Al estar la cámara tan cerca de mi cara, pude sentir como el flash por un momento me cegaba a causa de su intensidad.

Desde siempre mi mamá supo lo que sentía por Jungkook y hace un tiempo le había contado que nos habíamos dado cuenta que eramos destinados. Solo tenía un año más junto a él, para cuando haya huido junto a mi mamá después de tener todo el plan listo ya tendría 14 años antes que él, porque nos llevabamos un año de diferencia solo por algunos meses.

Durante este año que me quedaba junto a él quería pasar el mayor tiempo posible a su lado, llenarlo de amor, de sorpresas y crear hermoso recuerdos que jamás podríamos olvidar, fue por esa razón que una de las cosas que le dije que quería hacer durante el tiempo que teníamos antes de irnos, era tomarle muchas fotos para tenerlas de recuerdo. Si me tenía que alejar de él al menos quería tener algo con lo que podría recordar todos los días que pasamos juntos.

Aquel día que nos enteramos de lo que hacía papá y mi mamá me contó lo que le hacía a ella, fue el día que decidió que todo cambiaría y durante días, estuvo planeando la forma perfecta de irnos a otro país sin que nadie se entere, haciéndome jurar que no se lo diría a nadie, ni siquiera a Jungkook. Sabiendo aún así que no podría despedirme de mi omega, estuve dispuesto a ayudarla, porque se trataba de protegernos de ese hombre, además, estaba seguro que me volvería a encontrar con Jungkook, de una u otra forma, porque éramos destinados y nada podría separarnos.

Aunque bueno, a veces tenía miedo de que algo como lo que le pasó a mi tatarabuelo pudiera pasarme a mí...

Cuando era pequeño mi mamá solía contarme historias de la familia y una de las historias que más llamó mi atención y de la que más quería saber era la de mi tatarabuelo, quizá porque siempre me decía lo mucho que me parecía a él o porque me era interesante lo romántica pero trágica que era.

Y es que como no sentir el amor y dolor que el sintió sabiendo que no pudo ser feliz con su omega, a pesar de luchar tanto por estar juntos.

Dejando de lado mis pensamientos y después de quejarme por el dolor de cabeza que me causó el flash, sonreí ampliamente emocionado por lo que mi mamá me había entregado.

—¿Es para mí, de verdad?— cuestioné y ella rió asintiendo levemente— No puedo creer que hayas comprado esto por mí, eres la mejor— la abracé fuertemente y ella sonrió enternecida acariciando mis castaños cabellos.

—Ahora podrás tomar todas las fotos que quieras a tu omega, mi amor— exclamó haciendo que quisiera ir ya mismo al parque donde siempre me encontraba con Jungkook después del almuerzo.

—Gracias mamá, iré a verlo— dije decidido y dispuesto a correr hasta llegar lo más rápido posible a donde sabía que ya estaría esperándome, pero el abrazo protector de mi madre detuvo mi caminar.

—Perdóname Tae— suplicó y sabía perfectamente porque me lo decía. Pero no era su culpa, era de mi padre, si él fuera una persona diferente ni mi madre ni yo tendríamos que pasar por todo esto.

—Ya hablamos de eso mamá, estoy bien y estaré mejor si tú lo estas, y sé que solo será así si nos alejamos de mi padre, además, confío en que con Jungkook nos volveremos a encontrar, es mi destinado después de todo— dije tratando de tranquilizarla, sí, quizá tenía algo de miedo, pero tenía más confianza que se encargaba de opacar todo lo malo haciéndome creer que todo pronto mejoraría.

—Espero todo salga bien y que lo de Jungkook sea como tú dices, de verdad merecen ser felices juntos— dijo mientras secaba sus lágrimas y acariciaba mis castaños cabellos iguales a los suyos.

—Así será mamá, no te preocupes.

