🚨Advertencia antes de leer🚨

Esta parte del libro contiene violencia psicológica y sexual, si te incomoda o eres sensible a este tipo de temas, puedes saltarte casi a la parte final del capítulo después del separador :3

De verdad llegue a creer en una vida de cuentos de hadas en donde encontraba al amor de mi vida, y vivíamos felices para siempre junto a nuestros cachorros. No sucedió, después de aquel día de su ida, no volví a ver al alfa que me había prometido todo eso cuando eramos niños.

Mi vida continuó sin ti, Kim Taehyung. Si hubieses cumplido tus promesas, serías mi alfa y ahora todo sería distinto. Pero no te quiero culpar, no puedo ni debo hacerlo, porque no tenías idea de lo que te pasaría, ni siquiera yo lo esperaba, te fuiste de mi lado para siempre pero ya descansas en paz, así que no, todo esto es culpa mía, siempre será solo mía.

Es mi culpa, no haber escuchado a mi lobo y haberle entregado ciegamente mi corazón a alguien más, a alguien que terminó haciéndolo añicos sumergiéndome en un dolor profundo e inevitable.

—Me iré a dormir primero— le dije a Yugyeom, mi novio, mi alfa y mi peor pesadilla.

Lo conocí en la secundaria, siempre se comportó muy lindo conmigo, y en verdad llegue a creer que me quería, pero solo estaba coqueteándome para después usarme.

Sus amigos apostaron que no podía "hacer suyo" al omega más callado de la secundaria, porque sí, nunca fui una persona de muchos amigos, ni de hablar con muchas personas, para muchos era el bichito raro que solía leer estúpidos libros de amor y creer que sus sueños se harían realidad.

Y lo logró, me enamoró y uso a su antojo, tuve sexo con él cuando estuvo en celo pensando que de verdad me quería, y desobedeciendo a mi lobo, deje que me mordiera para así formar un lazo. Esa era mi forma de hacer que mi lobo dejara de pensar en Kim Taehyung y unirlo con alguien más para seguir con nuestras vidas.

Tiempo después me contó todo y estuvo a punto de dejarme para siempre, de no ser por mis padres, que creían que lo correcto era vivir con el Alfa que me marcó, importándoles poco o nada si estábamos casados o si quiera, lo que yo sentía por él y viceversa, porque según ellos y la maldita sociedad, ya le pertenecía a ese alfa.

Lo obligaron a quedarse a mi lado, y estoy seguro que en ese momento se arrepintió de haberme mordido, porque desde aquel día se ha encargado de hacer mi vida miserable.

—¿Quién te dió permiso para hacer eso?— agarró fuertemente mi brazo cuando hice el amago de levantarme de la silla del comedor en donde hacía unos momentos habíamos cenado juntos.

—Yugyeom por favor, no me hagas esto, no de nuevo— sabía perfectamente lo que pasaría, había entrado en celo, me di cuenta de eso apenas terminé la cena y sentí su aroma a limón y eucalipto aumentar y volverse más dulce y atrayente, por eso quería huir, quería encerrarme en mi habitación para que no me volviera a hacer daño, por mucho que fuera mi alfa eso no le daba el derecho a tratarme de la peor forma.

—Soy tu dueño Jungkook, eres mi omega y haré lo que se me plazca contigo— rugió y me asusté, mi Omega y yo le teníamos un miedo inmenso.

—Yo no quiero esto— trate de zafarme de su agarre, pero no pude porque me estaba apretando demasiado fuerte, con lo pálido que era eso seguro dejaría una marca.

—¿Acaso crees que me importa lo que quieres? Entiende que los omegas solo sirven para satisfacer las necesidades de su alfa, ya te lo he dicho— sí, me lo había dicho tantas veces que solo por momentos sentía que tenía razón, pero si era así, era su culpa, porque no había podido conseguir trabajo en los años que llevaba de relación con él ya que no me dejó hacerlo, él se encargarba de todo porque así debía de ser según él y a mi no me quedaba de otra que aceptar y hacer lo que se supone deben hacer los omegas.

No sé que hicieron mis padres, no sé con qué lo amenazaron para que se quedará a mi lado, pero yo no quiero más esto, quiero que se aleje, poco me importa si el lazo se rompe y termino volviéndome un defecto para la sociedad, mis padres deberían apoyarme y no tener miedo de que si eso sucede, los juzguen o rechacen como saben que lo harán conmigo, pero no sucederá, ¿Que puedo hacer? ¿Solo tengo que aceptar que este es mi destino, sufrir a su lado por el resto de mis días?

—Pero yo no quiero ¿No lo entiendes?— le grité, por primera vez en toda nuestra relación me arme de valor y le grité, aprovechando que liberó mi mano por lo sorprendido que estaba, huí escaleras arriba para entrar en mi cuarto y cerrar la puerta con seguro, cosa que no logré del todo, porque el pateó la puerta fuertemente antes de que la pudiera cerrar, golpeándome en la cabeza y haciéndome caer de sopetón contra el suelo.

—No tienes derecho a hablarme en ese tono— tomó los cabellos cerca a mi nuca y los jalo con fuerza levantándome del piso, me estaba haciendo daño de nuevo, dolía demasiado y no solo física sino también emocionalmente.

Sin aviso me empujó bruscamente haciéndome caer en nuestra cama.

—Déjame dormir— le suplique, quería dormir, porque podía sentir por un momento que todo lo que estaba viviendo no era real, porque me sumergía en una "realidad" mejor, una en donde podía ser totalmente feliz, a menos que tuviera pesadillas, en esos momentos sentía que todo era malo, tanto estar despierto como estar dormido.

—Me divertiré contigo hoy— me volteó haciéndome quedar boca abajo, agarré la almohada fuertemente, cerré mis ojos y lloré en silencio, mientras sentía como iba quitándome el pantalón.

