Especial
"Cómo conocer a tu futura pareja"
Kim Namjoon no siempre fue una persona exitosa que era reconocido en Corea como uno de los mejores compositores, ni podía gastar mucho dinero sin tener que preocuparse.
Estuvo desempleado bastante tiempo, decidía entre comer bien o pagar la renta de una pequeña habitación, nunca comentaba su situación con sus padres por vergüenza a él mismo, tenía que vender canciones a un precio bajo para poder reunir dinero y pasar sobreviviendo un mes más.
Obtuvo un rayo de luz cuando su amigo Hoseok le consiguió un empleo en la empresa en la que trabajaba, cuando tuvo que presentarse para unas pruebas tuvo que esperar días para obtener la respuesta y eso lo puso ansioso pero el correo diciéndole que obtuvo el puesto, lo hizo llorar de felicidad.
Con sus mejores ropas, una sonrisa y saludando a todo el mundo llegó al primer día de trabajo, caminaba por los pasillos tratando de llegar a la pequeña oficina que le habían asignado sin embargo el fuerte azote de una puerta lo hizo sobresaltarse.
Un bajo chico de cabello menta caminaba furioso por los pasillos, podía ver el humo salir de sus orejas y su cara tan roja como un tomate.
— ¡No soy un maldito Ídolo para que me escriban las canciones! ¡No soy un inútil como ellos!
Fue lo único que alcanzó a entender con el acento que poseía el chico, uno más joven corría detrás de él tratando de calmarlo, negó con la cabeza y siguió caminando, las estrellas eran furiosas.
Su primer día no fue tan ajetreado, le habían encargado una canción para un grupo de chicas aunque su jefe le dijo que era para mientras porque luego lo asignaría a algo más, esa misma mañana fue invitado a una fiesta por parte de Hoseok, irían a beber para celebrar que el chico tenía un empleo.
Así que a las 11 p.m se encontraba en una discoteca con alcohol en su sangre, una cerveza en su mano y bailando como mucha gente a su alrededor. Mucho rato después estaba besándose con un desconocido de estatura baja, no tuvo mucho conocimiento esa noche.
Lo único que recordaba era una piel pálida, gemidos y un buen orgasmo, la mañana del sábado estaba acostado en una cama de algún motel, sus cabeza dolía como un infierno pero pudo ver al chico desconocido vistiéndose.
— Esto nunca sucedió, pero fue una buena noche lindo
Luego de eso fue a casa y disfrutó su fin de semana antes de volver al trabajo donde lo esperaba su sonriente jefe en la oficina.
— Te voy a mostrar con quién trabajarás de ahora en adelante
Cuando vio entrar a esa persona sintió un balde de agua fría caer por la cabeza y había algo en lo que ambos coincidían.
"Era el chico de la discoteca"
— Él es Min Yoongi, su apodo artístico es Agust D, hace sus propias canciones pero creemos conveniente que tenga un productor — el hombre de mediana edad miró al pálido— él será tu nuevo productor, Kim Namjoon
— Un gusto en conocerte — el moreno hizo una reverencia para saludarlo.
— Dije que no quería un productor
Oh dios santo, los días siguientes de Namjoon fueron una completa mierda, Hoseok le había dicho que Yoongi era un demonio en envase pequeño pero no creyó que fuera tan literal.
Rechazaba cada una de sus composiciones, gritaba y maldecía todo el tiempo, si seguía así sería despedido y quedaría como un lunático.
— Lo siento Nam pero no sobreviviras, mírate te ves como un muerto — Hoseok hizo un sonido de negación antes de seguir con su almuerzo.
— No puedo seguir trabajando con él, me volverá loco si sigue ¿cómo puede gritar tanto siendo un enano?
Las ganas de trabajar se le habían ido pero aún tenía que regresar después de almorzar, fue una sorpresa encontrar a Yoongi sentado escuchando una de sus piezas.
— Te tengo una propuesta — Yoongi paró la música cuando noto al moreno.
— ¿De qué trata?
— Seamos conocidos con derechos, ya sabes nos acostamos y yo acepto tus piezas sin reclamos — se encogió de hombros— Tú conservas tu trabajo y yo me deshago de mí estrés
— ¿Eso no sería casi venderme?
