siete
Min Yoongi.
Un sexi rapero coreano de 26 años, capaz de rapear 9 sílabas por segundo, con un cuerpo sexy sin abdomen marcado pero aún manteniendo un aura dominante.
Más de una fan le tiro ropa interior en algún concierto, la imagen que tenían de él era de un hombre dominante y fuerte en la cama, de aquellos que te dejaban las piernas temblando después de unas cuatro rondas de sexo.
Min Yoongi.
En realidad era un adicto a las compras, mientras otros dormían él se mantenía despierto componiendo, odiaba bailar y cualquier esfuerzo físico.
Amaba con su alma a Kumamon, podía gastar más de 200 dólares solo para poder comprar y coleccionarlos.
Oh y su imagen de hombre dominante no era casi nada, aunque si le gustaba dominar a su pareja en los juegos previos en general era el pasivo y su trasero quedaba doliendo después de algunas rondas de sexo con su pareja.
— Retrasaron tu presentación ahora es dentro de una hora y media —Al escuchar aquello Yoongi rodó los ojos.
— Genial ¿Puedes dejarme solo? Voy a dormir un rato y no quiero que nadie me interrumpa —Remarcó el "nadie", la chica salió dejándolo solo, se levanto de la silla y puso llave a la puerta.
Desbloqueo su celular y marcó al número de su pareja para luego dejarse caer en el sofá de cuero negro que estaba en la sala de descanso que tenía.
— Yoonie~ —El tono meloso de su pareja causo una sonrisa en su rostro.
— Mi presentación se atrasó bastante
— Eso es malo ¿Qué piensas hacer en el tiempo libre? ¿Dormirás un poco?
— ¿Dónde estás Joonie?
— En el apartamento ¿Por qué?
— Tengamos sexo telefónico ¿Qué dices? — Su lengua chocó contra su mejilla para luego lamer sus labios.
— ¿No estás en Mcoutdown?
— Eso lo hace más excitante ¿no lo crees? — No hubo ni una respuesta por parte del mayor— ¿Qué llevas puesto?
— Estoy en calzoncillos —Yoongi mordió su labio inferior mientras empezaba a desabrochar su pantalón.
— Vayamos a lo importante, imagina que estamos los dos solos en la habitación ¿Qué quieres hacer conmigo? —susurró cargado de deseo mientras que un fuerte suspiro se escucho del otro lado de la línea.
—Quiero que te tumbes para poder chuparte la polla hasta que pongas los ojos en blanco
Yoongi empezó a acariciar la punta de su pene con una mano y cerró sus ojos imaginando aquello, un gemido suplicante salió de sus labios.
—Quiero llenarte de saliva, mientras mis labios suben y bajan por tu piel para hacerte la mamada —La voz de Namjoon se había vuelto más grave lo que hacía que el pálido se pusiera más caliente.
— Ah... —Yoongi empezó a masturbarse lo hacía deprisa y con urgencia como si aquello le acercará más a Namjoon— Quiero que te relajes y disfrutes mientras yo me siento encima. Te miro a los ojos con la boca entre abierta y tú me recuerdas lo que tienes para mí cada vez que mi piel roza contra tu pene
— Más, dime más...
— Agarro tu erección y la golpeo contra mi culo ¿te gusta?
— Si... dime el sonido —un gruñido se escucho por parte del moreno.
— Es... seco y constante —Yoongi se mordió el labio al imaginarse aquello.
— ¿Qué hacemos después?
—Nos seguimos frotando hasta que tu erección encaje sobre mi abertura —La calentura era tal que le costaba respirar al pálido— La masajeo con cuidado haciéndola resbalar entre mis dedos. Al volverla a poner en mi abertura me esfuerzo para que la distancia entre nuestros cuerpo sea mínima, ahí es cuando los dos sentimos que la punta de tu pene empieza a abrirme
—Métela. Métela toda
—Mi piel se estira para darte espacio a ti. Continuo metiendola poco a poco hasta que creo que no puedo más
—Tú... tu puedes con ella
Yoongi apretó un poco sus piernas mientras su mano seguía los movimientos sobre su pene hinchandolo de un cosquilleo increíble.
— Y sin avisarme, empujas con fuerza..., clavandote en mí
— Dios...
— Hasta el fondo.
—Voy a correrme si sigues así Yoonie... mierda ¿y qué pasa luego?
— Luego me oyer gritar. Tú ya no puedes dejar de entrar y salir en mí. Me fallas sin piedad hasta que sueltas un gruñido y te corres en mi interior, llenándome de leche.
— Me voy a correr —Advierte el moreno.
— Yo también
Yoongi salió de su camerino, había secado el sudor y arreglado su ropa para que nadie se diese cuenta de lo que había hecho, camino entre los pasillos como si nada.
Aunque los murmullos de algunas personas no se hicieron esperar en especial cuando accidentalmente una chica del staff con cabello desordenado apareció casi detrás de él rapero.
Tal vez Min Yoongi se había ganado su fama de hombre dominante en la cama por una situación equivocada.
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