A pesar de ser muy pequeños para comenzar un cortejo, mi madre a comparación de mi padre, siempre nos apoyo y esperó que cuando fuéramos grandes estuviéramos juntos y tuviéramos muchos cachorros. Ahora sabíamos que quizá eso tardaría más de lo esperado pero pasaría.

—Adiós, vendré a la hora de siempre— me despedí de ella con un corto abrazo y salí corriendo hasta aquel parque.

A pesar de que Jungkook y yo nos veíamos en la escuela por las mañanas siempre deseábamos pasar juntos el mayor tiempo posible, así que nos reuníamos en un parque cerca de su casa o de la mía para ser solo nosotros en nuestro propio mundo, sin nadie que nos interrumpa.

Mis piernas comenzaban a doler, pero por suerte tan solo di unos pasos más y llegué, lo vi sentando en un columpio y me dirigí hacia él desde atrás para tomarle una foto, pero el flash delató mi intención.

—¿Taehyungie hyung?— cuestionó apenas volteo y me vio con una cámara en las manos— No me tomes fotos desprevenido, saldré muy mal— exclamó con un hermoso tono rojo adornando sus mejillas.

—Saliste hermoso como siempre— lo abracé por detrás poniendo mi mentón en su hombro derecho.

—Solo lo dices porque me quieres— abultó sus labios en un tierno puchero que desee tanto besar, pero me contuve.

—No solo por eso, de verdad te ves hermoso, tan solo mira— hablé mostrándole la foto que minuto antes le había tomado, pero el no supo que decir ¿Era tan difícil para él aceptar que era el omega más hermoso que podrían ver en el mundo?

—Se mi modelo— le supliqué, esta vez poniéndome de rodillas frente a él.

—No, me da vergüenza— declaró tratando de evitar mi mirada.

—Solo las veré yo, serán todas para mí — le asegure con una sonrisa.

—Esta bien— dijo su lobo esta vez, sus ojos ahora eran completamente azules y yo aproveche a tomarle una foto en ese instante, mostrando en esta la belleza etérea que emanaba todo su ser.

Solo él era capaz de deleitarme por completo provocando que ni una palabra fuese capaz de salir de mis labios, porque prefería concentrarme en admirar todo de él.

Algo que me alegraba saber era que su lobo solo salía a relucir para hablar conmigo o si necesitaba de mi ayuda o presencia, yo era el único que había podido ver como su lobo tomaba el control de su cuerpo y sus palabras. A Jungkook no le molestaba solo porque se trataba de mí y en mí caso era igual, mi lobo solo quería hablar con él, obedecerlo a él y ser feliz con él.

Le pedí que posara de una y mil formas alrededor de todo el parque, le tomé cien fotos solo de él sonriendo, cien más de su mirada y otras cien más de él divirtiéndose en cada juego y rincón del parque, todas y cada una de esas fotos las guardaría no sólo en aquella cámara que protegería siempre, sino también en mi corazón.

—Hey Tae joo ¿Estas bien?— cuestionó hyunjin, mi amigo de la universidad, alejando la cámara de mi rostro y con ello mis repentinos recuerdos.

—¿Por qué lo dices?— pregunté haciéndome el desentendido.

—Te quedaste viendo a la nada después de que te tome una foto— exclamó con evidente preocupación en su rostro— por cierto saliste muy bien a pesar de que te la tome desprevenido ¿Cómo lo haces?— cuestionó un poco divertido, quizá para restarle importancia a lo anterior por si es que yo no quería contarle.

Llevamos 5 años siendo amigos y el me había demostrado lo muy confiable que era ¿Podría contarle mis problemas? ¿Debería confiar en él?

—¿Puedo ser sincero contigo?— cuestioné. Ya había tomado una decisión, si él me lo permitía le contaría de mis problemas y pediría un consejo de su parte.

—Claro, sabes que puedes confiar en mí y que si me necesitas para algo aquí estaré— declaró palmenado levemente mi espalda animándome a contarle lo que me pasaba y mis sentimientos al respecto.

