Todo había sido tan confuso los últimos meses.

Como un sueño extraño y pesado, sentía cosas y escuchaba otras.

Pero nada de eso llega a mi mente, era como si sintiera las cosas, pero poco me importaban.

Solo una cosa había producido un calor en mi cuerpo, y era mi pequeño omega.

Peter...

Suena extraño incluso pensar en su nombre.

Mi mente se sentía pesada cuando trataba de recordarlo, como si hubiera algo interfiriendo en nuestro recuerdos.

Puedo escuchar como me habla, siento su mano sobre la mía, la acaricia con suavidad mientras me dice que todo terminara pronto y podremos ir por unas chimichangas.

La idea por algún motivo me hace sentir algo, no puedo decir que sea felicidad, pero creo que es lo que más cercano que por ahora puedo experimentar.

Me cuesta pensar y expresar cosas, esa mujer Shuri dice que será cuestión de tiempo para que recupere mi cuerpo.

Aun me cuesta entender que fue lo que me hicieron, pero con tal de tener a este pequeño omega a mi lado soy capaz de soportar todo.

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Wade decidió que quería afeitarse hoy, era la primera vez que tomaba conciencia de el mismo, y aunque no tiene nada que afeitar, yo no detendría su deseo ni sus esfuerzos.

Shuri me dijo que por ahora seria como tratar con un niño, tendría que enseñarle todo, desde comer hasta caminar y correr.

No me importa lo que tenga que hacer, voy a hacer hasta lo imposible porque Wade se recupere.

Aun cuando eso signifique curar sus heridas después de su afeitado.

Papá solía burlarse diciendo que era como tener un perro, incluso me hizo prometer que no dejaría que Wade se orinara en su costosa alfombra.

Fue extraño tener que explicarle todo a Wade, el casi no hablaba aun, extraño cuando llegaba gritando y decía sus tonterías sin parar.

Cuando se ponía tan caliente, que no dejaba de provocarme con sus fetiches y todas sus ideas, Wade tenía una gran imaginación cuando se trataba de sexo, decía que yo era una inspiración para él, que todas las noches tenía que masturbarse después de sucumbir ante todas las fantasías que tenía.

Extraño sentir sus manos sobre mi cuerpo, deseo tanto que el me toque, que use su boca sobre mi pene, sus dedos dentro de mí.

Los míos no son tan grandes ni gruesos, y no es lo mismo sin Wade a mi lado.

Jamás pensé que necesitaría tanto a un alfa, pero con Wade todo era diferente, mejor, más excitante.

Él podía ser lo que yo quisiera o necesitara, sabia cuando ser suave o cuando ser más violento, y aun así siempre respetaba mis deseos, si yo quería parar a el no le importaba, simplemente se alejaba y tomaba una ducha fría.

Se que estaba frustrado por no poder penetrarme, pero jamás se quejo ni dijo una sola palabra, solo bromeaba porque desde que comenzó a salir conmigo nunca había estado tan limpio en toda su vida.

Creo que la primera vez que me lo dijo estalle en carcajadas durante al menos 10 minutos, era la cosa más estúpida que podía haberme dicho, y aun así fue encantador a su manera.

Pensar en ello ahora era difícil, triste y a veces excitante, antes de Wade solo había tenido besos y unas pocas caricias, pero fuera de eso Wade ha sido mi primero en casi todo, fue el primero en masturbarme, el primero en darme un oral, sus dedos fueron los primeros en profanar mi entrada, y su pene fue el primero que toco el mío, además el que mas cerca ha estado de mi entrada.

Extraño tanto sentir el calor de su cuerpo contra el mío, el calor de su cuerpo que me quema con solo rozarme, simplemente ha sido insoportable.

Siento que me volveré loco si Wade no me toca pronto, tenerlo tan cerca, pero en ese estado me hace contenerme, no quiero abusar de él, me sentía sucio solo de desear tanto que Wade me tocara, cuando no tenia control de su propia mente.

Me sentía tan necesitado, pero también me duele mucho ver a Wade en este estado.

Se que ahora se esta recuperando, ayer logro hacer su propia comida, fue un logro que hace días parecía una fantasía imposible, pero anoche cenamos una sopa instantánea algo quemada pero igual deliciosa.

Maldición, a buena hora se me ocurre pensar en Wade, ahora tendré una erección el resto de la mañana.

O quizás podría...