—Por favor déjame dormir— le supliqué, ya no quería más esto, él sabía que estaba llorando, sabía que esto no me gustaba lo que hacía y aún así no le importaba porque sólo pensaba en satisfacerse así mismo y no como su actuar me hacía sentir, siempre me sentí como un juguete que él podía usar cada que le plazca.

—Cállate, harás lo que yo diga— azotó una de mis nalgas para luego morderla, y yo no hice más que seguir llorando en silencio mientras mordía la almohada tratando de ahogar mis gritos.

—Me estás haciendo daño— sollocé.

—No te quejes, eres un sucio y estúpido Omega que solo sirve para esto, ya acéptalo— espetó en un susurro, muy cerca de mi oído, haciendome temblar por el miedo y asco que sentí ante sus palabras y su actitud.

Apenas logró quitarme toda la ropa y quitarse toda la suya, mordía y lamía toda la piel que encontraba a su paso, no era algo lindo para nada, era demasiado brusca y dolorosa la sensación que me daban todas y cada una de sus acciones, incluso sus supuestas caricias, y no podía hacer nada al respecto, aunque llorará y suplicará que me soltara no lo hacía, nunca lo hacía y ya estaba harto.

¿Obligué a mi lobo a que lo quisiera para luego terminar de esta forma? Ahora que me arrepentía, ya era muy tarde.

Me callé, un silencio profundo inundó la habitación, ya no podía dar marcha atrás, me penetró bruscamente y yo no hice más que ahogar mis gritos y mi llanto en mi almohada hasta quedarme dormido.

Habían pasado ya unas semanas después de ese suceso, no recordaba del todo aquello, ni tampoco quería hacerlo, lo único que sabía era que había despertado solo en la cama de mi dormitorio, con un inmenso dolor en mi cuello, sí, Yugyeom había roto el lazo que teníamos, se había emborrachado y al salir de casa había mordido a una Omega, el mismo me lo dijo cuando regresó, a pesar de que no hacía falta pues yo ya lo sabía. El dolor que sentía en el cuello era demasiado como para no darme cuenta que era porque el lazo se había roto.

Mi lobo se sentía solo y triste, pero yo ni siquiera sabía cómo sentirme porque no solo me enteré que estaba embarazado, sino que también Jimin me confesó que mi hermano Yoongi había estado tan preocupado por mí que se atrevió a instalar cámaras en mi casa cuando tanto Yugyeom como yo estábamos dormidos, fue así como logró ver lo que él me había hecho y lleno de furia lo denunció. Teniendo pruebas necesarias de todo lo que me hizo durante aquel día lo pudieron arrestar, creí que estaría feliz por eso pero mi lobo solo me hacía sentir inútil, vacío y triste. Todo por culpa del lazo roto.

—¿Quién es?— pregunté al escuchar como golpeaban la puerta principal de mi casa.

—Yo, ábreme— escuché la voz de jimin del otro lado de la puerta así que fui a abrir rápidamente.

—Jungkook perdónalo por favor— suplicó apenas me vió y al instante supe a que se refería, sí, discutí con mi hermano por lo que hizo, no solo invadió mi privacidad sino también metió a la cárcel a quien era mi alfa, porque quiera o no era mi alfa y si a mi lobo le duele y afecta todo eso a mí también.

—Me dolió lo que pasó por lo que se le ocurrió hacer— admití con una mueca triste en mi rostro.

—Lo hizo por tu bien Jungkookie— acarició mis cabellos negros con una expresión preocupada— o dime ¿Acaso era mejor seguir al lado de un tipo como él, que te hizo daño, física, psicológica y emocionalmente? ¿En serio?—  tenía razón, él siempre tenía la razón.

Pero no era mi culpa, era del ¡Maldito lazo roto!

—Perdón fui un tonto, me deje llevar por mi lobo— dije cabizbajo, tenía razón, solo buscaban ayudarme, pero yo no los estaba dejando, a pesar de que mi parte humana sí quería.

—Lo entiendo perfectamente Kookie, yo también soy Omega, y aunque no pasé por lo mismo sé lo que se siente que tú Omega te controle a veces. Cambiando de tema tengo algo que proponerte, tienes un lazo roto y en poco tiempo tendrás a tu bebé si eso es lo que quieres, Yoongi y yo solo queremos cuidarte, así que por favor acepta venir a Daegu a vivir con nosotros, sé que aquí en Busan viven tus padres cerca de tu casa, pero lo mejor es que estés al lado de personas que de verdad cuidarán de ti, nosotros solo vinimos de visita justo a tiempo para lograr salvarte de ese desgraciado, ahora tenemos que regresar a casa, así que ¿Qué dices? ¿Vienes con nosotros?

—Sí, quiero iniciar una nueva y mejor vida allá, quiero curar mi lazo roto, ir a un psicólogo que me ayude con todo lo que estoy sintiendo y mi lobo y yo deseamos tener a nuestro cachorro. Me voy con ustedes— No lo dudé más, necesitaba esto, deseaba que tanto mi cachorro cómo yo estemos bien y lejos de ese idiota y cualquier problema que pueda causar, quiero comenzar de nuevo.

—Bien, porque allá tenemos todo listo, podrás curar tu lazo roto, superarás el trauma que te causo y cuidarás a tu bebé para que crezca sano y fuerte, así que alista tus maletas porque mañana mismo nos vamos a Daegu.

Y así fue como llegué a Daegu, sin imaginar lo que me esperaba en aquel lugar...

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Hola mis amores :3

¿Que opinan de la portada?

¿Qué les parece el separador?

Espero que todo sea de su
agrado

Lxs ama:

SweetbabyTJ