Capítulo 10.
—¡Señor Jeon!— gritó Sumno con un papel en manos. Un desayuno para los niños se estaba planeado al acercarse al universaeio del jardín, además de que necesitaban que los padres llenarán una caja de donación. Jungkook se acercó a la profesora soltando la mano de JeongIn, despidiéndose de paso con un beso en la mejilla. Minho estaba al lado de Jungkook, ambos se iban a ir juntos al trabajo.
—¡Buenos días, profesores!— saludo JeongIn a Yugyeom y Jisung, quienes le devolvieron el saludo. El niño corrió entrando al jardín para dirigirse a su sala, juntándose en el camino a San, Beomgyu y Hyunjin.
Jisung miró burlón a Yugyeom al darse cuenta que su mejor amigo no dejaba de mirar al apoderado de JeongIn —No se nota que estás perdido por ese padre, eh— dijo irónico. Yugyeom chasqueó con su lengua, aún mirando a Jungkook desde lo lejos.
Espero que Jisung le moleste más, pero solo se había quedado callado. Extrañado lo miró y sonrió burlón, tal parecía que no solo era el que le gustaba un apoderado —Y a ti tampoco se te nota que estás perdido por el apoderado suplente— el más alto apretó sus labios desviando la mirada de forma nerviosa.
—Ya es hora de entrar, ¿No crees?— camino rápido hacia la sala tímido. Yugyeom sonrió victorioso cruzado de brazos. La campana sonó, la puerta de entrada se iba cerrando y el se encaminó a la sala donde debía dar clases.
—Ya deja de mirarme así— dijo incómodo Jungkook. Estaba sentado en su silla abrochando los cordones de sus zapatillas. En la sala también estaba Minho, el cual estaba mirando a su amigo de forma curiosa.
—Por favor Jungkook, solo dime si o no— rogó sentándose a su lado, junto sus manos e hizo un mohín, intentando imitar al gato con botas, creyendo que así podía obtener una respuesta a su pregunta.
—Minho, no es importante— y es que, ¿Cómo iba a responder a esa pregunta que ni el estaba seguro?
—¿Cómo que no? ¿Sabes hace cuánto no te gustaba alguien? ¡Desde que nació JeongIn!— mordió su labio inferior intentando pensar en otra forma de recibir su respuesta— Además...eso me distraería de mi matrimonio fallido— cambio su expresión a una triste, aunque solo estuviera fingiendo realmente ya que su matrimonio, aunque si había fallado luego de tres años de casado y ahora estuviera pidiendo los papeles de divorcio, ya lo tenía asumido desde hace rato.
—Agh, está bien— lo miró rendido. Minho por el contrario sonrió de nuevo— Realmente no siquiera yo lo sé, digo, me atrae un poco— bajo la mirada. Había pasado tanto tiempo desde que le había gustado alguien que no recordaba la timidez que se sentía al admitirlo —Pero es complicado— se levantó del asiento, poniéndose su bata blanca y por último su estetoscopio alrededor de su cuello.
—¿Complicado? No creo que más que mi matrimonio— sacudió su cabeza con horror al recordar a su esposo y las discusiones.
—Es distinto cuando eres padre, Minho, no solo busco mi felicidad, sino que también la de mi hijo— miró la hora en su celular, y antes de eso miró la foto de JeongIn que tenía como fondo de pantalla. Sin ocultarlo sonrió— Además, es complicado encontrar a alguien que entienda que tengo un horario apretado y que los días libres que tenga los aprovecharé completamente con mi hijo. Y sin contar que cuando se enteran que soy padre huyen de inmediato— se encogio de hombros restándole importancia.
Ya había pasado que alguien le coqueteaba, y obviamente no ocultaria el hecho de que había un niño que dependía de él esperándolo en casa. El hecho de no ocultar que era padre hacia que rápidamente la persona que le coqueteaba huyera y no los culpaba, de hecho, lo llegaba a entender, los demás podrían pensar que su hijo podía ser un estorbo para ellos.
Por otro lado, tampoco buscaba enamorarse o algo por el estilo, y si ese fuera el caso tendría que asegurarse que sería una relación seria, no una que duraría una semana.
Tampoco quería ilusionar a su hijo, sabía que el menor le gustaría que tuviera una relación "como en las películas", pero a veces las cosas eran más complicadas.
—Si, bueno, pero creo que Yugyeom sabe bien que eres padre, ¿No? Digo, es el profesor de tu hijo— se levantó de igual forma colocándose su bata.
—Lo sigo viendo complicado. ¿Por qué no hablamos mejor de Félix y tú?— propuso, Minho hizo una mueca, no lo consideraba algo relevante.
—Lo de siempre: Discusiones sin fin, silencios incómodos, actuamos como desconocidos en la casa y frente a nuestras familias actuamos como si fuéramos un feliz matrimonio— mordió su labio incómodo, cruzándose de brazos— Siento que si le quedó una noche más allá me terminaré lanzando por una ventana.
—Quédate en mi departamento— dijo simple, pero para Minho fue suficiente para que sus ojitos brillarán.
—¿Lo dices en serio?— Jungkook asintió.
—Claro, además JeongIn estará feliz de tenerte con nosotros— Minho sonrió en grande, estirando sus brazos acercándose a su mejor amigo —Oye, no, no e- olvídalo— se rindió cuando sintió que era apresado por los brazos del pelinaranja. Palmeo la espalda dándole apoyo.
Al separarse se encaminaron a pediatría para empezar a trabajar, hablando con los residentes y los nuevos pacientes en el hospital.
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