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El señor Stark me pidió que le ayudara a llevar algunas cajas, el era muy amable y siempre me ayuda con mis tareas, es más parecía muy feliz de darme las suyas con tal de que me recuperara más rápido.

También estaba muy dispuesto a compartir muchas cosas conmigo, por ejemplo, las verduras de su plato, él decía que yo las necesitaba más.

Creo que le agrado mucho.

El capitán Rogers es un poco mas serio, siento que algo en el me aburre mucho, escucharlo hablar me hace bostezar a veces.

Por suerte Peter siempre estaba a mi lado para hacer mas amenos los relatos aburridos de su padre, no entiendo como alguien tan perfecto como Peter esta relacionado con alguien como este tipo.

No se parecen en nada, es mas Peter es tan lindo, inteligente y divertido, creo que es mas parecido al señor Stark.

De hecho, hasta los amigos del señor Stark son tan increíbles como el, sobre todo el señor Loki y Thor, quienes vienen seguido a ayudarme, a Thor le gusta jugar a la lucha con él, cosa que le ayuda a practicar sus movimientos de terapia.

Loki por su parte le da trabajos, desde mover muebles hasta acompañarlo de compras, es agradable salir de la torre, y me hace sentir fuerte proteger a Loki de los acosadores que quieren pedirle citas o tocarlo.

Peter decía que era un buen guardaespaldas, y aunque no entendía que es o que hace, me gusta ver a Peter tan feliz.

-Wade, porque no tomas una siesta antes de la cena-me sugirió Steve, mientras me entregaba una toalla para secar mi sudor.

Yo solo asentí, creo que necesito descansar un poco.

Además, no he visto hoy a Peter, y quiero verlo.

Así que fui a nuestra habitación, aunque cuanto más me acercaba más sentía mi piel calentarse, ese dulce aroma hacía que mi corazón latiera rápido y mi pene se siente caliente y duro.

Corrí hasta la habitación, con una gran necesidad de encontrar la fuente de este aroma, y me sorprendo tanto encontrar a Peter, recostado en nuestra cama y acariciando su pene.

Aquella vista era lo mas hermoso que he visto, su boca suelta suaves ruidos que me hacen sentir tan bien.

Peter me miro entonces, detuvo todos sus movimientos y luego salió corriendo hasta el baño, donde se encerró.

A través de la puerta podía escucharlo disculparse.

Pero yo no podía moverme.

Mi cabeza latía fuertemente, y mi pecho iba a explotar.

Ver a Peter desnudo por primera vez, me hizo sentir tan bien, pero también me hizo darme cuenta de todo.

Podía recordarlo todo.

Toda mi vida completa, incluso juro que vi en mi cabeza el momento en que nací, fue algo catártico, tuve que sentarme en el piso, porque todo era tan claro y a la vez tan confuso.

Recordé también esa misión, como me capturaron y el experimento que trataron de realizarme.

Peter asomo su cabeza, y creo que se dio cuenta que algo había cambiado, que algo en mi era diferente, pues aún desnudo salió corriendo y me abrazo.

- ¿estás bien? -

-te recuerdo Peter...lo recuerdo todo-

Peter lloro entonces, me abrazo con tanta fuerza que dolía un poco, pero poco me importaba.

Tengo a mi pequeño omega, mi Peter.

El único hombre que se habría quedado a mi lado, aun con lo mierda que fue todo este tiempo, de lo difícil que debió ser para el soportar mi yo zombie, y aun así siempre tener una sonrisa en su boca.

El me cuido con tanto amor y cariño, y aun cuando era obvio que verme en ese estado le causo dolor.

-de haber sabido que solo tenia que desnudarme era todo lo que se necesitaba para curarte, hubiera llegado a ese laboratorio sin ropa-

-quizás la próxima vez podrías aparecer y hacerme un baile-bromee

-no habrá próxima vez-me dijo con voz seria, pero de inmediato comenzó a besarme, yo no pude evitar abrazar su cintura, aprovechar su desnudes para volver a sentirlo contra mí.

Solo podía recordar todo lo que habíamos hecho antes, la primera vez que lo vi, ese estúpido churro que le regale, cuando se éxito porque golpee a esos malnacidos, cuando engañamos a su padre para que creyera que estaría en casa de Loki, pero en verdad estaba en mi departamento ayudándome a limpiar.

Siento que todo es un sueño, pero ahora sé que es real.

Y no pienso volver a olvidarlo.