El lunes había llegado y con el también llegó el comienzo de clases. Adrienne había programado su alarma para poder despertarse a tiempo pero cuando la escuchó solo la apagó y se quedó en la cama mirando al techo mientras pensaba y en eso, su padre tocó la puerta y entró a la habitación

-cielo aún no te levantas, ya es hora de ir a la escuela

-lo sé, pero no quiero ir

-es por la clase de natación ¿verdad?

-así es, me da mucho miedo que en la escuela sepan lo que soy. Te estaría poniendo en peligro pa y no quiero eso

-por mi no te preocupes cariño yo estaré bien y sé que tú también lo estarás. La directora quedó en ir a hablar con tu maestro, despreocúpate un poco

La ojiazul se sentó en la cama y recostó su espalda en el espaldar de la cama

-es fácil decirlo, tú no eres el que está pasando por esto

-no, tienes razón, no estoy pasando por algo como eso porque lo que estoy pasando es aún más difícil

-¿a qué te refieres?

-tu papá me fue infiel luego de 17 años de matrimonio y he tenido que aprender a vivir en un mundo al que no pertenezco y lo he hecho por ustedes, por mis hijas, porque son lo más grande que tengo y ustedes me dan la fuerza para continuar. He pasado 24 años en la tierra, mucho más de los que he pasado en el océano y a pesar del tiempo aún no he podido acostumbrarme aquí, no es fácil pertenecer al océano y dejarlo todo de un día para otro. Lo hice por tu papá y no me arrepiento de nada de eso porque me hizo muy feliz el tiempo que estuvimos juntos pero apesar de eso no he podido sentirme cien por ciento conectado a la tierra y sé que nunca lo haré. Lo que quiero decirte con todo esto es que todos tenemos problemas hija, pero debemos aprender a hacerle frente y resolverlos. Aveces hay personas con problemas más grandes que tú y pueden con ellos, lo que estás pasando es algo sencillo, no debes precipitrte por eso

-tienes razón, desde que me enteré de la clase solo me la he pasado quejándome y me he olvidado por completo de tus problemas e incomodidades. Pero eso va a cambiar, voy a ser valiente para enfrentar esto que me está pasando

-así me gusta cariño, no digo que no te precipites o no te asustes porque son cosas que preocupan, pero créeme que habrá una solución para todo ¿estás de acuerdo?

-si papi

-muy bien, ahora prepárate, no quiero que se te haga tarde en tu primer día de clase

-claro, gracias por todo papá

-de nada mi cielo, te espero abajo

Louis bajó las escaleras hasta llegar a la cocina y ahí comenzó a hacer el desayuno, fue por su pequeña hija y la atendió mientras el desayuno se terminaba y un vez estuvo todo listo se sentó en la mesa a comer con Helena pero el timbre de la puerta hizo que se levantara y fuera ver quién era

-buenos días tío Louis

-hey Grace, buenos días, pasa porfavor

La castaña pasó a la sala y se sentó en el mueble

-¿desayunaste? ¿Quieres desayunar con nosotros?

-oh no tío no te preocupes, desayuné en la casa antes de salir. Gracias

-bien, ¿pasó algo cariño? Es muy temprano y tú ya estás aquí

-oh no, no paso nada. Es solo que hoy es el primer día de escuela y sabiendo como se siente Adrienne con todo esto de la clase quise venir a acompañarla, espero no ser una molestia

-no eres ninguna molestia linda, te agradezco mucho todo lo que haces por mi hija

-no es nada, a propósito, ¿Puedo hablar contigo? Es sobre Adrienne

-claro que si, ¿qué sucede?

Y en el momento en el que Grace iba a comenzar a hablar Adrienne venía bajando las escaleras

-¿Grace?

-hola Adrienne

Adrienne se acercó a su amiga y la abrazó para luego besar su mejilla

-¿qué haces aquí? ¿Te pasó algo?

-no, es solo que quería acompañarte a la escuela. Es el primer día y el saber como te sientes pues quise estar contigo desde antes de entrar a la escuela. Espero que no te haya molestado

-¿bromeas? Ahora que estás aquí me siento más tranquila. Déjame terminar de prepararme, dame unos minutos

Adrienne volvió a subir las escaleras hasta su habitación y Louis miró a Grace con una sonrisa en su rostro bastante traviesa

-¿me decías?

-eh..,creo que mejor lo hablamos otro día ¿te parece?

-bien, no hay problema. Ven cuando quieras

Louis terminó de desayunar al igual que su pequeña y comenzó a lavar los platos. El desayuno se lo dio a su hija mayor para llevar y cuando todo estuvo listo Louis se acercó a su hija

-espero que tengas un grandioso día. Cuídate mucho y ya sabes, nada de miedos o inseguridades, va a estar todo bien

-Gracias pa, te amo mucho

-yo también a ti mi cielo

Se despidieron con un abrazo bastante fuerte y un beso en la frente por parte de Louis. Las chicas salieron de la casa y caminaron hasta la escuela, en el camino iban hablando de cualquier cosa, el punto era tratar de distraer a Adrienne para que no pensara en la clase y por un momento funcionó, estaba tan entretenida y tan sonriente que no pensó en nada relacionado con la escuela hasta que vio la entrada de ella

Una vez estuvo frente a la entrada toda su preocupación y miedo se apoderaron de ella y no quería moverse de dónde estaba. No quería entrar por nada del mundo, Grace notó el miedo en los ojos de su chica y de inmediato intervino

-oye, no tengas miedo. Estará todo bien, estaré contigo todo el tiempo

-eso me tranquiliza bastante, pero aún así me da miedo

-no temas, todo va a estar bien, te lo prometo

Adrienne sonrió tierna y Grace la tomó de la mano para luego entrar a la escuela, ahora la ojiazul no pensaba en la clase, pensaba en que iba de la mano con la chica que le gustaba y eso en cierta forma logró tranquilizarla