— Es algo que nos beneficia a ambos y podemos disfrutarlo
— Me has tratado como una mierda — Namjoon suspiro— Aceptaré con una condición
— ¿Cuál?
— Discúlpate sinceramente por tratarme como una basura
Yoongi se quedó callado unos minutos, levantó su mirada para poder ver a los ojos de Namjoon.
— Lamento haberte tratado como una mierda
Tal vez fue así como empezaron sus acostones en casa del pálido o en la empresa, el moreno fue descubriendo una etapa más amable del rapero, en la cual no gritaba, su voz era ronca y congeniaban a la hora de trabajar.
— ¡No seas un malcriado y haz lo que te digo!
Nunca en su santa y corta vida había conocido la etapa de su jefe enojado, mucho menos gritándole al pálido que apretaba su puño de la furia y él presenciaba todo desde una esquina porque eso estaba sucediendo en el pasillo.
Vio al rapero alejarse mientras su jefe volvía a su oficina molesto, siguiendo despacio al pálido lo encontró encerrado en la sala de prácticas que tenía, las luces apagadas y su rostro escondido entre sus rodillas.
— ¿Estás bien? — preguntó Namjoon acercándose a él, haciendo que este mostrara su rostro lleno de lágrimas y que su corazón se escogiera.
Nunca lo había visto tan vulnerable.
— Lo siento no deberías verme así — Yoongi limpio sus lágrimas con rapidez pero estas volvían a salir— Lo siento
— Está bien, puedes llorar no le diré a nadie… — Namjoon se sentó a su lado para ofrecerle su hombro, Yoongi siguió tratando de evitar llorar y poner una sonrisa.
Fueron horas las que pasaron así, Namjoon le trataba de brindar apoyo y Yoongi simplemente lloraba sin decir ni una palabra.
Tal vez fue en ese momento en el que Namjoon aprendió que Yoongi también tenía sentimientos.
Poco a poco el trabajo era más soportable, sus composiciones estaban teniendo éxito y ya podía comprarse carne dos veces al mes sin preocuparse de su renta.
Y en ese justo momento se estaba preparando para salir a una cita a ciegas que le había preparado Soobin, uno de sus compañeros de trabajo que era menor que él pero era una cosa adorable y tenía una vida amorosa mucho más grande que la de él.
Ese año fue el comienzo de un pequeño romance con una chica que trabajaba en una importante empresa, una agradable personalidad y siempre con temas interesantes para hablar.
— Detengámonos aquí — Habló Namjoon sin quitar la cara de la computadora.
— La canción no está terminada así que no podemos parar Kim
— No hablo de la canción, hablo de los acostones — Namjoon volteó al notar una intensa mirada hacia él— Yo… estoy conociendo a alguien y quiero empezar una relación formal
Yoongi se quedó callado un buen rato y luego volvió su mirada al computador.
— Esta bien, ten una feliz y larga relación
Nunca tuvo conversaciones largas con Yoongi, aunque sabía algunas cosas de él no podría decir que lo conocía bien.
Los meses pasaron con rapidez, cada quien estaba por su lado, Namjoon iba creciendo de a poco pero con rapidez, éxito tras éxito haciendo que su nombre sonará por la industria, había comprado un apartamento más grande pero aún seguía siendo económico, había comprado un poco de frutas y seguía saliendo con Hyori.
Mantenían una relación estable, se iban conociendo, tenían algunas citas y unos días atrás habían formalizado su relación, si funcionaba seguirían adelante y si no, terminarían en buenos términos.
Por el lado de Yoongi, este se preparaba para su regreso, trabajaba, iba a casa y mataba el tiempo que quedaba de sobra, no tenía una vida tan interesante.
Jugaba videojuegos constantemente, se despertaba con rapidez ante los signos del aburrimiento, se desvelaba viendo bastantes series lo cual concluía en regaños de su manager.
Los últimos días había estado más deprimido de lo normal, se fue alejando de Namjoon después de terminar lo que sea que tuvieran y tenía un sentimiento que ni podía explicar.
Odiaba ver la sonrisa estúpida de Namjoon cada vez que se ponía a hablar por teléfono, odiaba no poder estar abrazado por él en las noches aunque fuera por un momento, detestaba no ser la razón por una sonrisa, sentirse tan solo pero su mismo orgullo no podía permitir decir nada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro