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🌹Capítulo 8 🌹

Capítulo dedicado a PatsReyes y Lee-Hyun-Biin

¿Celoso yo?

Bueno sí, y mucho. Por eso ni siquiera podía quedarme junto a él mucho tiempo, el olor del otro alfa molestaba en demasía a mi lobo y a mí, tampoco podía impregnarlo de mi aroma porque lo notaría y quizá me reclamaría que le dijera el porqué hice eso sí somos simplemente amigos.

Lo mejor era irme, así que salí de su habitación, baje las escaleras rápidamente y fui a buscar a los pequeños que estaban jugando a las atrapadas en el patio trasero.

-Tae Joo hyung- exclamó mi pequeño hermanito Seungmin al verme llegar.

-Hola hermanito- lo cargué, sabiendo que eso era lo que queria porque alzó sus manitos hacia mí- ¿Te estás divirtiendo Seungmin?

-Taetae bájalo- se quejó Jisung cruzándose de brazos.

-Solo falta que lo atrapemos a él- exclamó Lisa.

-Ya no podrán porque no lo hará- dijo Seungmin y les sacó la lengua haciendo ruiditos con esta como su forma de burlarse.

-¿Qué opinan de meternos un rato en la piscina antes de almorzar?- cambié de tema para que olvidarán lo de las atrapadas y me acompañaran en la piscina, sería mas fácil vigilarlos si estábamos haciendo lo mismo.

-Sí, entremos así como estamos y luego nos bañamos y cambiamos antes de comer- opinó Lisa. Tenía todo el carácter de una líder.

-Esta bien, pero tengo que traer las toallas- les dije mientras dejaba a Seungmin en el piso.

-No te preocupes, yo las traigo ustedes entren- exclamó Lisa y el resto de nosotros solo asentimos y entramos juntos a la piscina.

-¿Y Jungkook hyung? ¿Esta bien?- cuestionó Jisung de repente.

-Escuchaste todo- afirmé más que pregunté, era casi tácito el hecho de que todos ellos hubieran podido oler las feromonas que soltabamos, sobre todo yo por el enojo y los celos que sentía, y que por curiosidad hayan ido con sigilo a donde se pudiera escuchar mejor nuestra conversación para saber exactamente qué era lo que estaba pasando entre ese estúpido alfa, mi omega y yo.

-Sí, perdón- se lamentó cabizbajo y yo negué con la cabeza restándole importancia al asunto, alzando con mi dedo índice su carita- Estábamos jugando, pero percibimos tu enojo por las feromonas que soltabas y no pudimos evitar escuchar parte de su conversación- confesó.

-Esta bien, entiendo- le dije y acaricié su espalda como mi forma de hacerle entender que no había problema si habían escuchado- Él está descansando en su habitación- le conté.

-También vimos que le curaste las heridas ¿Crees que sane pronto?- preguntó esta vez Seungmin realmente preocupado.

-Claro que sí, yo me encargaré de eso- le aseguré mientras lo hacía reír y dejar la preocupación de lado al salpicarle un poco de agua en la cara.

-Ya vine- exclamó de repente Lisa llamando nuestra atención. Sus manitos sostenían cuatro toallas grandes y pesadas, a diferencia de Seungmin que teniendo un año más que ella apenas podía con la suya.

-Entra- le dijimos mis hermanos y yo al unísono y todos reímos por eso.

Lisa dejó las toallas amontonadas en una de las sillas blancas que había cerca, se puso el flotador en forma de una dona mordida alrededor de la cintura y de un pequeño salto se adentro en la piscina. Seungmin y ella a pesar de saber nadar les gustaba mucho usar flotador, porque podían jugar mucho con estos.

Estuvimos bastante tiempo nadando de un lado a otro, salpicándonos agua en la cara, viendo quién aguantaba más la respiración bajo el agua, en lo que gane, entre otras cosas para divertirnos.

-Ya es hora- les dije y eso fue suficiente para que cada uno de ellos saliera de la piscina y se envolviera en una toalla para dirigirse a sus habitaciones. Yo solo reí e hice lo mismo que ellos.

Cuando subí las escaleras y me adentré en mi habitación, di un suspiro cansado y me encaminé a buscar ropa en mi armario.

No pude evitar hacer una mueca de confusión y molestia.

-¿Por qué no hay gran parte de mi ropa aquí?- me pregunté a mismo tratando de recordar si habían lavado y no habían recogido mi ropa, pero según yo no había sido así. Fue ayer que vi a Irene dejando mi ropa en mi cama para que yo la acomodara a mi manera en el ropero, entonces ¿Por qué no estaba? No tenía sentido, pero no importaba, me bañaria y pondría algo de lo que había.

Cuando ya estuve listo, caminé hasta la habitación de Jungkook para que fuéramos juntos al comedor, donde seguramente ya estaban esperándonos. O eso podía deducir ya que escuché el bullicio del primer piso.

En el momento que estuve frente a la puerta de su habitación pude darme cuenta que esta estaba entreabierta, sin pedir permiso la abrí por completo estando seguro de que aún seguiría dormido y tendría que levantarlo, pero lo que no me esperaba, es que hubiera hecho un nido con mi ropa y la suya.

Mi alfa y yo nos regodeamos al darnos cuenta que nuestro omega ahora olía a nosotros y no a ese alfa idiota.

Nuestro omega prefiere nuestras feromonas. El nos ama, acostémonos a su lado y cuando despierte mimemoslo mucho.

Sabes que no es tan fácil. Su lobo nos ve como su alfa, pero Jungkook no.

Quiero estar con mi omega, abrazarlo y besarlo todo el día.

Haremos las cosas bien

Mientras pueda estar con mi omega durante toda esta vida y las que vienen, te obedeceré.

Poniendo los ojos en blanco por la actitud de mi lobo y una sonrisa boba por la imagen frente a mis ojos, me acerqué lentamente a la cama y me senté al filo de esta.

-Jungkook- susurré mientras acariciaba su hombro. Se encontraba abrazado a una de mis camisetas con su nariz hundida allí y una expresión relajada y tierna al mismo tiempo.

No pude evitar quedarme varios minutos contemplando lo etérea que es su belleza. Todo de él es simplemente magnífico, tanto que por momentos sentía que era demasiado para mí.

De repente comenzó a estirarse y supe que el sueño lo estaba abandonando y en cualquier momento despertaría. Restregó con sus manos en forma de puño sus dos ojitos con suma pereza para luego bostezar levemente.

Viéndolo así parecía un tierno y lindo conejito.

Cuando la pereza se halló lejos de él, parpadeó con ímpetu viéndome como si no fuera real, toco suavemente mi hombro y ahogo un jadeo. Al parecer le había sorprendido un poco, mas no molestado, que estuviera sentado a su lado en la cama.

-Perdón- exclamó apenas se incorporó- no debi hacer esto sin tu permiso- balbuceo mientras movía mi ropa con intención de deshacer el nido.

-No importa, esta bien- detuve su accionar tomando sus brazos por un momento hasta verlo tranquilo, para poner mi ropa como había estado antes de que intentará devolvérmela- quedate ahí si quieres- susurré y él asintió con una pequeña, pero linda sonrisa.

-Gracias- musito con las mejillas pintadas de un leve y bello color rojo.

-¿Quieres que te traiga el almuerzo o bajas a comer con los demás?- pregunté cambiando de tema para ir directo a lo que se supone había ido.

-Bajo con ustedes- respondió casi inmediatamente- quiero ver a mi pequeña Lisa, quizá este preocupada por mí- habló, mientras con cuidado de destruir el nido que había hecho, salía de la cama.

-Claro que lo está, todos lo estamos.

Y con eso dicho de mi parte, ambos con una sincera sonrisa dedicada, bajamos y caminamos con la intención de ir al comedor, pero incluso antes de entrar, pudimos escuchar unas pasos apresurados acercarse a ambos, era Lisa. Lo más probable es que nos haya olido a ambos y preocupada aún por su padre haya venido a ver como estaba.

-Papi ¿Te sientes mejor?- cuestionó mientras caminaba a su alrededor en busca de alguna herida visible.

Se detuvo a darle besos en cada uno de los moretones en sus brazos, y yo hubiese hecho lo mismo e incluso más que eso, si fuera considerado su alfa y no sólo un buen amigo.

-Sí, mi reina- dijo mientras acariciaba sus negros cabellos- lo suficiente como para bajar y almorzar con ustedes- le sonrió y tomando su pequeña manito se dirigieron al comedor, los seguí y tome asiento al lado izquierdo de mi omega frente a mi dos pequeños hermanitos.

Mientras almorzamos, dejando salir un suspiro Lisa, completamente decidida, quizo preguntar qué exactamente le había pasado a su papá.

-¿Qué fue lo que te pasó papi? ¿Quién te hizo todo eso?- cuestionó entre preocupada y enojada. Sentía lo mismo que yo con respecto a la situación que había tenido que pasar Jungkook.

-Eso mismo quiero saber- no pude evitar decir aquello- ¿Fue ese tipo que te trajo o tiene algo que ver en eso?- cuestioné con el ceño fruncido y los brazos cruzados, aquel alfa no me daba buenas vibras, y no por estar celoso, tenía el cabello rojo igual que el tipo que había visto que nos vigilaba, aunque no estaba cien por ciento seguro, era del único que sospechaba por ahora.

-No, él me salvo- contestó y yo solo pude poner los ojos en blanco. Sí, todo esto me fastidiaba más de lo que quería admitir, estaba agradecido que lo salvará, pero desearía haber sido yo porque sentía que no había podido cumplir mi promesa de nuevo y eso me ponía muy mal.