—No me llamo Han Tae Joo— susurré lo más bajo posible para que solo él pudiera escucharme.

—¿Qué? ¿Cómo que no?— cuestionó en un susurro igual al mío.

—Mi padre biológico traficaba omegas y cuando mi mamá y yo nos enteramos, además de que me contó algunas otras cosas de lo que vivía con él, sabíamos que lo mejor era vivir en otro país y comenzar una nueva vida, pero teníamos que finjir nuestra muerte para poder hacerlo y así fue— expliqué lo mejor y más resumido que pude.

—Entonces— musitó asintiendo lentamente, al parecer tratando de asimilar la situación— ¿Cuál es tu nombre real?

—Kim Taehyung— dije viendo de un lado a otro para asegurarme de que nadie estuviera de chismoso escuchándonos.

—Oh sí, saliste en las noticias, todos hablaron de la muerte del hijo y la esposa del hombre con más dinero de Seúl, pero no imagine que fuera por eso ni que todo el dinero que tenía tu padre lo había conseguido de esa forma— balbuceó con una mueca de tristeza al saber lo que había tenido que pasar.

—Nadie lo imagina y le creen sus mentiras, pero ojalá algún día pague por todo lo malo que le ha hecho a tantos omega, incluida mi madre— susurré con un claro enojo en mi tono de voz.

—Lo lamento mucho amigo— musitó dándome un corto abrazo— ojalá así sea, pero bueno, ahora tu vida es mejor ¿No? me contaste de tus madres y de cómo se sentía verlas felices, además de eso estas siguiendo tus sueños y también trabajas como modelo de... — comenzó diciendo pero con un corto gesto de la mano le indique que se detuviera, sí, quizá tenía todo eso pero...

—Sí, pero quiero a mi omega— declaré lo que yo y mi lobo deseábamos.

—¿Hablas de que quieres encontrar a tu omega destinado?— pregunto un tanto confundido y es que el no sabía nada más que mi presente hasta ahora.

—No, yo lo encontré desde muy pequeño— sonreí al recordar cuando nos encontramos siendo tan pequeños aún— pero por lo que me pasó no lo vi durante mucho tiempo, ahora que volvió a mí no puedo decirle quien soy, porque tengo miedo de lo que podría pasar si se enterara— admití mordiéndome el labio para evitar sollozar por imaginarme el rechazo de mi omega y el dolor profundo que sabía sentiría mi corazón.

—¿Qué podría pasar?

—No sé, quizás que me odié por haberle mentido y haberlo hecho sufrir— dije como si fuera lo más obvio sin tomar en cuenta en ese mismo instante que él no sabía todo y no entendería que quería decir con eso.

—¿A que te refieres con hacerlo sufrir?

—Pasó por muchas cosas durante el tiempo que no estuve a su lado, no pude protegerlo tal y como se lo prometí— me lamenté al recordar con dolor todo lo que había tenido que pasar, haría lo que fuera por haber sido yo quien sufriera lo que él sufrió, haría todo por verlo feliz, incluso si eso implica que no pueda estar a su lado, porque lo amo demasiado y prefiero su felicidad antes que la mía.

—Pero eso no es tu culpa, es algo que no podrías haber evitado, el destino es impredecible, lo que paso ya pasó, tú solo debes concentrarte en cerrar las heridas del pasado para poder caminar hacia adelante junto a la persona que más amas en este mundo— dijo con una inmensa sonrisa en su rostro apretando levemente mis hombros como su forma de reconfortarme.

—No lo sé, aún tengo miedo.

—Ya pasará, sé que en algún momento te armarás de valor y se lo dirás, mas por mientras, si necesitas algo ya sabes que aquí estoy para apoyarte en todo— asintió sonriente levantando su pulgar en señal de aprobación a que podía contarle lo que me sucediera porque jamás me juzgaría y estaría siempre para decirme lo que era mejor para mí.

