Chanyeol, empapándose con la imagen del pelinegro. Y cuando por fin estuvo junto a él, se abalanzo sobre Chanyeol. Baekhyun enterró en rostro en el cuello de Chanyeol, y por fin, después de tanto tiempo, sintió a su corazón volver a latir con normalidad. No olía a Chanyeol, pero era él, era real, lo tenía en sus brazos.

—Oh, dios mío—. Jadeo Baekhyun, apretando entre sus brazos al pelinegro—. Eres tú, dios, eres tú, estas aquí—. Las palabras de Baekhyun salían velozmente y aporreándose unas con otras—. Regresaste Chan, lo hiciste, estas aquí, eres... eres jodidamente real.

Baekhyun se obligó a retroceder, tomo el rostro de Chanyeol entre sus manos, y por fin logro sostenerle la mirada. Lo analizo lentamente y a conciencia, delineando con sus dedos la mandíbula de Chanyeol, para después lentamente alzar su mano que desde hace rato picaba por las ganas de pasarla por el pelo de Chanyeol. Era suave, tal y como lo recordaba, y esos ojos que tanto amaba Baekhyun brillaban, pero al igual había una opacidad que nunca antes tuvieron.

—No llores Baek, soy real—. Dijo Chanyeol en un hilo de voz—. Estoy aquí.

Baekhyun suavizo el fuerte agarre que hasta ese momento había mantenido sobre Chanyeol, pero no retrocedió, se mantuvo firme y en su lugar. Chanyeol estaba ahí, el rostro que todas las noches detallaba con exactitud en sus sueños, ese que nunca olvido, aunque lo deseo. Baekhyun tuvo que cerrar sus ojos, para después aferrarse fuertemente a Chanyeol y estallar en un llanto desconsolado. Eso no era un sueño y Chanyeol era real.

Chanyeol se limitó a sostenerlo, esperando a que se calmara, y cuando después de un rato Baekhyun aún seguía llorando, Chanyeol permitió que el muro que estaba conteniendo sus sentimientos se derrumbara, uniéndose al llanto de Baekhyun. Un llanto que hablaba a gritos de esos sentimientos que no se atrevían a pronunciar.

Cuando Baekhyun estuvo más calmado, Chanyeol se permitió disfrutar de lo bien que se sentía sostener a Baek entre sus brazos, entonces lucho con la embargadora necesidad de girar el rostro y besar los dulces labios de Baek, tal y como por muchas noches soñó. No evitando que cierta parte de él, rebosara de felicidad y esperanza.



Baekhyun se encontraba lleno de distintas emociones, pero cuando la bruma de felicidad se fue disipando, la cruda realidad cayo, acababa de comprobar que Chanyeol era real, estaba vivo, lo que tanto deseo se había materializado. Pero con esta nueva noticia su mundo estaba siendo total y cruelmente destruido. Y si bien en algún momento rogo y dijo que estaba dispuesto a pagar lo que sea por el que Chanyeol volviera a estar junto a él, nunca creyó que el precio que el destino impondría iba a ser el de su propia felicidad.

Chanyeol estaba junto a él, Baekhyun podía estirar su mano y tocarlo. Pero al mismo tiempo se encontraba lejos, a miles de kilómetros, en un lugar donde Baekhyun jamás lo iba a poder tener de la manera que deseo por años.

El mundo que Baekhyun se había obligado a construir para de alguna manera sobrevivir, no cambiaba con la presencia de Chanyeol. Es verdad que parte de su felicidad regresaba, y su mundo recuperaría parte de sus colores. Pero ahora su corazón no pertenecía plenamente a Chanyeol, también pertenecía a ese pequeño ser que crecía en su vientre.

Baekhyun podría no amar a Sehun, admitía que lo quería demasiado y era una persona especial, pero jamás podría haberle entregado su corazón. Gracias a Sehun se convertiría en padre, y ese pequeño ser seria amado. Pero en esos momentos Baekhyun no podía asegurar el hecho de poder ignorar todos esos sentimientos que Chanyeol despertaba en él.










"Y el destino te puso en mi camino de nuevo, dibujando una clara línea entre nosotros, sin importar las líneas que se impusieran solo una cosa no cambiaría, y eso sería mi corazón perteneciéndote"







Gracias por leer! 💜
Los amo! 💜

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