-Sigo sin confiar en él- admití- no sé, pero tiene algo que no me cuadra.

-Sí claro, es solo eso- balbuceo Jisung pero pude escucharlo, estaba insinuando que mi actitud era por celos, pero obviamente estaba equivocado. Rodé los ojos y él rió levemente.

-Entonces papi ¿Quién te hizo eso?- escuché a Lisa preguntar de nuevo y pude notar cómo Jungkook dudaba de sí debería contarnos o no.

-El tipo del parque de diversiones- aclaró mirándome- y dos amigos de él al parecer- terminó de decir mientras ponía su dedo índice en el ceño fruncido de su hijita haciendo que relajara su expresión al soltar suficientes feromonas como para calmarla y de paso a mí y a mis hermanos también.

-Tengo que hablar con mis madres para que los investiguen y se alejen de ti, no volverán a hacerte daño lo prometo- dije un poco más tranquilo y completamente decidido.

-Te creo y no te sientas mal por lo de hoy- suspiró. No podía evitar sentirme así y quizá lo noto todo por mi aroma, pero es que de verdad por un momento creí que si no lo podía traer de vuelta a casa, su hermano o el esposo de su hermano podrían, pero no conté con que quizá Jungkook no querría y preferiría ir solo- no fue tu culpa, fue mía por no irme con Yoongi o Jimin- se lamentó y yo negué inmediatamente.

-No, tampoco es tu culpa- acaricié lentamente su cabello mientras lo miraba directo a los ojos- es de todas esas personas malas que uno encuentra en las calles, tú y cualquiera deberían poder salir sin miedo, todo esto solo me aclara una y otra vez que no es justo el mundo en el que vivimos- le dije mientras lo abrazaba tratando de tranquilizarlo con mi aroma tal y como él lo hizo con todos minutos antes.

Ahora podía darme cuenta, no era mi culpa y menos de él lo que le había pasado hace años y lo que había pasado hace unas horas, las personas con malas intenciones siempre existirán y siempre querrán hacernos daño, se que él es capaz de defenderse solo, pero si nos mantenemos juntos sea como amigos o algo más, siempre podremos cuidarnos entre nosotros.

Cuando contó cómo rasguño los brazos de uno de los tipos que intentaron hacerle daño me sentí sumamente orgulloso de mi omega, eso solo demostraba lo fuerte que era incluso a pesar del miedo que había tenido en aquel momento y las dificultades que tuvo que pasar por estar con un idiota que sólo lo utilizó.

Antes Jungkook era algo tímido y dudaba al dar su opinión o sus sentimientos sobre algo, en cambio ahora con todo lo que había tenido que pasar, se había vuelto osado y expresivo, porque se atreve a enfrentar a quienes le intentan hacer daño y expresa lo que piensa y siente con total libertad. Sí, cada día que pasaba me sentía cada vez más orgulloso de la persona en la que se había convertido al pasar el tiempo y quería sentirme suficiente para él cuando por fin seamos más que amigos, porque si de algo estaba seguro, es que tarde o temprano el destino encontraría la forma de unirnos como destinados que somos.

Porque la madre luna está de nuestro lado ¿No?

El resto de la tarde después de terminar el almuerzo y dejar los platos, vasos y cubiertos en el lavador, Jungkook y yo optamos por ver una serie que nos llamara la atención mientras los más pequeños jugaban en el patio trasero.

Ahora que nos teníamos más confianza y nos tratábamos como amigos al no dejar que nuestros lobos nos controlen, nos solíamos contar lo que nos pasaba en el día, así que mientras los más pequeños jugabam nosotros nos poníamos al día mientras mirábamos «Yo no soy un robot» así fue como supe que mi omega había hecho un nuevo amigo, lo cual me alegraba mucho.

-¿Que opinan de cocinar un pastel?- cuestionó Seungmin apenas entró a la sala de estar siendo seguido por Jisung y Lisa.

-Sí- respondió Jisung de inmediato aplaudiendo y dando pequeños saltitos completamente emocionado- hace tiempo que no lo hacemos Tae Joo- entrelaza sus manos y puso un tierno puchero cuando estuve frente a mí.

-Esta bien- accedí-. Todo sea por ustedes- exclamé y junto a Jungkook nos pusimos de pie para dirigirnos todos a la cocina y pedirle permiso a yerim de ocuparla asegurándole que luego si la ensuciabamos nosotros limpiariamos.

Con los ingredientes puestos en la mesa, al ser yo el único que sabía cocinar porque mi madre desde pequeño me había enseñado, les indiqué a cada uno lo que tenían que hacer paso por paso.

Sin embargo, no pude evitar querer jugar un poco con mi pequeño omega y con mis manos manchadas de harina apreté levemente sus mejillas haciendo que sus labios queden abultados, de pequeño solía hacerle eso por lo tierno y hermoso que siempre se veía. Por un momento sentí que recordó aquello por la forma en que su mirada recorría todo mi rostro y su ceño estaba levemente fruncido. Varias veces había pasado lo mismo y casi podía sentir que él sospechaba, pero no aseguraba nada por que estaba totalmente convencido de que yo había muerto.

-Tae Joo ¿Tengo que echar la mantequilla ahora?- cuestionó Seungmin repentinamente. Tanto él como Lisa estaban sentados en un banco un tanto alto para poder alcanzar los ingredientes y ponerlos en un tazón tal y como les indiqué, pero al parecer Seungmin no me había prestado tanta atención y había olvidado que era lo que tenía que hacer.

Dejando de mirar los hipnotizantes y brillantes ojos de mi omega, me dedique a prestarle toda la atención a mi hermano menor.

-Tienes que poner la mantequilla y el azúcar juntos en este tazón- le indiqué señalando cada uno de los objetos en la mesa- para que Jungkook y yo nos turnemos para mezclarlos con una batidora, luego jisung tiene que poner los huevos, Jungkook la harina y Lisa la leche- expliqué de nuevo las primeras cosas que había dicho que teníamos que hacer.

-Ya esta- exclamó Seungmin después de hacer lo que a él le tocaba entregándome el tazón con los ingredientes para que yo los mesclara- pero no gastes la harina- me regañó entre risas luego de ver mis manos y la cara de Jungkook manchadas.

-Sí, lo siento- musité mirando primero a Jungkook y luego a mi hermanito- no pude evitarlo- me encogí de hombros y seguí mezclando los ingredientes.

Hasta que sentí como alguien me lanzaba un poco de harina a la cara, pude deducir de inmediato de quien se trataba. Mi lindo omega pelinegro lo había hecho y yo solo reí como respuesta viendo su hermosa su sonrisa iluminar su rostro.

-Te lo merecias- se encogió de hombros y yo hice un mohín para luego asentir estando de acuerdo.

-Es un empate- declaré y todos continuamos haciendo la torta.

Varios minutos después al fin la torta estuvo lista.

-Comeremos esto como postre después de la cena- y con esto dicho Yerim se encargo de hacer la cena, mientras Jungkook y yo seguíamos viendo la serie que estuvimos viendo minutos antes de hacer la torta y los más pequeños se sentaban a nuestro lado, ya un tanto cansados.

Después de que Yerim nos llamara a todos para cuando la cena estuvo lista y puesta en el comedor, cenamos y descansamos unos minutos para despues comernos la torta como el merecido postre del día. Había quedado verdaderamente deliciosa.

Después de todo eso, los pequeños habían quedado satisfechos y cansados ahorrándonos el trabajo de hacerlos domir.

-Acostaré a los pequeños por ti ¿Sí?- le dije a Jungkook y él solo asintió y esbozó una pequeña sonrisa como respuesta.

Mientras se subía las escaleras directo a su habitación, yo llevaba a mis hermanos a sus habitaciones uno por uno para finalmente llevar a Lisa a la habitación de Jungkook.

Cuando llegué, Jungkook no había quitado el nido que había hecho, sino que se había acostado allí viéndose tan tranquilo. Me sonrió y palmeo suavemente el centro de la cama deje a Lisa en la parte señalada

-¿Sabes? Pediré días libres para cuidarte- dije sentándome en el lado vacio de la cama.

-¿Crees que te dejen?- cuestionó quizá un poco ilusionado de que yo lo cuidaría, o al menos eso quería creer.

-Si hablo con mis madres estoy seguro que sí- le respondí.

-Mientras no te metas en problemas ni te despidan o renuncies, está bien- dijo y yo asentí como mi forma de asegurarle que así sería y que no tenía nada de que preocuparse.

-¿Te quedarías con nosotros?- cuestionó refiriéndose a Lisa y él al ver que ya me estaba lavantando para despedirme e irme de allí.

-¿Tu quieres?- le pregunté con la intención de asegurarme si no era su omega el que hablaba por él o le hacia decir aquello, pero no vi ni un atisbo de azul en sus ojos, sólo un asentimiento y una sonrisa por su parte.

Eso bastó para que yo sonreirá también y le obedeciera acostándome en aquel lado vacío al costado de la pequeña Lisa.

Mi lobo y yo estábamos completamente felices de saber que nuestro omega nos dejaba estar en el nido junto a él y su hija. Antes de que él sueño nos domine, mi lobo y yo nos dedicamos a contemplar la belleza de nuestro omega.

De la nada la pantalla de un celular en la mesita de noche a mi lado, se iluminó mostrando un mensaje que me dejó completamente intranquilo.

«Que desconsiderado eres ¿Ya te olvidaste de mí?»

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