—Gracias amigo.

Hoy no tenía trabajo solo lo de la universidad en la tarde al igual que Jungkookie. Estaba muy entusiasmado por salir rápido de mi centro de estudios solo porque eso significa volver a verlo.

Cada tanto en la última hora miraba el reloj para ver cuántos minutos faltaban para que el timbre sonara e indicará que ya todos podían volver a sus respectivas casas.

Cuando por fin, después de tanta charla del profesor, sonó el timbre guarde inmediatamente todas mis cosas en mi mochila y despidiéndome de hyunjin con un rápido movimiento de manos salí del aula camino a la puerta de salida de la universidad, pero alguien logró interceptarme poniéndose frente a mí.

Siempre era lo mismo, siempre ella actuando de la misma forma, era la única, entre todos los que habían intentado algo conmigo, incapaz de rendirse.

Solo apártala. Quiero ir a ver a mi omega.

Quiero lo mismo, pero, por muy antipática que sea, no la voy a tratar mal.

—Tae Joo hyung— exclamó apenas me divisó, acercándose a mi para darme un abrazo muy largo para mi gusto, traté de quitármela de encima pero parecía una sanguijuelas pegada a mí.

—Ryujin— la llamé para luego preguntarle sin ganas de seguir allí— ¿Que quieres ahora?

—¿Quieres que te sea sincera?— cuestionó con una sonrisa que me causó escalofríos.

—Sí, por favor y rápido porque tengo que irme— pedí viendo en mi reloj la hora, seguro Jungkook ya estaría afuera esperándome.

—A ver a ese omega ¿No?— cuestionó claramente molesta, lo pude notar por como soltaba sus feromons con aroma a Chicle y frambuesa.

No me gustaba y jamás me gustaría cualquier aroma que no fuera el de Jungkook, mi omega. Así que no pude evitar mirarla con molestia e incomodidad.

—¿De qué hablas?— me hice el desentendido, pero suponía que me había olido.

—Hueles a un omega ¿Es tu pareja?— espetó poniendo los ojos en blanco.

—Sí— asentí levemente— y te pediría por favor que te alejaras de mí ahora que sabes que es mi pareja.

—¿Por qué no me elegiste a mi? Yo tengo mucho amor para darte y no soy interesada como otros, seguro él o ella es igual— bufó entre molesta y triste. Me podía dar pena que se sintiera mal por mi culpa, pero jamás permitiría que difamara y hablara mal de mi omega.

—No, mi omega es el mejor del mundo y jamás sería como tú dices, aunque te duela lo que te voy a decir— suspiré tratando de tranquilizar mi enojo por lo que había dicho anteriormente de Jungkook— nada ni nadie va a hacer que deje de amarlo, somos destinados— le aclaré y ella gimoteo asintiendo lentamente, al parecer tratando de comprender las palabras que habían salido de mis labios

—Esta bien, pero al menos hice mi último intento— dijo encogiéndose de hombros.

—¿A que te refieres con eso?— cuestione un tanto confundido.

—Hueles a mí ahora ¿En serio crees que ese omega se te acercará si te huele y sabe que tienes el aroma de alguien más?

La odié y me odié por no haber hecho lo que mi lobo me había pedido. Debí haberla apartado desde un inicio, ella me había abrazado de esa forma a propósito y recién caí en cuenta de eso, cuando lo dijo.

—¿Vas a a seguir persiguiéndome o me superaras después de hoy?

—Ya te dije, hice mi último intento, si él es el indicado al final a pesar de lo que hice se quedara a tu lado— dijo en tono burlesco y yo bufé ante su actitud infantil e irritante.

—Es muy estúpido lo que hiciste y lo que dices— declaré ¿Que necesidad tenía de hacer que mi omega se alejará por su aroma? Su patetico intento no funcionaría, al menos no para siempre.

—Deberías estar feliz de que ya me rendí contigo— exclamó exasperada cruzándose de brazos

—Como sea, me largo— y corrí hasta mi auto adentrándome en el asiento del piloto dispuesto a manejar lo más rápido posible para poder llegar antes de que él decida regresar por si solo a mi casa.

No podemos recoger a nuestro omega de esta forma, se sentirá mal si nos huele o quizá nos odie

No nos queda de otra y de todos modos Jungkook no recuerda quien soy, así que tú habla con su lobo para que no lo haga sentir mal

Bien, eso haré

Ahora que lo pensaba su lobo y el mío  habían estado controlándonos demasiado, lo cual agradecía porque ellos nos unían ahora que él no sabía que yo estaba vivo y yo no sabía cómo decírselo.

Pero ¿Él querría, sin que su omega interviniera, ser algo más conmigo teniendo en cuenta que ahora era Han Tae Joo y no Kim Taehyunh? Seguía siendo el mismo pero con otro nombre entonces ¿Estaba mal si yo decidía enamorarlo ahora con mi nuevo nombre y no decirle quien soy en realidad? O ¿Era mejor decirle la verdad y aceptar las posibles consecuencias?

Estaba conduciendo mientras analizaba todas las posibles opciones y pude notar como las nubes se volvían grises, iba a llover y yo no traía algún paraguas, debí haberme fijado en como estaría el clima hoy, pero ya era muy tarde para eso y solo me quedaba seguir conduciendo hasta llegar a la puerta de salida de la universidad de mi bello omega, y hacer lo posible para que no se moje, por suerte tenia un abrigo que podría poner en su cabeza para cubrirlo un poco.

Los minutos transcurrieron y al fin lo divisé entre las pocas personas que habían aún en el lugar, sonreí ampliamente al ver que estaba emocionado por verme. La lluvia había comenzado sin darme cuenta, me quité mi largo abrigo y lo coloque en mi cabeza acercándome de esta forma a él para ponerlo sobre la suya, sin importarme lo mucho que me mojaría.

Caminamos rápidamente hasta llegar a la puerta del copiloto y abrirla.

—Entra— le indiqué y él me obedeció, no me costo nada notar que su alegría se había esfumado de un segundo para otro y supe al instante el porqué.

Cuando rodee el auto y entré en el, Jungkook miraba la ventanilla algo pensativo, no quería verlo así de mal, por lo que supuse que antes de que mi lobo dijera o hiciera algo, yo debía hablar con él o al menos hacer el intento de romper la tensión, si esto no funcionaba dejaría que mi lobo hablara con el suyo y arreglaran las cosas entre ellos para que así no lo haga sentir algo que no siente.

Y es que Jungkook no siente nada por quien soy ahora, es su omega el único que sí es capaz de reconocerme. Estoy completamente seguro de que a quien extraña es a «Kim Taehyung» a quién conoció cuando eran muy pequeños y quien sabía era su destinado, no ama ni quiere a «Han Tae Joo» y en momentos como éstos continuaba preguntándome ¿Qué era mejor hacer al respecto? ¿Cuál de las dos opciones que me había planteado antes era la mejor?

—¿Qué tal estuvo la universidad? ¿Alguna novedad?— hablé con la esperanza de que mínimo me mirara a los ojos, pero fue en vano.

—Bien y no— respondió cortante a cada una de mis preguntas respectivamente.

Déjame solucionarlo

Esta bien

~•°•°•~

Les traigo noticias jeje

Me creé un instagram de esta
cuenta de wattpad.

Esto quiere decir que
allí, habrán noticias sobre mis libros tanto que ya están publicados como de los que publicare próximamente, daré quizá algunos spoiler, haré encuestas, entre otras cosas

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SweetbabyTJ_

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Es todo, espero les haya gustado
mucho el capítulo de hoy

Con amor...

SweetbabyTJ